Partida Rol por web

Kahte apretó la mandibula al ver la habitación y rapidamente metió la lenceria en su bolso, procurando que no lo viese nadie. Cuando cogió el anillo lo contempló, no era el de matrimonio...o eso creía. Ella era muy despistada para aquellas cosas. Finalmente metió el dinero y las llaves en el bolso y salió de la habitación.

Katharina, salió con mirada furibunda de la habitación. Evidentemente había algo que no la había gustado nada. Los ojos de la joven echaban chicspas pero salvo por eso y la mandibula tensa, no explicó los motivos de su enfado.

He encontrado unas llaves que creo que son de la casa del lago, y tambien algo de dinero y un anillo...voy a ver si hay algo más en el armario. Tía, ¿has encontrado algo?

Tras haber inspeccionado convenientemente el baño el doctor ya se dirigía hacia la cocina, su siguiente objetivo, cuando un bufido nada disimulado llamó su atención sobre la hermana de madame Pyro, suscitado en apariencia por una nota encontrada en el cuarto y que debía haber terminado de leer.

Decidió no importunar a la joven, que con los brazos en jarras dirigía unas palabras a su tía desde el umbral del dormitorio. Miró distraídamente el dormitorio, repasando el mobiliario con calma. No parecía un apartamento en el que hubieran vivido dos personas, o al menos no el señor Edd y una mujer ya que el mobiliario sugería la residencia habitual de tan solo un individuo, un tanto exiguo si debía tratarse de una mujer. Este pensamiento involuntariamento le llevó a fijarse en las dimensiones de la cama y avanzó hacia ella agachándose junto a su costado y tomando algo del suelo bajo ésta que examinó con interés.

Jonas observaba la escena desde la puerta del dormitorio. No consiguió ver allí nada que le llamara la atención sin embargo vió como Jack se agachaba a recoger algo junto a la cama.

Viendo el extraño comportamiento de la Señora Conneau miro la fotografía del Club Social: ¿Les conoce? -preguntó George a Bella Conneau. Tal vez alguno pudiera darnos alguna pista.

Posteriormente abro el escritorio. Tras eso entro en la habitación de la que ha salido la hermana de la desaparecida y pregunto a Oulard si ha encontrado algo interesante...

-¡Querida!- Contesta a su sobrina, viendo la cara de pocos amigos.- No pierdas la perspectiva de que es el apartamento de Edd... Me extrañaría encontrar ropa de Dionisia y no me sorprendería nada que la hubiera de otras mujeres.- Mirando el retrato una vez más, le comenta a su sobrina.- La verdad es que no. Hay muchas fotos de lo que parece ser un club de "caballero"... por llamarlo así, pero no sabría decirte si conozco a alguien.- Señalando la pared, comenta.- También hay un recorte de un periódico en el que sale una cuantiosa donación de Edd al Club de Golf. No sé qué periódico es ni de qué fecha. ¿Y tú? ¿Qué has encontrado que te ha mosqueado tanto?- Le dice a su sobrina, mientras le pasa una de las fotografías enmarcadas y coge otra para sí misma.- Anda, ayúdame, que mis ojos ya no son lo que era. Mira a ver si conoces a alguien.-

Entonces, es interpelada por el joven Inspector Durand.- ¡Ah! Pues... no sabría decirle. Todavía las estoy mirando.- Señalando levemente con el paraguas hacia el escritorio, le comenta.- Tal vez pueda usted echarle un vistazo al escritorio.-

Ciertamente no terminaba de entender la situación así que dije en voz alta a todos... -Pero entonces... ¿dónde vivía Dionisa Pyro antes de la mudanza? Aquí todo es de Edd...

Oh que curioso, reconoces en la foto a varios. 

Inicialmente ves a los primeros (repetidos)

-Scott Bradbury: Dueño de una cadena de hoteles en inglaterra y francia  ( dueño del gran hotel en este poblado)

-Archidíacono Brabazol:  Millonario del que habias hablar muy poco, pero apareció en el periodico en sociales en la boda de su hija. Una de las más hermosas y costosas del sur de inglaterra. Se dice que tiene dinero en venta de armas.

-Marcus Price: Segundo esposo de la duquesa de  Barrow.

En una única foto ves acompañado de los anteriores a

-Lord  Eduard Horton: Millonario, con quien sabes tienes cierta relación de sangre.

Creo que el último te sorprende más.

Aunque son varios los hombres solo reconoces las fotos de dos, y eso por las noticias sociales, ciertamente  tu tía debería saber más, se la pasa hablando de la gente rica:

-Archidíacono Brabazol:  Millonario del que habias hablar muy poco, pero apareció en el periodico en sociales en la boda de su hija. Una de las más hermosas y costosas del sur de inglaterra. Se dice que tiene dinero en venta de armas.

-Marcus Price: Segundo esposo de la duquesa de  Barrow.

Te sorprende ver que el señor Marchaud entra justo cuando recojes aquello del suelo: Es un  pañuelo femenino, con las siglas. D.P

Esta sucio y arrugado. Cómo medico reconoces cuando un pañuelo ha sido fuente de humedad (¿lágrimas?) aunque también tiene signos de haber sido usado para  limpiar la nariz.

Las muestras estan secas (*).

Jonas Marchaud entonces abre el armario y comienza a buscar.

Cuando entras a la habitación ves que el doctor Ourlard acababa de encontrar un pañuelo de tela femenino con las siglas D.P, que parece estar algo sucio. Te parece una pista curiosa, y realmente si es lo que piensas una prueba de que Dionicia Pyro estuvo aquí.

En silencio prosigues abrir el armario. Encuentras unas tres botellas de buen Whisky, ropa masculina deportiva, palos de golfs.

Revisas a fondo. Hay una caja con fotos de mujeres desnudas. y hay un pedazo pequeño de papel roto. La letra es extraña, parece una carta que  alguién rompio,  en la misma solo se lee la frase: "sólo te pido prudencia.." el resto de la carta no esta.

Notas algunas botas llenas de barro de un color ocre. No muy común.

Bella, al cabo de estar mirando un rato la fotografía, finalmente tomó una decisión drástica. Abrió su bolso y extrajo de él unos pequeños y útiles lentes para poder ver mejor de cerca. Situándose los lentes con delicadeza y tranquilidad, al momento de dirigir la vista de nuevo hacia la fotografía, no pudo dejar escapar un sonoro - ¡Oh!-.

-Parece ser que nuestro Edd tenía amigos influyentes y muy adinerados.- comentó Bella.- Si no me equivoco este caballero del bigote de morsa es Scott Bradbury, el dueño de una importante cadena hotelera. Tiene hoteles aquí y en Francia aunque, y no es por menospreciar a nuestros amigos francófonos, pero los hoteles de aquí tiene mucho mejor gusto. Sobretodo con las moquetas, los bordados son exquisitos.- Volviendo a mirar la foto, continuó - Y este... ¿no sera...?... ¡Vaya por Dios! Si es el propio Archidiácono Brabazol... No es trigo limpio, no. Aunque la boda de su hija fue de las más sonadas, todo el mundo sabe que fue costeada con la sangre de nuestros soldados en la Gran Guerra porque este... caballero, por decirlo de alguna forma... vendía armas a todo el mundo, y seguro que también a los alemanes. Por cierto... - añadió, recalcando que esto último era de vital importancia, mirando por encima de los lentes y totalmente seria- ... el vestido de novia era francamente horroroso.

Suelta ya la lengua, Bella aparecía como una cazadora implacable de la fauna social local.- Y este de aquí, el que porta el botón del chaleco desabrochado, este es ni más ni menos que el Sr. Marcus Price. ¿Conocen ustedes a la Duquesa de Barrow? ¿No? Pues muerto su primer esposo esta alocada noble no tuvo otro devaneo que casarse en segundas nupcias con este cazafortunas. Si el bueno del difunto Duque levantara la cabeza... Seguro que está dilapidando la fortuna familiar a costa de la pobre Duquesa. ¡Ay, Señor! ¡Que cabecita la suya!.-

Quitándose las gafas, y orgullosa de si misma y sonriente, Bella observó de lejos la fotografía como quien observaba un trofeo de caza. -En fin...- entonces, sin decir nada más le pasa una de las fotografías a su sobrina.

Finalizada la disertación sobre la fauna de la "jet set", Bella pasó uno de los retratos a su sobrina, dejando el pulgar tapando ostensíblemente el rostro de uno de los figurantes. Al levantar dicho pulgar, su sobrina pudo ver claramente el rostro de Lord Eduard Horton.

Parecía ser que su tía se había olvidado de comentar a uno... ¿o no?

Mientras las mujeres hablan te acercas al escritorio. Los papeles visibles poco y nada son de interés; recibos, correspondencia comercial, invitaciones a cenas de caridad.

Lo curioso es que hay un cajon, tratas de abrirlo, pero esta con llave... posible pueda tener algo interesante.

El rostro que tu tía te muestra es desconocido para tí.

Mientras Katharina sale bastante molesta del cuarto y va a la oficina donde ve a su tía mirando fotos y comentando lo "poco" que sabe de la gente. El doctor Ourlard sale del baño y se queda un momento en el dormitorio, donde el investigador Jonas Marchaud ha entrado y comenzado a revisar el armarío. Ambos hombres parecen estar muy callados, si encontraron algo no se sabe.

Mientras las dos mujeres cotorrean (o más bien la tía habla) el inspector Durand ha entrado a revisar los papeles del escritorio, por su rostro parece no ver nada importante, hasta que suena un sonido seco, propio de cuando alguien descubre un cajón, trata de abrirlo y descubre que esta cerrado.

Katherina alzó una ceja de extrañeza ante el gesto de su tía y sacudió la cabeza en gesto de negación.

—Teniendo un amigo hostelero, solo el cretino de Edd sería capaz de tener este cuartucho. ¿Han encontrado algo?—preguntó volviendose hacia los hombres y, viendo al inspector Durand forcejear con la cerradura puso los ojos en blanco con media sonrisa en la cara.

— ¿No sería más facil con la llave inspector?—preguntó con la picardía que da la juventud mientras  se acercaba al cajon para introducir la llave. Al pasar junto al sofa se dió un golpe con el pico de la mesa en el costado que la dejó sin respiración, debido al agudo dolor, y aunque reprimió el grito el golpe y los dos tonos que había bajado el color de su piel dejaron en evidencia lo que había pasado Dejeme probar