Partida Rol por web

Milos no hacr nada. Solo escucha.

Mis labios se tuercen en una fina sonrisa.

Acepto.

- Tiene que ver con vuestros sires en la medida en que ellos ya no representan un problema para nosotros. Es vuestra condición de huérfanos. Como ha dicho Von Bauren, no nos fiamos los unos de los otros para esta misión así que si hay algún humano o ghoul implicado tendrá que ser de aportación vuestra. En dos siglos habéis tenido tiempo de amasar recursos suficientes para que ni esto, ni la fe sean un impedimento. 

Responde Adana de Sforza con su claredad característica

 - En todo caso, es un asunto de gran importancia.

Comenta Hardestadt volviendo a la normalidad

- Todos habéis demostrado, juntos y por separado, vuestras aptitudes para la tarea. No penséis en negaros: no tenemos tiempo para reunir otro grupo que haga lo que vosotros estáis tan bien preparados para hacer. Recuperad el libro o destruidlo, no hay ninguna diferencia. Desenmascarad al ladrón y acabad con él. Aquí y ahora declaro una Caza de Sangre sobre él. ¿Cuestiona alguien mi derecho?

Hay algunos cabeceos descontentos en la mesa ante el nuevo derroche de teatralidad del Ventrue, pero todos se muestran de acuerdo a fin de cuentas. 

Hardestadt asiente brevemente con los labios apretados en gesto de satisfacción

- Así sea. La vida del ladrón es vuestra, y si resulta ser uno de los chiquillos de Augustus, tendremos finalmente la excusa que necesitamos para barrer de una vez por todas a esa repulsiva progenie de la faz de la tierra.

La determinación del líder es indiscutible a pesar de que los rostros de Sforza y Petrenkov no parecen especialmente contentos ante la perspectiva de una guerra con los Giovanni.

- Eso es todo. Marchaos, mis criados os llevarán de vuelta a la mansión. A diferencia de la falta de control que habéis demostrado esta noche ante nosotros, estoy seguro que seréis discretos en vuestras investigaciones, pero también prestos.

Os dice Hardestadt haciendo notar que vuestras refriegas personales no habían pasado desapercibidas.

- Puedo ver que alguno de vosotros se irrita bajo lo que consideráis mi severa autoridad. Considerad lo infinitamente peor que sería todo si alguien como yo pero menos misericordioso, se convirtiera en el mismo Dios.

El creador de la Camarilla pasa la mirada por encima de vosotros en una pausa efectista.

- Eso pensaba. Id, y que el mismo Señor de las Huestes tenga la lucidez de ayudaros en vuestra búsqueda.

Los ghouls aparecen de nuevo detrás vuestro para escoltaros cortésmente de vuelta a la villa por otra retorcida ruta y mientras estáis saliendo escucháis como un súbito acceso de risa se apodera de Camilla Banes que había estado completamente callada desde el cálido recibimiento

- QUINIENTOS AÑOS. MEDIO MILENIO ANTES DE QUE EL SANTO MUERTO DESCANSE. OH MI POBRE QUERIDO CAPPADOCIUS, SÓLO FALTAN TRES SIGLOS PARA QUE PUEDAS REPOSAR EN LA LUZ.

El eco de una risa psicótica se atenúa a medida que os adentráis en la oscuridad.

Estáis de vuelta a la superficie, los criados se muestran tan corteses como durante vuestra llegada y muy amablemente os conducen a la salida. Las pesadas puertas de hierro de la mansión se cierran ruidosamente detrás vuestro y desde la distancia, a través de la niebla de la noche, llegan los tañidos de las campanas de Roma.

Dichoso el destino... - digo, pensando en los acontecimientos acaecidos. - Así que si no hacemos algo, tenemos a un Dios que querrá destruir el mundo. Qué maravillas trae esta vida. Y encima eso... ¿amasar recursos? Llevo dos siglos huyendo de los Tremere para que ahora digan que tengo recursos.

Luego echo un rápido vistazo al grupo. - Poco vamos a poder hacer si ni siquiera nos soportamos entre nosotros, ciertamente. Y encima tengo que buscar refugio para esta noche.

Todo me tiene bastante hastiada. Otra vez soy una títere, una marioneta en manos de alguien más poderoso que yo. Empieza a cansarme esto.

Y antes de que pudieran pensarlo siquiera, estaban fuera. Ni siquiera el brujah necesitaba mucho esfuerzo para darse cuenta de que había habido brujería cainita de por medio, ojos de fuego y palabras de miel.

Considerad lo absolutamente misericordioso, una mierda. Ese discurso podría funcionar bajo los demás. Bajo la chepa de Wodán se había trabajado en su espalda, bajo la vara de Cristo Jesús se había trabajado en su tierra y bajo la de los Fundadores no sólo se hinchaba a trabajar sino que además no lo validaban una mierda. Si alguien se hacía Dios, si es que semejante historia era posible y no el delirio de una gente que creía que los Malkavian eran dignos de no ser cazados como los perros inconvenientes que eran, las cosas seguramente siguieran a lo mismo. Por lo que a él respondía eran delirios de un malkavian que seguía los delirios de un muerto que se creyó un santo.

-...si supiera por donde se le mete fuego, incendiaba el castillo este... -masculló- Eso no es novedad ahora. ¿Qué quedamos, 5 de los doce? Por lo menos ahora somos menos y nos tenemos más: si alguien quiere romper el grupo más le vale que lo diga ahora, y que tome camino. La próxima vez se resuelve a muerte.

Dijo. No era una sentencia: aunque la hizo sonar como si lo fuese, era más una política de hechos consumados. Si no andaban juntos acabarían muertos, pero la purga de uno (y sólo uno) se podía sobrellevar.

-No corras el riesgo. Tengo un sitio, si lo quieres. Es seguro. Por una noche valdrá.

para mal o para bien solo nos tenemos a nosotros mismos y se que casi todos estáis en mi situación.Miro a los que han designado como nuestros perros guardianes .​bueno casi todos .No me hace feliz volver a ser la puta de los fundadores pero no veo más solución que hacer lo que nos piden ,al menos  por ahora .

Si tienes un lugar para refugiarnos te agradecería que extendieras tu oferta de hospitalidad a mi persona .Digo a Jäger con una ligera inclinación de cabeza .No conozco la ciudad y acabo de llegar así que soy un extranjero en tierra extraña .

El camino fuera de la mansión es rápido, mucho. Pero apenas me fijo en el, perdido en mis pensamientos. No creo ni por un momento en los temores de los fundadores de que alguien pueda convertirse en Dios por medio de el libro de Cappadocius, pero no dudo del gran valor de un tratado así para mis estudios sobre la naturaleza de lo divino, lo mortal y lo no muerto. 

De modo que me veo ciertamente menos molesto por este trabajo que mis nuevos/viejos compañeros

-Creo que me uniré a vosotros en ese refugio, si me lo permitis. Lo cierto es que nos han dado una compleja tarea con muy pocos indicios, deberíamos ponernos de acuerdo en como actuar a partir de aquí. Con suerte el libro seguirá en Roma-

Milos llevaba un buen rato callado. La referencia a Dios... a diabolizar a un dios... a Dios... era un asunto que merecía la pena considerar con calma. Su esencia gitana clamaba por unas creencias paganas pero muchos años habían obrado cambios significativos en lo que a la fe del pueblo errante se refería. Diabolizar al Dios de los hebreos. Solo el concepto resultaba escalofriante.

Doscientos años habían pasado desde que Milos viese su último amanecer y, sin embargo, nunca le había dedicado un pensamiento lo suficientemente profundo o relevante a averiguar su lugar en todo aquel entramado místico. ¿Realmente la historia de Caín, el primer vampiro, y Abel daba crédito a la existencia de Dios? Y alguien, mediante las habilidades oscuras halladas en el camino de la noche, ¿podría ser capaz de sustituir al creador a través de los hallazgos del anciano Cappadocius? De ser así, al muerte del susodicho, al menos para Milos, dejaba de ser insustancial para convertirse en un verdadero acto de agresión para con el resto de seres de aquel mundo. ¿Cómo pudo, el anciano vampiro, llegar a semejantes conocimientos y, después, abandonarlos a la suerte de los condenados, por una muerte suicida y mártir?

Milos sacudió la cabeza intentando despejar aquellos funestos augurios.

- Se impone ser prácticos... - propuso aún con aire ausente. - Por lo que, habida cuenta, me uno a lo que propone Jäger. Si alguien no va a ser capaz de guardar su ira dentro de sí mejor que se vaya ahora. Busquemos un refugio pronto y mañana a lo noche comenzaremos. ¿Todos de acuerdo?  - concluyó con una significativa mirada al temperamental de Sav.

¿Todo el mundo se apuntaba?

-Uhhhh... claro -dijo- Pero sólo esta noche: no puedo meter a tanta gente sin que se note durante varios días. Y cada uno se busca la sopa. Espero que no os importe mucho dormir al suelo...

Milos... no estaba tan mal. Podría encajar. Sav era el mamonazo con el que habría que encararse para dejar las cosas claras, pero no tenían por qué llegar a mayores.
 

La reunión no me había gustado nada. No sólo la zorra de Aricia me había manipulado a su antojo sino que además tendré que ser su niñera en esta misión asegurándome que vaya a buen puerto.

- Joder, que suerte la mía. - pienso.

Luego parlotean sobre donde dormir. Una conversación que no me interesa lo más mínimo.

Asiento a las palabras de Milos. Al fin y al cabo, si no me tocaban los huevos no pasaría nada.

Miro a Jäger.

- Yo no necesitaré de tu refugio. - le digo.

- Nos vemos en la puerta de la ciudad cuando se oculte el sol. - digo alejándome del grupo. Milos, quedan en tus manos. - añado con un guiño de ojo mientras sonrío abiertamente.

Una vez fuera de la ciudad me interno en el bosque y me entierro hasta que el sol se oculte nuevamente.