-quizas el buen arthur ha decidido dormir hasta tarde hoy, esperemos que no sea asi o nuestros estomagos haran una pequeña sinfonia, o por lo menos el mio esta comenzando a reclamar con algo de impetu- dijo ismael con una sonrisa.
en el cairo solia despertarse a esta misma hora y compartir un te con sus ayudantes mientras los obreros comenzaban con la faena diaria. esperar definitivamente hacia decrecer su buen humor.
-Calma señores, piensen que hacer que nuestra estancia aqui sea tan agradable debe ser ciertamente agotador, seamos un poco más comprensivos y esperemos.
Toma asiento y rapidamente saca un tema de conversación que no irrite más a Catherine mientras ella se ocupa de despertar a nuestros anfitriones.
-Señor Pevsner, ¿dice que estuvo aqui en noviembre? ah! no me diga más! como profesional! quiero decir, como pianista, tengo entendido que es usted un excelente músico.
supongo que nuestras profesiones (los que teneis, jajajaja) las sabemos no?
- Buenos días, caballeros, señoras -saludó Eleanor-, ¿les han dejado dormir los fantasmas? Supongo que es hora de desayunar, ¡veo que son todos bastante madrugadores!
Mis disculpas por la tardanza, ¡ya estoy!
Catherin miró por encima del hombro la vacía habitación.
- ¿Y el señor Adler? - preguntó a Lady Eleanor - pensé que se encontraba durmiendo con su señora - dijo mas para si misma que para el resto.
Puso cara de preocupación.
- Miré en la sala del piano, por si se había quedado dormido, antes de subir a despertarlos y no había nadie. ¿Lady Eleanor?
- ¿No está aquí? -replicó Eleanor, confusa- No le he visto en nuestro dormitorio, pensé que habría preferido la compañía de sus fantasmas esta noche. ¿Seguro que no está durmiendo por ahí?
Qué extraño... ¿habría pasado Arthur la noche en vela en algún lugar extraño, sumido en sus delirios esotéricos?
- A nosotros nos dijo, antes de irnos a dormir, que se quedaba a esparar al fantasma.-comenta Edward- Quizá el fantama le esté enseñando al pasado, como en aquel cuento de Dickens, el de Scrooge.
Después de eso soltó una carcajada.
- Nos estara esperando en el comedor. ¿Ha mirado ahí?
- Por supuesto señor. El comedor está preparado para ustedes, y ahí no hay nadie excepto el servicio.
Catherine se sentía insultada: ¿quién era el "fantasmólogo" para decir que no hacía bien su trabajo? Era lo último que le quedaba por oir.
-Al final vamos a tener que ir a buscarlo... Así era el Arthur con el que yo tantos buenos ratos pasé hace años. Le gustan tanto los misterios que quiere jugar con nosotros. Si quieren, lo busco, puede que se encuentre en la sala de estar.
- ¡Que bien! Es como jugar al escondite- dijo en tono de burla Anne- Si tenemos que encontrarlo que sea rápido, por favor, yo me muero de hambre. Añadió con una risita.
Acto segudo se acercó a las escaleras.
- Este viejo loco no va a hacer que pase hambre, o que le desayuno se quede frío.- pensó.
Se giró y miró a su esposo.
- Edward, cariño, ¿me acompañas?
edito: se me olvidó poner que voy al comedor
-Jajajajaja, al final me hacen caso... Pues si ustedes buscan, yo no seré menos. No seré yo el que rechace un buen misterio, aunque sea tan simple
Reginald se adentra en la caso al canto de:
-Arthuuuuuurrrrrr. Viejo loooooobo, ¿donde estás?
Me piro a la sala de estar... a ver qué encuentro.
-bien, no sera mala idea dar una mano. señor pevsner, acompañeme a la biblioteca, quizas arthur esta leyendo alguna historia esoterica mientras nosotros estamos aqui deduciendo tontamente.
ismael se aleja rumbo a su destino, canturreando suevemente.
encaro la biblioteca
Pues sin él no podemos empezar el día, voy con usted señor Feisman, tal vez se quedase dormido en la sala de estar esperando al fantasma, ja.
Parece que la gente rica de Inglaterra tienen la facultad de ser los más extravagantes anfitriones que uno pueda tener, pero el señor Adler diría que es el más raro de todos; si ya decia yo que pasar unos días aqui no iba a ser simple.
Voy a la sala de estar también
¿Puedo postear entonces en la sala de estar?
- Está bien, Catherine, no dudo en absoluto de tu labor, pero permite que revise una vez más la sala del piano. Sé que Arthur suele quedarse allí a esperar a su fantasma. Si alguien lo desea, agradecería algo de compañía, estoy un tanto inquieta, como comprenderán.
Eleanor rogó porque Catherine no se lo tomara como una afrenta personal, y se encaminó hacia la sala del piano con un último vistazo atrás por si alguien se animaba a seguirla.
Voooy a la sala del piano! Vamos a descubrir!!
-Yo la acompaño a la sala del piano, Lady Adler.
Sigue a la señora Adler hacia la sala del piano. Se despide de los que aun quedan en el recibidor.
Voy con la señora de la casa XD
- Si señora Rutherford, estuve aqui en noviembre - dijo contestando las preguntas anteriores.
Cuando Ismael Montesco le pidió que le acompañara, no puso ninguna pega.
- Por supuesto señor Montesco, usted primero - dijo haciendo una educada reverencia.
Voy con Ismael a la biblioteca
- Sí cariño, vamos a buscarlo.- respondo a mi esposa.
Me acerco a ella y comenzamos a bajar las escaleras.
Me voy con Hilda Anne al comedor
Ves como todos se han ido en parejas a buscar a lord Arthur, y se ha olvidado de ti.
- ¡Cómo son estos ingleses!- piensas.
Muchas veces no sabes qué viste en los ingleses como para casarte con uno.
Por no ser la única que se quede de brazos cruzados, decides ir a buscarlo tú también. Vas a la cocina.
Sentimos "lanzarte" ahí, como si nada, pero es para agilizar las cosas ;).
MENSAJE PARA INÉS.lo de mandarla a la cocina es un truco pa' que mire la despensa y así no comernos el tarro de cómo mandamso a Mari ahí. ¿Qué te parece?