Partida Rol por web

Salió del banco y observó que estaba terminando de anochecer, y pensó en las palabras de Francesca. No había parado a pensar en un detalle tan mundano como ese. Dormir y comer, estaba de acuerdo en que debía ser la primera opción.

¿Qué te parece Dorian? ¿Buscamos alojamiento, cenamos y nos vamos de caza?- dijo proponiéndole unirse a la chica.

Aceleró para ponerse a la altura de la chica.- ¿Así que en esa academia dan alojamiento? ¿A cambio de algo o por caridad mutante?

Caminando junto a su nuevo grupo de compañeros, John salio del banco. Luego de escuchar el comentario de Francesca, y la pregunta de Impulso, dirigió la mirada a este último:
 Totalmente de acuerdo, el punto es que, bueno, yo ya donde alojarme. Al menos mientras pueda pagarlo, o intenten echarnos a patadas. - respondió. Al ver que Impulso aceleraba el paso, hizo lo mismo, pero sin correr. No quería dejar sin la frase suelta, o tener que gritarla.

- Vine a la ciudad con una amiga, tengo que hablar con ella si prefiere quedarse donde está, o si prefiere alojarse en la academia. Aunque si el alojamiento es gratuito, dudo que se oponga - dijo, quedando a la espera de la respuesta a la pregunta de Impulso.

María Montoya asintió contenta por escuchar la reacción de los recién llegados. La Academia Claremont es un colegio para instruir a nuevos mutantes, o a mutantes recién llegados a la ciudad, o personas que recién acaban de adquirir sus poderes.

La Liga de la Libertad es el organismo encargado de proteger la ciudad, pero actúa a nivel internacional y mundial. Muchas veces los problemas son más de los que puede abarcar, así que contar con otra Liga sería de agradecer.

La policía se encarga de los problemas humanos, y la Liga de los metahumanos. Vuestra ayuda sería de agredecer y ese sería el precio de vuestro alojamiento. Si estais dispuestos a ayudarnos, curiosamente Montoya habló en primera persona, un detalle que no se os escapó, nosotros estaremos dispuestos a daros cobijo, alojamiento y protección. ¿Os interesa?

-Yo ya estoy dentro -dijo el grandullón con simpleza- Aunque ahora que lo pienso, no sé si eso es bueno o malo, jeje.

Un día de estos, el menos pensado, aprendería a cerrar esa bocaza suya. Dos veces bocaza, por tamaño y metafóricamente.

El trato, no obstante, parecía bueno, dadas la situación de Ulrych en estos últimos tiempos. ¿De qué otra forma podría ganarse la vida? ¿De estibador? Estaba vetado en las competiciones deportivas humanas normales, que era a lo que se había dedicado toda su corta vida. Tal vez podría meterse en luchas de algún tipo, pero no le atraía nada la idea y o bien no se permitía la presencia de meta-humanos o bien sí, por lo que serían muy peligrosas. Y finalmente estaba esta opción, en la que se jugaba la integridad física pero era por una buena causa. Ya se vería si había o no recompensa además del saber que había hecho algo que, de por sí, merecía la pena.

Francesca se quedo unos segundos dudando el que responder a el joven que se hacia llamar Impulso, pero por suerte la agente Montoya intervino antes explicandoles en que consistia la Academia, y de paso resolvio cualquier duda que pudiese tener.

Era evidente que la propuesta de alojamiento tendria sus condiciones, pero por suerte Fran las encontraba bastante aceptables. Podria comenzar a redimirse por sus actos ayudando a la sociedad y a los cuerpos de seguridad, lo cual desde leugo era algo totalmente nuevo para ella. Y tambien un poco extraño e incomodo, por que no negarlo.

- Dada mi situacion actual, aceptaria amablemente colaborar con las fuerzas de seguridad a cambio de poder vivir en esa Academia.- El primer  paso estaba dado, ahora solo quedaba no cagarla...

Jaime respiró cuando pudo dejar de controlar las mentes de los dos criminales. Ambos volvieron a la realidad sin recordar mucho o nada de lo que había pasado, así que el hombre pudo respirar tranquilo y eliminar una gota de sudor que había surgido a la altura de su oreja derecha.

Observó como los demás empezaban a volver a la academia. Empezó a estirarse los dedos uno a uno hasta que crujían mientras comenzaba a caminar.

Yo también estoy dentro contestó tras Ulrich. El grandote era todo lo contrario a Jaime, pero le había caído bien. Y un buen descanso por apresar a gente así no le vendría mal Aunque sí que me gustaría saber por qué estaban robando el banco.