Partida Rol por web

Los campos de Golf de Foul Hole Wood, son hermosos terrenos cuyo pasto esta milimetricamente cuidado y que se divide en dos campos el de 9 hoyos, y el de 18 hoyos, para profesionales.

El campo de Golfs de esta localidad es famoso por los torneos nacionales e internacionales que se desarrollan en él.

Caminas hacia la puerta del campo de 18 Hoyos, desde el apartamento de Ed Pyro son menos de 8 minutos caminando. Puedes ver una casa elegante (entrada al campo)

Hay un sitio de parqueo de vehiculos, y varias personas que entran con sus equipos de Golfs. Cuando te acercas a la entrada ves el simbolo del Real Gran Hotel. Como supones, el mismo es quien administra estos terrenos.

El cielo estaba bastante nublado, algo por otra parte bastante normal en la campiña inglesa. Cuando se bajó del coche, Jonas noto las minúsculas gotas de lluvia en su rostro por lo que aligero más si cabe su paso pues con toda seguridad pronto llovería más fuerte.

Al entrar en la recepción un resorte en la puerta hizo sonar una campanilla. Su primera impresión fue el fuerte olor a añejo, proveniente probablemente de las estructuras de madera que albergaba el edificio.

Con decisión se dirigió al mostrador de la recepción y se presentó. – Buenas tardes, soy el señor Marchaud, representante legal de la Señora Pyro, viuda del Señor Pyro, el que fuera socio de este club. Quisiera, si es usted tan amable, que notificara de mi llegada a la persona al cargo del club en este momento.

Del mostrador sale un hombre de unos ¿70 años?, esta vestido de manera elegante pero deportiva. Le sorprende la presentación, pues es posible que no comprenda del todo algunas cosas, pero tras escucharte te dice:

Pues creo que ese soy yo. Dice el anciano un poco sorprendido por tal especial presentación. ¿En qué puedo ayudarle?

Jonas sonrió amablemente al anciano, por su expresión le pareció una buena persona, aunque sabía que no era sensato confiar en la primera impresión. – Mucho gusto. ¿Con quién tengo el placer de hablar?

Jeremias Bex  señor, administrador de este lugar,  Golfista, temeroso de Dios y al servicio de todos aquí, todo empleado que ve aquí me debe reporte.. dice un poco confundido. ¿digame en que le pudo ayudar?, ¿dijo que era representande de quién?

Como le dije, soy el señor Marchaud, representante legal de la Señora Pyro, viuda del Señor Pyro, el que fuera socio de este club.
¿conocía usted al Señor Pyro?

El hombre suspira. Oh claro, el señor Edd Pyro, solía venir con mucha frecuencia, amaba este sector, era un - suspira como si se guardara sus pensamientos- cliente asiduo, parecía que como buen millonario pasaba más tiempo en estas tierras que en su casa.

Caminó junto a tí y te mostró una fotografía donde se veía como un hombre entregaba a Edd Pyro un diploma de agradecimiento.

Hizo una donación al campo de golfs y gracias a ello el campo pudo comprar equipos y mejorar infraestructura. esa foto fue de hace un año, ¿quién se imaginaría que de repente moriría?... es un pesar.

 Sr. Bex, me da la impresión de que ustedes compartían una gran amistad, así que he de decirle que siento mucho su pérdida – dijo Jonás en tono sincero. - Sin embargo, también he oído rumores que apuntan a que Edd tenía algunos enemigos. Por favor – Jonas se posicionó delante de Jeremias interrumpiendo la marcha, y suplico. – Dígame si estos rumores son ciertos, no quisiera que la Sra. Pyro corriera su misma suerte.

Pues muchacho creo que ahí se equivoca, entre el señor Edd Pyro y yo solo existía respeto. Dice de manera amable. No era el tipo de amigo que el prefería, él era un hombre muy libre, bebedor incluso, y ciertamente prefería amigos ... más liberales...si me permite la expresión.

Dice de manera clara.

Le gustaba el golf sí, y su donación me sorprendió,  ciertamente le gustaba congraciarse con las personas por su dinero.

Lo mira pensativo y algo sorprendido.

No entiendo mucho lo que dice en relación a enemigos, por lo menos por estos lares, o en mi impresión no parecía tenerlos. ¿Podría decirme por qué dice que su esposa correrá la misma suerte?, ¿le ha pasado algo?

 No que yo sepa Sr. Bex,  pero me gustaría estar prevenido por si acaso. Por cierto, mañana tengo la intención de hacer una visita a la Señora Pyro ¿Quiere que le transmita alguna cosa de su parte?

El anciano se mostraba muy confundido. Disculpe usted, no conozco a la señora Pyro, por tanto no podría darle razón alguna, además tengo entendido que ella vino hace un mes y arregló las cosas del difunto, posible Frank, el caddie pueda decirle algo al respecto, yo no me meto en esos asuntos.

Comprendo Sr. Bex. En ese caso me gustaría ver a Frank lo antes posible. – Dijo Jonas presuroso a sabiendas de que no obtendría nada más de provecho de esta conversación.

Evidentemente el anciano estaba un poco confundido con tus preguntas, posible no comprendía mucho sus referencias. Te señala  el sector del campo y te dijo donde  estaba el chico. Te da una nota, para que el muchacho te atienda. Caminas por ahí viendo el paisaje.

Te orientas hacia la casa pequeña que hay en un sector. Ves a un joven de unos 17 años recogiendo pelotas  del lago con una red. Lógicamente te presentas y le das la nota.

Sí señor. Te mira confundido. ¿en qué puedo ayudarle?

Jonas se encontraba un poco desesperanzado y tenía la impresión de que había perdido el tiempo en lo que iba de tarde, sin embargo se dirigió al muchacho con aire decidido. - Hola Frank. Mi nombre es Jonas Marchaud. Soy representante de la Sra. Pyro, viuda del Sr. Pyro al que según tengo entendido usted asistía como caddie. Al parecer la Sra. Pyro estuvo aquí hace un mes, y desde entonces han ocurrido algunos extraños sucesos relacionados con su difunto marido. La verdad es que dada la reputación del Sr. Pyro ando un poco preocupado, y he pensado que tal vez compartiera en las tardes de juego alguna información con usted que pueda serme de utilidad para prevenir a Madame Pyro de cualquier altercado o consecuencia de sus negocios “oscuros”. Espero que no le moleste si le resulto indiscreto – Sonrio Jonas – Pero al fin y al cabo piense que el Sr. Pyro ya no se va a molestar con usted si me revela alguna intimidad.

El muchacho espera un poco y dice:

Es raro señor, La señora Pyro estuvo aquí como bien dice,  hace más o menos un mes, ella estaba buscando las cosas del señor Pyro. Estaba muy triste pues como sabe el señor murió, yo le dije que de él  no tenía cajón de objetos, sino que guardaba las cosas en su auto y bueno, el señor Edd Pyro dejaba el auto en el sector de parqueo del hotel. La acompañe hacia ahí, el carro estaba con el vidrio delantero roto. Ella saco unas llaves y revisó  el baul, no se que encontró pero lo cerrò rápido. Se despidió de mí, me dió dinero y se fue manejando el vehiculo.