Lo siento, llevo unos días un poco liado con las comidas familiares y quedando con los amigos.
Supongo que podríamos dejarlo en que solo sigues a Mishkal , y es ella quien te proporciona todos los poderes. Seguro que se puede buscar un poco más de argumentación. Hubo un tiempo durante el cual los dioses desaparerecierón y con ellos la magia, entonces se busco un nuevo tipo de magia, etc, etc. Pero no tengo tiempo ahora de ponerme a leer sobre la ambientación, puede que para el año que viene. No te preocupes por eso.
Está perfecto, si puede tiene que disfrutar!! No todos podemos darnos el lujo de pasarla bien en estas fechas, así que aproveche si puede.
Como gustes. Si te parece bien y me das luz verde, en base a eso podría comenzar a escribir la historia y/o luego la revisamos si algo no encaja dentro del setting (aunque en general anduve leyendo por mi parte). Se me ocurre usar la primer Dote como un pie argumental, ya que en teoría eso me convertiría en una especie de mago prodigio... Quizás haya podido desarrollar su magia arcana (Si bien a un ritmo mucho más lento, lógico) por su propia cuenta y por medio de su propia fe... Cual ermitaño/exiliado que se aleja de todas las tradiciones, y busca su propio camino.
Supongo que cuando toque subir de nivel, si llega a ocurrir, y alcance conjuros arcanos de nivel 3 tocará ser considerado un renegado (O no, si es que se da ese momento durante la historia... Pues veremos qué sucede ;) Sería un punto interesante para su desarrollo de personaje)
Por otro lado... Se me ocurrió una idea curiosa. No sé si estaría rompiendo alguna regla, pero nada, era sólo una idea intrascendente así que la arrojaré pero sino no pasa nada... ¿Te gustaría/parecería posible que mi Presea de Sabiduría sea también mi Símbolo Sagrado? Así como un medallón de Mishakal, que siempre llevaría en el pecho y cada vez que lance un conjuro divino aprete el medallón contra su corazón, ya que es su componente de conjuro (Y bueno, +2 de Sabiduría por llevarlo). No sé, me lo imaginé y me pareció muy pasional la imagen.
Vale, ve escribiendo la historia y luego la adapto. Tenia pensado hacerte un prólogo de varias escenas tipo flashback, para introducir sucesos que ya han ocurrido en la campaña. Así, el personaje no estaría tan perdido.
El medallón me parece una gran idea. Además no desentona, mientras sea solo un efecto narrativo.
Heredera de uno de los más altos linajes de los Silvanesti, la noble familia de Lohne... Una de las más ricas, prestigiosas y poderosas, en términos de status social. Astri nació como la primógenita del ceno de una familia cuyos estándares pudieron significar una gran presión, mas su sangre azul y su talento innato para la magia arcana, arte de entre las más valoradas entre su raza y clase, hicieron aquella carga no más que una modestia.
Con una belleza natural, y un status que la distinguía por encima de todas las razas inferiores (Incluso aquellos menores entre los Silvanesti), y una prodigio entre los magos de su orden... No hizo más que vivir sumida en su arrogancia y grandeza, apenas necesitando dedicar tiempos en sus estudios para ejercer lo que a otros aprendices les llevaba años o décadas. El arte arcano estaba en su sangre, y el talento natural en su linaje. La magia era suya, parte de ella... Los libros y compendios, apenas la guiaban.
Esa fue su realidad, al menos, durante varias décadas. No fue sino hasta el fin de la era de los mortales, cuando el escudo mágico con el que protegían su bien merecido imperio se veía cada vez en mayor riesgo... Y más corrompido. La consecuencia de los arcanistas inferiores, y sangres impuras, pensaba. Su encimismada concepción de la realidad no fue puesta en crisis sino hasta que la misma estabilidad de sus tierras lo fue.
No fue sino hasta el fin de la Guerra de los Espíritus, que sus ojos se abrieron. Su magia, su talento, sus estudios... Su sangre. Todo, le habían fallado. Sus tierras, sus influencias, su poder... No más que un difuso recuerdo. La realidad... La única realidad que sus ojos le obligaban a ver, no eran más que cenizas. Desde sus padres, su fino y altivo marido Garid, su hija Mystri... Hasta los más bajos pueblerinos y viajeros de sus tierras. Todo ahora era lo mismo. Cenizas, polvo... Espíritu.
¿Qué era entonces, lo que distinguía a su sangre, a su raza... Del resto de la humanidad? Por mucho que sus creencias le respondiesen automáticamente, una realidad diferente chocaba con ellas a cada segundo.
Sin nada que arrastrar, sin creencias que sostener... Astri se vio obligada a peregrinar junto con los pocos sobrevivientes de su gente, siendo no más que uno más de ellos. Un refugiado, exiliado, perdido. Poca opción tuvieron más que ser acogidos por los Templos de Mishkal, donde les volvieron a brindar lo más cercano a un hogar. Un verdadero hogar, en su esencia y no en su materia. Fue allí cuando comenzó a comprender, y comenzó a leer y escuchar con nuevos ojos y oídos. La palabra de Mishkal.
Ese gran vacío que sentía en su interior... Ese peso que nunca sintió. En ese momento, pensó que sólo la diosa de la sanación podía sanarla. Quizás fue parte de su lado más materno y sobreprotector, que ni siquiera ella sabía que existía. Decidió formar parte del Clero, y asistir las necesidades de su séquito. Lo único que sabía, era que ese era su único lugar, y esa su única identidad ahora.
Las décadas continuaron pasando. Las heridas sanaron. Los espíritus se calmaron. Y la magia, tanto divina como arcana, regresó a sus manos. Con una nueva filosofía y percepción del mundo, Astri continuó practicando, ambas. No olvidaba quién era, era algo que no podía, y el dolor de su corazón era algo que nunca desaparecería... Al igual que la decepción de los dioses de la magia, quienes no supieron proteger todo lo que amaba y creía. No, Mishkal le mostró la verdadera iluminación. Ella desarrollaría su magia, con su enorme talento pero esta vez a su propia manera, y con su propio propósito.
Quizás, tan sólo quizás si lograba sanar el dolor y la herida que todo esto dejó en el mundo... Quizás también logre sanar todo el dolor y vacío que aún habitaba en su corazón. Dichos dolores, en el fondo... Eran el mismo.
Tarde pero aquí está. Dime qué te parece, si hay detalles que quisieras agregar o cambiar si algo no se apega al lore. También desconozco cómo iniciará la partida o tenías pensado hacerlo, pero dado el caso también puedo escribir un gancho para facilitarte su introducción.
Puedes confirmarme si te he calculado bien la CA. 10 +2(des)+3(Escudo de fe)=15
19. Conjure Armadura de Mago (+4 ca) antes de entrar al castillo (Duraría 8 horas, imagino persiste prácticamente todo el dia).
Ok. Entonces solo -5 a Fue temporal. Uno de los ataques no te golpea.
No se muy bien como has aplicado la habilidad del cetro potenciar:
potenciar conjuro [metamágica]
Puedes lanzar conjuros con mayores efectos.
Beneficio: todos los efectos numéricos y variables de un conjuro potenciado aumentan en un medio. Según corresponda, un conjuro de este tipo infligirá, un 50% más de daño que su versión normal, curará un 50% más de puntos de golpe, afectará a un 50% o más de enemigos, etc. Por ejemplo, un proyectil mágico potenciado infligirá una vez y media el daño de uno normal (es decir, que por cada proyectil se lanzará 1d4 y se multiplicará el resultado por 1’5). Los tiros de salvación y las Tiradas enfrentadas como la que se hace al ejecutar un disipar magia no resultan afectados, como tampoco lo son los conjuros que carezcan de variables aleatorias. Los sortilegios potenciados ocupan un espacio de conjuro 2 niveles superior al de su nivel real.
Seria el daño (3d8 x 1,5), no se dobla el numero de dados. Si cogemos los 3 primeros dados [5]+[2]+[3]=10, potenciado sería 15.
No se si me estoy equivocando yo.
Gora no es muerto viviente, ni foto sensible. Simplemente es un humano muy malo, al igual que Witman. ;)
Ahh... Yo lo interpreté como multiplicar los dados en 1,5. Es casi lo mismo, pero no pasa nada, lo aplico multiplicando el daño de ahora en más y no la cantidad de dados. Disculpas por el embrollo.
Eliminando los últimos dos dados de más... Serían 14x1,5=21 de Daño.
Si no me equivoco serían 4D8. Mi Nivel de Lanzador de Clérigo es 6. Al ser conjuros del Bien, por mi Dominio de Bien aumenta mi NL en 1. Siendo 1D8 cada dos niveles, asumo que se redondea hacia arriba ya que sino pegaría 0D8 en nivel 1.
Si se redondea hacia abajo (Avisame si es así, para saber a futuro)... Bueno, justo mencionas que son Malignos.
- Lanzador de Conjuros Alineado: Escoge un Alineamiento (Bueno) que poseas y no sea neutral. Los Conjuros que lances obtienen el descriptor de Alineamiento apropiado a menos que ya tengan el descriptor de Alineamiento opuesto.
Los Conjuros que lanzas contra las criaturas de Alineamiento opuesto (Maligno) se lanzan con un +1 Nivel de Lanzador (+2 si poseen dicho Alineamiento como subtipo). Conjuros de área y otros que afectan a tales criaturas sin apuntar a ellas no obtienen esta bonificación. Un lanzador de conjuros neutral no obtiene ningún beneficio de esta habilidad.
Si es de alineamiento Maligno pues el rayo le pegaría con NL 8 en total.
Bueno, uno nunca sabe xD
Cierto. No me acordaba del mega combo "lazar todos hechizos con descriptor benigno" y "Domino de Bien".
Pues entonces sería 21 puntos de golpe. Que no esta nada mal.