Partida Rol por web

Cuando llego a la zona de reunión con el resto del grupo, me limpio la suciedad superficial que tengo encima de la cara y la ropa. Miro al resto con expresión severa, intentando evitar que hagan preguntas. En Basilea solo espera la muerte. Directos al Monasterio es la vía más segura. - me sigo sacudiendo suciedad, con mala cara. Tardaría bastante en encontrar ropajes nuevos e iba a ser incómodo, pero prefería eso a morir por romper la mascarada.

Asiento antes de contestar .El monasterio parece mejor opción aunque no se si todos estaremos en condiciones de llegar allí sin cazar .Miro a Aricia y le pregunto sin rodeos .Crees que lo conseguirás ?.Has salido tan malparada como yo de esto ... Y por cierto , una lastima la muerte de esas dos pero a veces las cosas salen como salen 

He bebido de sobra tras esta batalla para aguantar varios días, aunque no podré curar mis heridas si no cazo algún animal por el camino - contesto a la pregunta de Usher. Su preocupación no era realmente necesaria - En cualquier caso, estaré bien. Al menos el hombre ese pagó por sus pecados, de un modo bastante traumatico. - sonrío con malicia al añadir esto último, recordando la cara del juez.

- Adelante. - digo. Cuanto antes lleguemos a nuestro destino mejor.

Al ver que todos os pronunciáis con intención de dirigiros directamente al monasterio, Bernini se empieza a poner nervioso.

- Señor,- interviene finalmente dirigiéndose a Giani - nuestro trato.

Le costaba tener que pedir aquello, pero sabía que si no lo hacía de una vez nunca encontraría el momento idóneo. Como un buen sirviente y hombre de negocios que es, se acerca entonces al malkavian para, bajando el tono y tratando que los demás no lo oigan, tratar de zanjar el trato de una vez por todas

- He hecho todo el camino y os he ayudado en todo lo que he podido en este peligroso viaje. Esta bien si no queréis parar en Basilea, pero no me obliguéis a ir más lejos a mí.

El hombre traga saliva imaginando lo que aquello podía suponer.

- Si el señor Ambrogino ha ido a este monasterio al que os dirigís, no puedo ni quiero asumir el riesgo de encontrarme con él después de lo que ha ocurrido.

Sus motivos eran convincentes y el miedo en su rostro indicaba que no mentía, obligarlo a más podía significar tirar de una cuerda demasiado tensa.

- Lo prometisteis.

Sentencia el hombre ante la presencia de todos.

No es que hubiera olvidado el trato, pero parece peligroso viajar sin un hombre de confianza vigilando durante el dia, y Bernini, por su propio interes, es de confianza, mientras crea que va a tener su recompensa

-mm, comprendo tu dilema Bernini. No conozco a Ambrogino pero imagino que su reacción no será buena. Pero respondeme a esto, si tu te quedas en Basilea, ¿puedes asegurar que nuestro viaje será seguro?. Tu eres el jefe de estos hombres y sabes que ellos ya deben sospechar algo. ¿Estas seguro que sin estar tu presente no nos abandonaran durante el dia en medio de los bosques?¿o que no pegará fuego al carruaje?.-

- Por supuesto. Estos hombres no han cobrado más que un anticipo.

el comerciante se agarra la perilla con los dedos

- Si eso es lo que os preocupa haremos lo siguiente: Citaré los cocheros en Basilea, solo cobraran el resto del encargo si traen consigo algo personal que les podáis dar como prueba de haber cumplido su cometido de llevaros hasta el destino final.

niega con la cabeza

- Entiendo que seáis exigentes con la seguridad, pero realmente no tenéis porque preocuparos.

Si se lo pedís, Bernini presentará todo tipo de alternativas razonables para garantizar la seguridad del viaje, es un hombre de recursos y gran inventiva, desde alquilar mercenarios en Basilea, hasta sustituir los cocheros, o buscar caballos para que podáis hacer el camino restante de Basilea al monasterio por vuestra cuenta (1 noche de viaje). Él solamente quiere ser abrazado y no está dispuesto a ir más allá de la última ciudad.

- No. - respondo secamente. Vendrás con nosotros hasta nuestro destino.

- Ese era el acuerdo y lo cumplirás si deseas seguir respirando. - prosigo. En caso contrario te arrancaré la cabeza con mis propias manos. - añado visiblemente molesto por la arrogancia del humano.

No aparece ningún halo alrededor de Bernini cuando invocas tu poder de ver más allá, parece que el cansancio o tu concentración interfieren y no consigues discernir nada en particular.

Tras la intervención de Sav niego lentamente con la cabeza -¿necesitas ser tan desconfiado Sav?. El buen Bernini va a empezar a tener ideas equivocadas con esa actitud-

-¿de veras quereis a Bernini con nosotros frente a Ambrogino? no lo digo por su seguridad sino por la reacción del propio Ambrogino que al verle llegar junto a nosotros será directamente agresiva. Aun no sabemos que nos vamos a encontrar en el monasterio, pero parece que solo quieras dejar abierta la opción violenta. Bien, yo creo que Bernini ha cumplido su parte del trato y que nos conviene que se quede en Basilea. Su plan para controlar a los hombres aunque no este presente es bueno. Así que si no tenéis inconveniente- ahora me dirijo a todo el grupo, y no solo a Sav -le daré su pago y continuaremos-

Al ver que nadie se opone, Giani y Bernini se apartan del grupo principal. Éste último luce una sonrisa victoriosa en el rostro, y con ella parece despedirse de Sav a quien dedica una última mirada antes de desaparecer entre el follaje del bosque.

El resto, pasáis el tiempo que queda hasta el amanecer a supervisar las tareas de reparación del carruaje, en cuanto saliera el sol emprenderíais de nuevo la marcha hacia el monasterio.

Había sido una noche más dura de lo esperado y que quizás haya cambiado vuestra forma de veros unos a otros. Muchas lecciones en las que recapacitar, aunque todavía había camino para hacerlo.