Partida Rol por web

El camino de la Sombra

6. Eregion

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27/01/2023, 17:15
Amaltea

     Oyes gritos, dolor, mucho dolor. Cuerpos que caen sobre otros cuerpos, metal contra metal.

     La lluvia empapa la tierra y se mezcla con la sangre que ya había convertido en un barro sucio y viscoso el suelo.

     No te puedes mover, quieres escapar pero ni las piernas ni los brazos te responden. Algo te atrapa y te aplasta, te cuesta respirar y el agua golpea tu cara obligándote a cerrar los ojos. Gritos y más gritos que aturden tus oídos. Oleadas de odio hacia ti, hacia vosotros, hacia la vida misma empujan tus sentidos más allá de lo soportable y tu voz se une al griterío que todo lo llena. Quieres dejar de sentir...

     Abres los ojos y no hay ningún sonido, ningún grito. No llueve. Pero dentro de ti algo duele muy profundamente.

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27/01/2023, 18:01
Dírhael

  Oyes gritos, dolor, mucho dolor. Cuerpos que caen sobre otros cuerpos, metal contra metal.

     La lluvia empapa la tierra y se mezcla con la sangre que ya había convertido en un barro sucio y viscoso el suelo.

     No te puedes mover, quieres escapar pero ni las piernas ni los brazos te responden. Algo te atrapa y te aplasta, te cuesta respirar y el agua golpea tu cara obligándote a cerrar los ojos. Gritos y más gritos que aturden tus oídos. Oleadas de odio hacia ti, hacia vosotros, hacia la vida misma empujan tus sentidos más allá de lo soportable y tu voz se une al griterío que todo lo llena. Quieres dejar de sentir...

     Abres los ojos y no hay ningún sonido, ningún grito. No llueve. Pero dentro de ti algo duele muy profundamente.

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27/01/2023, 18:01
Ithildir

  Oyes gritos, dolor, mucho dolor. Cuerpos que caen sobre otros cuerpos, metal contra metal.

     La lluvia empapa la tierra y se mezcla con la sangre que ya había convertido en un barro sucio y viscoso el suelo.

     No te puedes mover, quieres escapar pero ni las piernas ni los brazos te responden. Algo te atrapa y te aplasta, te cuesta respirar y el agua golpea tu cara obligándote a cerrar los ojos. Gritos y más gritos que aturden tus oídos. Oleadas de odio hacia ti, hacia vosotros, hacia la vida misma empujan tus sentidos más allá de lo soportable y tu voz se une al griterío que todo lo llena. Quieres dejar de sentir...

     Abres los ojos y no hay ningún sonido, ningún grito. No llueve. Pero dentro de ti algo duele muy profundamente.

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27/01/2023, 18:01
Therusia

  Oyes gritos, dolor, mucho dolor. Cuerpos que caen sobre otros cuerpos, metal contra metal.

     La lluvia empapa la tierra y se mezcla con la sangre que ya había convertido en un barro sucio y viscoso el suelo.

     No te puedes mover, quieres escapar pero ni las piernas ni los brazos te responden. Algo te atrapa y te aplasta, te cuesta respirar y el agua golpea tu cara obligándote a cerrar los ojos. Gritos y más gritos que aturden tus oídos. Oleadas de odio hacia ti, hacia vosotros, hacia la vida misma empujan tus sentidos más allá de lo soportable y tu voz se une al griterío que todo lo llena. Quieres dejar de sentir...

     Abres los ojos y no hay ningún sonido, ningún grito. No llueve. Pero dentro de ti algo duele muy profundamente.


     Te está costando volver a dormir, sientes como si voces entrecruzadas sonaran con ecos dentro de ti pero no eres capaz de entender lo que dicen. Cansada te levantas intentando no hacer mucho ruido y ves a Ithildir haciendo guardia, como suele ser habitual. Su forma de dormir no deja de sorprenderte, duermen sin dormir y eso para que el resto del grupo descanse en una gran ayuda.

     No te dice nada, como es también habitual cuando entra en ese estado. Sabes que si hay algún sonido o presencia cercana se levantará en un instante, pero mientras podría pasar por un elemento más del paisaje. Quieres pasear un poco, despejarte y aprovechar el fresco de la noche para estirar las piernas y ver si eres capaz de acallar las voces, que ahora que tienes los ojos abiertos parecen haberse escondido.

     Caminas un poco, sin perder de vista la escasa claridad de los restos del fuego que además habéis protegido para que no se vea a la distancia. Bajo tus pies notas la piedra antigua, muy antigua y la continua sensación de pérdida, de soledad. ¡Ojalá hubieras conocido las maravillas que se levantaron aquí! Pronto vas situando, gracias a los escasos restos que aún puedes distinguir, una calle, un gran edificio, otro gran edificio, otro edificio aún más grande con múltiples salas, otra calle que va a una plaza... recuerdos atrapados en ruinas que solo tus ojos pueden ver. Paseas por lo que fue un pequeño hueco entre dos casas que recreas en tu cabeza, las tallas, las piedras perfectamente encajadas, las losas del suelo, una puerta oculta hacia un sótano... espera ¿oculta? No para ojos de un enano!  Te acercas con el corazón bombeando y bajo un manto de hierba alta ves claramente cómo una puerta ha quedado protegida por el paso del tiempo de la destrucción. Nada queda sobre la superficie pero ¿bajo ella?

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27/01/2023, 18:02
Yedra

  Oyes gritos, dolor, mucho dolor. Cuerpos que caen sobre otros cuerpos, metal contra metal.

     La lluvia empapa la tierra y se mezcla con la sangre que ya había convertido en un barro sucio y viscoso el suelo.

     No te puedes mover, quieres escapar pero ni las piernas ni los brazos te responden. Algo te atrapa y te aplasta, te cuesta respirar y el agua golpea tu cara obligándote a cerrar los ojos. Gritos y más gritos que aturden tus oídos. Oleadas de odio hacia ti, hacia vosotros, hacia la vida misma empujan tus sentidos más allá de lo soportable y tu voz se une al griterío que todo lo llena. Quieres dejar de sentir...

     Abres los ojos y no hay ningún sonido, ningún grito. No llueve. Pero dentro de ti algo duele muy profundamente.

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28/01/2023, 00:47
Therusia
Sólo para el director

Aquella presión... Aquella sensación... Era peor que cuando aquel troll se obcecó con matarla, lleno de odio hacía ella; igual que el ser que habían atrapado, presionando, amenazando con cosas inimaginables, vertiendo su odio sobre ella y extendiéndolo hacia aquel grupo que ahora ella quería como si fuesen de su sangre. Lo cierto es que había sentido tanto odio desde que salió de su hogar... pero algo peor se acercaba. El agua tratando de ahogarla, la peor muerte imaginable, carente de honor y llena de terror y sufrimiento. Los gritos... Aquel dolor...

Afortunadamente era un sueño, aunque demasiado real como para poder desecharlo y seguir adelante. El paseo la reconfortó, aunque como de costumbre, no estaba segura de si Ithildir se había dado cuenta o no de sus movimientos. Igual daba, pues estaba sola, y ahora que lo estaba y que las voces habían callado, llegaron las dudas. ¿Acaso no sería mejor aprovechar la oscuridad para irse sola y no llevar a un destino funesto al resto? La parte más orgullosa de la enana le hacía creer que ella sola podría lograrlo... pero la parte más realista sabía que no. Que la carga era demasiado grande.

Sabía también que aquella no sería en realidad una decisión noble, sino una egoísta, ya que privaría al resto de la capacidad de decidir por sí mismos. Y sin embargo, aprovechando que estaba sola, cosa que comprobó un par de veces, se permitió llorar en silencio unos instantes, abrumada por aquel torbellino que los arrastraba a la perdición... hasta que se dio cuenta de lo que estaba pisando. El descubrimiento de aquella ciudad perdida hizo que la oleada de dudas y pesar que había sentido pasase a ser otro ronroneo más de fondo de su cada vez más cansada mente. ¿Acaso aquello era un sueño? Aquella ciudad era magnífica. Podía verse incluso bajo aquel manto del tiempo. Sentía la piedra llamándola con la misma intensidad que si estuviese en su hogar, pero con una amargura que no se encontraba en ninguna de las hospitalarias mansiones enanas.

—Yncriff, ve a despertar al elfo...a Ithildir —Therusia apenas se atrevía a moverse del sitio, con un supersticioso temor de aquella puerta desapareciese si apartaba la mirada tan solo unos instantes por lo que pidió a su fiel amigo emplumado que fuese a buscar al grupo. Esperaba que entendiesen lo que el animal quería decirles— Guíalos hasta aquí

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29/01/2023, 18:08
Ithildir

El galadhel terminó su descanso antes de tiempo. Agitado y algo sudoroso por los turbulentos sueños que había tenido, ofreció al montaraz reemplazarlo con presteza.

Sus primeras horas de guardia transcurrieron con una cierta tensión, pues aunque intentara despejarse y pensar en otras cosas, cualquier sonido de la noche lo ponía en alerta y le hacía rememorar esos lamentables sucesos.

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29/01/2023, 20:43
Amaltea

Emití un pequeño grito apenas perceptible por los demás. El corazón latía desaforadamente y unas gotas de sudor Caín por mi rostro. Me pasé la mano por la frente para secarlas y acaricié a Caín, que tumbado al lado, me miraba con curiosidad y preocupación. Vi que Ithildir se había levantado y se encaminaba a hacer la guardia, dando el relevo al montaraz. Cogí el odre de agua y le di un buen trago para quitarme la sequedad y el nudo que tenía en la garganta. Volví a recostarme y traté de volver a conciliar el sueño, pero no podía. Más calmada, estuve pensando en los detalles de lo soñado, o por lo menos en lo poco que me acordaba. Solo había una cosa que se había quedado grabado a fuego en mi memoria: los gritos de agonía.

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30/01/2023, 12:34
Director

     Despertáis agitados, no sabéis si por un ruido o por los sueños que os han acosado durante el tiempo de descanso. Los rescoldos de la fogata os iluminan con tonos amarillos y pronto os dais cuenta de la ausencia de Therusia.

     Antes de poder articular palabra veis llegar agitando las alas a Yncriff que se posa en el hombro de Ithildir y le picotea la oreja y después le parlotea con sus tonos agudos que casi podrían llegar a asemejar a algún tipo de voz. ¿Therusia? ¿Puerta?

     Os sentís cansados porque la noche no ha traído la tranquilidad que necesitabais y ahora os faltaba una compañera.

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30/01/2023, 16:47
Ithildir

—¡¿Que qué?! ¡Therusia! —Ithildir mira hacia todas las direcciones—. ¡Compañeras! ¿Dónde está esa dichosa enana? 

Se giró luego hacia el cuervo. Lo observó con atención, tratando de mantener la calma, para que el ave no se espantase.

—Yncriff, ¿podrías guiarnos hasta ella?

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30/01/2023, 19:38
Amaltea

Ya estaba despierta, así que solo tuve que desperezarme y levantarme. Cogí mis cosas y vi que efectivamente la enana no estaba. Miré alrededor, pero no se la veía. Le indiqué a Caín que rastreara su olor para poder seguirla, mientras yo iba detrás intentando divisar el rastro dejado por las pesadas botas de Therusia.

-"Vamos, seguidme, creo que he encontrado un rastro." Les dije a los demás.

- Tiradas (1)

Motivo: Explorar

Rangos de habilidad: 3

NO: 14

Tirada: 3 + (1, 2, 5)

Total: 3 + 8 = 11

Fracaso

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01/02/2023, 18:23
Director

      Yncriff eleva el vuelo y se dirige hacia la oscuridad mientras Caín revisa alrededor del campamento y termina sentándose al lado de Amaltea que impaciente espera que siga el rastro que parece o no encontrar o no apetecerle alejarse del calor de la hoguera que ahora vuelve a arder con fuerza.

     Seguís a Yncriff que parece esperaros girando y girando para llevaros a una zona no muy lejana pero donde no llega la luz, allí podéis ver a Therusia paseando nerviosa y mirando al suelo

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01/02/2023, 23:13
Amaltea

Al final seguí al cuervo, dado que en la oscuridad no veía bien el rastro de la enana. tampoco Caín quería alejarse del fuego. Al llegar junto a la enana, miro alrededor, y me percato de que no hay nadie más allí. Me acerco despacio hacia ella, con cara afable... o todo lo afable que puedo poner.

-"Therusia, ¿estás bien? Nos habías preocupado al no verte en el campamento. ¿Por qué te has ido sin avisar a nadie?" Le pregunté con voz sosegada.

Notas de juego

¿Dírhael nos ha abandonado como lo hizo Ingolt?

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02/02/2023, 00:10
Therusia

—Pero si pasé delante de Ithildir —Therusia apartó unos instantes la mirada del suelo, para posar la vista en sus compañeros. La enana parecía nerviosa y algo sombría, pero nada preocupante— Daba por sentado que me había visto. Siento que os haya preocupado.

Cierto era que parecía dormido, aunque solía parecerlo sin estarlo, cierto era que, a -pesar de las apariencias, podía ser silenciosa como un hurón... pero que Ithildir no la hubiese detectado, pasando a pocos metros de él, era cuanto menos extraño. Quizás los rumores de los sentidos élficos eran exagerados. O quizás le pasase algo. La enana clavó los ojos en el elfo en lo que parecía una mirada curiosa, pero en realidad era preocupada. Conocía la historia de aquella tierra y estaba empezando a temer que le estuviese pasando algo como lo que le ocurrió a ella en el interior de las montañas. Después miró de nuevo a Amaltea. Therusia estaba sorprendida por las expresiones de susto y molestia de sus compañeros. No parecían haber sido despertados por Yncriff, sino estar en pleno ataque de pánico cuando el cuervo los encontró.

—Pesadillas— La explicación fue breve, pero no demasiado descriptiva. En realidad eran terribles pesadillas. Las peores que había tenido desde aquellos primeros días de recuperación en la casa de Arnulf, peores que de las que había hablado a Ithildir aquel día en la forja, pero eso no lo dijo— Necesitaba despejarme... y entonces vi esta ciudad. Y este sótano. 

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02/02/2023, 09:18
Ithildir

—Pues no, yo... —Ithildir parecía ahora descolocado, y hasta ruborizado por lo ocurrido—. No sé cómo pudo ocurrir, pero no te vi. Pero si debo decir que tuve algún sueño desagradable también, sobre mis parientes que hace tiempo vivieron y sufrieron en esta tierra. Ehm... ¿Estás bien? ¿Q-qué ciudad? ¿Qué sótano?

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03/02/2023, 10:07
Director

     Therusia señala un espacio en el suelo, algo más oscuro que el resto de hierbas que lo rodea y con cierta similitud a lo que sería una portezuela en el suelo por su tamaño y disposición. Es cierto que al fijaros veis que ese cambio en la vegetación sigue unas líneas demasiado rectas para ser algo natural.

     Dírhael mira a vuestro alrededor y una sombra cruza su rostro. La ciudad era Ost-in-Edhil, la Ciudad de los Elfos, arrasada por el Enemigo cuando perseguía el secreto de los forjadores de artefactos que aquí creaban sus artes.

 

 

 

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03/02/2023, 12:00
Yedra de Muérdago

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   Me despierto destemplada, con los huesos entumecidos aunque ya veo que está seco el suelo. ¡Ah sí! Sueños... en el tenue velo del mundo de los sueños donde las fronteras son más difusas. La tierra recuerda luchas del pasado.

   Pero el pasado es eso, pasado. Me levanto con un leve dolor, sólo faltaría pillar una pulmonía. Recojo de la mochila de hierbas esas que despejan los pulmones y echo un vistazo alrededor.

   Y veo que la jodía enana se ha largado a... yo qué sé, ah matar algún dragón o exterminar alguna colonia de orcos.

   Suspiro y me visto, ya recuperada y despejada.

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Notas de juego

Invocando herboristería para despejarme y hala, al siguiente mensaje.

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03/02/2023, 12:04
Yedra de Muérdago

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   Al poco rato viene volando el cuervo, del que sospecho que es el que más sentido común tiene de todo el grupo y me parece medio entender las palabra "puerta" ¿se habrá aburrido Therusia y se ha puesto a tallar un asentamiento enano? ¿Ha tropezado con unas ruinas aquí al lado? Pues vaya mierda de exploración que hice si me paseo por medio de las ruinas de una ciudad y ni me entero.

   Un griterío a mi oreja me hace constatar que el elfo de "guardia" ni se ha enterado de que se piró la enana. Para no dormir, lo de estar atentos no lo hacen tan bien algunas veces, me guardo los chistes de elfos y enanos para otra ocasión y recojo mis pertrechos.

   Amaltea comenta algo de un rastro, así que para empezar, ya desayunaremos luego.

   - Entonces en marcha, agarrar un par de galletas cada uno y mascando mientras caminamos, tú primera Amaltea, para no pisotear el rastro. -

   Tras algo caminar en el tiempo que precede al amanecer, aún oscuro, encontramos a la enana que estaba de picos pardos. Tras escuchar su explicación, miro el suelo y añado.

   - Pues vaya mierda de exploración que hice, si me pasee alegremente pegando brincos por medio de la base de una ciudad completa y ni mi enteré. -

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03/02/2023, 15:36
Therusia

—No es fácil de ver para quien no conoce la piedra— respondió Therusia intentando quitar importancia al ego herido de su amiga. Una parte de la enana le resultaba divertido ver a aquella jovencita refunfuñar. Yedra, en ocasiones, parecía tener el carácter de uno de los suyos en lugar de ser un humano.

Después de hacer un gesto abarcando los restos de la ciudad, la enana asintió sombría ante la explicación del elfo. El mal había campado a sus anchas por aquel lugar, estaba claro.

—Parece que fue una gran ciudad, con fuertes cimientos... y parece que algo resistió al ataque del enemigo. Esto— Therusia se agachó y tocó la hierba alrededor de la extraña puerta oculta— estaba oculto antes de que la ciudad cayese, creo.

Igual que el refugio de mi gente

—Quizás algo bueno sobrevivió allí abajo, oculto al mal. Aun no sé como logró entrar en el hogar del clan perdido o quien lo llevó, pero no tiene porque haber pasado allí— continuó tras unos segundos dudando—. Es tu gente, Ithildir. Deberías decidir tú.

Parecía que Therusia había logrado respetar al elfo de verdad, animándole a que tomase él la decisión de si hacían un alto en el camino para investigar aquella puerta o no. 

Notas de juego

Sí sale mal, le echamos la culpa, pero siendo Ithildir herrero, puede molar xD

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04/02/2023, 13:01
Amaltea

Me puse a mirar alrededor para confirmar las palabras de la enana y pude ver que la hierba configuraba extrañas figuras geométricas: cuadrados, esquinas... Estaba claro que aquí hubo en la antigüedad un asentamiento y lo que veíamos eran los cimientos de las casas o calles.

-"Apenas es perceptible." Dije en voz baja, escuchando hablar al resto.

La enana, en sí, parecía estar bien; aunque había tenido pesadillas, al igual que el resto. Este sitio o puede que el anillo que portaba Therusia nos hacía adentrarnos cada vez más en la oscuridad de las tinieblas...