Claire dió una vuelta en su silla giratoria, pensativa.
-Claire- Mmmm... el módulo de escudo de energía puede ser adecuado para mi o para ti porque tenemos baterías internas de alto rendimiento y dínamos preparadas para alimentar incluso un tanque durante un corto perioso de tiempo, pero Soma no tiene nada de eso, para cualquier modulo que use energía debe portar una bateria en su equipo, eso no es difici de conseguir pero tampoco puede ser muy grande por el tema del peso.
Podríamos integrar el módulo pero de otra forma mas... sutil. Puedo acoplar una bateria pequeña y hacer que la energía se proyecte solo a los bordes de las placas del escudo desplegable, de forma que se extiendan con la forma de un escudo mucho mas grande por si surge la necesidd de tener una cobertura instantánea.
La carga sería limitada pero haría del escudo algo mucho mas versátil sin apenas añadir peso o sacrificar dureza.
¿Que te parece la idea, Soma?.
Mientras Soma y Claire debatían, Chell podría rematar su proyecto sin problema alguno, trabajar con los dos brazos y un tercero con un soldador de alta precisión era infinitamente mas eficiente. Luego bastarían algunas medidas de esterilización y pulido asi como un envasado al vacío para dejarlo listo para la venta.
Para venerlo en el mercado normal necesitaría pasar un sin fin de homologaciones pero para venderlo en el mercado negro bastaría con adjuntar los planos de su arquitectura y sus especificaciones lo mas detalladas posible.
Al terminar ya era de madrugada, si Chell tenía algun plan mas, sería prudente realizarlo lo antes posible, sino, dormir sería la opción mas acertada, una vez vendido su artefacto, tendría el dinero para comenzar el ensamblaje del nuevo cuerpo de Valkyria.
La mejora que ofrece Claire consiste en un modulo que al activarlo (con cargas limitadas) transforma el escudo ligero desplegable en un escudo paves mientras este activo. Las ventajas serían +2CA adicionalmente a la CA del escudo base y cuenta como cobertura media contra ataques a distancia. Pero tambien se aplicarían las penalizaciones del escudo paves mientras está activo. El coste de dinero sería el mismo que el de un modulo nuevo para Chell: 500 cr. La duración serían 5 asaltos +1 por cada mejora del escudo base (al estar mejorado a +1 serían 6 en este caso) repartidos como quieras. Una vez gastados el escudo necesitaría recargarse en cualquier fuente de energía. Activar o desactivar este módulo es acción gratuita.
Chell, obtienes un corazón cybernético de alto rendimiento.
-Mmmm... ven al tercer piso cuando acabes, hay algunas habitaciones sin usar aun, elige la que quieras, a menos que quieras incluir al avatar del odio en la diversión en cuyo caso puedo ir yo a tu habitación, nyahahahaha.
¿Que pensaría Claire de lo que Chell se estaba planteando hacer con Shiro? ¿y Eva? ¿y el resto?. Lo que Shiro había propuesto era un paso mucho mas grande de lo que muchos se plantearían. Shiro era la única que de momento, aun pudiendo controlar sus propios deseos y necesidades había "elegido" hacer aquello, algo que el resto de avatares ni siquiera parecían haberse planteado.
El sentido comun decía que aquello era una absoluta locura y harto imprudente por muchas razones, pero tambien lo era enamorarse de una inteligencia artificial o fusionar tu conciencia con la de una entidad digital.
Tiempos difíciles para las personas conservadoras.
Mientras escuchaba a las hermanas hablar, me quede pensando en las opciones que se me daban, con una mano sobre el escudo y la otra en el mentón, asentí ante la idea que se les había ocurrido - Un escudo mucho mas grande sin la necesidad de sufrir por su peso o su dureza, suena como una buena idea - mencione mientras me quedaba mirando a la joven ingeniera.
- Muy bien, hazlo, toma lo que sea necesario y lo recogeré cuando este listo, también puedes tomar mi armadura y mejorarla, usa todo los recursos que creas convenientes, me quedaré con lo que quede - añadí mientras dejaba unos chips de creditos y el efectivo que había dispuesto con anterioridad.
- No veo razón para no invertir en vuestras ideas - concluí mientras dejaba que las jovenes se pusieran a trabajar - Yo estaré en mi habitación, hazme saber cuando este todo listo y me pasaré para probarlo - espete a Claire - Mientras tanto, iré a ver que sabe mi hermana de su poder y trataré de mostrarle como usarlo - explique mientras daba un par de pasos hacía atrás dispuesto a marcharme.
- ¿De acuerdo? - finalice mientras me quedaba mirando a ambas hermanas por si aún había algo que quisieran decirme, sino me marcharía del taller a pasar a buscar a Luna e ir a mi habitación.
Continuamos en el Acto 7: Credo
Al terminar, me sequé el sudor de la frente y retiré los guantes, puse a vender el corazón cybernético y respiré hondo sonoramente.
-Ya está, con ésto podremos ponernos a terminar el nuevo chasis para Valkyria.- Sonreí entusiasmada.- Pero mejor en otro momento; ahora tengo pendiente una charla con Shiro, te veo luego en la habitación... O no.- Les guiñé un ojo a ella y a Sarah y proseguí con salir del taller improvisado antes de que se enfadaran conmigo.
Subí las escaleras hasta el tercer piso y busqué una habitación con una cama amplia que estuviera limpia; cerré la puerta al entrar y me senté en la cama.
"¿Y ahora qué?"
Seguía dándole vueltas a cómo se podría desarrollar el encuentro con Shiro; y, en parte, no podía dejar de pensar en Alysa.
Suspiré y me dejé caer boca arriba en la cama.
"Solo es sexo" Me repetía en mi cabeza; no es que no estuviera segura de lo que fuese a hacer, solo no quería que los sentimientos por Alysa se entrometieran; quién iba a estar delante de mi era Shiro y se merecía toda la atención y el mejor trato.
Aunque suponía que podía haber elegido a cualquiera, iba a ser yo quien saciase su curiosidad; imaginaba que por ser su fiel seguidora. Igualmente, seguía preguntándome qué hacer una vez con ella allí.
Me quedé mirando al techo durante unos minutos eternos hasta que finalmente, me incorporé y bajé la intensidad de la luz para dar un poco de ambiente; no estaba segura qué esperaba Shiro de aquel encuentro, pero quería que tuviera una grata experiencia.
-Te estoy esperando gatita.
-Voy enseguida...
Aunque Shiro siempre parecía estar ociosa o simplemente divirtiendose espiando al resto, aquella respuesta sonó a que en efecto, estaba ocupada cuando Chell se puso en contacto.
Sin rastro alguno de ruido de pisadas o de cualquier otra naturaleza, la puerta se abrió y Shiro entró, cerrando la puerta tras de si.
Miró a Chell sentada en la cama, la mirada de la deidad era ahora analítica, pensativa.
-Parece que el encuentro entre el miedo y la compasión a ido bien, de hecho mucho mejor de lo que me esperaba, no sabía hasta que punto las personas fuerzan la compasión sobre los temerosos, a menudo, de manera irracional, con una indulgencia exasperante.
Caminó hasta una silla, la cogió, la arrastró al frente de Chell, la puso con el respaldo hacia delante, obligandola a abrir las piernas para sentarse. La ingeniera podía ahora extender el brazo y llegar a ella, pero crear un ambiente propicio para hacer lo que ambas tenían en mente iba a ser complicado, no por parte de Chell que había demostrado tener experiencia y ser flexible en la mayoría de sentidos. Sino por parte de Shiro, de alguna manera parecía indecisa, algo que jamás admitiría, si había un avatar engañoso y que nunca mostraba sus cartas, ese era el avatar de la curiosidad, incluso cuando podía darse por hecho que ella era la que mas cartas tenía.
-Quiero verte desnuda.
Espetó de pronto con un rostro completamente neutral.
-Quiero verte estando desnuda.
Corrigió, podría parecer que había dicho lo mismo dos veces, pero nada mas lejos de la verdad, el matiz lingüístico era apenas diferente, pero el significado cambiaba de manera radical. Hace apenas una horas, la propia Manami había dicho que estar enamorado implica sentirse desnudo ante la otra persona.
¿Pero era la experiencia del amor lo que buscaba Shiro? no parecía ser el caso, ¿una experiencia meramente carnal, física? tampoco parecía ser el caso, almenos no de forma exclusiva, entonces ¿que esperaba Shiro obtener de todo aquello? ¿que parte de su curiosidad era axactamente la que quería satisfacer?. Podía dar la sensación de que el objeto de aquella investigación, de pronto, parecía ser la propia Chell.
Shiro permaneció sentada en la silla puesta al revés, mirando fijamente a Chell cuando la ingeniera recibió en su interfaz un aviso de conexión directa con el cybercerebro de Shiro, un aviso que podía aceptar, rechazar o mantener en espera.
Apenas pude prestar atención al comentario sobre Daya y Strakh, me interesaba, pero había cosas más importantes que tratar.
Crucé las piernas y miré a Shiro a los ojos con firmeza; una de esas miradas que te atrapan y no te permiten apartar la vista de ella.
"Esto puede ser delicado."
-Antes de hacer nada, necesitamos hablar sobre ello.- Sonreí amablemente.- El sexo es sexo, pero todo depende de cómo lo veamos, de cómo lo sintamos.- Hice una leve pausa.- La lujuria tiende a ser el sentimiento predominante, pero eso no excluye otros. También, habría que tener en cuenta que es tu primera vez... Eso puede crear una carga emocional bastante... Curiosa.- Sonreí más ampliamente durante un instante, y me puse seria.- Exactamente, ¿qué es lo que quieres experimentar, el sexo, o el sexo por amor? Solo podría ayudarte en uno de los dos casos; no tengo sentimientos románticos hacia ti, lo siento, mi corazón ya tiene dueña; así que, ¿qué esperas de todo esto? Lo primero que debemos saber, es si estamos en la misma página, por favor, sé sincera.
No esperaba una respuesta directa por su parte, conociéndola, sería algo enrevesado y difícil de entender; aunque, seguramente, terriblemente sincera si sabías leer entre líneas.
No quería desilusionarla, pero era lo mejor para las dos, no era la conversación más excitante, pero era necesaria; me importaba demasiado Shiro como para que cambiase la relación o hacerla daño de alguna manera, no era una simple diosa, era mi diosa.
-Mmmhh...
Se levantó de la silla, volviendo a mostrar de cerca a Chell su extraordinaria altura, obligandola a ella a mirar hacia abajo y a la ingeniera a mirar hacia arriba para que sus ojos se encontraran.
-Ya no pareces tenerlo tan claro como en nuestra conversación en la azotea. Creí ser totalmente clara en ese momento, pero no pasa nada, me gustan nuestras charlas.
Permaneció de pie como dios que habla a sus fieles desde las alturas.
-Estas cometiendo el mismo error que la mayoría cuando nos conocimos, estas racionalizando lo que hago o en este caso lo que te pido, desde una perspectiva humana. Y yo no soy humana. Podríamos debatir durante horas acerca de qué somos los avatares exactamente, los humanos sienten la imperiosa necesidad de clasificar todo para sentirse mas seguros, para crear, almenos, una ilusión de conocimiento. Pero eso está fuera de nuestro alcance, de momento. Ni siquiera creo que todos los avatares podamos ser considerados la misma forma de vida, tal vez sí cuando solo eramos código en la red, pero no ahora, nuestras diferencias son... evidentes.
Dices que hay que tener en cuenta que es mi primera vez, pero no creo que eso tenga relevancia alguna, puedo experimentar el sexo de multiples formas, ya sea a través de la memoria de todos los individuos conectados a la red o incluso a tiempo real, sentir el extasis de cientos de personas al mismo tiempo que estan follando ahora mismo en muy diversas circustancias.
Al contrario que vosotros yo puedo "configurar" las sensaciones que puedo sentir sin necesidad de una experiencia real y tambien elegir si añadirlas a mi memoria o deshecharlas. En otras palabras, puedo elegir experimentar el amor o no, aunque de nuevo, decir que en este caso el amor es relevante no tiene ningun sentido, no para mi almenos. Yo misma considero que nuestra conexión es mas profunda que el amor romántico, porque tiene que ver con nuestra naturaleza, no con el apego, ambas cosas no tienen porqué solaparse ni entrar en conflicto.
A estas alturas te estarás preguntando "¿si puedes experimentarlo por ti misma a traves de la red, porqué me has pedido que nos acostemos?". La respuesta es sencilla, porque sois vosotros, los propios humanos, los que clamais que existe una diferencia entre una experiencia a través de 2.0 y una en 1.0. Algo relacionado con la autenticidad que no creo ni que vosotros mismos entendais del todo. Para vosotros las experiencias en 2.0 son simulaciones, mientras que las de 1.0 son las "reales", asignandoles un valor exclusivo y subjetivo.
Por supuesto nosotros los avatares no nos planteamos ese dilema, ambas experiencias son igual de reales dado que son meras interpretaciones de datos en un nucleo de procesamiento que puede ser tanto un cerebro como un procesador sintético. Y aquí es donde reside el fondo de la cuestión, la substancia.
Dió un paso hacia delante y con su diestra apenas rozó el rostro de Chell en una caricia.
-Cualquier otro avatar hubiera pasado por alto esa diferencia de opiniones, todos asumen que simplemente estais equivocados porque vuestra visión es límitada y solo entendeis la realidad en 1.0. Pero yo soy el avatar de la curiosidad, yo quiero saber en que os basais exactamente para otorgar mas autenticidad a una experiencia en 1.0 que una en 2.0. Incluso aunque piense que igual que el resto de entidades digitales.
El sexo es un tema especialmente controvertido, tus dudas lo corroboran, una aplastante mayoria de humanos piensan que el sexo en 2.0 y 1.0 son diferentes pero desde el punto de vista de un avatar esa diferencia no debería existir. Ahora tengo un cuerpo humano y lo necesario para experimentar el sexo en 1.0, tengo curiosidad por encontrar esa diferencia de la que tanto hablais.
Acercó el rostro al de Chell y poco a poco comanzó a invadir su espacio personal, dejando a Chell la cama como única salida.
-O puede que todo cuanto he dicho no sea mas que una sarta de mentiras para justificar que me siento celosa de esa puta de lujo con la que follaste en el Heaven´s Gate y ahora quiera pasarte al lengua por todos los lugares por los que la pasó ella para desinfectarte y sentir que eres solo de mi propiedad. Para asegurarme de que yo soy tu única diosa y sentir el placer egoista e infantil de la exclusividad. O para adelantarme a Alysa y asi sentir una victoria infantil y una superioridad estúpida sobre ella.
O puede que sea todo al mismo tiempo y todo sea fruto de la duplicidad presente en mi entre Carolina Feles y el dios digital de la curiosidad.
Puedes elegir por ti misma la motivación, si te cuento todo esto no es porque piense que deba justificarme ante ti y ni mucho menos darte explicaciones, sino porque creo que tú, de entre todas las personas, puedes llegar a entenderme y por tanto, ayudarme.
Su lado mas agresivo y tal vez oscuro salió a relucir al final del discurso, pero Chell había pedido sinceridad y almenos con ella, Shiro no parecía tener problema en decir lo primero que se le pasaba por la cabeza.
Shiro imponía con su exuberante altura; pero eso no impedía que siguiera firme mientras ella hablaba. Era consciente de que ella no era humana, pero también había visto como el mundo les influía poco a poco y de ahí nacía mi duda; incluso cuando las diferencias entre ellos eran tan palpables.
No sabía qué decirle, planteaba las preguntas y se contestaba ella sola, como si de un monólogo se tratase, o más bien como si pudiera leer a través de mi, era un libro abierto para ella.
Tenía los nervios a flor de piel con Shiro tan sumamente cerca de mi; podía notar su respiración fundirse con la mía durante unos instantes; pues, contuve el aliento al escuchar sus últimas palabras antes de morderme el labio y devolverle una mirada provocadora.
“Te ayudaré gatita… Claro que lo haré…” Pensé mientras una sonrisa crecía en mis labios.
-Todo claro.. Pero.. ¿Serás capaz de domarme o lo haré yo contigo?- Susurré y arqueé una ceja al mismo tiempo que acercaba aún más mi rostro al suyo, al punto de que nuestros labios casi llegaban a rozarse.
Acto seguido bajé lentamente la cremallera del body que llevaba, dejando a la vista mi torso desnudo; lamí sutilmente sus labios, agarré sus muñecas y la impulsé encima de mi en la cama.
-¿Y ahora qué motivación elijo? ¿La gatita va a tratar a su humilde servidora como se merece o voy a poder hacer lo que quiera con ella?.- Dije intentando sacar el lado más dominante de Shiro.- Veamos… Hay que empezar quitando esto...- Susurré al mismo tiempo que mis manos se deslizaron por su maravilloso cuerpo hasta su espalda, recorrieron la tira de su sujetador y lo soltaban para al final, retirarlo del todo.
Acto seguido, la volteé, quedando encima de su abdomen, desde allí tenía acceso a todo su torso; aproveché la situación para quitarme lo que me quedaba de ropa.
-Estás muy guapa así, a mi merced.- Sonreí con picardía.- Más de lo que imaginaba.
Agarré su rostro por la barbilla y me acerqué hasta quedar muy pegada a ella mientras mis dedos se deslizaban por el borde de sus braguitas, bailando indecisos si colarse por debajo o no.
-Ahora eres mi gatita.- Susurré aprovechando la cercanía.
No era capaz de borrar la sonrisa de mi rostro, no sentía la misma lujuria que con Yecum, pero estar con Shiro era una fantasía hecha realidad y podía notarlo en cómo la miraba en aquel momento, con desafiante deseo.
Giré su cabeza y pasé la lengua violentamente por su cuello hasta finalizar en un agresivo mordisco, sin llegar a hacer herida, pero marcando bien los dientes y relamiendo al final, después de separarme lentamente.
Me incorporé y con mi rodilla abrí sus piernas bruscamente, la coloqué entre ellas y apreté lo justo, con firmeza para que la notase bien y sentir su humedad traspasar la fina tela.
Mis manos atacaron directamente a sus pechos, masajeándolos y dando pequeños pellizcos en los pezones; su altura hacía complicado besarla desde aquella posición, pero dejaba mi boca a la altura perfecta para besarle el pecho; después, mordería con delicadeza sus pezones, no sin antes lamerlos bien.
Alcé la mirada hasta encontrarme con la suya y sonreí mientras lamía uno de sus pezones.
-¿Cómo vas?
Antes de que pudiese responder me había estirado para alcanzarla y poder besarla con pasión, enredando mi lengua con la suya; me separé lentamente, dejando un pequeño rastro de babas entre nosotras; acto seguido, metí dos de mis dedos en su boca, impidiéndole decir nada, hice que los lamiera y los dejara bien mojados.
La sonrisa seguía ahí.
Lamí la saliva restante de sus labios y volví a deslizarme hasta sus bragas, esta vez mis dedos no dudaron en apartar el tejido, acariciar delicadamente los labios, apartándolos para dejar más accesible el clítoris y empezar a jugar.
Comencé restregando arriba y abajo mis dedos, asegurándome de lubricar toda la zona, haciendo pequeñas intrusiones dentro de su vagina y cerciorándome de rozar su clítoris en cada pasada. Después, empecé a tocar su empapado clítoris, haciendo círculos con el dedo y aprovechando el roce de los demás; al mismo tiempo, me lamí dos dedos de la mano libre y se los metí acariciando el interior de su vagina en cada embestida.
-¿Te gusta o pruebo… Otras cosas? – Mis ojos no perdían de vista las reacciones de Shiro, mi único deseo en aquel momento era que ella disfrutase tanto como lo que me estaba prestando a mi hacer aquello
Justo despues de que Chell lamiera sus labios por primera vez, la ingeniera obtuvo la primera pista, el primer atisbo de la montaña rusa de extasis en la que estaban por embarcarse.
-No olvides cual es tu lu...
No terminó la frase cuando ya la había empujado a la cama, luego tras voltearla y colocarse encima, Chell comprobó que era el orgullo de Shiro el que se oponía a aquello, pero no su cuerpo ni su voluntad. Y cuando las caricias de Chell arrebataron el ostentoso sujetador de Shiro y se deleitaron con su esbelto cuerpo, solo pudo salir un gemido de placer de la garganta de la deidad. Un gemido que había tratado de mitigar en vano.
- N-nyaaahh...
Había algo con lo que Chell y la propia Shiro no habían contado: las orejas y los ojos rasgados no eran los únicos rasgos propios de un gato que Shiro había desarrollado, tambien compartía la excepcional sensibilidad en la piel de los felinos, que podían transformar una mera caricia en algo mucho mas intenso. Shiro probablemente no le había dado importancia dado que nadie la había tocado asi desde que comenzó su corta existencia, nadie mas la había tocado mas allá de las manos y apenas lo suficiente para pelear.
Pronto Chell se encontro con el hecho de que se estaba acostando con la criatura mas sensible con la que nadie se había acostado jamás. Una simple caricia, un lametón o un beso eran suficientes para anular cualquier intento de resistencia por parte de Shiro.
Cuando Chell volvió a dirigir su mirada al rostro de su diosa, vió una criatura completamente indefensa, cuyo orgullo trataba de resistirse por todos los medios, en vano. Su tez se había enrojecido de sobremanera, sus ojos estaban ahora ligeramente llorosos, su respiración se había acelerado en cuestión de segundos y no parecía capaz de articular palabra a medida que Chell seguía tocandola en zonas cada vez mas erógenas.
-N-no te pongas... e-engre... ¡nyaaaaahhh!...
No podía acabar las frases, Chell apenas había comenzado con la zona pelvica y Shiro ya había combulsionado varias veces por un orgasmo.
Su piel se puso sudorosa y sus uñas afiladas como garras se clavaron en la espalda de Chell, las de una mano encontraron el prostetico del tercer brazo de Chell pero las de la otra se clavaron hasta hacer brotar sangre, Shiro no podía controlar su fuerza ni sus gemidos.
Aquella experiencia no tenía absolutamente nada que ver con la velada con Yecum, casi parecía una violación deseada, una diosa ahora indefensa, a merced de Chell para hacer con ella lo que quisiera, casi no parecía importar dónde depositaba Chell sus caricias o qué zonas erogenas escojía, todas llevaban al mismo desenlace, un orgasmo continuado y una mayor hipersensibilización de la piel felina de Shiro.
Chell no pudo dar a basto con todo el dulce nectar que brotaba al lamer su clítoris, provocando sonidos obscenos cláramente audibles, pronto las piernas de ambas y las sabanas quedaron impregnadas, nunca nadie se lo había puesto tan fácil a Chell. Shiro no podía resistirse, aunque su orgullo lo demandase, solo podía gemir mientras su saliva se salía de su boca por la comusura de sus labios.
-...
Trató de responder a Chell, pero otro orgasmo se lo impidió, ahora su rostro extasiado, avergonzado, enrojecido e indefenso parecía querer resistirse a pedir mas, mas de todo, que no parase hasta que perdiera la cordura. ¿Chell ya no la respetaría despues de aquello? ¿la tomaría por una deidad débil y manipulable? aquellas preguntas atenazaban ahora a Shiro, pero no había lugar para la desesperación en una mente colmada por el extasis. Con aquella desconocida e inusual expresión en su rostro, Shiro tal vez fuera la criatura mas bella y tentadora que Chell había visto jamas.
-¡NYAAAAAHH!...
El gemido fue perfectamente audible fuera de la habitación cuando Chell introdujo los dedos, en ese momento, Shiro se aferró de nuevo a Chell abrazandola, clavando sus uñas sin miramientos y provocando un dolor que lejos de disuadir a Chell, le hacía querer seguir "torturando" a la deidad.
Aferrada de aquella manera y con los dedos aun en su interior, Shiro lamió el cuello de Chell y pronto encontró los labios de la ingeniera, tomando la iniciativa de un beso avasallador, introdujo la lengua en su boca y buscó lamer su lengua en un intercambio morboso de saliva que por alguna razón ahora sabía dulce y adictiva, un beso tosco pero tremendamente apasionado mientras la diestra de Shiro comenzó a bajar por el cuerpo de Chell buscando su entrepierna, en un intento tímido e inocente de contraatacar, de imitar las acciones de su devota.
Sonreía mientras me besaba, me incoporé y paré de golpe, empujando su mano contra la cama.
-Quieta, ¿quién te ha dicho que puedas hacer nada? –Arqueé una ceja.- No eres capaz de articular palabra, ¿crees que puedes hacer algo ahora mismo? Te toca portarte como la gatita que eres.
En aquel momento me daba igual tener un orgasmo o no, solo quería que Shiro disfrutase y experimentase todo aquel placer.
La sujeté con fuerza y la volteé, haciéndola quedar con el culo en pompa, una posición perfecta para retirar del todo su empapada lencería, dejandola al descubierto, expuesta para mi. Aprovechando la situación soplé suavemente en su clítoris, experimentando con su sensibilidad; estaba segura de que su reacción me iba a encantar.
Me puse detrás de ella y agarré con firmeza sus nalgas, las acaricié, deleitándome con el suave tacto de su piel; para al final, azotarla con mi diestra, un golpe seco.
-Vas a tener que apreder a comportarte, gatita.- Volví a azotarla.- ¿Te gustó lo que viste con Yecum? Ay… Pobrecita, te acercaste demasiado al sol.- Sonreí con picardía.
Mis manos se deslizaron desde sus nalgas hasta sus muslos y abrieron un poco sus rodillas; acto seguido me moví a un lado de ella, agarré su melena, enrendándola en mi mano y hundí su cabeza en la almohada, haciéndola arquear más la espalda.
-Así es como te tienes que poner para mi.
Volví detrás de ella y abrí sus labios, exponiendo toda su vagina, acerqué lentamente mi lengua y me quedé a escasos milímetros de ella, dejándola sentir mi aliento jadeante, haciéndola sufrir un poquito para que el éxtasis fuese mayor.
-Pararé si me lo pides, si eres capaz...- Introduje mi lengua solo un poquito, después lamí el exterior lentamente hasta llegar al clítoris donde comencé a lamer más violentamente, haciéndo círculos. Mis labios colaboraron con mi lengua, succioné su clítoris con delicadeza y marqué los dientes con cuidado de no hacerle daño, para continuar lamiendo sin parar. Poco a poco fui añadiendo mis dedos a la combinación, penetrándola agresivamente mientras más gemía y se retorcía de placer.
Cuando vi que la propia Shiro no podía más, paré delicadamente, me limpié los restos de fluidos de la boca y me acerqué a su rostro.
-¿Aprendiste? Ahora te toca a ti. – Sonreí ampliamente.- Si no lo haces bien, tendré que volver a enseñarte.
Le hice girar sobre ella misma, dejándola boca arriba de nuevo y me coloqué encima de su cara, espectante por cómo reaccionaría la gatita. ¿Habría acabado ya con ella?
Chell tenía razón, Shiro no podía responder, por mas que lo intentaba no podía. De una manera mucho mas dócil de lo que cabía esperar, la deidad dejó de intentar tocar a Chell y no opuso resistencia cuando esta manipuló su postura.
Para cuando Chell la obligó a alzar sus caderas y la llamó directamente "gatita", Shiro se quedó inmovil como si en efecto fuese una cachorrita a la que le habían agarrado del pellejo de la espalda, quedando totalmente a merced de su captor. Sin embargo, esto no era fruto de la obediencia, su conexión se estaba intensificando, Chell sintió como sus mentes se sincronizaban de la misma manera que lo hacían para ayudarla en combate y esta vez, las palabras de Chell estaban, literalmente, controlando a la deidad.
Cuando Chell agarró su melena, esta se expandió mucho mas allá de su mano, creando un enorme manto de pelo blanco que flotaba en ingravidez por toda la habitación. Al mencionar la palabra "sol" la ahora colosal melena se iluminó con aun mas intensidad, bañando a ambas con luz blanca. Algunos objetos, como la ropa interior y otros de poco peso, comenzaron a flotar por la istancia como si estuviesen en el espacio exterior.
El cuerpo de Shiro comenzó a cambiar, a fluctuar entre rasgos bestiales y humanos, entre mas la trataba Chell como a una "gatita" mas de estas fluctuaciones se veían, sus manos se convertían en garras y se cubrían de pelo, su rostro se bestializaba hasta adoptar el rostro de un gato blanco con unos colmillos colosales, para luego volver a su forma humana. Sus piernas tambien acabaron cubiertar de pelo a intervalos, amenazando con transformarlas en las patas de atrás de un gato gigante.
En ese momento Chell descubrió que tenía absoluto control sobre la deidad, la conexión entre ambas de potenció hasta el punto de que cada palabra, cada pensamiento era capaz de modificar la voluntad y el cuerpo de la deidad. Un poder aterrador, la fruta prohibida que el ser humano podía alcanzar robando a aquellos seres digitales absolutamente todo mediante una conexión lo suficientemente potente, el poder de un dios al alcance de la mano.
Cuando Chell volteó de nuevo a Shiro, su rotro ahora parecía sorprendido, atento y la vez catatónico. Miró a Chell fijamente con aquellos ojos rasgados y brillantes. Y sin decir nada, agarró con fuerza lo gluteos de Chell y mas obediente que nunca, zambulló su boca en su vagina, concentrada, deleitandose como quien se deleita con el mayor manjar jamás creado, absorviendo cada gota, la miendo cada centímetro como si fuese pura miel, imitando los movimiento de lengua de la ingeniera. Sin embargo, Shiro parecía en algun tipo de trance, atrapada en los deseos de Chell y en los suyos propios a la vez que mas y mas objetos cada vez mas pesados comenzaban a flotar por la sala, su melena blanca seguía extendiendose y cubriendo todo como en una enorme y fantasmagórica cuna donde ambas podrían estar juntas para siempre.
Nunca nadie, ni siquiera Yecum, había saboreado aquella parte de Chell con un sentimiento tan sincero, con semejante deleite y devoción, nunca nadie había sido tan genuinamente obediente. Chell había domado a Carolina Feles, a la Curiosidad, a Shiro. Y ambas habían descubierto cuan incuantificable era la potencial conexión que podía haber entre humanos y avatares.
Obtienes 20 px
Obtienes el nivel 3 de Mensajera de la curiosidad. Todo lo que obtienes a nivel 3 es a mayores del nivel 2.
Título: "Mensajera de la curiosidad" (nivel 2)
Obtienes +5 rangos a repartir en habilidades y +1 a uno de sus atributos. (+1 acrobacias +2 averiguar intenciones +2 inutilizar mecanismo Destreza 17)
Sincronía de avatar: Chell puede solicitar una sincronía directa con Shiro y beneficiarse de un aumento de todas sus capacidades durante un breve periodo de tiempo. Se activa como acción gratuita y otorga +2 a todas las pruebas de habilidad, ataque y a todas las salvaciones durante 5 asaltos/dia. Estos asaltos pueden ser gastados de manera individual a lo largo del día.
Título: "Mensajera de la curiosidad" (nivel 3)
Obtienes +1 punto de atributos adicional.
Sincronía de avatar: Chell puede solicitar una sincronía directa con Shiro y beneficiarse de un aumento de todas sus capacidades durante un breve periodo de tiempo. Se activa como acción gratuita y otorga +3 a todas las pruebas de habilidad, ataque y a todas las salvaciones durante 5 asaltos/dia. Estos asaltos pueden ser gastados de manera individual a lo largo del día.
Poder de la antigravedad (nivel 1 de 3)
A este nivel, Shiro le ha otorgado a Chell el conocimiento teórico para crear dispositivos mecánicos de antigravedad de diferentes tamaños y aplicaciones. Ahora Chell podrá aplicar este conocimiento a sus creaciones, esto incluye robots, módulos y armas. Las aplicaciones estan abiertas a interpretación. (Habla conmigo cuando quieras darle una aplicación concreta).
El vínculo con Shiro pasa a ser equivalente a un vínculo de sangre de nivel 2 de vampiro. https://www.oscurossecretos.com.ar/vinculo-de-sang...
Gemí incontables veces; mientras más lamía, más me retorcía de placer, jamás había sentido tanto placer con una simple lengua. Sentí cada uno de mis bellos erizarse, mi espalda arquearse al tiempo que echaba la cabeza hacia atrás, profiriendo un gemido lleno de éxtasis al llegar al culmen; agarré fuertemente la cabeza de Shiro adentrándola más aún en mi, que notase cómo había logrado llenarme de gozo.
-Así está bien.- Dije con la voz entrecortada, jadeando.- Espero que lo hayas disfrutado.
Me aparté y le di un tierno beso en los labios que finalizó con una sonrisa.
-¿Tus dudas está solventadas? Puede que haya sido un poco diferente de lo que has visto con Yecum, pero me pareció lo más apropiado para ti, tampoco es que te vaya a tratar así siempre. - Reí.- Hay muchas maneras diferentes de practicar el sexo, no a todo el mundo le funciona lo mismo; ahora bien, creo que puedas haber llegado a vislumbrar la diferencia entre el 1.0 y el 2.0 después de esto.- Sonreí con picardía.
Me levanté de la cama en busca de mi ropa para vestirme poco a poco, no tenía prisa. Había sido un encuentro fabuloso, nunca había llegado experimentar algo como aquello; observé a Shiro con una mirada llena de afecto durante unos segundos que parecieron un milenio; suspiré, mi cabeza no era capaz de comprender aquella maravilla hecha realidad, no era capaz de borrar la sonrisa de mis labios, aunque sutil, seguía ahí.
-Bueno, yo he saciado tu “curiosidad”, ahora te toca a ti, ¿no? Un trato es un trato.- Sonreí ampliamente.
Aún seguía recobrando el aliento al terminar de vestirme; acto seguido, me tumbé en la cama durante unos minutos esperando la contestación de Shiro.
Poco a poco, el cuerpo de Shiro fue retornando a la normalidad, su agitada respiración se fue normalizando y los objetos de la habitación a caer por su propio peso. Esa sería la primera vez que Chell vería a la deidad de la curiosidad tan cansada, esta se limitó a quedarse hechada y retozar entre las sabanas.
-Si, he encontrado varias respuestas y a la vez mas preguntas. En la red eramos dioses, podíamos vislumbrar hasta donde llegaba la influencia de cada uno de nosotros y donde empezaba la del otro, entidades y emociones claramete separadas y diferenciadas. Pero en esta realidad las emociones son caóticas, imprevisibles e influenciadas enormemente por un contexto dificil de determinar. Las experiencias son mas que diferentes, ni siquiera son comparables, lo que dificulta determinar cual tiene mas valor.
Reflexionó en un tono mas serio de lo normal, tal vez no tenía fuerzas para sus chascarrillos.
-Esta realidad no está hecha para nosotros o tal vez nosotros no estabamos hechos para esta realidad, es un lugar extraño que nos hace comportarnos de maneras extrañas que ni nosotros podemos predecir. Siento que cada dia que pasa dejo de ser yo misma para transformarme en algo que ni yo reconozco. Siento que no deberíamos estar aqui.
Esa sería a grandes rasgos mi primera conclusión.
Sus ojos giraron para enfocar directamente al cuerpo de Chell que poco a poco se volvía a vestir.
-La segunda es que... eres una pervertida, estoy sorprendida de que yo haya escojido como mi primera seguidora a una tia tan salida, ¿me pregunto qué pensaría Alysa si conociera ese aspecto de ti?...
Sonrió mientras dejaba su imaginación volar.
-Nunca pensé que te atreverías a hacer eso con mi cuerpo...
Suspiró y cerró solo un instante los ojos.
-Pero está bien, fui yo quien te lo pidió, nunca dejaría a nadie que me humillase asi por placer, pero haré de ti una excepción. Para bien o para mal, ahora nuestro vínculo es mas profundo. Y te doy las gracias por ello.
Esto conlleva ventajas para ti, ahora tienes acceso al conocimiento teórico de la antigravedad, mi poder único de avatar.
Lo cierto es que las pistas habían estado siempre ahí para el que supiera verlas, su forma de moverse sin hacer ruido y por cualquier superficie, su agilidad, sus saltos y acrobacias. Todo lo conseguía gracias a su físico sobrenatural y a su poder de evitar que la gravedad natural actuase.
-Este poder demanda mucha energía y tu cuerpo no está preparado para soportarlo directamente aun, pero puedes replicar sus efectos en artefactos. Las potenciales aplicaciones te las dejo a ti, en eso eres mejor que yo y seguro que tu hermana tambien tiene algunas ideas.
Sientete afortunada, eres la primera en recibir dicho conocimiento. Sigue complaciendome y fortaleciendo nuestro vínculo y te otorgaré el poder directamente cuando tu cuerpo y tu cerebro se hayan adaptado a él. Junto con otros... privilegios.
Ella se quedaría a dormir en esa habitación, en aquella cama ahora impregnada con el aroma de ambas, un recuerdo intenso pero dulce, tal vez sin quererlo, Chell había cambiado algo importante en la deidad, algo que cambiaría el futuro con la intensidad del efecto mariposa.
Me giré en la cama y me incorporé levemente, pudiendo así mirar directamente a Shiro mientras hablaba; sorprendida por sus palabras, solo podía observarla con una ternura única, con ciertos toques de tristeza; en cierta manera podía comprender todas aquellas dudas que le podían surgir a Shiro, había visto levemente cómo eran influenciados por este mundo.
-Creo que, todo ese caos, es lo que le da más valor al 1.0. Tienes que tener en cuenta que en la red no estabais expuestos de la manera que lo estáis ahora a toda la influencia que aporta el mundo y ser humano; aunque, no fuese algo esperado, es normal que el ambiente modifique al individuo en mayor o menor grado; y para nosotros, las emociones y los sentimientos están entremezclados en un popurrí un tanto indescifrable. Para la mayoría de las personas, incluso habiendo vivido con este caos desde el inicio de sus vidas, pasan años y años hasta que aprenden a gestionar emociones, incluso hay algunos que no lo logran. Para nosotros es difícil, pero imagino que para alguien que solo ha tenido que gestionar una emoción desde el inicio de su existencia, llegar y encontrarse con semejante amalgama de sentimientos, que antes eran “desconocidos” para uno mismo, debe ser muy difícil de comprender. Sobre todo, teniendo en cuenta que por orgullo, ira, alegría, y muchas otras, nuestros actos cambian, es más normal de lo que piensas, solo que no estás acostumbrada a sentir nada de todo eso.- Acaricié levemente su cabeza y deslicé mi mano por su pelo.- Si estáis aquí es por algo, las cosas no pasan por nada…
Alcé la vista al techo y me recosté a su lado en la cama al mismo tiempo que una sonrisa burlona se esbozaba en mis labios.
-¿Me dirás que no lo has disfrutado?- La miré de reojo un poco avergonzada.- Bueno… Ya te dije que cada persona tiene diferentes gustos…-Carraspeé.- Igualmente, nunca oculté lo “pervertida” que soy…-Hice una leve pausa - Con Alysa creo que las cosas serían muy diferentes…- Se me apagó la voz al recordarla y la sonrisa burlona se fue tornando en una llena de tristeza.
Cerré los ojos unos segundos y apoyé uno de mis brazos en la cabeza; pensar en ella me hacía arder de rabia y resultaba un gran esfuerzo el hecho de tener que contener las lágrimas.
Suspiré y me incorporé en un ágil movimiento.
-Antigravedad…-Susurré.- Eso puede ser muy interesante.
En un instante mi cerebro se puso a trabajar en un montón de aplicaciones para semejante poder. Mis ojos se abrieron y una sonrisa se escapó por las comisuras de mis labios.
-Le daré un buen uso, créeme.- Me relamí los labios y volví a observar a Shiro durante un instante.- Pero, bueno, es tarde y deberíamos descansar ya. Buenas noches gatita.
Una vez dicho todo, me levanté de la cama y me dirigí a la habitación que había usado anteriormente para descansar.
Continuamos en el Acto 7: Credo