- La operación quirúrgica de implantación de pierna derecha protésica cibernética a Tercio Veridio es un éxito.
- El joven habitante de subcolmena está ya consciente y recuperándose de la operación.
- Entretanto, una nave de peregrinos, arriba al sistema, por lo que Vladymir puede enviar una sencilla clave al Palacio del Tricorne en la Colmena Sibellus, en el planeta Escintilla. Una sencilla clave que significa: "Misión Cumplida".
- La respuesta astropática es que se han pagado los seis pasajes para vosotros en esa nave, la "Celo Justiciero", en su ruta desde Acreage a Escintilla.
- La investigación a fondo de los aposentos del Administrador fue frustrante, el lugar había sido limpiado a fondo de toda evidencia y de todo objeto de valor por el séquito del Administrador en su huida.
- El Escriba Janos y una escolta de doce Adeptos armados os escoltan hasta el espacio puerto, donde os espera una vieja lanzadera civil que os llevará a la órbita, a la "Celo Justiciero", una nave de peregrinos con destino Escintilla.
- Lleváis todas vuestras armas y equipo, y Tercio camina por su propio pie, aunque aún muy incómodo con su nueva pierna biónica, a la que todavía tardará algún tiempo en acostumbrarse.
"Demasiada parafernalia para mi gusto... Ésto de la escolta es muy llamativo. No ha habido más remedio que revelar nuestra identidad, pero aún así, la gente hablará..."
Pero no había tiempo para pensar en eso, ni opción de arreglarlo. Simplemente, debían subir en la lanzadera y salir hacia su siguiente destino. Y éso es lo que hizo Vladymir.
Tres días más en aquel planeta. Si no le pusiera nervioso la simple idea de estropear la pared perfectamente plana de los aposentos del Administrador, Xerxes habría hecho setenta y ocho muescas como un preso especialmente impaciente por recuperar su libertad. Su estancia en Acreage durante la misión se le había hecho eterna y tras cumplir con ella tampoco es que hubiera mejorado demasiado, pero al menos había tenido tiempo para empezar a escribir el informe con su autopluma.
Cuando finalmente llegó el día de partir se tomó una pastilla para lo que se imaginaba que le esperaba en la lanzadera y en la nave de peregrinos, que suelen ser muy devotos pero poco limpios. Luego, tras ponerse en marcha con una escolta formada por unos Adeptos que habían sido incapaces de descubrir la huida de Administrador a tiempo (y eso que había sido muy riguroso a la hora de limpiar su habitación y matar a un astrópata), se tomó una segunda. ¿Por qué? Porque que la escolta de alguien sea una panda de inútiles no es nada tranquilizador y si además esos ineptos te impiden vigilar tus espaldas por tu propia cuenta con sus enormes cabezas huecas, pues es mucho peor.
Una vez llegó frente a la lanzadera escrutó desde la distancia sus entrañas.
- Adiós- dijo mirando al suelo y con una voz que sonaba como si intentara arrancar una flema que se le agarraba a la garganta. Tras aquello entró, aunque de no haberle dado asco también se habría despedido escupiendo.
- Los Acólitos del Séquito del Inquisidor Globus Varaak, más el Aspirante Xerxes, suben a la lanzadera.
- Pocos minutos después, la lanzadera les lleva, de un modo un tanto incómodo y agitado, hacia la órbita de Acreage.
Hemos pasado unos días siendo atendidos por el Administratum en el edificio de la Autoridad Portuaria. Han sido días en calma para sanar nuestras heridas y en el que Tercio se ha comenzado a acostumbrar a su nueva pierna protésica. Es interesante verle y espero que con el tiempo obtenga mayores beneficios que inconvenientes por la cibernética de su miembro inferior.
Finalmente llega la nave que nos llevará a Scintilla y me alegro de eso, cosa que no se refleja en mi rostro como no lo hace casi ninguno de mis sentimientos. Abordo la lanzadera que nos lleva a la órbita de Acreage y me alegro de finalmente salir de ese charco de estiércol primitivo al que hacen llamar planeta.
No me ha gustado para nada la dinámica de los mundos feudales, donde unos pocos son poderosos y el resto son menos que incivilizados idiotas que se comportan como un rebaño de ovejas estúpidas. Bueno, ya no es mi problema pues me largo con mis compañeros y la próxima vez que un maldito ciego nos grite hablando de un brujo, no escatimaré en mis balas para acallarlo de una vez por todas.
Apenas había tenido tiempo de recuparme de la operación y probar debidamente aquella chatarra que me habían colocado, aunque es sólo una forma de hablar pues era la primera vez que la Inquisición no escatimaba en gastos por uno de sus Acólitos.
"Tú lo vales, Tercio - pensé.- Ni que lo digas..."
Todo esto fue antes de saber quién había pagado realmente los costes, claro está. Estaba claro que el Emperador velaba por mi, él me había salvado de una muerte segura, es cierto, pero la Inquisición podía velar un poquito por nosotros también, las cosas irían mucho mejor con una mínima inversión en sus recursos humanos... En cualquier caso, prefería deberle dinero a mis compañeros que deberles favores a otras personas, el dinero va y viene y es relativamente fácil de conseguir, los favores... bueno, los favores pueden tenerte atado de por vida.
- Debo daros las gracias, muchachos - dije una vez que estuvimos en la nave.- me sacásteis con vida de aquel agujero infecto... y veo que no os fue nada mal sin mi - sonreí, cada uno había recibido sus heridas aunque habían sido capaces de cumplir la misión con éxito.- Os prometo que os devolveré hasta el último trono que habéis gastado en esto - di unos golpecitos a mi recién adquirida pierna metálica.- Si es que alguna vez tengo la oportunidad de ganar algo de dinero... ¡Argh! ¡Me pica la pierna y no puedo rascarme!
- La lanzadera entra en el hangar de la astronave de peregrinos "Celo Justiciero".
- Desde allí los Acólitos son conducidos por miembros armados de la Frateria Militia hasta una enorme bodega de carga atestada de peregrinos.
- El ambiente hiede a humanidad, y a aire rancio por haber sido reciclado durante demasiados ciclos.
- Hay algunos grifos con agua, que parece estar racionada a dos litros por persona y día. El agua tiene un intenso sabor químico por los procesos de purificación.
- Los peregrinos se pasan la mayor parte del tiempo rezando fervorosamente, todos están ansiosos por llegar a la Colmena Tarsus en Escintilla para visitar la Catedral del Esclarecimiento, tal vez el principal centro religioso del Sector.
- Pocas horas después de que los Acólitos embarquen en la "Celo Justiciero" las cubiertas comienzan a temblar y a estremecerse con fuertes vibraciones, señal de que los propulsores de plasma están dirigiendo a la astronave hacia el exterior del sistema para poder saltar a la Disformidad. Sin duda la tripulación y el Capitán deben de tener prisa por entregar a los peregrinos a su destino. Por lo que parece las provisiones escasean, así que ese podría ser uno de los principales motivos.
TRANSCURRE UN DIA COMPLETO.
298.810M41.
- Repentinamente los bordes de todas las cosas parecen desdoblarse y multiplicarse y todo el mundo siente una sensación revulsiva de náuseas en el estómago.
- La nave de peregrinos ha saltado al espacio disforme conectando sus motores de disformidad y activando el Campo Geller.
// Salen de escena: Todos.
// Siguen en: Inmaterium, la Disformidad.
-No tienes nada que agradecernos Tercio, somos compañeros e hicimos lo que debíamos.
Fue la escueta respuesta del arbitrador cuando Tercio les agradeció haber pagado su pierna. En realidad había sido el Emperador quien lo había hecho pues todo lo que habían pagado les había sido concedido por Él durante la misión. Hasta en eso parecía haberles dado justo lo que necesitaban.
Intius se acomodó lo mejor que pudo para el viaje y al sentarse su cuerpo protestó. Aún seguían doliendole la paliza recibida, la pierna y la oreja.
Estás viejo para esto Intius.
Si hubiera tenido la oportunidad de servir así al Emperador hacía 15 años todo hubiera sido distinto, pero la cárcel y la edad lo habían oxidado. Ya no podía seguir el ritmo de los más jóvenes y sus escasas cualidades no servían de mucho para el trabajo de campo. Tan solo deseaba poder llegar a la base y entregar su informe. Después tendría una charla con su Inquisidor jefe.
En la otra escena no se puede postear.