IDEA GENERAL
La Secta, la afiliación política y filosófica de un vampiro, es ostensiblemente una cuestión de elección. Sin embargo, si un Cainita habita en una ciudad del Sabbat, casi con seguridad será un miembro del Sabbat le guste o no, y un vampiro en una ciudad controlada por la Camarilla será mejor que tenga una buena explicación a mano si decide no respetar la palabra del Príncipe.
Cada Secta tiene un dogma y objetivo que sus miembros tratan de alcanzar. Al ser organizaciones ampliamente extendidas y pobladas por criaturas tan egoístas como son los vampiros, la naturaleza de una Secta en cada ciudad resulta algo único. Algunas ciudades dominadas por las Sectas son los parangones de las virtudes de su organización, mientras que otras se limitan a respetar nominalmente los credos de la Secta.
EL MOVIMIENTO ANARQUISTA
El Movimiento Anarquista es un grupo localizado y esporádico, sin ninguna organización centralizada real más allá de las ciudades en las que se establece. De hecho, la Camarilla considera que los “Anarquistas” se encuentran bajo su supervisión. El principio más importante de los Anarquistas es que el gobierno de los antiguos es un concepto caduco y que los dominios de los Vástagos deberían gobernarse por el mérito, respetando los derechos fundamentales de cada Vástago. En la práctica el Movimiento Anarquista trata de redistribuir el poder de los dominios de las manos de la vieja guardia a un sistema más equitativo. Aunque este sistema puede parecer moderno y razonable en la mayoría de los dominios la sociedad de los Vástagos no funciona así y quienes ya disfrutan del poder consolidado consideran una idea semejante como risible en el mejor de los casos y traicionera en el peor. Además, muchos Anarquistas se presentan como revolucionarios, dispuestos a hacer lo que sea para arrebatar el poder de la corrupta vieja guardia que lo acapara. A menudo los dominios Anarquistas no son lugares utópicos donde Vástagos y ganado se relacionan felizmente. Son reinos mezquinos gobernados por señores no muertos que controlan cualquier territorio que pueden conquistar.
Tras las noches rojas, la Camarilla parece haber llegado a un acuerdo con los Anarquistas, de modo que si cumplen con determinadas tradiciones en sus dominios, se les considerará bajo la protección y leyes que rigen para los demás clanes.
EL SABBAT
El Sabbat muestra un aspecto apocalíptico, creyendo que el tiempo de la Gehena ha llegado y que los Ancianos pronto se alzarán de sus tumbas para devorar a su progenie desperdigada. Siente poco respeto por las Tradiciones aparte de la autopreservación inmediata, y sus dominios suelen ser zonas infernales de guerra urbana donde la gente puede ver la actividad vampírica pero simplemente la incluye entre las rarezas y horrores del Mundo de Tinieblas. La Mascarada –o “El Silencio de la Sangre”, como la llaman– es tenue en los dominios del Sabbat y gran parte de sus malas relaciones con la Camarilla se debe a su actitud continuada y corta de miras de fanatismo salvaje. El Sabbat cree que al final los vampiros deberán ejercer su dominio sobre el mundo mortal en lugar de ocultarse de él si quieren sobrevivir a los colmillos de sus creadores. En parte formada por fanáticos adoradores de la muerte y en parte un culto apocalíptico y milenarista, la “Espada de Caín” no es sutil ni tolerante.
Tras las noches rojas: Aceptada una tregua con la Camarilla a gran escala, los miembros del Sabbat han vuelto sus miradas hacia anarquistas y clanes independientes. Siempre hace falta un objetivo a destruir, y esas parecen presas sencillas.
El Código de Milán:
I. El Sabbat permanecerá unido en su apoyo al Regente de la secta. En caso necesario, será elegido un nuevo Regente. El Regente respaldará la lucha contra la tiranía, garantizando la libertad de todos los Sabbat.
II. Todos los Sabbat servirán a sus líderes lo mejor que puedan mientras dichos líderes sirvan a la voluntad del Regente.
III. Todos los Sabbat observarán fielmente todos los Auctoritas Ritae.
IV. Todos los Sabbat respetarán la palabra de honor prestada mutuamente.
V. Todos los Sabbat tratarán a sus pares con justicia y equidad, defendiendo la fuerza y la unidad de la secta. Si es necesario, proveerán a la necesidad de sus hermanos.
VI. Todos los Sabbat deben anteponer el bien de la secta a sus propias necesidades, sea cual sea el coste.
VII. Quienes no sigan honorablemente este código serán considerados menos que iguales y por tanto indignos de recibir asistencia.
VIII. Como siempre ha sido, así siempre será. La Lextalionis representará el modelo de justicia inmortal al que todos los Sabbat deben recurrir.
IX. Todos los Sabbat se protegerán unos a otros frente a los enemigos de la secta. Los enemigos personales serán responsabilidad personal, a menos que pongan en peligro la seguridad de la secta.
X. Todos los miembros de la secta defenderán el territorio del Sabbat frente a cualquier poder exterior.
XI. El espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes.
XII. Los Derechos de Monomancia serán utilizados para resolver las disputas entre los sabbat.
XIII. Todos los Sabbat apoyarán a la Mano Negra.
Addendum al Código de Milán:
XIV. Todos los Sabbat tienen derecho a vigilar el comportamiento y actividades de sus camaradas para conservar la libertad y la seguridad de la secta.
XV. Todos los Sabbat tienen derecho a convocar un consejo de sus pares y líderes inmediatos.
XVI. Todos los Sabbat actuarán contra quienes usen en beneficio personal y en contra de los intereses de la secta los poderes y la autoridad conferidos por ésta. Las acciones emprendidas en su caso seguirán solamente el curso aprobado por un quórum de Prisci.
LA CAMARILLA
La Camarilla defiende las Tradiciones al máximo y una figura conocida como el Príncipe actúa como la autoridad definitiva que interpreta y ejecuta esas leyes en cada dominio. Por encima de todo la Camarilla afirma que su papel consiste en el mantenimiento de la Mascarada, pero en los dominios con Vástagos tradicionales, los conflictos entre ellos también sacan regularmente a colación el resto de las Tradiciones. La Camarilla se considera una Secta bien ordenada de caballeros vampiros, y el término Vástago se ha originado con ella, a partir de la idea de que todos los miembros de la Camarilla son compañeros de la misma organización augusta. Por supuesto, la estructura social de la Camarilla es un complejo elaborado y las feroces políticas interpersonales y las antiguas rencillas afectan a las relaciones nocturnas de la “Torre de Marfil.”
Tras las noches rojas, la Camarilla ha llegado a cierta tregua con el Sabbat, para evitar la mutua destrucción a manos de los cazadores mortales que tantas bajas les causaron. Asímismo, ha llegado a aceptar la existencia de los Antediluvianos, pero más como una leyenda que como un peligro cercano.
TRADICIONES:
La Primera Tradición:
La Mascarada
No revelarás tu verdadera naturaleza a los que no sean de la Sangre.
De hacerlo así renunciarías a tus derechos de Sangre.
La Segunda Tradición:
El Dominio
Tu dominio es tu propia responsabilidad.
Todos los demás te deben respeto mientras se encuentren en él.
Nadie puede desafiar tu palabra en tu dominio.
La Tercera Tradición:
La Progenie
Sólo Abrazarás a otro con el permiso de tu antiguo.
Si creas a otro sin permiso, tanto tú como tu Progenie seréis ejecutados.
La Cuarta Tradición:
La Responsabilidad
Aquéllos a los que creas son tus propios chiquillos.
Hasta que liberes a tu progenie, estarán a tus órdenes en todo.
Sus pecados serán tu carga.
La Quinta Tradición:
Hospitalidad
Honra el dominio ajeno.
Cuando llegues a una ciudad extraña deberás presentarte ante quien la gobierne.
Sin su aceptación, no eres nada.
La Sexta Tradición:
Destrucción
Tienes prohibido destruir a otro de tu especie.
El derecho de inmolación corresponde sólo a tu antiguo.
Sólo los más antiguos podrán declarar la Caza de Sangre.