Informe de misión del Neonato Probatorio Arlan Hex
Objeto
Evaluación de la consecución de la misión encomendada por el Inquisidor Globus Vaarak y valoración de los miembros del grupo encargado de la misma.
Objetivo de la misión
Viajar al mundo feudal de Acreage para investigar una serie de ataques de carácter antinatural perpetrados contra los habitantes de la ciudad de Olrankan y determinar la veracidad de los relatos locales así como la existencia de algún tipo de culto de la muerte. Objetivo secundario: No revelar la condición de Acólitos del Sagrado Ordo Hereticus.
Antecedentes
La existencia por parte de los lugareños de historias sobre monstruos y demonios, como razón de un número indeterminado de desapariciones.
Procedimiento
- Se adoptó una falsa identidad como mercenarios la Alianza Coblast.
- Desplazamiento al Planeta Acreage, Demarcación de Josian, Sector Calixis. Obtención de información antes de la búsqueda de un transporte. Enfrentamiento con un grupo de facinerosos local.
- Desplazamiento a Olrankan.
- El grupo inicia labores de búsqueda de información. Se inicia un tumulto tras la acusación de brujería por parte de un ciego hacia mi persona. Se evita toda confrontación para evitar llamar la atención.
- El grupo se divide. Tercio Veridio con Titus Nihilius de un lado. El resto de otro. Objetivo, búsqueda de un emplazamiento que sirva de base de operaciones. El arbitrador es herido por fuego de artillería.
- Reencuentro con fracaso por ambas partes. Se pernocta. Actuación inapropiada de Tercio Veridio en el alojamiento, cuyo pago ha sido sufragado por el arbitrador de forma equivocado empleando su arma como moneda de trueque.
- Vladymir Ostrogov y Titus Nihilius se separan del grueso que se encamina a los muelles para obtener información. Una vez más la situación se vuelve comprometida por el comportamiento inadecuado y aberrante de Tercio Veridio que nos obliga a abandonar la zona ante el rechazo generado en el vecindario y con una sola pista. Los hechos a investigar habían sucedido intramuros.
- Reencuentro de ambas partes. Se inicia una nueva tentativa de investigación en la conocida Distrito de los Fabricadores.
- Se produce en la persona de Arlan Hex un fenómeno de posesión psíquica por parte de una entidad xenos. Imposibilidad de resistirse a la misma y consciencia del entorno sin capacidad de interactuar con él.
- Se alcanza un almacén. Pronto se revela la presencia de perros xenos y de dos individuos que son abatidos. A un tiempo, Arlan Hex se libera de la posesión mental.
- Registro del almacén. Presencia de armas y bienes materiales diversos ensangrentados cuyo origen parece ser el de las personas desaparecidas. Hay un acceso al pantano.
- Vladymir Ostrogov hace gala de una notable percepción, describiendo los posibles accesos y peligros a la isla que parece ser la fuente de los problemas investigados.
- El grupo se ve obligado a realizar dos viajes a la isla. El primero con Intius Varnias, Xerxes Von Braun, Titus Nihilius y Arlan Hex. Intius Varnias regresa a por el resto posteriormente. En el ínterin son abatidos dos perros xenos. Arlan Hex desatiende una orden y a consecuencia de ello y por un mal empleo de sus poderes psi cae desde una notable altura fracturándose la pierna. Un nuevo enfrentamiento con amenaza biológica xenos que es superada.
- Reagrupados se inicia la investigación de la gran edificación con forma de molino que ocupa el centro de la isla en el pantano. Es abatido el resto de la manada de perros xenos.
- Ascenso a la planta superior del molino. Presencia de inteligencia xenoss. Tres individuos. La resistencia psíquica al temor infundado fracasa en la mayoría de los presentes. Paulatina recuperación.
- La amenaza es destruida. Tercio Veridio ha perdido una pierna y está inconsciente. Xerxes Von Braun es baja. Intius Varnias se fractura la pierna. Arlan Hex recupera muestras biológicas y diverso material, armas y protecciones empleados por el enemigo.
- Regreso.
Evaluación del logro de la misión:
100 %. Descubierta la razón del objetivo de la misión sin poner en entredicho la identidad de los miembros de la célula.
Estatus de la misión
Exitosa. Determinado el origen xenos de la amenaza.
Evaluación del grupo
Vladymir Ostrogov
- Dificultades iniciales para asumir el liderazgo del Arbitrador Intius Varnias, aspecto pronto superado.
- Debilidad frente a la manifestación de poderes psi.
- Ocasional indiscreción acerca de nuestra identidad.
- Elevado nivel de percepción.
- En combate, muestra un carácter arrojado y decidido.
Titus Nihilius
- Tranquilo en situaciones de riesgo.
- Ocasional indiscreción acerca de nuestra identidad.
- Carácter fuertemente individualista. Capaz de relegar dicho rasgo ante situaciones críticas para miembros de la célula.
- En combate, muestra firmeza y entereza.
Intius Varnias
- Dificultades para el ejercicio de su liderazgo.
- Tendencia a la delegación de funciones y al consensuamiento de opiniones y pareceres.
- Adopción de resoluciones inadecuada.
- Arrojo en combate.
Xerxes Von Braun
- Comportamiento paranoico.
- En combate, eficaz sin ser determinante.
- Poco sociable.
Tercio Veridio
- Individualista en cuanto a acciones.
- Su iniciativa individualista puso en peligro la consecución de la misión a través de una serie sucesiva de comportamientos inadecuados.
- En combate, comportamiento correcto. Fue baja en la fase final de la misión.
INFORME DE MISIÓN.
Autor: Xerxes von Braun, Cuestor del Departamento Munitorum y aspirante probatorio de la Inquisición.
Misión: Investigar en Olrankan, ciudad del planeta feudal Acreage, situado en la Demarcación de Josian y perteneciente al Sector Calixis; una serie de extraños ataques de carácter antinatural.
Consideraciones iniciales: La investigación debía ser realizada de la forma más discreta posible, sin llegar a revelar que éramos agentes enviados por la Sagrada Inquisición.
Los recursos con el que contamos, además de los propios, se limitaron a:
- Los pasajes en la “Predio de Leocadio” proporcionados por el Inquisidor Globus Vaarak
- Una manta, un saco de dormir, una mochila y 20 raciones de comida (mitad de nutrigachas y mitad de sopa en polvo) para cada uno. Todo esto proporcionado por el Adepto Asclates.
- Uniformes de mercenario de la Alianza Coblast necesarios para nuestra tapadera.
Miembros del grupo encargado de la misión:
Hex, Arlan. Psíquico autorizado y Acólito.
Nihilus, Titus. Asesino y Acólito.
Ostrogov, Vladymir. Guardia Imperial y Acólito.
Varnias, Intius. Arbitrador y Acólito.
Veridio, Tercio. Acólito.
Von Braun, Xerxes. Cuestor del Munitorum y aspirante probatorio.
Resultado de la misión: Éxito.
Cronología.
284.810M41
- Se nos informa de nuestra misión y tras los preparativos de rigor dejamos el Bastión Serpentis en una lanzadera.
- Nos bajamos de lanzadera una vez en la estación orbital de Escintilla y subimos en un carguero de nombre “Predio de Leocadio”. En su interior nos encontramos apretujados y rodeados de civiles y mercenarios de aspecto lamentable.
- Tras varias horas partimos, nos alejamos de órbita y saltamos al Inmaterium.
285.810M41.-290.810M41.
- Siete días de viaje en la disformidad en los que somos testigos de cómo los mercenarios vejan a los civiles con los que compartimos la zona de carga. Intius Varnias se muestra dispuesto a proporcionarles ayuda, lo que puede desembocar en un conflicto innecesario que puede poner en peligro nuestra tapadera y la misión. Tras darle nuestra opinión y hacerle saber que no es lo más apropiado al final no se hace nada.
291.810M41.
- La nave sale del Espacio Disforme y tras varias horas llegamos a la órbita de Acreage. Una lanzadera con espacio para unas veinte personas se acopla. Subimos en ella, para lo que me veo obligado a imponerme para ocupar los primeros asientos y no perder más tiempo teniendo esperando a una segunda o tercera lanzadera.
- Descendemos de la lanzadera en la Isla del Emperador. Vladymir propone acudir a la autoridad portuaria en busca de información. Nos mostramos contrarios, pues podría poner en peligro nuestra tapadera. Al final seguimos a los colonos y salimos de la zona de aterrizaje para internamos en la zona conocida como “la Sentina”, lugar en el que vive hacinada la mayor parte de la población de la isla.
- Aprovechando el desconocimiento que tenemos de la zona y nuestra confusión, un grupo de formado por siete pandilleros nos embosca con la intención obvia de robarnos. Durante el combate Arlan hace uso de sus poderes y nos avisa de que no le miremos, pero a pesar de su aviso Vladymir mira y queda en un estado que podría describirse como de catatonia.
- Una vez derrotados los pandilleros son derrotados y conociendo los tiempos de respuesta media del Administratum en un planeta tipo Acreage, aviso a mis compañeros de que las autoridades tardarán escasos segundos en llegar. Solo Intius, Tercio y yo ayudamos a cargar con el cuerpo de Vladymir para poder marcharnos lo antes posible mientras Arlan y Titus saquean un par de cadáveres haciendo caso omiso de mi aviso.
- Una vez fuera de peligro Tercio localiza un lugar que parece seguro para descansar un rato y conseguir que el Vostroyano se recupere de la impresión sufrida al contemplar los extraños poderes del psíquico. El nombre de este local es “El emporio de los placeres efímeros de Veto”. Allí obtenemos tres versiones sobre lo que ocurre en Olrankan:
1- La Baronesa Falarish, que en aquellos momentos asedia Olrankan, ordena a sus hombres colarse en la ciudad durante la noche para matar a inocentes y hacer desaparecer sus cadáveres con la intención de que cunda el pánico y el príncipe Orcan rinda la ciudad.
2- Una tribu de los pantanos que rinde culto a un antiguo y falso dios de nombre Horloc es la responsable de las muertes y desapariciones.
3- Una antigua secta que no fue purgada completamente. Algunos de los supervivientes pueden ser los culpables.
- Dejamos el local y nos dirigimos a los muelles. Allí Intius consigue que el Capitán de una embarcación nos lleve a Olrankan por 50 tronos por cabeza. Intius abona parte del peaje de Tercio (36 tronos) y la totalidad del mío.
- Pasamos la noche en el barco, como sus vigilantes.
292.810M41.
- Zarpamos al alba y tras atravesar el cerco de embarcaciones que asediaban Olrankan mediante un soborno, llegamos a su embarcadero.
- Descendemos y nos disponemos a buscar un alojamiento, una casa vacía que poder convertir en la base de operaciones para nuestra misión. No encontramos ninguna casa en la zona, por lo que nos vemos obligados a trasladar nuestra búsqueda a otro barrio.
- Llegamos al barrio de las Casuchas, lugar en el que vive el grueso de la población. Allí un anciano ciego al grito de “¡¡Brujo!!”, mientras señala a Arlan, convoca una turba de personas dispuestas a apedrearnos. Titus se muestra dispuesto a disparar, pero Intius decide marcharse.
- Tras aquel incidente Tercio, Titus y Vladymir se muestran contrarios a la decisión tomada. Vladymir es especialmente vehemente con su crítica llegando a insultarnos usando, además de sus modos desdeñosos, la palabra “imbéciles”. Arlan y yo coincidimos en que de poco sirve quejarse sobre la decisión ya tomada, más cuando la decisión ha sido por el líder del grupo.
- Tras aquello pido a Vladymir que se deshaga de una de sus armas, pues en lo que parece un claramente el síndrome de combatiente de trinchera, el Guardia Imperial iba cargado con más de lo necesario, lo que limitaba su libertad de movimientos. Vladymir ofrece una de sus armas y Titus pide hacerse cargo de su escopeta corredera. Vladymir se la entrega
- Tras la apreciación de Tercio en la que informa que la gente parecía asustada y por algo que no era la guerra, Intius toma la decisión de que nos separemos en dos grupos, uno encargado de buscar un alojamiento (formado por Arlan, Intius, Vladymir y yo) y el otro de buscar información (formado por Tercio y Titus). Ambos grupos fracasan.
- Nos reunimos de nuevo en el Distrito de los Fabricadores. Todos, exceptuando Intius, mostramos signos de enfermedad, en mi caso con arcadas y vómitos. En varias ocasiones me veo obligado a recordar al Arbitrador que es el líder y que es el responsable de tomar las decisiones debido a su falta de iniciativa.
- El líder toma varias decisiones erróneas. Dejamos el barrio de los Fabricadores para regresar al de las Casuchas (donde tuvimos el incidente con el ciego) y no encontramos alojamiento. Cubiertos de suciedad y orina (de una bacinilla que vaciaron sobre nosotros desde una ventana en el Distrito de los Fabricadores) decide que nos dirijamos al Distrito de la Colina, el barrio de los nobles, donde obviamente nos prohíben la entrada por nuestro aspecto. A continuación nos encaminamos a una posada, cuya localización obtuvimos gracias a unos guardias. Allí, para pagar nuestro alojamiento, Intius se desprende de la única arma de fuego de la que dispone, por lo que tan solo le queda un garrote.
- Pasamos la noche en la posada.
293.810M41.
- Al despertar nos informan de que no podremos volver a pernoctar allí por el cuestionable comportamiento que Tercio ha tenido con una de las meretrices.
- Intius, por una vez, demuestra iniciativa y sin que sea necesario perder demasiado tiempo en discusiones estériles toma la decisión de que nos dividamos de nuevo. En esta ocasión serán Titus y Vladymir los encargados de buscar un alojamiento y el resto de buscar información. Antes de separarnos Titus da la escopeta que pertenece a Vladymir a Intius.
- Buscamos información en el Embarcadero, donde lo único que obtengo yo de un tabernero es que en las afueras, refiriéndose a los muelles, no sabían nada de lo que sucedía dentro de la ciudad. Nos vemos obligado a dejar la taberna debido a otro incidente protagonizado por Tercio, que agredió a un niño provocando el enojo de los testigos y el tabernero.
- Nos encaminamos de nuevo al Distrito de las Casuchas con intención de preguntar al ciego, creyendo que él podía tener información útil. Arlan se queda atrás para evitar una escena parecida a la del día anterior. Durante el interrogatorio el ciego consigue robarme un trono de oro y ante la mención en un susurro de la palabra Inquisición, pronunciada por uno de mis compañeros, el oído especialmente agudo de un niño lo captó y empezó a hablar de la Inquisición con su madre como si no hubiera otro tema de conversación. Intento hacerles callar con amenazas y fracaso. La madre de los niños comienza a gritar y nos vemos obligados a huir. Para apoyar nuestra huida Tercio tiene la buena idea de arrojar parte de la carne con la que pretendía hacer negocio. La distracción funciona y nos marchamos mientras la gente hambrienta se lanza a por la carne.
- Vladymir regresa y nos informa de que han encontrado un refugio en la zona del Muro. Nos dirigimos allí y nos reunimos con Titus, que se había quedado vigilando.
- Basándose en un error de comprensión Intius insiste en ir al Distrito de la Colina a pesar de que yo propongo acudir al Barrio de los Fabricadores. Propone dividirnos, otra vez. Le recuerdo que si quiere ir a la Colina deberá pensar en una manera de entrar en ella, pues al ser el barrio de la aristocracia es el más seguro, y toma finalmente la decisión correcta.
- Nos dirigimos al Barrio de los Fabricadores. Intius recibe una paliza al intentar conseguir información de forma inadecuada. Vladymir lo consigue salvar, pero poco después, debido a la enfermedad, corrupción y podredumbre que es dueña de aquel lugar, es presa de arcadas y vómitos. Posible enfermedad.
- Tercio consigue información muy útil. Descubre que los asesinatos se producen cerca del muro y en plena noche, y que los cuerpos desaparecen de tumbas y casas. También que hay un tipo gordo que durante la noche se le ha visto cargar hasta un almacén parcialmente hundido en el pantano fardos pesados.
- Tercio nos guía a ese almacén sospechoso. A la entrada vemos a un hombre de facciones desfiguradas, un mutante, que huye y se esconde en el almacén. Intius llama tras apostar no muy lejos a Titus con su rifle listo para abrir fuego a una señal.
- Abren la puerta y aparece un hombre que no es el que hemos visto esconderse. Intius bloquea la puerta con el pie y tras una breve conversación intentan dispararle en la pierna para poder cerrar la puerta. No le dan. Comienza un combate, al que se suman dos xenos con aspecto de sabuesos, en el que vencemos.
- Titus ejecuta de motu propio a uno de los mutantes que no había muerto en la refriega. Se le reprocha su actitud, pero lejos de aceptar su error se intenta justificar.
- Descubrimos que durante la refriega Arlan, que no se había unido al combate, había estado combatiendo a nuestro verdadero enemigo, el que estaba detrás de todos aquellos lacayos y perros, en su propia mente. Una enemigo que el psíquico describe como una psique muy peligrosa y ávida de carne muerta.
- Titus nos dice que es probable que el interior del almacén esté minado. Tercio entra igualmente con la única intención de registrar los cadáveres. Nada salta por los aires y a continuación entramos todos.
- Registramos el local, descubriendo multitud de prendas de ropa ensangrentadas, lo que nos indica que allí habían sido llevadas las víctimas antes de ser desnudadas y transportadas a otro lugar. Tras coger algún arma, probablemente de una víctima mercenaria, avanzamos por el almacén hasta dar con una puerta que, al abrirla, descubre un pequeño embarcadero y una barca. Desde nuestra posición, a través de la bruma del pantano y la oscuridad de la noche, Vladymir y yo descubrimos un islote en mitad del pantano. En ella se distinguía la silueta de un ominoso molino además de un embarcadero, destino más que probable para la barca que acabábamos de encontrar.
- Subimos a la barca y tras un tiempo esperando a que Intius dé la orden de moverse, finalmente partimos en la barca Arlan, Titus, Intius y yo guiándolos. Tercio y Vladymir quedan atrás cubriéndonos las espaldas.
- Al llegar al embarcadero al otro lado y pasar de la barca a la pasarela Arlan cae al agua atestada de serpientes venenosas. En el último momento, antes de hundirse por completo, Tercio consigue izarle y ponerle a salvo. Yo también casi caigo al agua, pero consigo izarme a pulso. Mientras, desde el otro lado, Vladymir consigue abatir a un xenos como los que nos habían atacado ante la entrada del almacén.
- Al salvar a Arlan, Titus pierde su rifle. Entonces Intius le entrega la escopeta de Vladymir que hasta entonces había sustituido a la suya. Así el Arbitrador vuelve a quedar con un garrote como única arma.
- Nos acercamos al molino para investigar desde más cerca y Arlan confirmó que lo que buscábamos estaba en su interior. Decidimos ir a buscar a Vladymir y Tercio, para lo que regresamos al embarcadero. El psíquico se decidió quedar atrás, junto al molino, y el líder del grupo no se lo impidió.
- Mientras esperamos el regreso de Intius, que había partido con la barca para recoger a Vladymir y Tercio, escuchamos los gritos de Arlan. Acudimos al molino corriendo y lo encontramos en el suelo, con las piernas maltrechas, y rodeado de varios sabuesos xenos. Conseguimos poner fin a su impía existencia y salvar la vida del psíquico, que hubiera muerto de forma segura si no hubiéramos llegado a tiempo.
- Una vez reunidos de nuevo todos nos adentramos en el molino y en su piso inferior encontramos más de una docena de aquellas criaturas alienígenas de aspecto canino. Nos enfrentamos a ellas y una vez más la existencia de todas ellas fue purgada el universo.
- Una vez la refriega finaliza contemplamos el horror a nuestro alrededor. Los cadáveres de las víctimas desaparecidas se amontonaban a nuestro alrededor, unos enteros, otros en pedazos, unos frescos, otros podridos, pero todos desprendiendo el mismo olor a corrupción y muerte.
- Sabiendo que el enemigo definitivo, el títere que mueve los hilos, nos espera subiendo las escaleras, registramos el molino. No encontramos nada de utilidad y nos preparamos para lo que imaginábamos que nos esperaba. Titus da la escopeta a Intius.
- Subimos las escaleras hasta la primera planta. En ella, al principio, no vemos nada, pero luego de las sombras emergen tres criaturas de pesadilla, engendros formados por una masa cambiante de gusanos que se retorcían adoptando una silueta que recordaba ligeramente a una humanoide, ante las que reaccionamos de muy distintas maneras.
1- Arlan queda inconsciente, pero despierta mucho antes de que yo lo hiciera.
2- Intius y Vladymir huyen, buscando la salvación en las escaleras que se dirigían al piso superior. Se sobreponen al miedo antes de que yo lo haga.
3- Tercio y Titus se sobrepone al miedo desde el principio y combate a los engendros.
4- Yo, presa de un miedo como nunca antes había sentido caí al suelo, donde permanezco hasta que cae el primero de nuestros tres enemigos.
- Para cuando me uno al combate Titus has conseguido eliminar al primero de nuestros enemigos y Tercio yace en el suelo, muerto o cercano a la muerte, sin una de sus piernas. Una de las criaturas huye. Intius la persigue escaleras abajo, quedando inconsciente al tropezar, mientras el resto abatimos a la tercera. Arlan se hace con una de las armas alienígenas y la activa en varias ocasiones sin llegar a acertar al blanco. Tras ser eliminada este engendro, Vladymir se asomó a una de las ventanas para poder disparar al que huida desde la distancia mientras Titus y yo emprendíamos la carrera escaleras abajo.
- Caigo por las escaleras y quedo inconsciente tras un fuerte golpe en la espalda a la altura del pecho. Finalmente la criatura es abatida por Vladymir cuando está a punto de atacar por la espalda a Titus.
- Una vez recuperada la consciencia hace acto de aparición un servocráneo que, tras tomar imágenes de nosotros y los restos de las engendros eliminados, se autodestruye.
- Sin perder más tiempo del necesario regresamos malheridos al embarcadero con intención de acudir a la Autoridad Portuaria en la Isla del Emperador. Para ello nos vemos obligados a tener que volver a pagar cincuenta tronos por cabeza al Capitán al que ya pagamos para llegar a la ciudad.
1- Arlan con las piernas seguramente rotas. Cojeando.
2- Intius con un esguince. Cojeando.
3- Tercio inconsciente y en estado grave. Sin pierna.
4- Titus y Vladymir en relativamente buenas condiciones físicas. Cargan a Tercio.
5- Yo, con un punzante e intenso dolor de espalda que me obliga a caminar encorvado.
- Antes de subir al barco para salir definitivamente de Olrankan, Intius arroja al ciego que tantos problemas nos ha provocado al agua. Es salvado por los mismos ciudadanos que tantos obstáculos nos han puesto para librarles de la aberrante presencia xenos.
294.810M41.
- La travesía dura toda la noche y parte de la mañana siguiente. Poco después de tomar tierra somos detenidos. Sin oponer resistencia somos llevados al edificio de la Autoridad Portuaria y, tras retirarnos las armas y tratarnos las heridas, somos conducidos todos menos Tercio ante la presencia del Escriba Janos. El Escriba nos informa de que el Administrador de la Autoridad Portuaria, junto a su séquito, había huido del planeta y asesinado de un tiro al Astrópata antes de su huida. También nos informa que desde prácticamente nuestra llegada el Administrado había seguido nuestros pasos con especial interés a través de servocráneos espía.
- Nos preguntan la razón de ese interés por nosotros. Intius se muestra especialmente hábil evadiendo sus preguntas y manteniendo así nuestra tapadera hasta el final. Aun así, a pesar del buen hacer de Intius y de que el Administrador había borrado concienzudamente cualquier prueba que pudiera explicar su interés por nosotros, parte de las grabaciones obtenidas por el servocráneo que se autodestruyó en el molino son recuperadas. Sin más salida que la verdad, y alabando la discreción demostrada por el mismo Escriba Janos, Vladymir introduce los códigos que demuestran que es un Acólito de la Santa Inquisición.
- Nos son devueltas nuestras armas y equipo, y nos informan de que no nos serán cobrarnos los gastos médicos. Probando la buena voluntad del Administratum nos proporcionan además una recompensa por nuestros servicios que invertimos, junto con todo lo que hemos conseguido, en proporcionarle a Tercio una pierna mecánica con la que sustituir la que los engendros le han arrebatado y que los mismos quirurgos de la autoridad portuaria le implantan.
295.810M41.-296.810M41.
- Se nos proporciona manutención y los aposentos del Adminsitrador huido además de concedérsenos libertad completa de movimientos en el edificio de la Autoridad Portuaria a la espera de que llegue una nave de peregrinos que tiene como destino Escintilla. Mientras le es implantada con éxito la pierna protésica cibernética a Tercio, que recupera la consciencia y comienza a recuperarse.
- La nave de peregrinos, de nombre ”Celo Justiciero”, llega al sistema y se envía a través del astrópata la clave de que la misión ha sido cumplida. Como respuesta obtenemos que se han pagado seis pasajes para nosotros en esa misma nave.
297.810M41.
- Se nos escolta a la lanzadera para dejar el planeta, nos subimos en la nave de peregrinos y salimos de órbita.
298.810M41.
- Tras un día alejándonos de Acreage entramos en el Inmaterium.
299.810M41.-305.810M41.
- Nada reseñable ocurre durante el tiempo que pasamos en la Disformidad.
- Salimos de la Disformidad.
306.810M41.
- Llegamos a Escintilla, al puerto orbital colmena Tarsus, se nos guía a una Lanzadera Negra y pocas horas después llegamos finalmente al Bastión Serpentis.
Armamento disponible durante la misión:
- Hex, Arlan.
Pistola láser y bastón. Una pistola automática obtenida de los pandilleros de la Isla del Emperador que posteriormente entrega a Titus.
- Nihilus, Titus.
Rifle de caza con mejora (perdido, se hunde en el pantano), pistola láser compacta y espada. Consigue dos pistolas automáticas de los pandilleros de la Isla del Emperador (una entregada por Arlan) y un rifle de caza en el almacén. Durante un tiempo también la escopeta corredera de Vladymir, que luego entrega a Intius.
-Ostrogov, Vladymir.
Rifle láser estándar, láser largo, pistola láser, sable y escopeta corredera, que entrega a Titus.
- Varnias, Intius.
Garrote y escopeta de dos cañones (perdida, entregada como pago). Durante un tiempo también la escopeta corredera de Vladymir.
- Veridio, Tercio.
Pistola automática ligera, rifle de asalto y machete. Dos revólveres de bajo calibre obtenidos de los mutantes del almacén, uno de ellos entregado a Xerxes.
- Von Braun, Xerxes.
Revólver de bajo calible con mejoras. Un revolver de bajo calibre de los mutantes del almacén entregado por Tercio.
Evaluación sobre los compañeros:
- Hex, Arlan.
Inteligente, de ideas útiles y racionales. Pragmático. Colaborador en general durante el desempeño de la misión.
Huraño y orgulloso. Individualista en ocasiones. Su individualismo casi le cuesta la vida junto al molino.
Sus poderes por el momento tan solo han demostrado ser útiles contra los humanos. Pueden ser tan peligrosos para los enemigos como para los aliados.
Cuestionablemente arriesgado. No dudó a la hora de hacer uso de una tecnología xenos desconocida para intentar eliminar a nuestros enemigos.
- Nihilus, Titus.
Valiente, rápido y obediente. Tremendamente letal en combate y con gran habilidad en el uso de armas muy diversas.
Desalmado e impulsivo. Lo primero no tiene por qué ser un inconveniente, depende de la situación. Lo segundo lo es siempre, como se demostró al eliminar a uno de los mutantes, al que podíamos haber interrogado para obtener más información sobre nuestros verdaderos enemigos.
- Ostrogov, Vladymir.
No es estúpido ni arrogante. Acepta consejos, como probó al desprenderse del arma que le entorpecía el movimiento. Es resistente y hábil en el combate.
Díscolo. No duda en dejar claro lo que no le gusta y de los peores modos. Insulta a compañeros y superiores.
- Varnias, Intius.
Compasivo y generoso, en ocasiones en exceso como demostró al desprenderse de su única arma de fuego. No es especialmente hábil en el combate, pero es realmente resistente, como ha demostrado al resistir gran cantidad de daño y de las más diversas fuentes, incluido un cañonazo. Paciente y cauto. En los momentos importantes ha demostrado ser un activo realmente valioso. Constante.
Carece de iniciativa y capacidad de liderazgo en la mayoría de ocasiones. Influenciable e inoperante. Siempre busca el parecer de todos, aun cuando es completamente improcedente. Habilidad sorprendente para perder el tiempo y hacer perder el tiempo innecesariamente a los demás con sus dudas y puestas en común.
- Veridio, Tercio.
Ha demostrado ser indudablemente valioso a la hora de obtener información, un buen tirador en el combate y sacrificado, como demuestra la pérdida de su pierna. Posee iniciativa y agilidad de pensamiento. Es astuto.
También es codicioso, libertino e individualista. No son pocas las ocasiones en las que su carácter ha puesto en jaque la misión, nos ha cerrado alguna puerta o nos ha llevado a alguna situación problemáticamente incómoda.
Informe de Misión:
Nombre: Vasdis Cuestinus (Valerius).
Rango: Novicio de la Orden de Maccabeus y Acólito de la Inquisición.
Misión: Investigar las pintadas blasfemas en la Spira Scorpia.
Detalles de la misión:
El agente del Magistratum Biblos Goldmoon informó sobre la existencia de una serie de pintadas de contenido blasfemo en los alrededores de la Schola Manufacturis de la Spira Scorpia.
Biblos Goldmoon se encontraba en el lugar de los hechos, al que fuimos dirigidos por los agentes de la comisaría local. En las pintadas, ya borradas y de cuya presencia guardaba pruebas pictográficas, se leían las frases: “Abajo el falso Emperador” y “Veníos al lado del gran Mancer Deloran”. Un grupo de antiguos alumnos que traficaban con obscura y trataban de captar a los estudiantes operaban en la zona.
Dispersamos violentamente a un grupo de ellos, tras descubrir que tenían relación con las pintadas. El acólito Ostrogov y yo mismo recibimos heridas leves de bala durante la trifulca. En la secretaría, obtuvimos la dirección de Mancer Deloran.
A la mañana siguiente interrogamos a la madre del sospechoso, que nos informó de la ausencia de su hijo desde un año atrás. En su antigua habitación, localizamos un nuevo mensaje blasfemo y la tarjeta de lo que resultaría ser un taller abandonado cercano. A la salida, nos recibieron ráfagas de disparos de los acólitos de nuestro sospechoso, pero la actuación de mis compañeros fue suficiente para ponerlos en fuga.
En las inmediaciones del taller, el acólito Hex nos puso al corriente de la cercanía de un psíquico no autorizado. Mancer Deloran y varios de sus secuaces se encontraban en le interior. Mientras el acólito Ostrogov atraía el fuego enemigo desde la entrada secundaria, Hex y yo rodeamos el edificio para tomarlos por sorpresa desde la entrada principal. Sin embargo, uno de los ataques psíquicos del brujo me privó de mis capacidades sensoriales y mentales durante varios minutos.
Cuando me recuperé finalmente, Hex estaba utilizando sus capacidades psíquicas para desembarazarse de varios de los secuaces de Deloran, Otrogov continuaba atrayendo el fuego del resto, y un iniciado de la Eclesiarquía desconocido disparaba sobre nuestro objetivo. De inmediato, cargué contra Mancer Deloran y terminé el trabajo.
El clérigo resultó ser un viejo conocido de mis compañeros, y antiguo integrante del equipo: Iniciado Tauron Faith.
La muerte de Mancer sumió a los secuaces en un estado de confusión de tal magnitud que pudimos reducirlos sin esfuerzo, y conducirlos a las dependencias del Magistratum local.
Apreciaciones Personales de la Misión:
Mi primera misión como acólito de la Inquisición se puede considerar como un éxito rotundo. El incipiente culto herético de Mancer Deloran fue detenido, su vida finalizada y sus secuaces, demasiado corrompidos por su contacto con el psíquico no autorizado, puestos a disposición del Magistratum, que probablemente procederá a convertirlos en sirvientes, miembros productivos de la sociedad.
Mi presencia fue primordial en la interacción con los civiles, a quienes incomodan las personas de perfiles más intimidatorios, y no cuentan con la garantía que supone la pertenencia a la Eclesiarquía.
Durante las próximas semanas concentraré mis esfuerzos en entrenar mi mente para resistir ataques semejantes en posteriores misiones.
Apreciaciones personales sobre los componentes del equipo.
Vladimyr Ostrogov: El acólito Ostrogov desempeñó su papel con marcialidad ejemplar. Fue una figura imponente, una amenaza para nuestros enemigos y un ejemplo de coraje y entrega. Demostró, además, una inquebrantable fe, lanzándose al combate invocando la protección de Nuestro Emperador. Y sin duda, Nuestro Emperador tuvo su mirada puesta en él durante esta misión.
Su participación durante la investigación fue, sin embargo, anecdótica, tal y como era de esperar.
Arlan Hex: El Acólito Hex fue clave en la consecución de la misión, gracias a sus capacidades psíquicas. No obstante, considero necesario que aprenda a controlarse y no utilizarse indiscriminadamente, cuando pueden afectar a compañeros e inocentes.
Iniciado Tauron Faith: Pese a que mi contacto con él fue muy breve, puedo confirmar que el Iniciado prestó una inestimable ayuda, especialmente considerando su situación actual como civil.
Final del Informe de misión.
Informe de misión de la actuación en la Espira Scorpia.
Nombre: Vladymir Ostrogov.
Rango: guardia imperial.
Misión: acabar con los comportamientos heréticos en la Espira Scorpia que se denunciaron en la frecuencia del Magistratum local.
Transcrito de las palabras del guardia Vladymir Ostrogov.
Creo que lo primero que cabría decir es que la actuación en la Espira fue un éxito, pues se resolvió sin muertes por parte de acólitos ni servidores del Emperador, y con el brujo hereje y sus secuaces sometidos a Su Divina justicia, ya sea bajo nuestro fuego purificador o siendo convertidos en servidores.
Los herejes eran unos pandilleros, parecía que en su mayoría ex-alumnos de una Schola Manufactorum, dirigidos por un psíquico no autorizado llamado Mancer Deloran, también ex-alumno. El brujo empezó a difundir heréticas mentiras, ya sea de palabra o en forma de pintadas, que fueron denunciados por un agente del Magistratum, y fue lo que nos llevó allí a tres de nosotros, mientras el resto guardaban la mansión: el acólito Itsua Cadian, el novicio Valerius y un humilde servidor, Vladymir Ostrogov.
Las pesquisas fueron rápidas y relativamente discretas, aunque tuvimos que revelar nuestra identidad al agente Biblos Goldmoon para que nos facilitara la información de que disponía.
Los herejes iban armados, principalmente, con armas automáticas de munición sólida y puñales, aunque no debemos lamentar la pérdida de vidas, ni heridas demasiado graves.
Lo último que me gustaría señalar en éste informe son los detalles relativos al propio asalto. El brujo intentó controlar nuestra mente, y parece ser que logró algo parecido con el novicio, sumiéndole en un estado de confusión, aunque tampoco adoptó acciones hostiles contra nosotros.
Ante la carencia de un líder, organicé el pequeño grupo para asaltar el edificio en el que se encontraban los herejes, un garaje abandonado. Dada que la entrada que elegimos estaba cubierta por fuego automático de sus armas, mandé a Itsua y a Valerius, que aún no estaba controlado, al otro lado del edificio, para que el fuego se dividiera y se pudiera avanzar y disparar de manera más segura.
La táctica no funcionó del todo como lo planee, ya que los herejes se adelantaron a ése movimiento. Sin embargo me introduje en la entrada, con el Emperador en mis labios y el rifle láser descargando muerte sobre sus enemigos.
Parte de la victoria hay que concedérsela al ex-acólito Tauron Faith, que apareció de manera fortuita por allí y nos ayudó en el combate, disparando al brujo para que el novicio Valerius le rematara con su martillo.
Pensamiento del día: la fe en el Emperador es la mejor arma y la mejor armadura.
Informe de misión del Neonato Probatorio Arlan Hex
Objeto
Evaluación de la consecución de la misión encomendada por el Erudito Materium, Adepto Asclates y valoración de los miembros del grupo encargado de la misma.
Objetivo de la misión
Investigar las pintadas blasfemas en algunas paredes del barrio de la Schola Manufactoris, en los niveles intermedios de la Espira Scorpia en la Colmena Sibellus, denunciada por el agente del Magistratum local, Biblos Goldmoon.
Procedimiento
- Viaje a destino. Doce horas en uno de los vehículos terrestres de la finca.
- Localización de la Schola Manufactoris e identificación de Biblos Goldmoon.
- Estudio a través de pictogramas de las pintadas efectuadas y cuyo contenido herético es indudable e inaceptable.
- Labor de ocultación y descubrimiento de la identidad de un potencial sospechoso, Mance Deloran, cuyo nombre es mencionado en soflamas inaceptables.
- Enfrentamiento con el grupo facineroso que proclama el nombre de Deloran. Éxito en el enfrentamiento si bien no proporciona nuevas pistas.
- Investigación en la Schola Manufactoris acerca de Mance Deloran, antiguo alumno del mismo. Obtención de su última dirección.
- Acceso a dicha dirección, hogar de la madre de Mance Deloran. Logramos penetrar en el domicilio y obtenemos una pista que resultará determinante. Una nueva dirección, Taller Mecánico El Dorado.
- A la salida del bloque, nuevo enfrentamiento que logramos superar.
- Llegada al Taller Mecánico.
- Claras evidencias de la existencia de un sujeto dotado de poderes psíquicos, aparentemente no autorizado. Brujo.
- Asalto al taller.
- Posesión del Novicio Valerius.
- Presencia de Tauron Faith cuya ayuda e intervención resultan valiosas.
- Muerte del brujo.
- Detención de sus seguidores y entrega a las autoridades pertinentes.
Evaluación del logro de la misión
100 %. Descubierto el origen y causa de las pintadas y eliminación de la amenaza.
Estatus de la misión
Exitosa.
Evaluación del grupo
Vladymir Ostrogov
- Ejercicio adecuado del liderazgo.
- Sigue mostrando una potencial debilidad frente a la manifestación de poderes psi.
- En combate, muestra un carácter arrojado y decidido sin temor a la muerte
Novicio Valerius
- Exceso de celo en su percepción de la herejía, lo cual le ha conducido a situaciones incómodas y ha colocado al grupo en un estatus delicado.
- Debilidad extrema frente a la posesión psíquica.
- Arrojo y valor en combate. Dio muerte al brujo, gravemente herido por Tauron Faith.
Se omite la evaluación de Tauron Faith por no formar parte de la célula encargada de la investigación.
REGION SUR DE KANESSIS:
TRANSCRIPCIÓN.
SUJETO KURT BROKENONE, EX LEGIONARIO PENAL AYY5633378726-99J
LA VOZ DE LA HERMANA INTERROGADORA HA SIDO ELIMINADA POR CUESTIONES DE SEGURIDAD.
“¿Ya puedo…? (…) Ahí, eso de ahí es el micro, ¿no? (…) No sé lo que parece, señora, pero un micro desde luego que no. (…) Y yo qué cojones sé… un clítoris, eso es lo que parece. (…) Sí, un clítoris. Clítoris. El botón de la risa, la ameba juguetona, el… (…) Ok. Cierro la boca”.
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“Iocanthos era una jodida roca podrida de mierda. Estábamos allí por asuntos propios de mi Ama, no preten… (…) Asuntos propios. Negocios. Mi Ama, sí. Renata. La maciza que venía en mi grupo, ¿sabe? La de las grandes… (…) La misma, sí señora. Allí conocimos a estos lechuguinos de las celdas, los que trabajan para ustedes. (…) ¿Sarcasmo? No, señora, yo no uso de eso. Pero ahora que lo menciona, bonita forma de pagar el esfuerzo de unos héroes".
—————
"Nos contrataron porque necesitaban músculo. Por eso. Y mi Ama aceptó porque nosotros necesitábamos otro tipo de cosa, ya sabe, un justo y agradable intercambio comercial. Luego se convirtió en personal. (…) No me toque la polla, ya sabe a qué me refiero con "personal". (…) Polla he dicho, sí. Polla. ¿Se la deletreo?: “p”, “o”, “el”… “el”… joder, como sea. Po-jodida-lla. ¿Se la enseño?, está bien. Prepárese para comprender por qué en Cañada del Ahorcado me llamaban “el Cacho” (SE ESCUCHA UN CLICK METÁLICO) Sí, señora, me quedo quieto y sentado. Guarde ese bólter pesado, por favor, le aseguro que no lo necesitará".
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"El abad Skae, el jodido Vidente Aristarchus… ahora me doy cuenta de que presentí que aquel tipo no era trigo limpio desde el principio. (…) No hice caso porque pensé que aquel mal rollo se debía a sus “dones”… La gente capaz de hacer ese tipo de cosas raras me pone nervioso. (…) ¿Esto de mi frente? Es el emblema de mi unidad, la Séptima de Sinophia Magna. Lo toco porque conjura la mala suerte. (…) Decía que el Vidente no hacía otra cosa que meternos en problemas, pero no supimos verlo en ese momento. Nos condujo a varias trampas, nos dispuso en contra de todos, de la jodida Esha Raine, sí, la Cantamuertes; y también del caudillo Kos’ke. Había algo sucio en Aristarchus, pero no supimos verlo. Maldito hijoputa, no supimos verlo...".
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"¿Por Aristarchus? No, no. Se volvió personal cuando vi lo que habían hecho en la Catedral. Seré un tipo rudo y poco leído, pero llevo al Sagrado Emperador aquí, en mi pecho. (…) Me doy golpes en el esternón porque es donde está el jodido corazón, señora. ¿Es que nunca ha arrancado uno?"
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"Descubrimos que detrás de todo estaba ese puto Padre Cuervo. No sé si se hizo con la mente del Vidente, o si el Vidente lo controlaba a él. No tengo ni idea. Pero ¿qué más da? Al final, lo único que importa es que ese puto espíritu, fantasma, demonio o lo que cojones fuera pensaba merendarse a la población entera de Iocanthos. Quién sabe dónde se hubiera detenido si pelofino no… (…) Pelofino, sí. Tercio, el de la pierna biónica, un jodido héroe, ¿Sabe? Me pregunto si tendrá también el rabo metáli… El rabo, la polla, la taladradora, el cimbrel, el tronco, el… (…) Sí, me callo".
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"Fue pura casualidad. La Cantamuertes nos dio la pista con aquello que decía Tauron, ¿cómo era? Algo como que el Padre Cuervo sólo temía aquel dolor que más gustaba infligir. Y después de lo que habíamos pasado allí, con todas esas estatuas sangrando por los ojos, los cuervos cegados, los cadáveres andantes a quienes les habían sacado los globos oculares… nos pareció evidente que a ese Padre Cuervo le encantaba joder por los ojos. Cuando vimos en qué se había convertido Skae, todos sabíamos ya que teníamos que ir a por su par de ojos. Y de haber podido, le juro por el sagrado nombre del Emperador que se los habría sacado a los dos, a Skae y a Aristarchus".
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"¿Skae? A mi juicio el Abad era una marioneta. Pero de eso sabrán más Tauron o Vlady".
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"La Catedral. Mire, señora, intento olvidar lo que pasó allí. (…) No me da ningún miedo lo que puedan hacerme, pueden empezar cuando quieran. (…) Insisto en que no hay mucho que contar al respecto. Cuando entré allí, aquella cosa me miró. Me miró muy dentro, clavó esos ojos iridiscentes en algún lugar de mi interior, uno que yo ni sabía que tenía. Sólo sabía que necesitaba acercarme a él, que ese ser lo significaba todo para mí; pero al tiempo, algo me susurraba muy dentro que aquello era algo sucio. Que tenía que liberarme y sacarle los jodidos ojos a ese hijo de puta. (…) ¿Suceder? No, no sucedió nada, señora: fui incapaz de salir de ese jodido coma. El padre Cuervo era mucho más fuerte que yo. Y de no ser por el pelofino ahora estaría muerto, junto al resto de la población del lugar, y ese Padre Cuervo estaría suelto, volando en busca de nuevas víctimas con las que lustrar la manija. (…) Lustrar la…, señora, con todo el respeto, "Lustrar la Manija" es regar el helecho, blanquear la chimenea, pulir la caracola, tabicar el cacho, mojar el bizcocho, matar al oso a puñaladas, sacudir el matambre, descargar la escopeta, macerar el mortero, retroexcavar con la sinhueso, alimentar al conejito, tomar la temperatura, ¡entrar por la popa, medir el aceite…, fuki-fuki, coño! ¿No sabe lo que significa darle a la tranca, señora? ¿En serio…?"
(FIN DE LA TRANSCRIPCIÓN. EL SUJETO AYY5633378726-99J HA SIDO SEDADO).
INFORME DE MISION DE LA ACTUACION EN IOCANTHOS: CATEDRAL DE DESESPERANZA.
Nombre: Vladymir Ostrogov.
Rango: Hombre de armas, Primeros Nacidos vostroyanos.
Misión: Investigar extraños sucesos en la Catedral.
La misión empezó de un modo accidentado, como sin duda ya conocen, con el accidente ocurrido con el Acólito Arlan Hex. Sus poderes se descontrolaron, pero gracias al Emperador consiguió ser contenido, a pesar de dejar al grupo bastante malherido, y con dos miembros menos: el propio psíquico, y Xerxes von Braun. Un saldo nada favorable para una pelea contra la típica escoria que puede encontrarse en los niveles inferiores de una colmena.
Todo aquello atrajo un nivel de atención indeseado de las autoridades de Puerto Amargura sobre nosotros, y el Vidente Aristarchus tuvo que intervenir para que se nos dejara en libertad (al menos, a aquellos que aún estábamos en condiciones de luchar). Ante la incapacidad de Xerxes para continuar con el liderazgo de la célula por sus heridas, el Vidente asumió el mando, delegando en este humilde servidor como mando secundario. Además, nos encomendó la tarea de hablar con dos posibles reclutas más para que nos auxiliaran en nuestra misión, cubriendo las bajas.
Los encontramos en el Toro de Arena, y el primer contacto fue bastante lamentable, por no mencionar otra palabra. Sin embargo, los ganamos para nuestra causa, a pesar de sus modos y lo divertido que les parecía a ambos buscar las cosquillas. La indisciplina siguió haciendo acto de presencia a la salida de Puerto Amargura, aunque qué se podía hacer... El penal y su señora no parecían tomarse aquello en serio.
En el viaje, cabe destacar que el Vidente Aristarchus contó la historia de sus cartas, un regalo del Abad Orland Skae, el hombre que estaba promoviendo la construcción de la Catedral. Una de ellas debería estar en poder de la Inquisición en estos momentos, quizás tengan algo que ver en los sucesos que acontecieron después. También, durante la noche pasada a la intemperie en el yermo camino a Desesperanza, nos vimos sorprendidos por alguien que parecía seguirnos o espiarnos, pero que resultó ser un cadáver. Sin embargo, ante los turbadores sueños experimentados, y con el testimonio de Tercio, diciendo que éste se había movido, opté por quemarlo para asegurarnos de que no nos daría sorpresas desagradables.
El viaje tuvo una última sorpresa, probablemente también relacionada con lo que ocurriría más adelante. En una ladera a cierta distancia de Desesperanza apareció grabado a fuego un símbolo de un pájaro agarrando una calavera, el de San Drusus según confirmó el Vidente. Antes, habíamos avistado a alguien allí, del que no quedaba ni rastro. En retrospectiva las piezas encajan con facilidad, pero en aquel momento todo parecía terriblemente confuso.
Llegados a este punto, me veo en la obligación de señalar lo amargo que ha sido el semiliderazgo en esta misión. El hecho tanto de tener una figura por encima, como de contar con incorporaciones nuevas y ajenas a la Inquisición, ha sido todo un desafío, y en buena medida un obstáculo que puede haber impedido un desarrollo mejor. Sin embargo, soy consciente de que mis decisiones pueden no haber sido siempre acertadas, y así lo dejo por escrito, entendiendo que en futuras operaciones no se me asigne el liderazgo.
No es pertinente para el informe describir el asentamiento de Desesperanza, baste decir que llegamos a la noche del segundo día de viaje, y que al amanecer tuvimos nuestra primera entrevista con el Abad Skae. Además, el Vidente parecía cada vez más distraído y cansado. Una vez en el asentamiento, empezamos propiamente la investigación. Decidimos ir a investigar el lugar donde habían aparecido unos cadáveres, cerca de Desesperanza, junto al Hermano Lamark (que el Emperador le guarde).
Allí, fuimos sorprendidos por el ataque de un hexálido (que parece ser uno de los depredadores locales), al que Tercio no dio oportunidad de actuar. Sin embargo, ese ser estaba cubierto de heridas putrefactas, y no tenía ojos. Demasiado parecida a la historia del cadáver hacía ya dos noches. Aún sangraba, como indicó nuestro guía... Pero casi podría jurar que apestaba a algo más que corrupción física. Además de la presencia de aquellos malditos cuervos...
La catedral no reveló nada, y, con las manos vacías, nos retiramos a dormir, sospechando que al día siguiente, en la ceremonia de inauguración, algo malo ocurriría. Y no nos equivocamos, pues apenas unos segundos después de que el Abad empezara su discurso, el asentamiento fue atacado. Una partida de canallas humanos, con alguna especie de híbrido entre vehículo y ariete, habían entrado a sangre y fuego. A juzgar por los gritos, debían ser una especie de fanáticos, quizás hombres del llamado Seth la Voz, cosa que se confirmó.
No bastó con el ataque de aquellos hombres, que parecían evidentemente afectados de alguna clase de locura, sino que fuimos testigos de como la locura parecía difundirse, con el Vidente ejecutando al Voceador herido que logró sobrevivir al ataque. Se le podría haber interrogado, pero el Vidente actuó con premeditación. Finalmente, optamos por intentar reunir algo de información, y junto a la Hermana Scythia y Tauron, conseguimos hablar con el Hermano Lamark.
Lo que saqué de allí me debió haber dado otra pista, no haber marchado del asentamiento y actuar. Sin embargo, no uní todas las piezas de manera adecuada. Pensé que quizás la Cantamuertes, Esha Raine, que había salido de allí con el Caudillo Kos'ke y sus guerreros después de la ejecución de aquel hombre, tuviera alguna pista. Y la tenía, pero me temo que ello nos demoró sobremanera.
El Hermano me confesó que el Abad Skae, el Vidente Aristarchus y el resto de clérigos hicieron un ritual secreto la noche pasada para proteger la Catedral, según le dijeron. Temo que el ente responsable de aquella locura ya estuviera presente y no hubiéramos sabido verlo. Sin embargo, las alarmas volvieron a saltar, esta vez frente a un hipotético ataque que sufrió el Abad, por parte de una silueta con forma de mujer. Un furioso Aristarchus dio la orden de ir a por ella, una que debía ser obedecida en calidad de superior, a pesar de mis dudas.
Allí fuimos, y tanto ella y sus hombres como nosotros fuimos atacados por una bandada de esas repugnantes criaturas llamadas cuervos de esquisto. Una vez resuelto el ataque, y tras unas pocas palabras, Raine nos entregó un texto llamado libro de viuda (también en posesión en estos momentos de los Ordos, si mucho no me equivoco). En él, parecía relatarse la presencia de un ente, que debía ser el responsable de lo ocurrido, y que cuadraba mucho con todo lo ocurrido hasta la fecha. Algo que se llamaba Padre Cuervo (entre otros nombres).
Volvimos a Desesperanza todo lo rápido que pudimos, solo para comprobar que el desastre había ocurrido. Todos sus habitantes parecían estar en la Catedral, donde tanto el Vidente como el Abad estaban presentes. El Vidente levitando sobre el altar, con todo su Tarot orbitando alrededor de su cuerpo, conjurando (o reteniendo) energías disformes que se arremolinaban sobre la cúpula. Mientras tanto, Skae hablaba del retorno de San Drusus y el milagro que estaban conjurando.
A gran parte del grupo le frenó la evidente sensación de terror puro que expulsaba la Catedral, sin embargo tengo el orgullo de no haber formado parte de ellos. Sin embargo, aún tenía más ases en la manga, pues parecía ser capaz de causar en nosotros un estado de embeleso que nos impedía actuar. Afortunadamente, Tauron no cedió ante el embrujo y recitó un ritual de expulsión del sagrado Credo Imperial, que ayudó a despejar las mentes de la mayoría de la célula.
Desgraciadamente, el Abad resultó aún más peligroso, alterado por energías disformes, y logró acabar con Scythia antes de que Tercio lograra ocuparse de él, siendo inútiles los disparos de láser.
Ignoro si el Vidente era una víctima o el ejecutor de todo ello, pero mi teoría es que se vio manipulado y envuelto en todo ello, quizás debido a sus poderes, y que el ente ocupó el cuerpo del Abad.
Recomendaciones:
- Desesperanza debería ser objeto de una revisión a fondo por parte de hombres de fe y quizás fruto de algún ritual de exorcismo. No estoy seguro de que hayamos logrado destruir a esa cosa.
- Los dos adjuntos deben ser adiestrados como Acólitos. Aún están verdes, pero tienen potencial, a pesar de su insolencia y algún otro defecto que puedan tener.
- Tercio Veridio ha demostrado, una vez más, su valía. Quizás debería recibir alguna recompensa al respecto.
- Tauron Faith y su ritual han sido una pieza clave en el combate final contra el Padre Cuervo, lo que creo debe ser tenido en cuenta de cara a su readmisión.
FIN DEL INFORME DE MISION DEL GUARDIA VLADYMIR OSTROGOV.
- Pensamiento del día: Una mente abierta es como una fortaleza con sus puertas abiertas y sin custodiar.
INFORME DE MISION DE LA ACTUACION EN IOCANTHOS, SISTEMA IOCANTHOS, DEMARCACIÓN DE GOLGENNA, SECTOR CALIXIS, SEGMENTUM OBSCURUS.
Nombre: Tauron Faith.
Rango: Sacerdote del Adeptus Ministorum.
Misión: Investigar acontecimientos extraños que amenazaban la construcción de la catedral en Desesperanza, Iocanthos.
La misión comenzó con nuestro ingreso al sistema a bordo de la nave "Cielo de Bronce" en la que fuimos tratados de muy buena forma. Descendimos en una lanzadera que produjo molestias y malestares físicos en el grupo, yo incluido. Finalmente llegamos a Puerto Amargura, desde donde partiríamos a Desesperanza para apoyar al Vidente Aristarchus y a la construcción de la Catedral en honor a San Drusus, único bastión de la Fe al Dios-Emperador en aquel planeta y cuya construcción ha tenido contratiempos inusuales en los que se sospechaba la mancha de la Disformidad.
Salimos del espacio puerto para encontrarnos con un lugar sumamente penoso y demacrado, con un pueblo obrero en muy malas condiciones. La gente nos miraba desconfiada y su aspecto no me dio buenas impresiones desde un comienzo. Un querubín nos recibió y guió para salir al encuentro del Vidente Aristarchus.
Unos hombres nativos nos asaltaron con armas de fuego luego de que un hombre de aspecto lunático nos gritase una retahíla de palabras ininteligibles que parecieron insultos. Esos hombres, con llamas pintadas en sus rostros, nos habían estado siguiendo y evaluando varios minutos antes de atacarnos. Sus disparos comenzaron y respondimos al ataque hasta que algo maligno ocurrió, algo terrible. De pronto, Arlan Hex fue poseído de alguna extraña manera por un demonio. Se transformó en una bestia salida del corazón mismo de la Disformidad y comenzó a lanzar rayos de fuego que nos quemaron a todos. Von Braun casi muere y muchos quedamos en deplorables condiciones. Finalmente fue derrotado y volvió a su estado original.
Fuimos detenidos por los agentes del orden y llevados a la contaduría del Administratum, donde fuimos encarcelados hasta que llegó el propio Vidente Aristarchus a sacarnos bajo el poder de la Sagrada Inquisición. Nos devolvieron todas las armas y equipos, pero perdimos a Arlan y a Xerxes, por lo que nuestra efectividad de combate se vio disminuida de forma importante. Seguimos al Vidente Aristarchus al Refectorio en el cual recibimos las instrucciones necesarias para la misión, así como la instrucción de ir a contratar a un par de mercenarios. Así es como nos hicimos acompañar por Renata y Kurt, quienes terminaron siendo valiosos efectivos para el grupo.
Nos subimos a un vehículo y nos encaminamos a través del Yermo, donde encontramos un signo que según el Vidente Aristarchus es la marca de San Drusus. No tuvimos ningún otro evento hasta que finalmente llegamos a Desesperanza. Ahí fuimos recibidos por los miembros de la Eclesiaquía, quienes trabajaban en la inauguración de la catedral. Conocimos al Abad Skae, quien nos expuso lo que sabía de los hechos que habían acaecido sobre la construcción y sobre Desesperanza.
Después de eso quisimos ir a constatar los lugares donde habían ocurrido los acontecimientos extraños. Decidimos ir al yermo a averiguar acerca de un sitio en el que unos hombres habían sido atacados. Al comprobarlo nos encontramos con una criatura con varias heridas, muchos signos de descomposición y sin ojos. La bestia era grande y nos atacó sin piedad, pero fue derrotada por nuestros esfuerzos. El Hermano Lamark, hombre de Fe al servicio del Abad Skae, nos dijo que parecía un espécimen inusualmente grande de un depredador local. Volvimos a Desesperanza a continuación.
Luego vino la ceremonia de consagración de la Catedral de Desesperanza, ceremonia a la que acudieron autoridades indígenas, como un caudillo Ashleen llamado Kos'ke y una mujer llamada Esha Raine a la que llamaban la Cantamuertes. El rito estaba sucediendo cuando Desesperanza fue atacado por un gran grupo de fanáticos locales. Nos pusimos de pie y comenzamos a defender el poblado. La batalla fue sangrienta, pero conseguimos vencer y acabar con todos los enemigos.
Uno de ellos fue tomado prisionero, pero antes de que pudiésemos interrogarlo, el Vidente Aristarchus le ejecutó de manera irracional. El prisionero tenía la mirada perdida y hablaba palabras que parecían una lengua muerta. Se notaba que no sabía nada de lo ocurrido y Esha Raine decía que había sido tocado por espíritus impuros y que no era dueño de sus actos. Hubo una discusión, no recuerdo mucho exactamente, pero hubo palabras acerca de que un cuervo susurraba palabras al oído del Vidente, de que ya estaba perdido y que había guiado al pueblo a la perdición. Luego de eso Esha Raine y Kos'ke se fueron de Desesperanza.
Todo parecía volver a la calma otra vez cuando nos enteramos de que el propio Abad había sido atacado. Le visitamos y estaba al parecer herido. Nos dijo que había visto una silueta femenina que le había dañado. El Vidente decidió que todo apuntaba a Esha Raine y que debíamos traerla ante la justicia del Dios-Emperador. Todos abandonamos Desesperanza sabiendo que algo no estaba bien. Luego de eso Vladymir nos contó palabras que el Hermano Lamark le había relatado acerca de un ritual que habían realizado el Vidente junto con el Abad. Nada de eso me pareció bien y solo confirmaba pensamientos acerca de la herejía del Abad y del Vidente. El Dios-Emperador me perdone por haber sospechado del descendiente de San Drusus, pero la evidencia era contundente.
Llegamos a la morada de Esha Raine, muy alejada del asentamiento. Allá vimos a Esha Raine y a Kos'ke saliendo del lugar. Nos acercamos a hablar, pues el grupo completo tenía la idea de la inocencia de la mujer, pero de que ella poseía información útil para la investigación. En ese instante nos atacó una bandada de enormes cuervos de Esquisto, una especie local especialmente agresiva. Pero más allá de su naturaleza, se notaba una oscura presencia, incluso se podían oír sus susurros en la oscuridad, comunicando sus blasfemias. Logramos derrotar a las criaturas, que se dispersaron junto con los ruidos de la impía entidad.
Entonces la Cantamuertes nos habló de lo que sabía. Ella pensaba que una entidad preternatural estaba detrás de todo. Era un demonio inmaterial conocido como El que Baila en el Umbral o también llamado Padre Cuervo. Este ser, según cuenta la tradición es una presencia maligna y peligrosa que habitaba Iocanthos y que poseía personas hacía que las personas se matasen entre ellas. Un ser del mismísimo Caos. Me dio entrega de un libro conocido como Libro de Viuda en el que salían más detalles que nos dieron una pista acerca de como derrotarle. [Adjuntado como Evidencia]
Volvimos rápidamente a Desesperanza y llegamos al anochecer. Todo parecía desierto cuando llegamos y una luz tétrica proveía desde la catedral, por lo que nos acercamos sin esperar. Una vez nos aproximamos vimos que el Vidente Aristarchus estaba realizando un ritual pagano que abría un portal de alguna clase hacia el Inmaterium. Le increpamos y se notó que no estaba en sus cabales sino que había sido poseído de alguna manera. Tras de él apareció el Abad Orland Skae, que había mutado de alguna manera y a través de él hablaba el demonio que buscábamos. Él había sido poseído y controlaba al Vidente.
El combate comenzó cuando el poseso Abad nos atacó con movimientos sobrenaturales y sus garras demoníacas. Mis compañeros habían sido dominados por alguna clase de hechizo impuro, pero una letanía ritual de expulsión recitada por mí fue capaz de alejarlos de las garras de la oscuridad. Mis compañeros le atacaron con furia justiciera, pero la Hermana Scythia cayó valientemente en combate. Gracias a las pistas que habíamos obtenido, Tercio fue capaz de expulsar al demonio acabando con los ojos de su anfitrión. El efecto de eso fue la muerte instantánea del Abad y la interrupción del ritual que estalló, matando al Vidente Aristarchus y destruyendo el techo de la catedral.
Luego de eso recogí lo que pude del tarot imperial del Vidente. [Adjuntado como Evidencia]
Volvimos luego al Priorato, donde encontramos al moribundo Hermano Lamark, que había luchado contra el demonio y caído como un valiente. Murió desangrado en nuestras manos. Registré todas las pertenencias y finalmente encontré las anotaciones del Vidente Aristarchus. [Adjuntado como Evidencia]
Finalmente llegaron las Sororitas y el resto es conocido por todos.
Apreciaciones de la misión:
Creo que la construcción de la Catedral en Desesperanza despertó o atrajo la atención de este demonio presente en ella. Este, de alguna manera, influenció al Vidente Aristarchus haciéndose pasar por San Drusus y lo motivó a realizar este ritual que dijo el Hermano Lamark que hicieron tanto el Vidente como el Abad, momento en que el demonio logró posesionar a Skae. Luego de eso, el demonio usó a Aristarchus para abrir un portal a la Disformidad que le permitiría entrar a este mundo en su verdadera forma, cosa que evitamos nosotros.
Según las palabras en el libro, este demonio fue derrotado por San Drusus en el pasado, lo que implica que muy posiblemente vuelva otra vez a Desesperanza. Es imprescindible que se termine de construir la catedral, se purge el sitio de señales del Caos y se establezca un contingente de la Eclesiarquía así como de la Sagrada Inquisición para sellar permanentemente a esa presencia oscura.
Por otro lado, la gente de Iocanthos está muy falta de la luz del Dios-Emperador, por lo que la construcción de la catedral y la presencia firme del culto es una necesidad de primer orden en aquel lejano mundo.
Apreciaciones del grupo:
Arlan Hex: Es un gran efectivo. He compartido otras misiones con él y su devoción nunca ha sido puesta en duda. Es lamentable lo sucedido durante la misión, pero soy un convencido que solo es una víctima de sus particularidades. Tengo Fe en el Dios-Emperador que será probada su pureza una vez más y volverá a ser un gran Acólito.
Tercio Veridio: Siempre es un placer compartir una asignación con él. Es un hombre muy hábil en todo orden de cosas, desde trivialidades hasta el momento del combate. Sin él, no lo habríamos conseguido.
Vladymir Ostrogov: Un guerrero puro, con fiereza y tenacidad. Demostró un buen liderazgo militar y cumplió con su deber en todo momento.
Xerxes von Braun: No tuve la oportunidad de conocerlo mucho. Parecía un poco atribulado por detalles, pero demostró tener grandes conocimientos y saber ejercer la política y burocracia.
Renata Canaglia Garibaldi: Una mujer interesante. De mente despierta y gatillo rápido. Creo que le falta un poco de devoción, pero eso es algo que se puede conseguir fácilmente al mirar la oscuridad de frente y entender que solo la luz del Dios-Emperador nos protege.
Kurt Brokenbone: Es un buen combatiente, aunque le falta voluntad y educación, sobre todo la última. Recomiendo su entrenamiento exhaustivo en este campo.
Fin del informe
Fecha: 003.811M41.
Asunto: Informe de la misión en el planeta Iocanthos.
Redactor: Tercio Veridio, Proscrito al servicio del Sagrado Ordo Hereticus.
Sobre la misión
Objetivos de la misión: investigar una serie de sucesos de dudosa procedencia que rodeaban la próxima inauguración de la catedral de Desesperanza, en el planeta Iocanthos, consagrada a San Drusus y para mayor gloria del Emperador.
Resumen de lo acontecido en la misión:
La célula llego al planeta Iocanthos bajo el liderazgo del Cuestor Xerxes von Braun. Pronto quedó patente que había agitación en Puerto Amargura, lugar dónde la nave dejó a la célula, puesto que sufrieron un ataque procedente de pandilleros pertenecientes a una de las tribus locales (los Ashleen). El combate estaba destinado desde el comienzo, eran individuos mal armados y que desconocían el verdadero potencial de las personas a las que se enfrentaban, sin embargo hubo un suceso que se desencadenó a partir de dicho enfrentamiento.
[DECLARACIÓN ELIMINADA] Por desgracia, el psíquico Itsua Cadian sufrió un percance en el uso de sus poderes. El que escribe no puede dar detalles al respecto puesto que su conocimiento de tales poderes es insuficiente, pero el hecho que fue necesario neutralizar al psíquico por la fuerza, lo que debilitó considerablemente el poder de la célula. El líder fue herido de gravedad y Vladymir Ostrogrov tuvo que asumir el mando desde entonces. Tanto Xerxes von Braun como Itsua Cadian fueron atendidos por las autoridades bajo el mandato del Vidente Aristarchus. Antes de continuar, los dos miembros de la célula que habían sido atendidos fueron reemplazados por Renata Canaglia Garibaldi y Kurt Brokenbone.
Tras eso, la célula viajó en un vehículo terrestre hasta Desesperanza, el lugar de construcción de la catedral. Pronto comenzaron la investigación, preguntando a los locales acerca de lo ocurrido. Todo indicaba que alguien pretendía sabotear la construcción del edificio, lo que incurría en un evidente delito de herejía. Sin embargo, el origen del sabotaje no estaba claro, a pesar de que algunas fuentes apuntaban que podría tratarse de los Ashleen, algunos miembros de la célula se inclinaban por pensar que el sabotaje procedía del interior.
La célula investigó los alrededores y fue emboscada por un monstruo que fue debidamente eliminado. A esas alturas la célula comenzaba a sospechar de las continuas ausencias del Vidente Aristarchus, que permanecía confinado en su habitación en la taberna local.
Poco después, el enclave fue atacado por una fuerza de fanáticos sin control sin un objetivo claro, simplemente causar el caos. La célula ayudó a los locales a combatir el asalto, como también lo hicieron algunos líderes de las tribus Ashleen que se encontraban allí en aquellos momentos. El asalto parecía un intento por inculpar a otro de los líderes locales, Seth la Voz, de quién se sabía que había mantenido una buena relación en el pasado con el Abad Skae. No se pudo extraer información valiosa de los fanáticos, que parecían poseídos por alguna clase de sustancia alucinógena.
Más tarde, la célula decidió reunirse con Esha Raine y recibió también la orden de acabar con ella por parte del Vidente Aristarchus. Su acercamiento amistoso impulsó que la célula no tomase acciones violentas contra ella y sus hombres. Su colaboración fue crucial para poder desenmascarar la herejía del Vidente Aristarchus y el Abad Skae.
Al volver la catedral estaba ya presa de la criatura que pretendía hacerse con el control del enclave. La célula luchó valientemente contra la criatura, exterminándola y con ello también al traidor y hereje Aristarchus.
Observaciones y apuntes: A pesar de que uno de los miembros de la célula pereció durante el combate contra la criatura y otros resultaron heridos, la criatura fue destruida y por tanto, la misión debe considerarse exitosa.
Sobre los participantes de la misión
Hermana Scythia: En todo momento demostró ser una ferviente seguidora del Emperador. Su fe fue inquebrantable hasta el último momento y luchó con valentía hasta entonces. Se debe destacar que fue el único miembro de la célula que no sospechaba de la herejía de Aristarchus, aunque este hecho no debe catalogarse ni como una virtud ni como un defecto.
Xerxes von Braun: [DECLARACIÓN ELIMINADA].
Tauron Faith: A pesar de haber sido herido de gravedad mantuvo siempre su entereza. Participó activamente en las investigaciones y aportó interesantes conclusiones. De nuevo, dejando atrás sus heridas, luchó en la batalla final contra la criatura y contribuyó de forma decisiva con su letanía, que infundió el valor necesario para enfrentarse al aura de perversión de la criatura.
Arlan Hex: [DECLARACIÓN ELIMINADA].
Vladymir Ostrogov: Su liderazgo fue notable y condujo a la célula a la victoria con sus decisiones. Participó activamente en la investigación y fue cauto, pero resolutivo. El que escribe recomienda a Vladymir Ostrogov como líder de la célula en futuras misiones.
Renata Canaglia Garibaldi: Su incorporación resultó de dudosa utilidad al principio, aunque pronto demostró grandes dotes para conseguir información y para sacar conclusiones acerca de lo obtenido. Su habilidad en combate resultó ser notable. El que escribe recomienda su inclusión permanente en la célula inquisitorial.
Kurt Brokenbone: Resultó ser una sorpresa para la célula. Se le tenía por un hombre irrespetuoso, violento y sin respeto por los demás. Todo ello no dejó de ser cierto, pero se involucró en la misión y no sólo en el plano del combate, su evidente especialidad. Su intervención fue crucial para vencer a la bestia, pues a pesar de ser el individuo menos dotado intelectualmente de la célula, consiguió desentrañar el punto débil de la misma, lo que facilitó a otros miembros acabar con ella. Sin su intervención la misión habría fracasado, de modo que el que escribe recomienda su inclusión permanente en la célula inquisitorial.
Tercio Veridio: Sus aportaciones fueron de gran valor en el combate, destacando [DECLARACIÓN ELIMINADA], el combate contra la bestia de los alrededores y la batalla final contra el monstruo. Destacó por su capacidad para obtener información de los locales, obteniendo información que fue valiosa para entender lo que estaba ocurriendo. Fue el primero en desconfiar del Vidente Aristarchus, aunque este hecho no debe catalogarse ni como una virtud ni como un defecto. Destruyó al monstruo dejándolo ciego, tal y como Kurt Brokenbone había sugerido previamente, y resultó gravemente herido durante el combate.
Observaciones y recomendaciones
- Recomiendo la inclusión permanente de Renata Canaglia Garibaldi y Kurt Brokenbone en la célula inquisitorial.
- Sugiero que se ponga especial atención en la situación actual y futura de Desesperanza, la construcción de la catedral y lo ocurrido después han roto el frágil equilibrio de esa comunidad. Los ciudadanos son fervientes seguidores del Emperador y, por tanto, debe velarse por su seguridad y bienestar.
El redactor firma el informe,
: Firmado, Tercio Veridio, Proscrito al Servicio del Sagrado Ordo.
FIN DEL INFORME.
Informe de misión de Renata Canaglia Garibaldi:
Propósito
Evaluación de la consecución de la misión de la que se ha formado parte y valoración de los miembros del grupo encargados de la misma.
Misión
Investigación de una serie de acontecimientos que tuvieron lugar en la región que circunda Desesperanza, en el planeta Iocanthos y que parecían relacionados con la inminente inauguración de una catedral en dicha ciudad.
Procedimiento
- Yo, Renata Canaglia y mi servidor, Kurt Brokenbone, fuimos conminados a unirnos al grupo liderado por Vladymir Ostrogov con el fin de cubrir las plazas de dos caídos en servicio. Es cuanto llegué a saber, pues el silencio o la elusión acompañó siempre a cualquier pregunta efectuada al respecto.
- Iocanthos fue el punto de encuentro, Puerto Amargura para ser más exactos, en la posada el Toro de Arena.
- Nos unimos a la célula e iniciamos nuestro traslado a Desesperanza bajo el gobierno del inquisidor Aristarchus.
-Se llevaron a cabo diversas investigaciones, interrogatorios y salidas para observar el entorno que demostraron la exitencia de indicios de una actividad que excedía la propia de un individuo normal. A mi modo de ver, la presencia de un poder psíquico como origen de todos los problemas y respuesta al extraño comportamiento de aves, bestias salvajes y humanos era más que una simple elucubración. Era una realidad. Como pudo comprobarse.
-Hubo un serio enfrentamiento ante un ataque de miembros de tribus salvajes locales que concluyó con una magra victoria y con la necesidad de dar solución a todo aquello. Una vez más, el psíquico Aristarchus actuó de un modo inapropiado ajusticiando al único superviviente y escudándose en su fe y en su lealtad al Emperador como forma de justificar un comportamiento que demostró tener otro objetivo. Ocultar cualquier prueba de la dominación de la que estaba siendo objeto.
-Se investigó a ciertas figuras de relevancia en el ámbito local. Esha Raine y su príncipe. Si bien el objetivo inicial era proceder de acuerdo con las premisas establecidas por el herético psíquico Aristarchus, la realidad impuso sus necesidades y la colaboración demostró ser la mejor arma.
-Se procedió a regresar a Desesperanza, advirtiendo casi de inmediato que algo ocurría en la catedral. Corrimos hacia el templo. A partir de este momento, cualquier cosa que dijera estaría marcada por los recuerdos sembrados por las conversaciones de mis compañeros. La realidad es una. Terror. Pánico. Jamás he experimentado algo tan terrible u oscuro, un poder tan ignominioso, ante el cual fui incapaz de reaccionar de forma adecuada pues ataenazó mi alma y mi cuerpo, impidiendo cualquier reacción. Puede que mi persona no fuera un obstáculo, pero tampoco fue una ayuda.
Estatus de la misión
Exitosa.
Evaluación del grupo
Vladymir Ostrogov
-Un buen líder aunque de escaso humor. No muestra especial imaginación, pero a la vista de la realidad a la que la célula se enfrentó, quizá esa ausencia de imaginación es la que determina el buen funcionamiento del grupo. Es como un perro de caza. Cuando percibe un olor, no lo abandona y sigue constante.
- En combate, muestra un carácter arrojado y decidido. Sin duda, es un elemento cuyo valor insufla en el resto la inspiración necesaria.
Tercio Veridio
-Una cortina de humo constante. Bajo su apariencia y actitud se encierra una letal máquina de matar. Su simpatía y su aparente imbecilidad ocultan a un depredador convencido de la labor que desarrolla. Muestra iniciativa y no teme disentir si bien parece que no está dispuesto a romper con las reglas de juego marcadas por el líder de la célula.
-En combate mostró una precisión asombrosa y gran peligro para con el enemigo.
Tauron Faith
- Su celo religioso no lo transformó en una rémora, sino que con una extraña mezcla de humor y fe, supo enfrentarse a diversas situaciones con éxito.
- Resultó herido de gravedad, pero mostró notable arrojo en combate. Sin duda, forma con el resto una pieza de maquinaria perfectamente engrasada.
Hermana Scythia
-Mostró desde un primer momento una fe inquebrantable y una actitud distante que progresivamente fue dulcificándose.
-Gran guerrera que luchó hasta el final sin temor a morir.
Autoevaluación
Soy Renata Canaglia Garibaldi. Mi apellido debería hablar por mí. Quizá no sea la mejor sierva del Emperador, pero si de algo me precio es de decir la verdad. No deseaba formar parte de esta célula. No obstante, intenté en compañía de Kurt Brokenbone proceder del modo más profesional posible. Aun así, el poso que resta tras el logro de los objetivos es el de estar a mucha distancia de lo que una célula ya hecha y cohesionada como esta necesita. Al Emperador no se le sirve solo con intenciones. Mucho me temo estar muy lejos de lo que él necesita para luchar contra la herejía.
Fdo
Renata Canaglia Garibaldi.
Escintilla. Órbita planetaria. 045.811M41.
Informe de misión a mi señor, el Inquisidor Globus Varaak:
Mi Señor. En este momento, y mediante el presente escrito, pongo en orden mis ideas, y encomendándome al Sagrado y Divino Emperador, os comunico el resultado de la misión, que considero un éxito, a pesar de las especiales características a las que nos hemos visto obligados a enfrentarnos.
Y este éxito es a pesar de no haber logrado ni que el equilibrio de poder entre Adeptus Mechanicus y el Ministorum no se viera afectado, ni tampoco haber podido interrogar a Yorgos Macin, fallecido por sus propios pecados, pero sobre todo, por los pecados de los dos herejes de alta posición y cargo, que hemos conseguido purgar, eliminándolos y desbaratando su operación que incluía el uso del caos para lograr un poder que les estaba vedado. Dichos traidores eran, por un lado, el Obispo Iordanus Bruno, y por otro el tecnosacerdote Teoma Roche. Ambos han muerto, como verá en la grabación que le adjunto, se intentó que el Obispo nos acompañara para ser debidamente interrogado, pero no fue posible.
Todo el grupo ha sufrido importantes heridas en el cumplimiento de su deber, y considero que el comportamiento de todos ha sido aceptable, aunque en el anexo que acompaña a este documento hago una mención específica a cada uno de ellos.
Tras vuestras órdenes e instrucciones atracamos en el planeta, y la primera persona que nos recibió fue la responsable de nuestra presencia allí, y responsable también del Adeptus Arbites en el planeta: la Arbitradora Maigrit. Lo primero que pensé de ella es intraducible, siquiera en mi pensamiento. En mi descargo sólo puedo afirmar que su actitud, que consideré prepotente, casi insultante, dejándome con las palabras en la boca, hasta el punto de estar a punto de ordenar a mis compañeros que la detuvieran, estaba plenamente justificada. Afortunadamente la prudencia me evitó hacer algo de lo que luego me hubiera arrepentido enormemente. La seguimos, sí, y el motivo de su descortés premura pronto se hizo evidente. Junto a la puerta de la base del Adeptus Arbites se encontraban dos comitivas, la del Adeptus Mechanicus dirigida por el Tecnosacerdote Austos Sann, con un grupo de Skitarii; la del Adeptus Ministorum por el Confesor Predicador Bernardus. Decir que estaban tensas sería quedarse corto. Entre Maigrit y yo empezamos a intentar convencerles de la conveniencia de dejar que el detenido fuera interrogado primero por los miembros del Adeptus Arbites, y concretamente por mí. Pero tales argumentos no parecía que fueran a ser aceptados por ellos prontamente. No obstante la actitud tensa de los líderes de sendas comitivas no me decepcionó. Creo que hubiera podido convencerles.
Pero no fue posible. Al poco una joven Cohorte del Adeptus Arbites dio a la Arbitradora Maigrit la noticia que lo iba a cambiar todo: el preso se había fugado.
Obviamente me sentí estafado y lo primero que pensé fue que a la lista de sospechosos debía añadirse uno: la propia Maigrit. Porque, ¿acaso tenía sentido que todo ocurriera justo cuando llegábamos? ¿Que justo en ese momento su preso se le escapara de las manos? No dejé traslucir mis sospechas que, en ese momento, incluían a todos los presentes en la luna, salvo a mis propios compañeros, y ordené que se nos llevara hasta el lugar. Después permití que los dos jefes de las respectivas comitivas fueran conmigo, con Maigrit y con mis compañeros y examinamos la celda. Alguien había hecho un agujero enorme en la misma, de fuera adentro, como pudimos comprobar tras examinar por donde habían caído los cascotes. En un primer momento, salvo los rastros que iba adentro del tunel, nada más pudimos sacar en claro. Ante esas circunstancias ordené que las comitivas del Adeptus Mechanicus y del Adeptus Ministrorum fueran alojadas en alguna sala de reuniones, en un primer momento intenté que fuera en lugares separados, pero las exigencias del espacio hicieron que tuviéramos que reunir a ambas comitivas en una misma sala. Tras esto ordené que el grupo siguiera las huellas, acompañados por un soldado de cada una de las comitivas. Mientras Arlesha y yo interrogamos a los miembros del Adeptus Arbites que nos indicaron que ninguno había hablado con nadie de donde estaba el preso, ni de nada relativo con el mismo, y que únicamente habían ido hasta la base del Adeptus Arbites durante ese tiempo varios técnicos del Adeptus Mechanicus para arreglar algunas deficiencias, así como el Confesor Predicador Bernardus. En otras palabras, nada que sirviera siquiera mínimamente para eliminar a ninguno de los sospechosos.
Nuevamente revisamos la celda y, en esta ocasión, nuestra tenacidad tuvo recompensa por la intercesión del Dios Emperador. Encontramos algo de sangre en un lavabo y cerca de la boca de la entrada al túnel de huída. Aunque más que huída habría que llamarlo túnel de secuestro. Era evidente que Yorgos Macin no había deseado precisamente acompañar a sus rescatadores. Examinando el lugar con los artefactos adecuados (adecuadamente empleados por mi compañera, la Acólita Arlesha), la conclusión era clara: el detenido había atacado a los que entraron, y la sangre era de tres sujetos: del propio Yorgos, de un desconocido y de otro desconocido. Tras rastrear en las bases de datos no hayamos a los desconocidos, pero sí nos dimos cuenta que la sangre tenía parte de aceite y componentes no orgánicos. Eso, sumado a lo enorme del túnel y sus características, parecía conducir a uno, o varios, servidores excavadores. Con esa idea Arlesha y yo emprendimos viaje por el túnel, para unirnos al resto de nuestras fuerzas, y empezar a seguir el rastro.
Tal como me temía tanto el soldado Adeptus Mechanicus como el del Adeptus Ministrorum probaron en el viaje una incompetencia rayana en la traición. Si eso se debía a la falta de entrenamiento, al miedo o a instrucciones de sus superiores es difícil determinarlo con precisión. El Emperador les castigó no protegiéndoles ante los peligros que nos acecharon, y ambos fallecieron. Esos peligros fueron, de un lado Servidores alterados, en los que se habían usado sobre los implantes tecnológicas más partes biológicas. De otro, depredadores animales de la luna. Y por último un grupo de Indígenas, con toda seguridad provenientes de una nave destruida, y que habían hecho un campamento en la zona. Fue un momento tenso, y hubieran podido causarnos bajas e incluso poner en peligro la misión. Sin embargo, no tratándose de nuestra misión, y siendo entiendo posible redimirlos a la mayor fe, no los atacamos, interrogándolos, y obteniendo de ellos importante información que, junto a la sagacidad de la exploración principalmente dirigida por Titus, nos permitió llegar a la base.
En todo caso anoto los datos de localización de los citados infieles en la esperanza que unidades especializadas al efecto puedan encontrarlos y llevarlos a la luz del Emperador, puesto que a pesar de su obvia degeneración, creo podrían llegar a ser siervos útiles del Imperio.
Finalmente llegamos a la base, y tras nuevos enfrentamientos con los indicados servidores modificados, que a este exponente le hacen pensar claramente en prácticas heréticas o, cuando menos, tremendamente poco ortodoxas, encontramos a Yorgos Macin. Se le había puesto en unas máquinas para empezar a convertirle en un servidor. En la esperanza de poder detener un proceso que implicaría necesariamente la pérdida de todo pensamiento y, por ende, de toda posibilidad de interrogatorio, desconecté los cables.
Pero era tarde para salvarlo. Tras cercionarnos de su muerte, Arlesha y yo seguimos investigando, mientras el resto del grupo teóricamente trataba de preparar la nave para nuestra huída. A pesar de mis instrucciones, Titus desobedeció las mismas, si bien debo reconocer que su desobediencia, deplorable y digna de castigo en otros supuestos, debió ser inspirada por el mismo Emperador, puesto que de no habernos seguido, probablemente hubiéramos fallecido. Tras eliminar a algunos servidores más, y tras encontrar grandes almacenes en los que se consignaba la existencia de productos alterados por el caos, logramos acceder a donde se ocultaba el responsable primero de esa atrocidad, el tecnosacerdote Teoma Roche. Combatimos con él, y logramos vencerlo, siendo yo herido de gravedad. El complejo empezó con una cuenta atrás de autodestrucción, y tras tomar lo que el tecnosacerdote llevaba, Arlesha y Titus lograron llevarme a la nave, tras lograr esquivar a una aberración biomecánica que quizás fuera anteriormente un ogrette.
Sé que lograron burlarle para subir, y subirme, a la nave que los esfuerzos de Cerberus había logrado preparar. Desgraciadamente la tremenda explosión afectó a la nave, y caímos.
Cuando desperté me encontraba en las enfermerías del Adeptus Arbitres, con el resto del grupo. Tanto Cerberus como Valerius habían resultado mutilados. Yo estaba gravemente malherido. Y la Arbitradora Maigrit dudaba de nuestra historia, y nos obligó a demostrar nuestra verdadera identidad. Hice lo posible por solucionar de otro modo esa situación, pero la tozudez de la Arbitradora lo hizo imposible. Bien es cierto que luego aceptó ayudarnos. La placa de datos que Titus había tomado del tecnosacerdote hereje, y que igualmente adjunto a este informe, resultó llevarnos directamente a la culpabilidad del Obispo Iordanus Bruno, tras ser traducido por nuestra unidad Cerberus. Conforme a nuestras peticiones, la Arbitradora Maigrit había logrado un bloqueo orbital, pero el Capitán de la Flota estaba recibiendo presiones de la Eclesiarquía para poner fin al bloqueo. También la flota del Adeptus Mechanicus estaba tensa.
Justo cuando decidimos salir a intentar capturar al Obispo se presentó el Tecnosacerdote Austos Sann, pidiendo explicaciones de lo ocurrido. Finalmente al comprobar que parecía ser fiel, respondiendo este con sinceridad algunas preguntas, y como no existían pruebas en su contra, y nuestra posición era débil, aceptamos su ayuda, procediendo a bloquear toda salida de la catedral con las fuerzas del Adeptus Arbitres y del Adeptus Mechanicus. Al entrar en la catedral, consideré que la presencia del tecnosacerdote podía causar fricciones innecesarias, por lo que le dije que nos esperara fuera, y que nos diera un artefacto que pudiera grabar la detención del Obispo, lo que hizo. Intentamos detener a este, pero se resistió, y usó a otro siervo mecánico ogrette. En el enfrentamiento recibí una nueva herida al ser empujado por Arlesha con la intención de protegerme. Posteriormente supe que la Arbitradora Maigrit murió en el ejercicio de su deber. Finalmente gracias sobre todo a Titus la amenaza pudo ser terminada.
ANEXO UNO:
La placa de datos y la traducción realizada por Cerberus respecto a la misma.
ANEXO DOS:
Grabación del intento de detener al Obispo y posterior combate.
ANEXO TRES. EVALUACIÓN RESTO DE MIEMBROS:
- Arlesha: Dotada de unos conocimientos técnicos indiscutibles y valiosos. De probada lealtad. Ha sido una pieza clave en la misión. En el punto negativo es evidente que, en momentos puntuales, sobre todo relativos a la posibilidad de muerte, le falle el valor. Aconsejó retirarse incluso ya en la instalación que logramos destruir, antes de encontrarnos con el tecnosacerdote. Del mismo modo su temor le hizo darme el empujón que supuso sufriera graves heridas. No obstante todo lo anterior resaltó nuevamente su imprescindible colaboración y conocimientos, sin la cual no hubiéramos obtenido el éxito.
- Cerberus: Ha logrado realizar las reparaciones precisas, y su presencia ha sido indispensable igualmente, tanto al lograr traducir el disco de datos, como al lograr reparar la nave. En el punto negativo está tanto el sentarse antes que vos llegarais como ciertos intentos ridículos de demostrar profesar la Fe tal como la entendemos el resto de creyentes, en vez de limitarse a realizar su trabajo. Dicho lo anterior, sin él, tampoco se habría obtenido éxito alguno.
- Novicio Valerius: Aun cuando su actuación no ha tenido grandes aciertos, tampoco ha tenido grandes errores, y justo es decir que su compromiso de traernos la luz y palabra del Emperador, probablemente, ha hecho que la luz y fuerza del Emperador recaiga sobre nosotros, con lo que su labor en la misión ha sido la que puede esperarse de quien procede del Ministorum.
- Titus: La labor de Titus ha sido extraordinaria. A pesar de tener que señalar su obvia dificultad para ceñirse a las órdenes en momentos puntuales, su celo en la defensa del Emperador y sus compañeros ha sido encomiable, y su capacidad destructiva de los enemigos de la Fe ha sido clave para obtener la victoria.
INFORME DE MISION DE LA ACTUACION EN DONARIS, LUNA DEL PLANETA CEMENTERIO GRANITHOR, DEMARCACIÓN DE GOLGENNA, SECTOR CALIXIS, SEGMENTUM OBSCURUS.
Nombre: Titus Nihilius
Rango: Asesino del Adeptus Mechanicus
Misión: Interrogar a Yogos Macin, un contrabandista capturado en la luna Donaris.
Abordamos la nave llamada "Garra Veloz" que nos llevaró a Donaris, la luna de un planeta llamado Granithor, mundo utilizado como cementerio por la Eclesiarquía pero su luna era propiedad del Adeptus Mechanicus.
Nuestro Inquisidor, Globus Varaak, nos habló de los detalles de la misión. Había un tipo en aquel lugar, un contrabandista detenido por meter materiales tecnológicos para la creación de servidores en Donaris. Este contrabandista fue detenido por el Adeptus Arbitres pero tanto la Eclesiarquía como el Mechanicus pedían absoluta jurisdicción para interrogar y encargarse del prisionero. Viajamos al lugar con instrucciones de no alterar la hegemonía de poder entre los distintos Adeptus, así como ser diplomáticos y sutiles en nuestra labor.
Allá nos recibió la Arbitradora Maigrit a quién nos presentamos como el séquito de un Juez del Adeptus Arbitres, que sería Intius Varnias. Nos condujo a una sala donde discutían miembros del Ministrorum y del Mechanicus acerca de la situación. Al parecer ninguna de las dos facciones estaba realmente feliz de las exigencias de la otra y se notaba que los Arbitradores tenían una pobre capacidad de poner orden a la pugna de poder.
En ese momento se nos informó que el detenido había escapado de su celda. Constatamos de inmediato su fuga y logramos ver que había un enorme túnel en ella. Cerberus, Valerius y yo, junto a un enviado de cada una de las otras facciones fuimos a investigar a donde llegaba aquel túnel. Al rato llegaron Intius y Arlesha para apoyarnos justo cuando Servidores de combate nos atacaron, pero logramos abatirlos.
Después nos encontramos con una tribu de indígenas. Ellos temían y odiaban a los servidores, los que nos da de pensar que estas máquinas habían atacado antes a los miembros de la comunidad. Intius reunió información y proseguimos con nuestro camino.
Tuvimos un par de enfrentamientos contra bestias locales hasta que llegamos a un complejo. Ahí nos recibieron unos servidores que acabaron con el brazo de Cerberus-v3.0. y con una pierna del Novicio Valerius. Con ellos fuera de combate y yo muy herido, Intius nos ordenó preparar la lanzadera mientras toma la determinación internarse con Arlesha solos en las profundidades del complejo.
No me enorgullezco del todo de admitirlo, pero ignoré deliberadamente las órdenes del mi líder y les seguí de cerca para darles apoyo. ¿Mi defensa ante ese hecho? No podrían sin mí y unas pocas heridas no me alejarían de mi deber, además de que Cerberus podía con la lanzadera y el lugar era seguro.
Me interné detrás de ellos y les seguí sin que lo supiesen pues sabía que me dirían que volviese y eso significaba condenarlos a muerte y a toda la misión al fracaso. Ya teníamos a los herejes frente a nosotros, irnos implicaría que ellos escapasen.
Llegamos a un lugar lleno de materiales usados para la creación de servidores a partir de cadáveres y ahí estaba Yogos Macin, muerto y siendo convertido en uno. Seguimos avanzando a salas similares donde Arlesha e Intius demostraron no tener el estómago para estas situaciones, preparándose para abandonar, motivo por el que me relevé y les conduje a continuar.
Llegamos a una zona donde un computador muestra caracteres Mechanicus que por su velocidad me transmitieron una necesidad de apresurarme. Vi un posible camino, que debe ser abierto por la fuerza, por lo que descargué mi pistola automática sobre él suficientes veces como para abrir un camino por el cual entrar. Ingresamos en él y nos encontramos con una sala donde se estaban terminando a unos servidores de combate. Destruimos la maquinaria y avanzamos a la sala llamada "Control y Generarium".
En ese lugar un tecnosacerdote hereje controlaba todo, por lo que nos adelantamos para capturarle, pero fue más rápido y abatió a Intius con un disparo en el pecho. Le volé la cabeza con mi rifle, dándole muerte instantánea. Cogí las cosas que tenía y huimos cargando a Varnias mientras se acababa el tiempo de la autodestrucción del complejo activada e imposible de detener por nosotros.
Corrimos cargando a un inconsciente y moribundo Intius a través del camino hacia la lanzadera, cuando nos topamos en esta a un enorme servidor de combate, el más grande que haya visto en mi vida y que probablemente fue en vida un Ogrette de la Guardia Imperial. La lanzadera estaba lista y comenzaba a rugir para despegar.
Atraje la atención del ogrette al dispararle con mi rifle y permitir así que Arlesha se llevase a Intius a la lanzadera. El servidor de combate cargó contra mí pero logré esquivarlo, lo que hizo que se enterrase en el muro y parte de este le cayese encima. Esquivé nuevamente sus brazos de sierra y corrí a la lanzadera cuando mis compañeros ya estaban en ella. Disparé una última vez solo para comprobar que mis balas no le hacían ningún efecto.
La lanzadera se cerró y voló para escapar del lugar, que explotó con gran fuerza, provocando que fragmentos de gran tamaño nos golpeasen, lo que nos derribó finalmente.
Despertamos en la Enfermería del Arbitres de Donaris. La Arbitradora Maigrit se entrevistó con nosotros, donde le informamos de lo ocurrido y también nos dijo que nuestra tapadera había caído. Nos exigió evidencias y Arlesha mostró los códigos del Ordo que nos identificaron como miembros del Ordo Hereticus, séquito del Inquisidor Globus Vaarak. La arbitradora Maigrit me facilitó la placa de satos obtenida del técnohereje y nos prestó su apoyo para lo que siguiese.
Cerberus tradujo la placa de datos y en ella relacionaba al tecnohereje muerto, Teoma Roche, con el Obispo Iordanos Bruno de Donaris. Hicimos un plan para ir a apresar al Obispo, quien era la máxima autoridad de la Eclesiarquía en Donaris. El Arbitres mantuvo su bloqueo planetario a pesar de las presiones de los dos Adeptus implicados. Se rodeo el edificio del Ministrorum y partimos Intius, Arlesha, Maigrit y yo.
Nos encontramos con el Técnosacerdote Austos Sann, quién después de ver las evidencias, también se ofreció a prestarnos ayuda.
Llegamos a la catedral y entramos en ella escoltados por clérigos. Una imagen del Obispo nos dijo que se entregaría en paz y nos hizo pasar a su sancta-sanctorum, donde se reveló a sí mismo como un hereje que no se entregaría y liberó a un servidor de combate ogrette para acabar con nosotros.
Después de un duro combate en el que murió la Arbitradora Maigrit y quedaron inconscientes tanto Varnias como Rais, logramos acabar con el hereje y su servidor. Finalmente el Adeptus Arbitres toma control de la situación y de los cuerpos.
Se adjunta como evidencia tanto la PLACA DE DATOS obtenida en el complejo de creación de servidores como la GRABACIÓN DEL ENFRENTAMIENTO CON EL OBISPO IORDANOS BRUNO obtenido con una unidad pictograbadora facilitada por el Tecnosacerdote Austos Sann.
Apreciaciones de la Misión:
La pugna de poder entre ambos Adeptus en Donaris desató dificultades a la hora de desarrollar una investigación apropiada. A la luz de los acontecimientos, toma sentido la presión de la Eclesiarquía por obtener toda la jurisdicción del tema pues su líder deseaba ocultar su implicancia. Lo que queda sin atar es el mismo afán por parte del Mechanicus, por lo que recomiendo una investigación exhaustiva de las actividades del Tecnosacerdote Austos Sann. Su colaboración no prueba nada pues siendo él también un hereje, la caída del Obispo Iordanos Bruno podría servirle para desplazar la atención sobre sí mismo.
Recomiendo que se ponga atención en cualquier mundo donde se muevan tecnologías para la creación de servidores, así como a los ogrettes de la Guardia Imperial, pues un movimiento extraño en esos frentes podrían llevarnos a encontrar más operaciones de los Logitivistas y sus actividades heréticas.
Apreciaciones sobre el grupo:
Arlesha Rais: Su mayor aporte al grupo fue su templanza, prudencia y su compañerismo, aunque no destacó en ninguno de los otros campos. Le faltó voluntad, valor, devoción y precisión en el combate. Se nota que ha estado fuera del campo en un buen tiempo y se recomienda encarecidamente un entrenamiento todo lo duro posible.
Cerberus v-3.0: Un buen elemento, útil para todo lo relacionado con la tecnología como solo un técnosacerdote puede serlo. Se recomienda su entrenamiento en combate, único punto flaco en su desempeño.
Intius Varnias: Buen líder, con buena capacidad para el diálogo y la diplomacia. Tomó buenas decisiones con lo que tenía y no temió enfrentar al Caos con valor y estoicismo. Se recomienda más entrenamiento en combate.
Novicio Valerius: Inútil.
Fin del Informe
Informe de Misión:
Nombre: Vasdis Cuestinus (Valerius).
Rango: Novicio de la Orden de Maccabeus y Acólito de la Inquisición.
Misión: Diplomacia en Donaris, luna del planeta cementerio Granithor, Demarcación Golgenna, Sector Calixis, Segmentum Obscurus.
Detalles de la misión:
Nuestro Señor y Maestro, el Inquisidor Globus Varaak, nos envía a Donaris en una misión. Un traficante, Yorgos Macin, ocasionalmente confidente del Adeptus Arbites, ha sido capturado entrando material tecnológico para la creación de servidores en la luna de Donaris. Tanto la Eclesiarquía como el Adeptus Mechanicus desean interrogarlo en exclusiva. Una vez acabada la misión debe mantenerse el Statu Quo entre Eclesiarquía y Adeptus Mechanicus incólume. No debemos mostrar ser miembros de la Inquisición.
Apreciaciones Personales de la Misión:
La Arbitradora Maigrit fue nuestra anfitriona al llegar a Donaris. Líder del Adeptus Arbitres en el planeta, pareció distraída por algo en un primer instante. Nos guió hasta las puertas de su base donde dos grupos nos esperaban y descubrimos el por qué de la actitud de la Arbitradora. Los grupos eran, por un lado el Adeptus Mechanicus, con su líder el Tecnosacerdote Austos Sann y un grupo de Skitarii. Y por otro lado, el Adeptus Ministorum con su líder el Confesor Predicador Bernardus.
Tras unas tensas conversaciones tratando de convencer a ambos grupos de que el detenido fuera interrogado primero por el Adeptus Arbites y por nosotros – Intius Varnias tenía una acreditación falsa como Juez del Arbites – fuimos interrumpidos con la noticia de que el prisionero había escapado.
Acudimos a examinar la celda del reo. Alguien había hecho un enorme agujero desde fuera. Había tenido ayuda. Intius y Arlesha permanecieron interrogando a los miembros del Adeptus Arbites y el resto del grupo seguimos el rastro de huellas internándonos en el túnel, acompañados de un soldado de la comitiva del Adeptus Mechanicus y otro de la comitiva del Adeptus Ministorum.
Al rato Arlesha e Intius nos alcanzaron y nos explicaron que el preso no había huido, sino que había sido secuestrado a la fuerza.
Ya todos reunidos continuamos avanzando y sufrimos los ataques de Servidores alterados con implantes tecnológicos, y encima más partes biológicas. No fue el único peligro que nos acechó. También tuvimos que hacer frente a depredadores nativos de Donaris, y un grupo de indígenas que tenían un campamento en la zona. Los soldados de las dos comitivas que nos acompañaban cayeron en combate. Nosotros en cambio no.
Los indígenas no eran más que un grupo de infieles y aunque me hubiera gustado esparcir sus sesos por el suelo de la luna, Intius decidió que era mejor interrogarlos para no poner en peligro nuestra misión. Ciertamente he de admitir que su decisión fue sensata. Las respuestas que nos dieron y los sentidos de Titus, fueron las claves para que diéramos con la base.
En ella nos topamos con nuevos servidores modificados que volvieron a atacarnos sin mediar palabra. Finalmente dimos con Yorgos Macin. Le habían situado en unas máquinas para iniciar su conversión en servidor. Nuestro líder no se lo pensó dos veces y desconectó los cables para frenar el proceso. Pero era tarde.
Cerberus fue por orden de Intius a preparar una nave para salir de allí. Debíamos informar a las fuerzas del orden de ese punto de reunión de herejes. En la sala de lanzadera orbital sufrimos una emboscada. Un servidor de combate me cortó la pierna con una espada sierra implantada. Sentí mucho dolor y me desmayé por la pérdida de sangre.
Desperté un instante en la lanzadera justo cuando Cerberus comenzaba a pilotarla para sacarnos de allí. Luego caí inconsciente y desperté en la enfermería con muchos de mis compañeros. No estaba en condiciones de completar la misión. La arbitradora Maigrit se ofreció a acompañar al resto de la célula para interrogar al obispo responsable de la creación de los siervos.
El resto es historia.
Apreciaciones personales sobre los componentes del equipo.
Intius Varnias: Es un buen líder. Sabe tomar decisiones bajo presión y es un buen investigador al que si le das un hueso no parará hasta encontrar a su presa. La única pega es que valora demasiado las vidas de los hombres y mujeres a su mando. Si llegara el caso no sé si sería capaz de sacrificar a uno de sus hombres para cumplir una misión en nombre del Emperador.
Arlesha: Inteligente y de reacción rápida. Para investigar o pensar es muy buena. Pero un peligro para el resto en combate. En mi opinión no sabe situarse y quizá por el hecho de ser mujer distrae al resto del equipo que en ocasiones se han centrado más en salvarla a ella que en acabar con el enemigo.
Titus Nihilius: Un asesino perfecto. Poned en su mira a los enemigos del Emperador y acabará con ellos de forma rápida, limpia o no. Tiene buenas dotes y mantiene el control en cualquier situación. Si hay que usar la violencia es el candidato perfecto. Un fiel devoto del Emperador.
Cerberus: Poco puedo decir. Apenas intercambiamos unas palabras. Es efectivo y descifró la placa de datos que nos dio las pruebas para acusar al obispo. También pilotó la lanzadera que nos sacó de la zona de peligro. Cumple su cometido.
Final del Informe de misión.
Fecha: 045.811M41.
Asunto: Informe de la misión en el Donaris, luna del planeta cementerio Granithor.
Redactor: Unidad Cerberus v-3.0, Tecnógrafo al servicio del Adeptus Mechanicus.
Sobre la misión
Objetivos de la misión: Interrogar al contrabandista Yorgos Macin en Donaris, luna del planeta cementerio Granithor.
Información adicional:
Resumen de lo acontecido en la misión:
Intius Varnias fue nombrado líder de la célula inquisitorial y recibió una identidad falsa como Juez del Adeptus Arbites, que le permitiría acceder al prisionero. El resto de los miembros de la célula fueron asignados como acompañantes del Juez.
Se estableció contacto con el representante del Adeptus Arbites designado para tratar con la célula, la Arbitradora Maigrit. Ella condujo a la célula hasta la base del Adeptus Arbites, dónde se encontraba presuntamente el prisionero Yorgos Macin. Allí se encontraban además otros dos grupos que pretendían efectuar un interrogatorio al prisionero: la comitiva del Adeptus Mechanicus dirigida por el Tecnosacerdote Austos Sann y la del Adeptus Ministorum por el Confesor Predicador Bernardus. Intius Varnias trató de convencer a ambas comitivas de la importancia de que el Adeptus Arbites interrogara al prisionero en primer lugar. La conversación resultó infructuosa, pero pronto se demostró que además era innecesario puesto que el prisionero Yorgos Macin se había fugado.
El examen inicial de la celda reveló un orificio en una pared inequívocamente generado desde el exterior. Dicho orificio tenía un tamaño suficiente como para que el prisionero, u otro ser humano de un tamaño similar, pudiera haberse fugado a través de él. Además se descubrió que el orificio daba paso a un túnel.
Mientras tanto se reunió a los miembros de ambas comitivas en una sala y se efectuaron preguntas con el fin de hallar conexiones entre dichas comitivas y la fuga del prisionero. El interrogatorio no fue concluyente, y aunque no se podía descartar la implicación de ninguno de los miembros de sendas comitivas, tampoco fue posible confirmar su relación con la fuga del prisionero.
En un segundo examen de la celda se encontraron restos de sangre en lavabo. Tras un análisis minucioso se concluyó que la sangre pertenecía al prisionero Yorgos Macin y a otros dos individuos hasta el momento indeterminados. El rastro de sangre continuaba hacia el interior del túnel, de modo que el escenario más posible parecía ser uno en el que el prisionero había luchado contra sus presuntos libertadores.
La célula decidió revisar el contenido del túnel, siguiendo el evidente rastro de sangre, hasta ser emboscados por un servidor mecánico hostil. Los acólitos eliminaron al servidor eficazmente y concluyeron que se estaba llevando a cabo algún tipo de práctica herética consistente en combinar implantes mecánicos y orgánicos. Más adelante se encontraba un pequeño asentamiento de seres primitivos. El contacto fue amistoso y los seres primitivos estaban dispuestos a colaborar, de modo que indicaron el paradero de la base de operaciones dónde se efectuaban aquellas prácticas heréticas.
Tras un encuentro con criaturas autóctonas de la región, la célula se abrió paso hasta el lugar indicado por los seres primitivos. En su interior la célula fue de nuevo atacada por servidores mecánicos producto de las prácticas heréticas. La célula se hizo con la victoria aunque algunos de sus miembros resultaron heridos de gravedad. El cuerpo del prisionero Yorgos Macin fue hallado en el interior de la base, metido en una máquina destinada a convertirlo en un servidor. Las posibilidades de efectuar un interrogatorio eran nulas, sin embargo, los hallazgos debían ser comunicados al Inquisidor Globus Varaak lo antes posible.
Intius Varnias dio la orden de preparar una lanzadera para abandonar el complejo. La unidad Cerberus v-3.0 se encargó de pilotar la lanzadera. El complejo fue completamente destruido por una explosión justo cuando la lanzadera abandonaba el hangar, resultando ésta dañada. Se efectuaron los protocolos de aterrizaje de emergencia, pero la lanzadera terminó por estrellarse en algún lugar indeterminado.
La célula fue rescatada por la Arbitradora Maigit y todos sus miembros fueron conducidos al cuartel general del Adeptus Arbites de Donaris, dónde se trataron sus heridas. Los Acólitos consiguieron recuperar y descifrar una placa de datos perteneciente al Tecnosacerdote Teoma Roche. En ella se revelaba como el tecnohereje había estado trabajando en conjunto con el Obispo Iordanos Bruno en la creación de aquellos servidores de origen herético. Se decidió efectuar la detención del Obispo Iordanos Bruno.
La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de proyecciones futuras ni módulo de omnipresencia, por lo que no se le considera capacitado para otorgar información acerca del desarrollo de la misión a partir de este punto, puesto que no se encontraba presente. Para conocer información acerca de lo ocurrido en la misión a partir de este punto remítase a los informes de misión realizados por los demás miembros del operativo.
Sobre los participantes de la misión
Intius Varnias: La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de evaluación de personal, por lo que no se le considera capacitado para elaborar un juicio acerca de la actuación del acólito al que se hace referencia. Para conocer información acerca de dicho Acólito, remítase a la descripción objetiva de lo ocurrido.
Arlesha Rais: La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de evaluación de personal, por lo que no se le considera capacitado para elaborar un juicio acerca de la actuación del acólito al que se hace referencia. Para conocer información acerca de dicho Acólito, remítase a la descripción objetiva de lo ocurrido.
Titus Nihilius: La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de evaluación de personal, por lo que no se le considera capacitado para elaborar un juicio acerca de la actuación del acólito al que se hace referencia. Para conocer información acerca de dicho Acólito, remítase a la descripción objetiva de lo ocurrido.
Novicio Valerius: La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de evaluación de personal, por lo que no se le considera capacitado para elaborar un juicio acerca de la actuación del acólito al que se hace referencia. Para conocer información acerca de dicho Acólito, remítase a la descripción objetiva de lo ocurrido.
Unidad Cerberus v-3.0: La unidad Cerberus v-3.0 no dispone de módulo de autoevaluación, por lo que no se le considera capacitado para elaborar un juicio acerca de su propia actuación. Para conocer información acerca de la unidad Cerberus v-3.0, remítase a la descripción objetiva de lo ocurrido o, en su defecto, a los informes de misión realizados por los demás miembros del operativo.
El redactor firma el informe,
: Firmado, Unidad Cerberus v-3.0, Tecnógrafo al servicio del Adeptus Mechanicus.
FIN DEL INFORME.
Fecha: 045.811M41.
Asunto: Informe de la misión en Donaris, luna del planeta cementerio Granithor.
Redactor: Acólita Arlesha Rais, Agente del Adeptus Arbites.
Sobre la misión:
Objetivos de la misión: Interrogar al contrabandista Yorgos Macin en Donaris, luna del planeta cementerio Granithor.
Notas adicionales de la misión:
Desarrollo de la operaciones.
Una vez recibido el encargo desde la nave insignia del Inquisidor Vaarak, y tras el aprovisionamiento necesario partimos hacia la colmena de Escintilla mediante los medios habituales de transporte de la célula, desde donde viajamos hacia la órbita planetaria donde fueron comunicados los detalles de la operación.
Tras una semana de viaje por el espacio disforme, llegamos Donaris donde fuimos recibidos por la Arbitradora Maigrit y sendas comitivas del Adeptus Arbites como de la Eclesiarquía con armas suficientes para comenzar una reyerta, ambas reclamaban la custodia de Macin. El Acólito Varnias puso fin a la trifulca verbal mediante el uso de la autoridad conferida por su tapadera. Mientras nos dirigíamos a las dependencias del Arbites fuimos informados por un agente de rango menor de que una explosión había sido registrada en la celda de Macin y que el reo se encontraba desaparecido.
Una vez en la celda una observación inicial solo reveló un enorme orificio practicado en la pared más alejada de la celda, nótese que la investigación hasta este momento fue enormemente entorpecida por las dos facciones en pugna. Así el Acolito Varnias organizó una expedición a través del túnel en la que participaron los Acólitos Cerberus, Valerius y Nihilus equipados con material de comunicación apropiado así como un representante del tecnosacerdocio y de la Ecclesiarquia, mientras el Acolito Varnias y yo misma decidimos investigar el edificio del Arbites así como a sus agentes.
Las entrevistas realizadas a los agentes no arrojaron ningún tipo de luz sobre el caso, pero un estudio pormenorizado de la celda nos permitió descubrir restos de sangre y, mediante el uso de material forense proporcionado por la Arbitradora Maigrit, descubrimos que había varios tipos de sangre, la del reo Yorgos Macin, una sangre no identificada mezclada con algún tipo de aceite o fluido inorgánico y un tercer grupo no identificado.
Decidimos reunirnos con el grupo viajando a través del túnel a todas luces artificial, el cual conducía a una garganta natural, que servía como refugio del terrible clima de la luna. Durante nuestro avance fuimos emboscados por un servidor minero armado con sierras que hirió al Acólito Nihilus antes de ser destruido gracias a mi arma. Desde ese momento Nihilus fue destinado a la retaguardia. Seguimos por la garganta siguiendo unos rastros de orugas en el suelo hasta que se perdió. Vagamos por la luna hasta que nos encontró algún tipo de primitiva tribu local, su líder nos indico el lugar de un complejo donde se podían encontrar lo que interpretamos como servidores.
Seguimos sus indicaciones y en el trayecto uno de nuestros acompañantes fue muerto por algún tipo de depredador local con una capacidad de camuflaje impresionante. Al final del camino había un gran complejo, invisible desde el aire que parecía estar en uso y que estaba custodiado por torretas láser, a un lado del camino encontramos un cogitador con el que no pudimos interactuar. Las torres fueron destruidas por el fusil del Acólito Nihilus.
Una vez dentro del complejo pudimos comprobar que efectivamente era funcional y presentaba los medios y los materiales necesarios para la producción de servidores, la tecnología encontrada se basaba en un gran uso de las partes orgánicas al contrario que la tecnología habitual. Seguimos explorando el complejo y encontramos una lanzadera, en este hangar fuimos emboscados por varios servidores entre los que se encontraba uno construido a partir de un ogrette y armado con una gatling. Como resultado de esta refriega Cerberus y Valerius acabaron mutilados. Cerberus se recuperó rápido y pudo preparar la lanzadera como vía de escape, a Nihilus se le encomendó su custodia. Mientras, yo y el Acólito Varnias seguimos avanzando, ya que éramos los únicos relativamente ilesos. En las estancias posteriores encontramos toda un serie de horrores tecnomecánicos y cosas más siniestras de aspecto herético. En una de las mesas de operaciones encontramos el cadáver de Macin a medio convertir en servidor, destruimos toda la maquinaria que encontramos con la ayuda de Nihilus que había obviado sus órdenes.
Abrimos por la fuerza un cierre presurizado y en el interior nos encontramos un tecnosacerdote que luego identificaríamos como Teoma Roche que descargó su pistola bólter sobre Varnias, dejándolo gravemente herido al tiempo que el Acólito Nihilus lo mataba de un preciso disparo. Como resultado se activó la secuencia de autodestrucción que fui incapaz de anular, por lo que decidimos cargar al Acólito Varnias entre ambos y evacuar lo más rápido posible.
Una vez en la habitación de la lanzadera nos encontramos con otro ogrette con gattling, y a partir de este momento no soy capaz de recordar lo acontecido, por lo que las siguiente líneas están basadas en suposiciones, así conseguimos entrar a la lanzadera y escapar, pero la explosión del complejo hizo que nos estrelláramos, fin de la suposiciones.
Nos despertamos unos días después en la instalaciones médicas del complejo del Arbites de Donaris, fuimos interrogados por la Arbitradora Maigrit ya que la tapadera de la célula había sido descubierta por lo que tuvimos que revelar nuestro status de agentes de la Inquisición. Yo misma introduje los códigos necesarios para esto, para poder seguir adelante con la operación. Entre los objetos requisados al tecnosacerdote Roche se encontraba una placa de datos, descifrada por Cerberus, que implicaba al Obispo Iordanos Bruno en la adquisición de servidores manufacturados por Roche.
Varnias decidió hacer una visita al Obispo, fuimos acompañados por la Arbitradora Maigrit y el tecnosacerdote Austos Sann. Los agentes del arbites y del Mechanicus cubrirían las salidas mientras nosotros entrábamos. Dentro no encontramos resistencia inicialmente y encontramos una transmisión de Bruno en la que parecía arrepentido por los hechos anteriormente descritos, por lo que decidimos ir a su encuentro a la nave principal de la catedral, allí nos esperaba con un servidor ogrette armado con gatling y él mismo en actitud hostil.
Se produjo un tiroteo en el que Varnias fue herido por fuego amigo debido a una decisión táctica errónea por mi parte al intentar moverlo a un sitio a cubierto cruzando la línea de fuego de Nihilus, el cual eliminó rápidamente al Obispo Bruno de un disparo mientras los demás disparábamos sobre el ogrette sin demasiado éxito. Maigrit avanzó por uno de los flancos y unos segundos más tarde yo lo hice por el otro. Maigrit fue abatida y muerta por el fuego automático de la gattling, mientras nuestros disparos parecían no afectar al servidor. Avancé por la bancada, más expuesta, y fui alcanzada por la ametralladora y caí inconsciente. Segundos más tarde el Acólito Nihilus consiguió destruir al servidor (según el relato de mis compañeros Acólitos).
Cuando me desperté estaba camino a casa.
Apreciaciones personales sobre los componentes del equipo.
Initius Varnias: Su trabajo como líder así como manteniendo su tapadera fue extraordinario mostrándose decidido y receptivo a los informes de los miembros de la célula, si bien tras el disparo de la pistola bólter y del accidente de la lanzadera arriesgó demasiado, no estando físicamente preparado para el combate.
Cerberus 3.0: Sus enormes conocimientos técnicos como médicos fueron de gran importancia durante el asalto al complejo de Teoma Roche. Tras sus graves heridas permaneció, en un segundo plano al no ser capaz de colaborar con el grupo.
Hermano Valerius: Sus habilidades no fueron de gran ayuda a lo largo de la misión, pero su simple presencia permitió mantener el equilibrio entre ambos bandos de la luna compensando la presencia de Cerberus. Necesita desarrollar algo más de aptitudes tácticas. Sufrió heridas graves de las que parece que se está costando recuperar.
Titus Nihilus: Aunque su comportamiento hasta cierto punto indisciplinado es cuestionable, sin él y sus extraordinarias cualidades tácticas esta misión no habría sido posible.
Arlesha Rais: Decidí mantenerme cerca del Acólito Varnias a modo de escolta personal. Tomé ciertas decisiones tácticas erradas, y creo que estos defectos se podrán solventar mediante entrenamiento grupal de la célula. Añadir que la adquisición de nuevo armamento para futuras misiones mejorará mi capacidad táctica.
Resumen total de la actuación en la misión.
Considero la misión como un éxito moderado ya que pese a no ser capaces de interrogar a Macin eliminamos una herejía potencialmente peligrosa así como a un miembro de alto grado de la Ecclesiarquía corrupto.
Arlesa Rais
Fin del informe.
Arlan Hex. Itsua Cadian. Demonio. Hombre.
Nada de lo anterior permitía discernir en el despojo que un día poseyera nombre y alma algo de lo mencionado en la línea anterior. Ya no era Arlan. Ni Itsua. No era un hombre. No era un demonio. ¿Qué era entonces? La respuesta era lo que la Inquisición estaba tratando de recabar con infinita paciencia y exquisita crueldad en una tortura incesante e imparable, algo para lo que, quien un día fuera un psíquico, carecía de respuesta, pues él mismo lo ignoraba. Itsua vivía en una oscuridad eterna. Una oscuridad que era fruto de la pérdida de su visión no restaurada y fruto de la pérdida de algo dentro de él y que se atrevía a calificar alma, devorada por el caos y por el orden en rápida y elegante sucesión.
Sentía bajo los andrajos que cubrían harapientos su magro trasero la firmeza de un suelo metálico y frío, el suelo de una nave que lo conducía a su destino final, un destino que en el mejor de los casos concluiría con su muerte. En el peor, en una agonía infinita para purgar sus pecados. El Inmaterium lo rodeaba, lo sentía en su carne, en sus huesos, en todos y cada uno de los átomos de su cuerpo, y escuchaba el canto de sirena del Caos, del mal, de la herejía, llamándolo, atrayéndolo, seduciéndolo. Y aun así, se sentía incapaz siquiera de sucumbir a su llamada, a su canto feromónico en un océano de oscuridad a bordo de una endeble nave dispuesta a surcar tan procelosos mares con el único faro de la Fe en el Emperador.
Los restantes sentidos habían aumentado su umbral. El olfato hablaba de grasa de motor, sudor y orines, de acre metal oxidado, de mujeres, de miedo y vómitos, de sangre y heces. El oído mostraba los gemidos intermitentes, algunos procedentes de su propia boca, sonidos inarticulados y confusos, gritos declarándose culpable, gritos declarándose inocente, llantos y alguna risa marcada por la locura. Y en medio de todo ello el silencio y los rezos de la tripulación. El tacto le mostraba en el mapa de su propio cuerpo las heridas, las nuevas cicatrices, los huesos soldados, las vacías cuencas de sus ojos. Heridas viejas y nuevas. Unas en su lucha contra los enemigos del Emperador al que había servido lo mejor que supo. Otras fruto de su mal entendido celo y que lo habían conducido a hospedar a aquel que lo había conducido a su actual estado. Pero en todo ello, conocía la verdadera razón de su estado. El orgullo. Su orgullo lo había precipitado a la caída.
Y ahora, tras miles de infernales interrogatorios, donde las llamas del infierno habían sido reales y no simples amenazas, la negrura rodeaba e invadía a Itsua. Una pena negra lo devoraba, arañaba su alma y su cuerpo, mordisqueaba su cerebro arrancando todo poso de esperanza, eliminando todo rastro de sí, eliminando su esencia. Y en el marasmo de la nada, como un náufrago en una balsa en medio de un mar sin horizontes, cuando ya nada restaba de Arlan Hex, cuando Itsua Cadian había muerto, cuando ya no había lugar sino a la muerte, algo en el fondo de su ser pareció despertar. Una semilla germinaba en aquel erial que ahora era el psíquico, un brote se alzaba de entre las cenizas acunada por una voz lejana, acariciada por unas manos que sentía y no veía, bajo un sol imposible de ver, pero que era una promesa de vida y de futuro.
Y el hombre elevó sus hombros, alzó su cabeza y miró con ojos ciegos más allá de la oscuridad eterna en la que vivía. Era el momento de renacer, de rehacerse a sí mismo ahora que ya nada quedaba de todo lo anterior. Purificado por el dolor, el fuego, el hierro y la sal, el psíquico extrajo fuerzas de la flaqueza, alimentado por una creciente esperanza, reconstruyéndose como quien rehace su casa tras una catástrofe.
Atrás quedaban Bastión Serpentis y el horror y mancillación allí vividos, el dolor, el miedo, el horror y el más visceral de los temores aderezado por las dudas, las interminables purgas, las continuas ordalías, el pellizco del acero, el mordisco de la electricidad, la agonía de la mente, las preguntas, las preguntas, las preguntas... Y pronto atrás quedaría aquella nave, promesa de un nuevo y más ardiente infierno, un purgatorio donde se decidiría su destino. Pero para el nuevo hombre, cuyo reseco rostro mostraba una incipiente sonrisa, aquella no era sino una nueva etapa, un nuevo escalón en su servicio al Emperador y en la forja de su nueva identidad. Ya no era Arlan. Ya no era Itsua. Quizá ni siquiera fuera un hombre. Pero ya no había nada que pudieran arrancarle, nada por destruir, nada por eliminar. Ni por el Ordo ni por las fuerzas heréticas con las que habría de convivir por siempre. No era hogar o refugio para el Caos. Y lo demostraría, pues tan solo era un receptáculo de la voluntad del Emperador. Y así lo verían. Y así regresaría. Donde fuera.
ARLAN HEX:
- Tienes un total de 700 PX.
- Debes de reservar 500 de ellos, más tu último Punto de Destino, en adquirir el Paquete Avanzado: Exorcizado.
- Eso ocurrirá a lo largo del año 812, pues la mayor parte del 811 se consume en tu viaje al Sistema Solar. Serás sometido a un proceso de purificación extremo durante el año 812 en la fortaleza del Ordo Malleus en Encelado, luna de Saturno.
- Entre otras cosas, durante el proceso tu cuerpo entero será dolorosamente tatuado con plegarias al Emperador, provinientes de las páginas del Credo Imperial.
EXORCIZADO:
- La puntuación de Empatía del personaje se reduce a 10.
- Se pierden permanentemente 1d5 Heridas debido al tormento de los rituales.
- Se ganan 2d10 Puntos de Demencia.
- Ganas la mejora de +10 en la Habilidad Psinisciencia.
- Ganas los Talentos: Alma Oscura, Impávido, y Resistencia: Poderes Psíquicos.
- Eres inmune a la Conmoción y reduces la mitad la ganancia de Puntos de Corrupción ganados por cualquier fuente.
- Eres inmune a los efectos de mutación de la Corrupción.
- No puedes convertirte en un Vehículo Demoníaco. Si es posible que vuelvas a ser poseído, pero tu cuerpo no será un hogar agradable para ningún demonio, por lo que buscará abandonarlo en cuanto sea posible.
- No podrás tomar ningún Pacto Oscuro con un demonio, ni voluntaria ni involuntariamente.