El gran pico Malystryx no paraba de temblar y agitarse, anunciando una inminente erupción. De lo alto de la montaña comenzaba a salir un humo negro y denso que empezó a descender por la ladera. Uno de los temblores hizo que el túnel de las hormigas falange por el cual habíais escapado Anna y tu se derrumbara. No había señales del resto de vuestros compañeros, no sabíais si habían sobrevivido. ¿Dónde estaba Lobo Blanco y su carácter gruñón? ¿Dónde estaba la mano curadora de Kairi? Si sabias que el cuerpo de Oko, el gran semiogro, descansaba en el pozo lleno de sangre después del enfrentamiento con Sindra.
Los gritos de Anna te apremiaban a moverte. ¡Vamos! ¡Hay que salir de aquí! La montaña va a estallar. Sin esperar un minuto comenzaste a correr detrás de Anna colina abajo. La nube negra de cenizas os alcanzo rápidamente sumiéndoos en la oscuridad. Anna no paraba de correr y tu seguiste su sombra a través de la nube de polvo y ceniza.
Durante unos segundos perdiste de vista a Anna, pero entonces vistes una sombra Al acercarte comprobaste que la figura llevaba una túnica negra con la capucha bajada y que estaba parada delante de una figura pequeña e inmóvil en el suelo. La figura del suelo era un kender.
Apreté con fuerza mi bastón, sin perder de vista a la figura misteriosa:
- ¿Quién eres?. ¿Le has hecho algo al Kender?.
Esperaba que, fuera quien fuera, dada la situación actual, no tuviera ganas de plantar batalla. Mi repertorio de hechizos estaba prácticamente agotado y ahora mismo estaba más preocupado en la persona inconsciente.
¡Yo, nada! Le tengo un odio visceral a los kender, pero como le prometí a Tasslehoff: “nunca mataría a uno de su especie”. Otra cosa son los enanos gully. El extraño envuelto en la capa comienza a reír pero la risa estalla en un ataque violento de tos que le obliga a inclinarse. Al inclinarse parte de la capucha negra se retira, lo que te permite ver la piel de color amarillento y los ojos con iris en forma de reloj de arena. Es Raistlin, el amo de presente del presente y del pasado.
Poco a poco, Raistlin se recupera del ataque de tos y mira con desprecio al kender que esta postrado ante él. Reconoces, por las ropas hechas añicos que debía de ser uno de los kender prisioneros de Sindra. El kender se encuentra tumbado de espaldas y tiene un fuerte golpe en el cráneo que prácticamente le ha deformado toda su cabeza. Este pobre a tenido mala suerte, una de las piedras del volcán le ha dado cuando huía con algo que no era suyo. La explicación de Raistlin parece cierta, ya que a escasos centímetros de la cabeza del kender hay una piedra negra, aún humeante, manchada de sangre.
Me acerqué apenado al pobre kender y lo examiné entristecido, buscando signos vitales:
- ¿No hay nada que podamos hacer por él?. Entre los dos podríamos hacer algo...
No sabía como era posible que Raistlin Majere estuviera aquí, frente a mi, pero tal vez accediera a ayudarme, aunque solo fuera por vanidad, para demostrar su superioridad, al tratar de salvar al herido.
Al acercarte al cuerpo del kender compruebas que esta muerto. Su destino ya esta escrito. Gruñe Raistlin con impaciencia. La vida y la muerte, el eterno ciclo. Mientras el mago túnica negra continua con su discurso sobre la vida y la muerte descubres que en uno de los saquitos del kender brilla un objeto. Al extraerlo ves que es una caja pequeña y delicada de madera de manufactura elfica que rápidamente reconoces es La llave Quinari.
¿Cómo es posible? La caja de música la llevaba Lobo Blanco. ¿Cuándo la ha perdido? ¿Por qué la tiene el Kender? Aunque era sabido que los kender tienen la tendencia de llenar sus bolsillo con todo aquello que no este atado o anclado al suelo.
Raistlin sonríe satisfecho al ver el objeto. Parece que los caminos del tiempo son inescrutable. La caja podría haberse perdido. El mago comienza a reírse de nuevo, pero un nuevo ataque de tos, esta vez más violento le obliga a detenerse.
Mientras observo a Raistlin preocupado, le pregunto, mientras sujeto la caja en mis manos:
- ¿Te encuentras bien?. Esa tos no suena nada bien... ¿Te puedo ayudar de alguna manera?.
Aunque pertenezcamos a diferentes ordenes, ante todo somos magos y, sin importar nuestras ideologías, nuestro primer deber es preservar la magia. No queda casi ningún miembros de los hechiceros de la ordenes, así que debemos de cuidarnos los unos a los otros, para poder cumplir con nuestros respectivos deberes. Además, por vil que pudiera ser o no una persona, no me puedo quedar de brazos cruzados mientras sufre.
¡Aparta! Grito con desprecio el túnica negra mientras se alejaba de ti y recuperaba poco a poco la compostura. No necesito de tu ayuda. Solo Caramon sabe como preparar mi infusión. Dicho esto, Ras comenzó a alejarse de ti caminando hacia el centro de la nube negra que envolvía todo.
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Le observé pensativo mientras se alejaba. A continuación cogí la caja y, tras guardarla en mi bolsa, traté de encontrar una salida de ese lugar infernal. Esperaba encontrar alguna manera de volver a la civilización yo solo, si no volvía a encontrar a algunos de mis compañeros, y que el viaje de vuelta fuera más tranquilo que el que me trajo a este lugar infernal...
Sujetas con delicadeza la caja de madera de manufactura elfa. Es extraordinariamente ligera y a pesar de su delicada estructura es muy solida. Dedicas varios minutos a contemplar la caja. Hasta que la cenizas se acumulan en tu garganta formando una pasta pegajosa junto con la saliva. Tienes que levantar la vista de la caja y escupir las cenizas para poder respirar con comodidad. Entonces ves una figura vestida con cómodas ropas de viaje de vivos colores, pero ahora, a causa de las cenizas, tienen un color grisáceo y apagado. A pesar de llevar ropas de hombre, la figura es de mujer y lleva un arco a la espalda. Rápidamente reconoces quien es, es Anna la guía que te ha acompaña dese Pashin.
Fin de la introducción.