Resumen de los objetos encontrados en la Torre:
* Libro de conjuros con 9 conjuros de nivel 1 y 5 conjuros de nivel 2. Conjuros:
Conjuros de nivel 1 (ARCANOS):
- IMPACTO VERDADERO
- TOQUE GÉLIDO
- CONVOCAR MONSTRUO I
- CAÍDA DE PLUMA
- CONTACTO ELECTRIZANTE
- VENTRILOQUÍA
- HECHIZAR PERSONA
- PROYECTIL MÁGICO
- MONTURA
CONJUROS Nº 2 (ARCANOS)
- OSCURIDAD
- MANO ESPECTRAL
- CEGUERA/SORDERA
- RESISTENCIA DE OSO
- TRAMPA DE LEOMUND
* Libro con conjuro de la 4ª Esfera "Reanimar a los muertos".
* Bastón de Eralion: Es un bastón +1 que permite lanzar el conjuro "Luz del día" a voluntad (foco el bastón, es decir, el cristal engastado en él), palabra de mando "Eralion". Permite lanzar 1/día el conjuro "Caída de pluma", palabra de mando "Gethrame". Ambos conjuros se lanzan como si el portador fuera un conjurador de nivel 9.
* 2 Brazaletes de plata: Brazaletes de +2 a la CA (armadura).
* Gorro de Eralion: Gorro de buena calidad y bella manufactura. Valor del gorro 20 monedas de oro.
* Daga Ceremonial: Daga de aspecto ceremonial, pero sin inconvenientes para ser usada como una daga normal. Daga de gran calidad (+1 al ataque por gran calidad, y como todas las armas de gran calidad, se puede encantar).
* Pergaminos: Exudan mal a un nivel muy intenso. Proporcionarán 1 nivel negativo a quien los lea, pues por suerte están incompletos, faltando parte del ritual para convertirse en Sombra que se ha perdido, probablemente transmitido directamente por Orcus a Eralion.
* Dragones (Filacteria): Dos dragones decorativos con un valor de 300 monedas de oro cada uno.
* 276 Monedas de oro
* 2007 Monedas de plata
* 1567 Monedas de cobre
* Ocho gemas (de 25 monedas de oro cada una)
* Juego de seis joyas - conjunto - (Tiara, Collar, Pendientes (2), Brazalete y Esclava-Pulsera de Dedo (Valor total 150 monedas de oro).
* Poción de longevidad: Un solo uso. El que la bebe reduce su edad en 1D10+10 años. Valor de mercado: Incalculable, lo que el vendedor sea capaz de sacar por ella. (PROVISIONAL).
* Ungüento de eternidad: Mantiene algo no vivo (cuero, papel, carne muerta) en casi perfecto estado de conservación. Por cada año pasado, para el objeto untado con el ungüento sólo pasa 1 día. Además proporciona +1 a todas las TS. Página del GDM (I) pág. 267
* Pergamino de "Esfera de Invisibilidad": Igual que el conjuro de su nombre. Página 239 del MdJ (I)
* "Valkyria" - Espada Larga de Shandril: Espada Larga +1. A primera vista, ésta espada no aparenta ser más que un arma ceremonial o quizá un arma druídica. Su empuñadura de cuerno la hace parecer poco apropiada para el combate y viene acompañada de una vaina rústica de cuero reforzado y sin adornos. Sin embargo, cuando la hoja se desenvaina, resulta evidente que la espada es una obra de una hechura exquisita. Toda la hoja está cubierta por runas de un diseño desconocido finamente grabadas. La espada exuda una especie de condición etérea que aquellos que la contemplan no alcanzan a comprender. Una vez sujeta, la empuñadura de cuerno se adapta a la mano de quien la blande, resultando cómoda y práctica para su uso. En presencia de una sacerdotisa de Freya o en un lugar sagrado para la diosa, despide un brillo cálido y suave que ilumina apenas unos pocos pies alrededor. El cuerno con el que fue tallado el pomo pertenecía a un ciervo sagrado sacrificado a la diosa para tal fin. Realmente, la espada fue forjada en otro plano y usada por una de las Valkyrias de Freya, de ahí su nombre. En el plano material es una espada +1. En cualquier otro plano o contra un ajeno (ya sea en el plano material o no), se convierte en una espada +3. Cualquier personaje de alineamiento bueno que blanda la espada tendrá una visión de la diosa freya, cuya intensidad variará en función de sus puntuaciones de Sabiduría y Carisma. Si el que la empuña tiene una puntuación de 14 o más en ambas habilidades, la visión será increíblemente intensa y será invitado por la propia diosa a unirse a su religión como clérigo (dando acceso a la clase clérigo "de Freya"). La espada proporciona un poder adicional a los/as sacerdotes/isas/clerigos/as de Freya. Una vez a la semana, el dueño de la espada puede contactar con la Valkyria que la poseyó originalmente. Se trata de un conjuro de comunión, pero el portador de la espada sólo puede realizar una pregunta/semana.
Tras volver del castillo abandonado y en ruinas, y tras haber registrado y conseguido el tesoro de Eralion, el fatigado grupo llegó de vuelta a Fairhill, donde fueron recibidos como héroes. Allí tanto los principales del pueblo, como el resto de habitantes trataron con deferencia y amabilidad a los valientes que les habían salvado de un desastre.
Curaron sus heridas, les alimentaron y escucharon emocionados los relatos que tuvieron a bien contar, relatos que luego serían contados y recontados, una y otra vez, probablemente cada vez más y más exagerados. Se organizaron sepelios por los héroes caídos, y se les incluyó en los rezos y recordatorios que el pueblo realizaba una vez al año por sus muertos más honorables.
Arlen, Shandril y el Capitán Baran mostraron una buena disposición, recabando toda la información que pudieron tras una extensa entrevista con todos y asegurando que, una vez resuelto el problema del ente, destinarían parte del dinero de su aldea a reconstruir los muros y establecer allí algún tipo de orden militar destinada a patrullar la zona e incrementar la seguridad de todos, aunque necesitarían financiación externa para hacerlo en poco tiempo y probablemente, fundar una orden de caballería o similar para ocupar aquel castillo. Surgieron varias ideas sobre ésto, y todas eran en principio, buenas para el pueblo.
Una vez descansados, los héroes de Fairhill, pues así se les conocía, fueron recompensados de la forma que mejor se pudo por el pobre pueblo. Los objetos traídos del castillo fueron identificados de forma "gratuíta" por un mago local, aunque se necesitaron varios días para ello a fin de recabar el material necesario para hacerlo. En realidad los costes fueron cubiertos por el Magistrado Arlen. Se les repuso la ropa sucia o rota, se les rellenaron botas con vino, provisiones de viaje de calidad y en general, se les trató con generosidad y respeto.
Shandril le entregó al grupo la espada "Valkyria", confiando que, tras el buen uso que le habían dado hasta ahora, siguiera sirviendo a la causa de su diosa en manos de tan nobles héroes. Quien la portaría era cuestión suya, ya que hasta ahora habían servido bien a la causa de Freya.
Pasaron los días, y pronto, los héroes, ya descansados, sintieron en sus venas la llamada de la aventura, una llamada que un aventurero no puede negar durante mucho tiempo....
Bien, en el primer post de éste epílogo podéis encontrar un resumen del tesoro obtenido tras registrar la torre de Eralion, así como el valor y los efectos de cada uno de los objetos. En OFF-TOPIC discutid cómo os los repartis, y una vez repartido, aseguraos de apuntarlo correctamente en vuestras fichas. NO DISCUTIRLO AQUÍ.
Aquí os pido un último post A CADA UNO como despedida de la partida, con lo que creáis apropiado escribir (mínimo os pido unas 6 líneas, pero seguro que podéis escribir más para despediros de la partida). Es decir, aquí es donde podéis poner un resumen de lo que piensa, siente, hace vuestro personaje desde que sale del castillo cargado de tesoros con el resto de compañeros hasta que llega a Fairhill, es recibido, acude a los entierros (o no), lo curan, lo llevan a identificar los objetos mágicos, descansa, se lava, etc....y finalmente, se va del pueblo destino a X para hacer Y....
La elfa acogió con agradecimiento todos los magnánimos gestos del pueblo de Fairhill. Cada vez que contemplaba, y recibía, la amabilidad de los distintos pueblos, gentes y razas, la calidez llenaba su cuerpo como una suave llama que no quema al tocarla con las yemas de los dedos desnudos. Esa llama se hacía más intensa conforme se alejaba de la gente, y le empujaba a nuevos lugares donde volvería a humear y chisporrotear suavemente. En la maravillosa Fairhill, compartió historias con sus habitantes, rió con ellos, los ofendió, la perdonaron y se despidieron, según ellos, demasiado pronto.
Ya en las puertas de Fairhill con un mapa nuevo en la mano, el carcaj y las provisiones repuestos, Lilith decidiría su próximo destino. Tenía curiosidad por sentir frío otra vez. Tal vez se dirigiera al norte. Más allá del Mar de los Hombres Muertos. ¿Por qué no?
Lilith se despidió con ternura de sus compañeros, uno por uno, y en especial de todos. No solía sentirse vinculada a ninguna criatura en particular. Sin embargo, por alguna razón, el haber compartido una aventura de tal intensidad con ellos le había hecho sentir un vacío en su interior que solo su recuerdo, o tal vez un contacto lejano, podría llenar en el futuro. Y, quién sabe. Quizás, en este vasto mundo, volvieran a confundirla con otro de sus aliados.
Habían pasado días desde su ultima batalla. Aun sentía todo el peso y el frió de la tumba, el dolor de aquel mago que su camino llevo a la eterna perdición, habiendo ahora encontrado por San Cuthbert la redención en la definitiva muerte.
Reflexiono sobre todo lo que se disponía en la mesa, lo recabado en el castillo. No era avaricioso, ni mucho menos, y trato de juzgar en los objetos que había en la mesa cuales serian peligrosos dejar de forma descuidada. Sin duda, todo aquello que contuviera el mal en si debía ser custodiado por Eco y Galdar, pues seguirían mismo camino hasta comunicar la llegada de Galdar a la orden de San Cuthbert.
Tomare todo aquello que pueda hacerse de ello un mal uso o desprenda en si un aura de maldad. Me llevare los pergaminos y el libro de la 4º esfera a fin de ponerlos bajo custodia de la orden de San Cuthbert, creo que es lo mínimo dado la destrucción y profanación que sufrió su iglesia en la fortaleza, y lo más sensato para evitar que caigan en buena manos.
Se acerco con parsimonia, sintiendo una leve vibración hacia la espada Valkyria... para sentir al tocarla, calidez, que devolvió acariciando la misma aun guardada esta en su funda.- Quisiera llevarme esta espada, siento hacia ella un gran afecto por algún motivo, me siento... en paz con Freya, cobijado por su ternura. -Por un momento, se percato de que se le estaban humedeciendo levemente los ojos.- Y si nadie esta interesado, la daga me podría hacer un buen servicio. En cuanto a todo lo demás, pergaminos y objetos, no estoy interesado. Solo repartir el dinero que hay recaudado a partes iguales para permitirnos volver el largo camino de vuelta que tenemos. Lo que sea para vender, podéis quedároslo y repartidlo entre vosotros.
Se volvió, con los ojos aun levemente humedecidos, hacia el resto del grupo, aun acariciando de forma inconsciente a Valkyria- Aun no ha acabado, y sigue habiendo un gran mal libre en el mundo. Nos ha costado caro llegar donde hemos llegado. Algunos habéis perdido amigos, descanse Ulthor. Que los cobije en su seno Freya y los tome por custodios San Cuthbert. Que sean martillo y manta, que sean vino y cebada.
Toméis el camino que toméis, siempre seréis bienvenidos por mi persona. -Inclino la cabeza levemente, en señal de respeto hacia todos los presentes.- Ha sido un honor Arlen, encontrarse con un hombre de vuestra valía. Y respeto lo aprendido por Freya en estos días, Sacerdotisa. Ira conmigo siempre igual que San Cuthbert. -Se inclino por entero hacia la sacerdotisa, en señal de respeto a su diosa.
Se retiro de la mesa hacia la silla más cercana, llevando consigo la espada de nombre Valkyria. No la guardaba con celo, sino que la llevaba como aquel que va de la mano de una madre, siendo este el niño de dulce esperanza.
Bueno, iba a poner de festejar el despedirse, pero lo pondré después de que se pidan los demás el resto de lo que les interese.
Aquella fue una aventura de la que solo se podía recuperar uno durmiendo. De hecho, llegaron a Fairhill a altas horas de la noche. Sin embargo, no fue un sueño reparador. Estragón fue asaltado por pesadillas que reflejaban la vergüenza por su cobardía. Shagar le llamaba mal hermano. Nagrod le llamaba gallina. Y Rata hacía las maletas y le abandonaba porque ya no era el mismo semiorco que había conocido cuando era joven.
Los siguientes días estuvo taciturno. Observó a lo lejos, en un segundo plano, cómo el pueblo se volcaba con las exequias de Hathol. Acrecentaba en él la sensación de culpa. Hathol obtenía mayor reconocimiento que un hermano del que ni siquiera disponía de un cuerpo que enterrar. Y allá fuera, en las montañas, Nagrod el Rojo continuaba esperando a que su hijo fuese a aceptar un desafío que le venía grande.
Pero tener las insoportablemente malolientes alfombras en su habitación de la Cocatriz Borracha obligó a Estragón a reaccionar y a tratar de volver a tomar las riendas de su vida. Pidió a Glarian que le preparase un baño, y aprovechó para usar gratis el jabón del establecimiento en las tres alfombras, frotando y frotando, hasta hacer salir la roña, y usando el tonel de la bañera para sumergirlas. Por supuesto, él no iba a bañarse.
Al ir a vender las alfombras al Mercado Central, se encontró con que de verdad eran tan valiosas como había supuesto, pero el mercader necesitaba tiempo para reunir semejante cantidad de dinero. Acordaron dejar al mercader las alfombras, y que ya se le enviaría el dinero a la Cocatriz Borracha cuando lo hubiese reunido, seguramente tras colocar alguna de ellas.
Resultó que el dinero llegó cuando Estragón estaba durmiendo, y con buena voluntad Glarian dejó el envío de la bolsa de oro en manos del resto del grupo, los cuales empezaron el reparto incluyendo la venta de las alfombras. Estragón se enteró de todo esto durante el reparto, cuando ya era tarde para decir que el dinero de las alfombras le pertenecía solo a él sin quedar como un agarrado egoísta. Calló y vió con dolor cómo esas monedas se repartían en montoncitos.
Otro momento importante del reparto fue cuando Galdar explicó qué eran los dragones y para qué servían. Una luz de inteligencia se encendió en los ojos del cocinero. Parecía una señal divina. Si él se quedaba con las filaterias, podría albergar en ellas las almas de su madre y su hermano... si es que algún día viajaba por los planos y lograba encontrarles.
Creo que me voy a quedar con los dragones. Sí, definitivamente me quedo con los dragones. He oído que hubo una civilización perdida de elfos en Cormanthor. Tenían magia muy poderosa, seguro que en alguna ruina podría encontrar un portal para viajar a otro plano... Ya lo estoy viendo: Estragón y Rata viajan a Celestia. Jurl, jurl, jurl, jurl...
El camino de regreso a Fairhill, después de tan intensas aventuras vividas, fue un suplicio para Sapo. Subido en su fiel Lentejuela, y con Shish enroscada en el fondo de uno de los múltiples bolsillo de su pequeña toga, el ilusionista era vencido pro el Sueño una decenas de veces. Lentejuela era una mula de confianza pero no podía decirse que fuera grácil. Cuando les recibieron en el pueblo con todo aquel alboroto el gnomo ilusionista no pudo más que huir despavorido de las multitudes para refugiarse bajo techo e intentar dormir.
Una vez descansado y a solas dedicó los siguientes días al estudio dl libro de conjuros encontrado, gastando parte del dinero del reparto en copiar los conjuros a su propio libro. Cuál fue su sorpresa al darse cuenta de que algunas páginas estaban mordidas y arrancadas de cuajo. Las marcas en las ajadas hojas se correspondían sin lugar a dudas con los enormes, amarillentos, y torcidos dientes de su vieja amiga. Afortunadamente para Sapo Lentejuela era una mula muy lista y sólo se había comido aquellas páginas el su amo no podría estudiar. Tanto tiempo pasaban juntos que ya conocían hasta sus gustos.
La despedida de Sapo hacia los demás no fue más que un levantar de cejas y un leve asentimiento de la cabeza. Es lo que tiene tratar con un ser aislado en su propio mundo. Le gustaba estar solo y no solía tejer lazos de amistad con nadie. De hecho, agradecía separarse del cocinero y su hermano, que descansara en paz, pues no le habían dado más que disgustos, malos olores y provocado diarreas. Eco y Galdar le generaban indiferencia, a pesar de que éste último le había salvado la vida cuando unos zombis casi lo devoran. Pero Sapo no se percataba de esas cosas así que no se sentía con la obligación de agradecer nada. La única reacción que tuvo ante una despedida fue con Lilith, pero fue más física que otra cosa. Cuando la vio de espaldas, con ese culito embutido en pantalones prietos, un pequeño bulto apareció entre sus piernas. Quizás Shish, traviesa, andaba jugueteando por las partes calientes.
Acabada su estancia en Fairhill, ¿a dónde acudiría ahora el gnomo ilusionista? Símplemente rehizo su equipaje de manera tan escrupulosa como siempre y dejó que Lentejuela decidiese por él.