Partida Rol por web

- Subir?... NO conviene primero mirar este lugar? Si esta "cosa" estaba aquí supongo que debe haber algo importante que proteger- comentó mientras se acercaba a la pequeña y se recuperaba de parte de sus heridas - quizás al otro lado del pozo? - preguntó

dando pequeños saltos a la vez que levanto las manos

Hurra, yujuuuu. ¡Bien hecho Cedric! grito mientras me acerco a él para darle unas palmaditas. A continuación, me acerco a lo que queda del golem y empiezo a dar pataditas a las piedras que hay en el suelo jijiji, pues no era tan terrible el Keleghitora este ¿no Drysiel? digo elvando la cabeza para ver si veo a la "elfa".  jijiji

Luego, al ver que todos se reunen alrededor de un amasijo de carne, me acerco y meto la cabeza entre los cuerpos del resto, para mirar

¿eso de ahí es Zizel? ya le dijimos que no intentara moverse por los planos, pero seguro que ha aprendido la lección  

Alasa se acerco al cuerpo despedazado y sanguinolento de  Zizel , puso una de sus manos sobre el cuerpo de Zizel  y  con la otra sostenía unos diamantes sobre zizel. Las palabras de Alasa fueron elevando su fuerza y mientras estas iban siendo pronunciadas al tiempo que  canalizaba el tremendo poder de su Dios, el cuerpo de Zizel se iba recomponiendo. Los brazos y piernas volvían a tener forma reconocible y al unir alasa las dos partes cercenadas del cuerpo, poco a poco se vio como un entramado de hebras mágicas iban uniendo las dos partes, para luego tomar una apariencia de carne rosadita, como si fuera de bebe, las partes mas dañadas o que ya no estaban se empezaron a reformar al principio de forma burda y poco a poco tomando mas y mas la forma reconocible de su compañero. En un momento dado el cuerpo estaba otra vez entero e incluso se podía ver como el cuerpo respiraba, no sin dificultad, dada la cantidad de heridas que aún presentaba

Ustedes vieron al demonio ese que apareció?
Como es que existe tal criatura que al lanzar un conjuro aparece y te mata?
Y eso que es?
Un guardián de la fortaleza?
Cuantos de ellos hay?
Algo no está nada bien aquí.

Zizel se levanto y se acomodó sus ropas que sorprendentemente se empezaron a regenerar en torno a él manteniendo su estilo victoriano intacto.
Luego se acomodó sus lentes.

Bueno, no tengo más conjuros, soy apenas una carga para el grupo ya que cualquier cosa puede matarme es más, estoy pensando como voy a subir ese tobogán ya que ya no puedo ni volar y bueno. Se miró las heridas. No estoy muy saludable que digamos.
De todas formas si en cualquier momento puede aparecer un demonio y matarme en menos de seis segundos no me motiva mucho estar aquí.

Marco que miraba a Yal solo logro escuchar la gran cantidad de golpes realizados por Cedric.
¿Que demonios?
Y luego vio al mediano saltar de alegría así que decidió ascender, cuando volvió a asomarse a la plataforma, sin ver ya restos del golem.
Pero ¿que ha pasado aquí? ¿Donde esta el golem? Lo siguiente que vio fue el cuerpo de Zizel recomponiéndose bajo el poder de Alasa. Estaba completamente desconcertado

- Grok me lo dijo, y te lo advertimos... En este maldito mundo cualquier cosa que juegue con planos o dimensiones hace aparecer seres terriblemente poderosos, da la impresión de que a Acerak le interesa más que la gente no escape que no defenderse de ella, somos como el ratón en la jaula para divertimento del dueño de la jaula. No dirás que no se te advirtió. No uses más conjuros que alteren planos o dimensiones, en este semiplano eso equivale a la muerte...

- Por otro lado Zizel, nunca subestimes a un enemigo en este maldito lugar, y procura fijarte en cada detalle. En esta plataforma no había espacio para pelear, no cuando el enemigo puede alcanzar casi cualquier punto de la plataforma sin moverse; y claramente subestimaste al golem, bajamos porque nos dijiste que era fácil, y podríamos haber muerto unos cuantos, aparte de ti. Aquí cualquier error se paga con la muerte, y no es tu vida lo que está en juego.

- Lo que me lleva al tercer punto: si esta cosa te mató supongo que realmente no eres un colaborador de Acerak, así que te pido disculpas por haberlo sospechado. Pero te pido también que en el futuro dejes de lado tu sarcasmo y tu egoísmo y te concentres en pensar como ayudarnos a todos. Es mi precio por la vida que te he devuelto.

Alasa se giró hacia todos.

- Apenas me queda polvo de diamantes para resucitar a dos más, así que no estaría mal encontrar diamantes en este plano, y en cuidarse de no morir en el futuro. Mis poderes son limitados también, no puedo rezar demasiados milagros de ese tipo a mis dioses sin sacrificar otro tipo de cosas importantes...

- Demonio? Que demonio? No se donde has ido, solo te vimos desaparecer, pero aquí no había ningún demonio... solo esa enorme masa de piedra que nuestro lider acabó a fuerza de cimitarrazos - le contestó al mago.

- Sin embargo está claro que no es una buena idea desaparecer así... no si el resultado es que ese "demonio" o lo que sea actúe - añadió - mejor que permanezcamos atentos. Este lugar es peligroso - completo mientras miraba a su alrededor, para asegurarse que nada, ni nadie, los interrumpiera mientras recuperaban fuerzas.

Después de su disparo la elfa había corrido por su vida, y fue una suerte que lo hiciera, ya que casi al momento la enorme mole pétrea descargó su fuerza sobre el lugar en el que había estado unos segundos antes. Una mínima vacilación le hubiera costado muy caro.

Pero fue la increible rapidez y precisión del humano que habían tomado como líder lo que acabó con aquella criatura infernal. Asombrada la arquera admiró sus movimientos, su arrojo y  perfección.

-Cedric, me alegro enormemente de estar de tu parte, amigo...

Se acercó entonces a la masa sanguinolenta que había sido Zizel, justo cuando la bella Alasa empezaba el conjuro que le trajo de nuevo entre los vivos, y devolvió la salud a los que habían sido heridos.

En silencio, respetuosa, aguardó a que el ritual hubiera concluído y entonces le habló a su amiga.

-Ha sido providencial tu arte, Alasa. El mago ha renacido gracias  a la bendición de los dioses a los que veneras... esos dioses en los que dijo que no confiaba...

¿Cedric acabo con aquel monstruo? reviso la plataforma, Ahora miraba a Cedric con mucho mas respesto.
¿Donde están los restos, habéis encontrado algo?, ¿alguna llave?

- Bueno, Cedric fue el que más año le hizo, pero Askritt y Alessëa también le arrearon de lo lindo -sonrió la clériga- Los restos parece que se han fundido con la plataforma.

Todos lo hicimos. - respondió el explorador, que tras los últimos movimientos había quedado completamente quieto, con sus armas aún empuñadas, observando el lugar donde el golem se había fundido con la plataforma - A eso me refería con anterioridad, todos luchamos.....todos vivimos o morimos.

Se volvió para encontrarse con el rostro de los demás, desde el siempre alegre Yal al aún ensangrentado Zizel, el cual había recuperado su forma milagrosa debido a las atenciones de Alasa - Ahora ya comenzáis a entender el peligro que entraña este lugar. Espero que al menos sirva para que todos nos mostremos más atentos a lo que nos rodea. Cualquier detalle que se tenga en cuenta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Finalmente decidió enfundar sus armas y mirar a su alrededor - Démonos prisa, no me gusta que el grupo esté separado. Tenemos que reuniros con los otros, pero antes busquemos si aquí se esconde algo de interés. Puede que simplemente fuese una trampa, pero no está de más que nos aseguremos.

En ese momento sus pies se elevaron del suelo y se dirigió hacia el lugar donde había estado el golem cuando llegaron a la plataforma, revisándolo en busca de algún objeto que este hubiese podido estar guardando.

El pozo sobre el que habían sobrevolado era negro como la noche mas oscura y si había algo ahí no lo habían visto y si habia algún tipo de ser tan poco había hecho acto de presencia. Las heridas de todos se habían curado gracias a la ayuda de Alasa, la cual había demostrado un gran talento, gracias al cual Zizel volvía a estar entre ellos, si Ese golem era el guardián de algo tal como habían sugerido era evidente que no estaba en la pequeña plataforma sobre la que estaban.

El abismo era parecía ser la misma base vaporosa y oscura que habían visto en el resto de la ciudad, pero en el otro extremo, allí, alejado de aquel pozo un resplandor hendía la oscuridad

- Lo único positivo de este lugar es que parece no haber peligro en la oscuridad... aunque es difícil estar seguro hasta que lo volvamos a verificar - El lenauro se mostraba curiosamente reflexivo - Aunque esa luz de allá... - señaló el otro extremo - Si hay algo importante deberá estar allá. Supongo que puedo volar hacia allá, pero no creo que sea una buena idea hacerlo solo -

Meneando la cabeza, tras pensarlo un poco, miró a sus compañeros antes de concluir - Puedo llevar a varios de uds. Y otros pueden volar por si mismos... Alguno tiene una idea mejor que ir a investigar la luz? -

Yo no sirvo para nada ya, haberme quitado mis conjuros me ha hecho ser solo una pieza decorativa del lugar.
Cualquier cosa puede matarme.
Lo siento, yo no sigo.

Una vez vio desmoronarse al objeto de su pesadilla, el ser mutado pareció dejar de torturarse y retorcerse y descendió lentamente en un suave planeo con el resto de la expedición. Con ojos de niño pillado con la mano en el bote de las galletas, el engendro se dirigió a Alasa y se excusó como pudo:

-Mis disculpas, Alasa. Lo que me hicieron... lo que... Este ser tenía un espíritu en el interior; no uno humano como el tuyo... uno demoníaco, perverso, que Acerak plantó allí. La fortaleza física que le habéis visto no era nada comparada a la fortaleza mental. Alguien aferrado en sus brazos, con el odio que rezumaba a sus espadas enfocado en su psique... Lo soporté una vez y casi me desgarra; no creo que lo hubiese aguantado otra.- explicó como mejor pudo.

Entonces la mujer trasnformada cayó de hinojos, mientras se volvía hacia Cedric, con adoración en la mirada:

-Eres portentoso, mi señor. Con bien te hemos elegido nuestro guía en esta epopeya. Juro que mi mano no volverá a temblar mientras se encuentre junto a la tuya. Mi vida por tu causa, para que la uses a tu antojo.- añadió rindiendo por fin la frente al suelo y esperando así una respuesta del explorador.