- No sé de qué mansión me estás hablando, ni tampoco de qué ataque. Estaba claro que La Urraca no tenía la información de todo el plan. Él solo se dedicaría a seguir las instrucciones que le habían enviado, que parecían consistir en derrotarles. Nada más. Y estaba claro que había fracasado. No sabía todo los detalles del plan. De lo contrario, no tendía más remedio que haber soltado lo que sabía.
Segundos después ALEX mandó el plano que Nereida había solicitado, y cuando le dijeron que marcara con una X se negó y dijo. No puedo hacerlo. No se de qué túnel me hablas. Y no sé dónde están los accesos más rápidos. Lo lamento.
Jaime frunció el ceño. Entendía que no supiera qué había ocurrido con la casa, él no tenía por qué saberlo. Pero lo del túnel... Quizá habían hecho la pregunta correcta.
Dinos cómo acceder para llegar a Xin. ¿Habrá una forma de acceder, no? Pues nos la señalas en el mapa. Y explícanos todo lo que sepas del Laberinto. Todo, he dicho
Con las últimas palabras de la Urraca a Nereida se le acabó la poca paciencia que la falta de sueño le había dejado, se convirtió en una ola que llegó hasta el individuo de forma sorpresiva y, después de quedarse a milímetros de él, recuperó su rostro para hablarle.
-Sabes que se oculta en el Laberinto, pero quieres que creamos que no sabes dónde está... -su tono era suave, demasiado suave para ser utilizado en un interrogatorio -Vas a parar de decir gilipolleces y a contestar de verdad. ¿Cómo se pone Xin en contacto contigo para que sepas lo que debes saber y cómo te paga?
Tenía la cara tan pegada que al hablar casi rozaba al hombre, pequeñas gotas se adhirieron a la piel imberbe y crearon diminutos puentes de unión entre los dos seres, el de carne y el de agua.
Se ponía todo tenso porque el tal Urraca no daba mucha información. Sonic no iba a intervenir pues ya entre Jaime y Nereida podrían sonsacar lo suficiente.
Si no les decía cómo encontrar a Xin quizá iban a tener que capturar a algún otro de sus aliados.
- Haz caso a Nereida o te dejará sin dientes.
Mantuvo una expresión fría.
Aquel interrogatorio estaba yendo mal. O sea, no avanzaba. Estaba en esa fase en la que en las películas lo siguiente era que el "prota" (o el malo de turno) le comenzaba a utilizar de saco de boxeo. No le gustaba.
Mientras reflexionaba aquello, Ulrich hacía de pared, de cadenas y de grilletes, todo en uno. Seguía sosteniendo la figura del supervillano con una presa férrea, de la que pocos mortales podrían escapar. Y lo hacía sin apenas esfuerzo por su parte.
Bien pensado, era mejor que él le retuviera mientras otro le apalizaba. Sería mucho mejor para su integridad. De ser al revés... mejor no pensarlo.
Estaba callada, muy callada, atenta porque no daba crédito a lo que La Urraca decía y no decía. Tenía paciencia, pero estaba en el límite de sobrepasarla y no querría llegar al punto de descontrolarse.
Hizo como Nereida, se aproximó, pero esta vez por detrás y le susurró al oído:
¡Sabes!, no soy partidaria de la tortura, es algo que se aleja de quien realmente soy, pero si no colaboras, cambiaré de opinión - concluyó rozándole con uno de sus dedos en la oreja.
Mientras La Urraca pensase qué hacer, ella le daba vueltas al coco para tratar de utilizar uno u otro poder.
Jamás he tenido que llegar hasta él, por eso no sé cómo se hace. Sé que vive en El Laberinto, pero no sé cómo se llega a él. Siempre que he necesitado hablar con él, él lo ha sabido, y se ha presentado ante nosotros. Dijo mirando a Gamma que seguía neutralizado por sus oponentes. Así es como contacto con él, no sé más.
Tras la última amenaza de Nereida, La Urraca terminó de hablar, El Laberinto se halla en otro lugar, en otro plano, es un lugar en la mente de alguien, un lugar donde se resguardan y se protegen y que es imposible de encontrar si no se encuentra la llave. Imposible de acceder a él sin poderes relacionados con la mente. Dijo mirando a Jaime, pues era posible que él tuviera la clave. Yo no sé cómo se llega hasta él, y creo que es imposible si no se es invitado.
-Maldita sea, compañeros, sí que es difícil eso de entrar en el laberinto, ¿no? Me parece que vamos a tener que hacer algo diferente... ¿Alguna idea? -dijo el enorme muchacho, todavía atenazando con su presa a La Urraca.
Lo decía con pesar, sin esfuerzo por estar haciendo fuerza para asegurar la inmovilidad del supervillano. cualquiera diría que podía continuar así todo el día.
Las palabras de Urraca eran bastante crípticas pero al escuchar lo de la mente de alguien, a Sonic se le ocurrió mirar a Fran.
- Será capaz de estar en tu cabeza.
Comentó esperando que no fuera el caso.
- Aunque de hacerlo sabría más de nuestros planes y esta gente no habría caído en esta emboscada. El caso es que, tiene que estar en la cabeza de alguien muy allegado a él. Y de hecho Jaime tendría que escanearte, amiga, por si las moscas.
No quería ser alarmista pero parecía una opción viable y habría que descartarla. Esperaba que Jaime pudiera aportar algo más pues entre sus contactos no habían telépatas.
- Al menos hemos avanzado y tenemos una pista importante. Pronto daremos con él.
Ya sabéis que puedo potenciar poderes, así que vosotros diréis a quién muchachos - les dijo a todos.
La chica cruzó una mirada con la morena cuando se acercó por detrás y luego fue elevando las cejas, o al menos el agua que las formaba, conforme el joven soltaba información.
-Bien, ¿ves como no cuesta tanto? -dijo con tono maternal y sonriendo un poco, luego pasó una mano acuosa por la mejilla -Ahora la siguiente, ¿cómo es Xin? y me refiero a todo, tanto en su aspecto físico como en el mental.
La mano acabó en la barbilla y sujetó la cabeza en alto, mientras esperaba la respuesta el dedo índice se deslizó hacia arriba delineando los labios de La Urraca, humedeciendolos.
Mientras debatían como encontrar El Laberinto, Nereida volvió a hacer una buena pregunta a La Urraca cuya respuesta dejaría anonadados a todos. La pregunta más que cómo es Xin, debería ser, ¿QUÉ es Xin?
Xin murió, o al menos su cuerpo. Ahora es un robot, un robot con el cerebro de Xin, posee infinidad de poderes, pero especialmente posee un gran poder mental sobre cualquiera. Aquello encajaba perfectamente con lo que habían hablado sobre la ubicación de el Laberinto, ahora Jaime tendría que investigar el cerebro de Francesca y analizar si verdaderamente estaban allí dentro alojados.
Todo se volvía cada vez más complicado. Si había que entrar en el cerebro de Fran, ¿Cómo coño no había adivinado lo que habían estado planeando? ¿O había lanzado a ese grupo para distraerles de algo mucho peor?
ALEX, por favor, escanea la ciudad, busca disturbios o algo que se salga de la normalidad habló en voz alta, mientras miraba fijamente a la Urraca. Quería saber si se estaba llevando a cabo algún otro plan
Dime, Urraca. Si es un robot, ¿qué usa como fuente de energía? ¿Pilas? ¿Electricidad? ¿Un núcleo de uranio? No creo que sea así de fácil, pero si podemos desconectarle...
Habló para sus compañeros
No se me ocurre más que preguntarle, al menos de momento. Si no queréis preguntarle más, intentaré que se duerma, o tendremos que atarle mejor... O ambas cosas. Miró a Fran, le tocaba a ella dejar que Jaime mirara en su cabeza.
Esa información se escapa de mi conocimiento. Dijo La Urraca. Él era solo un esbirro de Xin, una persona que ni siquiera era leal a él, simplemente había sido contratado por él, así que desconocía tantas cosas sobre su rival.
Más adelante, ALEX se introdujo en los archivos de la policía para descubrir algún tipo de información que implicase algún tipo de peligro. Y ahora resultaba que todo estaba especialmente tranquilo. No había ningún peligro en la ciudad. Al menos no ninguno relevanteque se hubiese descubierto o hubiese llamado la atención.
Nereida escuchó la respuesta del joven y se quedó mirando sus ojos, intentando leer en ellos algún tipo de engaño u omisión de información deliberada, no retiró la mano de la barbilla aunque su dedo índice se quedó quieto junto al resto. La sombra de la sonrisa seguía bailando en sus labios y después de la última respuesta volvió a hablar.
-Pero si es un robot tiene cuerpo físico, entonces ¿cómo puede vivir en la mente de alguien? -los conceptos metafísicos se le escapaban a la rubia y su pregunta iba dirigida a cualquiera que pudiese responderla -De todas formas no hace falta ir, solo hay que 'llamarlo' cuando estemos listos ¿no?
Parecía más fácil de lo que pensaba, pero ella estaba segura de que algo se les escapaba, bien por la información oculta del esbirro, bien por no caer en la cuenta.
Se acercó a Jaime y le dijo en voz baja:
Léeme la mente.
Esperó unos segundos y cuando su compañero estuviese preparado, ella pensó lo siguiente:
¿Podrías dormirle y después acceder a su mente para averiguar ciertas cosas o eso escapa de tu poder?
Aquello era un callejón sin salida. Estaban perdiendo el tiempo y las ganas de seguir adelante por momentos.
-¿Y si lo knockeamos y le dejamos al mayordomo de la casa la tarea de dejarlos atrapados? No creo que podamos sacar mucho más de estos...
El enorme chico holandés estaba más cansado en actitud que por el esfuerzo que estaba realizando. De hecho el prisionero no se movía un ápice y él lo cogía casi despreocupadamente con sus gigantescas manazas. Era una visión curiosa, cuanto menos.
- En cuanto al robot, Urraca, dinos dónde está ahora o cómo contactar con él. Por si queremos llamarlo como indica nuestra amiga.
Su intuición le decía que Fran era una posible candidata para albergar ese laberinto, pero el cuerpo físico estaría en alguna parte y podrían necesitar esa información.
- Necesitamos un telépata.
Pero él había entendido que Jaime sólo controlaba mentes y que Fran era telequinética. Quizá estaba equivocado y alguno de ellos podía dar una solución.
Por uno de los mensajes anteriores del director parece que Jaime cuenta con telepatía pero Sonic sólo le ha visto controlar personas.
Ya os he dicho que yo nunca he necesitado contactar con él, cuando lo he necesitado, él se ha presentado ante mi. Dijo negando repetidamente. Y sobre su ubicación, también os lo dije, se encuentra en El Laberinto...
Y sí, ninguno de vosotros es capaz de leer la mente. Al menos que se sepa...