Partida Rol por web

Norbert Spunge II ha salido de cacería. Su presa: Adam Banowicz.

La búsqueda le ha llevado a Vermont, a la zona cercana a la estación de esquí de Stowe. Siguiendo el rastro de su objetivo, ha llegado a las inmediaciones de una gran finca, vallada con alambradas. Desde su posición, al este de la finca, puede ver un edificio grande de una sola planta y construcción colonial entre los árboles.

La tarde está cayendo, y pronto se hará de noche; Spunge lleva ya varias semanas durmiendo en el bosque, y eso no es ningún problema para él que, pese a su avanzada edad, está más que acostumbrado a la vida rural y campestre.

Del edificio han sonado, hace ya más de media hora, ruidos de disparos.

Desde donde estás, metido en la maleza, puedes ver la valla. Mide algo más de dos metros y medio, es la típica alabrada no espinosa que se utiliza para delimitar zonas rurales, con postes cada ocho metros. La vegetación, a lo largo de los años, ha integrado la barrera, enredándose en el alambre. La valla está vieja, tiene partes oxidadas. Se ve el descuido de la finca a distancia.

Bordeando un poco el lugar, ves una entrada en el lado norte; una puerta antigua de hierro negro que supone una tremenda incongruencia con la alambrada misma. Encima del portón, el nombre de la finca: Red Blossom.

El aire está refrescándose y el sol comienza a bajar. Dentro de un par de horas será casi de noche. Desde donde estás, cerca de la puerta, ves a un hombre joven y bien vestido cruzar la finca de oeste a este, y entrar en el gran edificio de una sola planta qe veías desde la cara este. También puedes ver, de lejos, una granja de animales alambrada y, más lejos todavía, una serie de pequeñas construcciones... podrían ser bungalows estilo colonial.

Entrar en la finca no es complicado; la puerta está abierta. Pero ya has escuchado sonidos de disparos de dentro. Eso, sumado al tipo que has visto paseando con tanta tranquilidad, te dan una mala sensación. Por experiencia sabes que, cuando la gente se dispara y luego sigue manteniendo la calma, hay peligro asegurado.

Observo la finca desde la maleza. Los ruidos del interior del lugar parecen preocupantes, pero luego recuerdo que eso que llevo colgado a mi espalda puede tener su utilidad. Además, si hay tiros, quizás eso me ahorre trabajo.

Dado que desde mi posición poco puedo hacer, decido que será mejor inflirtrarme en el lugar, así quizás pueda localizar a mi objetivo. Así pues, decido salir de la maleza, e intentando no ser visto, me voy acercando hacia la puerta de forma sigilosa. Cuando esté ahí, buscaré un lugar donde esconderme y seguir observando, ahora, mucho más de cerca...

Te acercas a la puerta. Desde tu posición, tienes una perspectiva más clara del interior de la finca. Huellas de neumáticos de algo pesado cruzan el camino, como si hubieran entrado con un camión o algo parecido. A lo lejos, a la derecha (al Oeste, en realidad), ves una pequeña construcción de piedra bastante antigua.

Echas un vistazo más fino a los detalles. La granja está completamente alambrada, con celdas individuales para cada animal. Una parte de la alabrada está rota, vencida... el poste está tirado en el suelo. Los animales que puedes ver de lejos son cerdos, gallinas y un gallo.

No hay nadie en el patio.

Intento buscar un lugar donde seguir escondido lejos de los animales, no vaya a ser que pongan a hacer ruido. Después, me dirijo al primer escondite que vea. Si tiene que ser la construcción antigua que he visto... Bueno, allí iré. Permanezco alerta en todo momento, mirándolo todo a mi alrededor...

18:00 - INFORME DE SITUACIÓN

Entras en la finca con paso seguro pero prudente. La noche está empezando a cerrrse, y el viento frío que viene de las montañas te pone la piel de gallina. Por algún motivo, parece como si dentro de los límites de Red Blossom, el frío fuera más intenso que fuera... Sólo imaginaciones tuyas.

Caminas hacia el oeste, intentado mantenerte oculto. Llegas a un pequeño edificio, una construcción antigua reformada hasta la saciedad. Decir antigua, para tí es un chiste. Puede tener doscientos años, como mucho... nada comparable a los edificios que has visto por todo Europa, pero en mitad de Vermont, es mucho tiempo.

Se trata de una capilla, un pequeño lugar seguramente destinado a la oración y ceremonas religiosas... posiblemente protestantes. Las reformas las han hecho con el peor gusto posible, añadiendo luces de neón y demás parafernalia cutre. Entras dentro con suma precaución.

Lo primero que te llama la atención es la capa de polvo. Es de una densidad impresionante. En ella, se ven claramente dibujadas varias huellas. En pocos segundos, tus ojos entrenados distinguen dos tipos de pisadas diferentes. Unas sólo entran, llegan hasta el altar, y salen. Las otras... te sorprenden. Llegan hasta el altar, salen, y vuelven a salir desde el altar... como si alguien hubiera vuelto sobre sus pasos hasta el maldito altar y vuelto a salir. ¿Para qué iba alguien a querer hacer eso?

La puerta de la capilla ha sido reformada con tan mal gusto como el resto de la edificación. Donde debería haber un portón de madera grande y antigua, algo noble y rústico, hay un espanto de contrachapado mal pintado de rojo, que casi asemeja la entrada de un gimnasio en día de baile de fin de curso. Encima, dos luces de neón muy desagradables.

Caminas un poco por los alrededores. Como en el lado Este, en el lado Oeste de la finca te llama algo la atención: hay cepos para cazar osos, pero están en la parte interna de la valla. Casi parecen puestos ahí para que nadie escape, más que para cazar ningún animal. Son antigüos, tendrán más de diez años, pero parecen en pleno funcionamiento. Están ubicados cerca de la alambrada que delimita Red Blossom, hasta a una distancia de diez metros de la misma.

La capilla está en zona boscosa, poco puedes ver de las demás edificaciones. Estás en la esquina NorOeste de la finca.

Sigo avanzando con cuidado, intentando ver qué más edificios hay en este lugar...

Vas bajando hacia el sur, manteniendo una distancia prudencial con la valla y sus cepos oxidados, pero procurando no ser visto. En un momento, ves salir de un gran edificio a un hombre robusto y barbudo. Parece de buenhumor. Se dirige hacia el norte, hacia el edificio principal de la finca. Tras unos segundos, sale apresurada una mujer delgada y hermosa, de piernas largas y pelo negro. Está llevando una maleta, y mira a su alrededor algo nerviosa... alerta. Te quedas paralizado tras unos setos hasta que la ves desaparecer hacia el oeste.

Ante tí, hay un edificio bastante grande. Por su estructura exterior, dirías que es un gimnasio americano típico de los años 70, cuando todavía eras joven y veías cine estadounidense.

Uhm... Interesante... Aunque ninguno de los dos es quien busco...

Mientras pienso esto, decido inspeccionar un poco el exterior del gimnasio, para, después, dirigirme con cuidado hacia el lugar al que se han dirigido el barbudo y la mujer.