La rosaleda de Peak´s House era el sitio favorito de Jane. Aún estando nevada solo hacía falta apartar un poco de nieve para encontrar flores, y es que la cantidad tan inmensa de plantas de este lugar englobaba todas las epocas del año.
En aquel momento sobresalian flores de lo que parecian pensamientos, tallos de amapolas y algunas plantas parecidas, violetas, plantas del azafrán y los inconfundibles heléboros.
Hilda Anne llega a la roselada buscando a Lord Arthur.
De lejos ves acercarse a Bella Gordon
Hilda ve acercarse despacio a Bella Gordon. La saluda con la mano mientras dice:
- Que bien! Compañía. Ya pensaba que me iba a quedar aquí sola. Me alegro de volver a verla.
A lo lejos ve a Hilda saludándola con la mano. Sonríe y se acerca rápidamente a ella.
-Hola Sra Winter, la verdad es que esta casa y sus terrenos son demasiado grandes como para estar acompañados, pero no se preocupe que ya me tiene aquí.
Mira a su alrededor.
-Supongo que no habrá encontrado ninguna pista sobre el sr Adler, verdad¿? No entiendo donde se habrá metido...
- Pues no, querida, parece ser que se ha volatilizado por entre los árboles.- comentó.
Miró a su alrededor. La rosaleda debía ser un lugar muy hermoso en primavera y en verano, un sitio tranquilo donde leer sentada en un banco.
- Cerca de la casa tampoco lo he visto, y no sé donde puede estar.-añadió con una risita.
- Creo que será mejor seguir buscando, querida.- comentó- ¿Qué le parece si vamos al estanque?
Voy al estanque
-Creo recordar que el señor Winter y lady Adler ya están allí... - dice pensativa - hay algún otro sitio de la casa que podamos inspeccionar?
Es verdad, ¿hay algún otro sitio a donde podamos ir? es que si es así, ¿podría cambiar el sitio e ir a ese? Es para avanzar y no estar todos en el mismo sitio^^
Podeís ir donde querais, ya sabeis los planos :)
Pues yo me voy al estanque...
Después de conversar con Hilda y ver que se marcha al estanque, mira a su alrededor buscando cualquier cosa que sea relevante, pero sabiendo que Hilda ya ha buscado allí sabe que puede ser que no encuentre nada...
Después de varios minutos, decide volver a la mansión para ver si alguien ha descubierto alguna cosa del paradero del sr Adler.
Pues eso... vuelvo a la casa... a ver si encuentro alguien con quien hablar mas tiempo XD
Hoy no es un buen día. Os encontrais todos en la rosaleda dándole el último adios a Lord Arthur. La tristeza es tal que ninguno ha reparado en que ni siquiera habeis comido.
Charles ha estado cavando un hoyo profundo donde Lord Arthur será enterrado. Catherine y Jane observan en silencio. William toma la palabra:
- Gracias a todos por asistir, me llena de orgullo decir unas últimas palabras a este gran hombre que mas que un jefe era un padre para mi - tomó aire - Lord Arthur Adler era un hombre maravilloso, aún recuerdo el día que le conocí...
William se entretuvo durante muchos minutos recordando hazañas con Lord Arthur, haciendo incapié en las excentricidades del hombre y como realmente le divertian aunque no las entendiera. Cuando se quedó sin palabras os miró a todos a los ojos y frunció el ceño.
- En tu memoria querido amigo Lord Arthur, honrare tus ultimos momentos entre nosotros descubriendo la verdad de lo sucedido - se irguió todo lo que pudo y la rabia lo inundó - se que esto no ha sido un accidente viejo amigo, se que ninguna persona podría caerse dentro del pozo por la altura de las piedras y también se que amabas demasiado la vida como para abandonarnos a todos.
Su voz se fue elevando sorprendiendoos a todos, no tanto por ver a William perder el control, sino porque tenía razón.
- ¡Encontrare al responsable de esto aunque sea lo último que haga por tu memoria!.
Le hizo una seña a Charles y entre los dos introdujeron al difunto Lord Arthur en el agujero. Ambos le cubrieron con tierra y Jane cortó una flor para ponerla encima de la tumba.
- Iré a por el testamento de Lord Arthur - comunicó el enfadado mayordomo - cumpliremos la última voluntad de Lord Arthur Adler como debería hacerse y luego desenmascararemos al culpable.
Le comentó a Charles que os vigilara y que se encargara de llevaros a todos al comedor. Así sin esperar nada mas, se encamino hacia la casa.
- Antes de ir al comedor... si alguien quiere decir algo - preguntó Jane timidamente.
Todos asistis al funeral. La siguiente escena es en el comedor, asi que sois teletransportados hasta alli, pero podeis postear aqui vuestras ultimas palabras al fallecido... aunque a uno de vosotros realmente no le de pena.
-Estoy de acuerdo con lo dicho por William, aunque no sea tan efusivo en mi actitud. Recibirás justicia, amigo, coincido en que no ha sido un accidente. Aunque eso implicaría que uno de nosotros es un vil asesino.
Reginald miró a todos los presentes, oteando alguna extraña reacción. Luego arrancó una flor y la tiró hacia el lugar donde está el frágil cuerpo de su antiguo amigo. No llora, pero el sufrimiento lo lleva por dentro, y no estará tranquilo hasta que descubra qué pasó.
Vaya, el viejo me llevó aquí para resolver un misterio. Pero no sabría que el misterio esa su propia muerte. No te preocupes, no quedará sin resolver. Pensó Feisman, completamente compungido.
Eleanor no recordaba qué había pasado desde que le contaron que su marido estaba en el fondo del pozo. No podría decir qué había sucedido o qué había hecho. Más que la muerte en sí había sido la forma. Era consciente de que sobreviviría a su anciano marido si no la ocurría ninguna desgracia, pero aquello era algo demasido repentino. Su matrimonio no había sido realmente apasionado, pero a fuerza de estar con él la llegó a considerar un segundo padre, un gran amigo, y ahora sentía el vacío que había dejado en casa.
Siguiendo el ejemplo del señor Feisman, Alexander cogió una de esas flores rosadas y grandes que había en el jardín. A falta de rosas cualquier flor valía.
A través de las reuniones anuales, de sus visitas y de los conciertos de piano, el joven Pevsner había terminado por encariñarse con el excéntrico Adler. Era mayor, sí, pero todavía fuerte y le quedaban todavía más años por vivir. Fue ese el pensamiento que llevó a tomar como propias las palabras del mayordomo.
- Esto no quedará así.- pensó.
-Yo... quizá sea la que menos conociera a Lord Adler, pero tengo la sensación que su muerte no fue accidental... a pesar de la edad, esa un hombre que sabía lo que se hacía... ayudaré a descubrir lo que realmente pasó, por la verdad y por la amistad que él tenía con mi padre.
Como todos, coge una de las flores del jardín y la arroja al interior de la tumba... está triste por la muerte de ese hombre, aunque no lo conociese bien, se merece que se descubra lo que realmente ha pasado...
ismael se acerco al foso, con el rostro anegado en lagrimas. no era un hombre que llorara ,pero en su fuero interno nunca aceptaba que sus amigos pudieran morir o desaparecer; el era quien se arriesgaba, quien corria el riesgo, los demas debian estar a salvo...
-juro por lo que me quede de vida que voy a retorcerle el pescuezo al que hizo esta atrocidad- dijo arrancandose el anillo de oro y arrojandolo a la tumba-, esto no va a quedarse asi...- se aparto rengueando, con el rostro convertido en una mezcla de dolor, odio y tristeza- ese hombre no merecia esto-dijo en tono acusador, pero sin dirigirse a nadie en particular-, ojala que el culpable pague mil veces su crimen...
Hilda no sabía qué decir. Era verdad que no conocía mucho a lord Arthur, pero ella pensaba que la vida solo la podía quitar Dios, y también pensaba que eso no había sido un accidente. Pero... quien era tan malvado como para matar al alguien tan bueno como Arthur Adler? Miró en derredor. No era capaz de concebir que alguien de los presentes hubiera hecho eso.