Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Segundo.

Bastion Serpentis.

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19/11/2012, 21:50
Arlan Hex.
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La espera no había sido en vano. Aquellas tres largas jornadas habían permitido que Itsua se concentrara en la meditación, aislándose, trabajando firmemente en la voluntad a través del estoicismo, la inmovilidad y la vigilia, solo rota por breves incursiones al comedor para tomar tanna. No sentía curiosidad por los nuevos acólitos. Se descubrió a sí mismo en un deseo de aislamiento, de no estabñecimiento de lazos emocionales que implicaran la pesada carga del dolor ante la muete o desaparición. Coscarla había supuesto una dura prueba y las heridas de aquella experiencia estaban terminando de cicatrizar.

Era un psíquico y como tal un ente llamado al desprecio, alguien que evitar a ser posible, aguien que infundía miedo por su mera existencia y a un tiempo, el último en el escalafón. Era prescindible y lo sabía y aceptaba, con un fatalismo sencillo y sin rasgo alguno de generosidad. Era una pieza al servicio de quienes luchaban contra el caos y la corrupción que les rodeaba.

Las puertas del elevador se cerraron. Con una inusitada agilidad, Itsua se puso en pie tras sus largas horas sentado rígidamente en el suelo. Era la hora de comprobar si el último de los recién llegados arribaba y en qué estado.

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19/11/2012, 23:07
Servocráneo.
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SALA DEL ELEVADOR.

- Un rato más tarde, las puertas del elevador se abren y de su interior sale el oficial del Munitorum.

- En la oscura sala, iluminada sólo por un solitario servocráneo luminoso, aguarda el Acólito Hex.

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20/11/2012, 14:05
Tercio Veridio.
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"¡Oh! ¿Qué demonios es eso? - pensé, fijando la vista en aquel punto oscuro que no estaba allí hacía un instante.- ¡Ja! Parece que he encontrado un nuevo agujero en el techo ¡Bien hecho Tercio!"

Mis pensamientos rebosaban ironía mientras fijaba la vista en uno más de los incontables agujeritos del techo de mi celda. Estaba tumbado en la cama, con los brazos cruzados detrás de la cabeza tratando de... errr, bueno... en realidad no estaba haciendo nada, esa es la verdad.

- Creo que voy a morir de aburrimiento - murmuré en la soledad de la celda.

Era difícil de creer que hubieran pasado tres días, tres largos días de absoluta desocupación. Es cierto que mataría por un día de descanso y holgazanería, quizás vendiera a mi madre por dos días pero ¿Tres días? Maldita sea, eso no lo aguanta nadie. En resumidas cuentas, estaba que me subía por la paredes, y desde luego la sobriedad no parecía ser una buena opción.

"A lo mejor si le doy un traguito a la petaca de aquel tipo..." - pensé, recordando la exquisita calidad del licor.

Desde luego merecía la pena intentarlo, tanta inactividad me iba a acabar matando. Así que me levanté de la cama de un salto dejando los agujeritos del techo justo dónde estaban y habían estado siempre.

- ¡Qué os zurzan! - dije haciéndoles un jocoso corte de mangas antes de salir de la habitación.

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20/11/2012, 17:17
Arlan Hex.
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Itsua permaneció en silencio cuando las puertas del elevador se abrieron y de su interior salió el anónimo miembro del Munitorum. En la escasa iluminación del lugar no era consciente del efecto que sus ojos incandescentes como ascuas podían provocar en los otros. Y tampoco era capaz de percibir el estado en el que el potencial nuevo acólito llegaba. Aguardó paciente, como lo había hecho durante tres días, a que aquel extraño personaje diera muestras de cómo se había desarrollado su prueba ante los videntes.

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20/11/2012, 18:01
Xerxes von Braun.
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Las puertas del ascensor se abrieron y ante el espacio que descubrieron los ojos del Cuestor revolotearon inquietos por todos los rincones de la sala. Tras salir su mirada se perdió en las sombras que el servocráneo proyectaba a su espalda. Solo al final se detuvieron en la silenciosa y conocida figura del hombre que le esperaba.

- Hola- saludó en un tono tan seco como su garganta.- Voy al comedor- informó por si acaso le interesaba saberlo, aunque a Xerxes no le importaba nada si le acompañaba o se quedaba allí con su aire de misterio.

Y sin esperar respuesta echó a andar hacia el comedor intentando ocultar que andaba como si tuviese una afilada china metida en cada reluciente bota.

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20/11/2012, 19:20
Arlan Hex.
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Se limitó a asentir con un gesto fugaz y exento de emoción. El miembro del Munitorum no actuaba de un modo distinto a como lo haría cualquier otro ante un psíquico a lo largo del universo. Dejó que se marchara, pues en ningún momento le había pedido que le acompañara, de igual modo que él tampoco le había comunicado la prolongada vigilia de tres días a que se había sometido durante la espera a su llegada.

Cuando sus pasos se apagaron, comenzó a andar en dirección a las duchas.

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20/11/2012, 23:54
Bastión Serpentis.

- Hex y el oficial del Munitorum llegan al comedor procedentes de la sala del elevador casi al mismo tiempo que Tercio procedente de su celda.

- Varnias, Nihilius y Ostrogov ya están en el comedor, los dos primeros con sus cuadernos de estudio.

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21/11/2012, 15:44
Intius Varnias.

Mientras hacía su pequeño descanso en la memorización de códigos, apareció en el comedor el otro acompañante, que había desaparecido durante tres días. Se giró curioso hacia la entrada y miró al recién llegado, que venía acompañado de Itsua y casi inmediatamente pudo ver al joven Tercio aparecer también.

Bien parece que ya estamos todos.

Seguía sin saber interpretar muy bien los diferentes periodos de tiempo que cada uno había estado en las profundidades de las instalaciones y aunque tenía muchas preguntas se quedó callado esperando a que alguno de los tres veteranos dijera algo, si es que había algo que decir. Tan solo se limitó a saludar al compañero que había regresado.

-Me alegra verte.

No es que aquel tipo le resultara especialmente simpático, ni tan siquiera sabía su nombre, pero había llegado a pensar que no volverían a verlo y tan solo no se había convencido de ello porque parecía que Itsua lo esperaba cada día montando guardia delante del elevador, a no ser que montar guardia allí fuera su verdadera misión, cosa que desconocía. Tampoco tenía ningún motivo para quererlo muerto, así que su presencia allí no le resultaba molesta.

Espero que se haya tomado su medicación.

Todavía no se había olvidado de la escena del supuesto robo que había protagonizado unos días antes.

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21/11/2012, 15:51
Sargento Vladymir Ostrogov.

Vladymir saludó con un asentimiento de cabeza a Itsua y al nuevo. Parecía que todos habían salido de allí con buen pie. Suponía que éso era bueno, pues tendrían mayor número de manos (y de armas) para lo que fuera menester. Pero también era un potencial foco de problemas...

"Bueno, tampoco tienen por qué darlos. Emperador mediante, sin duda serán valiosas aportaciones..."

El vostroyano volvió a su comida sin decir nada, seguramente cuando hubiera necesidad, les informarían de su próxima misión. 

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21/11/2012, 19:16
Titus Nihilius.

Un poco de calma nunca está de más y realmente he agradecido la última taza de recafeinado que me ha dado algo más de energías después de tanto estudiar sin descanso. La verdad es que no me lo esperaba, jamás pensé que trabajar para la Sagrada Inquisición fuese estudiar como esos sabios del Administratum que se vuelven viejos de tanto leer. No me ha gustado y no disfruto de esta clase de desarrollo personal, pues a pesar de que nunca hago un trabajo sin hacer antes mi tarea, me considero más de acción que estar días encerrado con cuadernos de códigos.

Ahora finalmente llega el último miembro, que después de tres días recién vemos con vida. Había pensado que estaría muerto de seguro, aunque no me terminaba de convencer como es que la reunión con los videntes sería capaz de quitarle la vida a un tipo como él. Ahora entiendo que el desafío en los niveles inferiores no es una prueba que puede quitarte la vida, sino la cordura y la voluntad. Yo la tuve fácil, pero quizás alguien tan extraño y maniático como él no.

Sea como sea, aunque me da absolutamente lo mismo verlo vivo o no, es bueno saber que los llamados aquí no somos del todo incompetentes.

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21/11/2012, 19:45
Xerxes von Braun.

Nada más llegar al comedor el Cuestor fue directo a por agua, pero a mitad de camino se paró al escuchar el comentario del que podía ser tanto policía como presidiario. Lo miró con extrañeza mientras intentaba desentrañar el significado que había tras sus palabras. Xerxes no llegaba a comprender por qué se alegraba de verle cuando apenas le conocía. Es más, la gente que le conocía, precisamente porque le conocía, no se alegraba nunca de verle.

- Vale- respondió al final.

Y con aquel asunto solucionado siguió adelante y se sirvió un vaso de agua tras otro hasta que en el quinto sintió su sed saciada. Fue entonces cuando se sirvió un par de raciones de nutrigachas y se sentó en la mesa para dar buena cuenta de ellas.

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21/11/2012, 19:56
Bastión Serpentis.

- Transcurre un largo rato y todos dais buena cuenta de la comida.

- El oficial del Munitorum bebe agua en abundancia y come como si no hubiese comido ni bebido nada en tres días.

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21/11/2012, 19:58
Servocráneo.

Un servocráneo de vox llega flotando y transmite un mensaje pregrabado. Es la voz del Erudito Materium Asclates, Acólito del séquito del Gran Inquisidor Anton Zerbe, líder de la Cábala Tiranista del Cónclave Calixiano de la Inquisición.

++ Nuevos Reclutas. Si están escuchando esto significa que han superado la Predestinación Imperial. Enhorabuena.

Sé que han superado toda clase de pruebas de aptitud desde que el Agente Reclutador Schulz les reclutó hace meses o semanas. Sin embargo, les queda una prueba más por superar para convertirse en Acólitos noveles. Deben demostrar conocimiento de los códigos inquisitoriales del Cónclave en un examen.

Acudan a la sala de estudio en una hora. ++

La grabación termina y el servocráneo flota hasta un nicho en la pared, donde se queda inactivo.

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22/11/2012, 02:55
Titus Nihilius.

Veo y escucho al Servocráneo reproducir el mensaje para retirarse luego. He estado estos últimos días estudiando los malditos códigos y creo estar en condiciones de dar un buen examen, por lo menos con los más importantes bien sabidos, aunque con esta clase de procedimientos es poco lo que se puede confiar en la suerte.

Miro a Intius, que debe estar igual que yo de ansioso por salir de esta etapa aprobando el condenado examen. Luego miro al compañero sin nombre y no sé que hará pues al parecer no ha tenido tiempo de leerlos. Aun nos queda una hora, por lo que me meto de cabeza en mi cuaderno y comienzo a repasar los códigos que más me cuestan e ir priorizando para así poder aprenderme la mayor cantidad posible en el tiempo que tenemos.

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22/11/2012, 05:46
Intius Varnias.

Tras la comida la aparición del servocráneo y el mensaje que traía hicieron que Intius volviera a concentrarse en su cuaderno. Para él era importante superar aquella última prueba. Se había pasado tres días memorizando códigos así que creía estar preparado, aunque hacía tanto tiempo que no se sometía a ningún esfuerzo intelectual y de memoria que le hacían albergar ciertos nervios.
Titus también se enfrasca en el repaso de su cuaderno, aunque lo que le llama la atención es el poco tiempo que el otro tipo tendrá para memorizar todo aquello, al menos ellos habían tenido tres días.
El repaso es metódico y concienzudo, intentando memorizar todos los códigos uno a uno y haciendo hincapié en los que a priori le parecen más complicados, no quiere olvidarse de ninguno.

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22/11/2012, 09:39
Tercio Veridio.

No pude evitar sonreir al ver a los nuevos tratando de meterse en la cabeza toda aquella información, en general me resultaba divertido ver como otros trabajaban o como otros lo pasaban mal en este tipo de situaciones. Y más me valía entretenerme con algo, de otro modo creo que habría destruido el dispensador de nutrigachas ¡Malditas sean esas nutrigachas! Pero como estaba de buen humor hasta me comí un cuenco casi entero.

- Reservad fuerzas para después de la prueba, lo bueno viene después - les dije, por decir algo.

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22/11/2012, 17:29
Arlan Hex.

Tras ducharse someramente, Itsua se encaminó al comedor donde se encontraba el resto de inquilinos del subnivel. Se sirvió una taza de tanna y un palto de nutrigachas, el primero tras su período de ayuno de tres días. Se sentía purgado, física y mentalmente tras varias jornadas de meditación, y comió con apetito el plato que tenía ante sí.

Miró al grupo, consciente del silencio asentado entre todos ellos. Apenas se habían cruzado unas pocas palabras, banales en el mejor de los casos, mostrando la común reticencia a conocerse, a establecer lazos de comunión.

La cuchara se detuvo en el aire ante el mensaje de Asclates. Un recordatorio de otros tiempos, ya lejanos, y por los que ellos tres junto a otros ya ausentes debieron superar. Recordó los apuros pasados por Tauron, su dificultad para memorizar los largos códigos. La cuchara volvió a ponerse en movimiento y dio un nuevo trago a la taza de tanna poco después.

-No es como yo definiría a lo que vendrá después. Dolor, muerte y olvido -dijo con su voz cargada de aristas.

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22/11/2012, 19:19
Bastión Serpentis: Adepto Asclates, Erudito Materium.

La hora transcurre, y los tres nuevos reclutas inquisitoriales acuden a la sala de estudio donde aguarda el Adepto Asclates, que les hace entrega de un cuaderno con las preguntas y una pluma para señalar las respuestas.

- "Este examen comienza... Ahora." -

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22/11/2012, 19:21
Inquisición.
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TIRADA DE INTELIGENCIA:

- Tres días de ventaja: Nihilius y Varnias cuentan con un bono de +10.

- Analfabetismo: Si alguno no tuviese entrenada la habilidad Leer/ Escribir, recibiría un -20.

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22/11/2012, 23:54
Xerxes von Braun.

La hora del examen había llegado y aunque dolorido y cansado por la ordalía de los últimos tres días, se sentó frente al examen confiado en que estaba perfectamente preparado para realizarlo. Y es que aquello para él era algo normal, la rutina de buena parte de su vida. El conocimiento era su herramienta de trabajo, así era como había ingresado en el Munitorum. Y el más que correcto uso que había hecho de él durante los años le había permitido alcanzar el puesto de Cuestor y llamar la atención de la Inquisición.

Cogió la pluma que le ofrecían aun cuando Xerxes prefería su propia autopluma y tras leer con detenimiento todas las preguntas, comenzó a responderlas en riguroso orden.