Partida Rol por web

Escena de comunicación interna; para planteamientos privados y situaciones en soledad.

Carta del terapeuta, Williams Scotch, en relación al retiro terapéutico gastronómico.

Estimado(a) sr(sra)

Usted ha decidido formar parte del retiro terapéutico gastronómico que implemento desde hace un tiempo.

Este retiro está basado y fundamentado en las teorías de los dos más renombrados especialistas en este campo, los Doctores Laing y Cooper; teorías además respaldadas por pensadores de la talla de Foucault.

La terapia consistirá en derribar los estigmas que se generan en la relación paciente-doctor, creando un ambiente de igualdad para posibilitar que el “ello” o yo interior pueda aflorar libremente y así superar aquello que lo coarta y angustia, alcanzando la rehabilitación total del trastorno de inadaptación social al que se ve sometido.

Es necesario, para que la terapia sea efectiva que se encuentre dispuesto(a) a cortar lazos con el mundo exterior por esos quince días que durará el tratamiento. Para asegurarme de que esto será así, debo pedirle que deje en casa su teléfono móvil, la pc portátil y cualquier otro elemento electrónico que lo ate a su mundo ordinario.

Así mismo, deberá traer en su maleta, junto con la vestimenta que considere adecuada, tres objetos peronales que lo ayudarán en alcanzar la mejoría tan deseada.

La finca a la que vamos es un lujoso resort, que cuenta con todas las comodidades: piscina, gimnasio, sala de juegos y otras instalaciones que harán de su estancia un verdadero paraíso dónde olvidar sus preocupaciones.

Debo recordarle, así mismo, que usted podrá retirarse del lugar cuando lo considere oportuno, pero no será posible retornarle su dinero, ya que la mayor parte del mismo será utilizado en alquilar la finca en exclusividad para los integrantes del retiro.

Habiendo aclarado los términos de la terapia, me despido de usted hasta pronto, esperando con ansias al momento de conocernos personalmente.

Dr. Williams Scotch

Una semana antes - Otro día en la oficina. Cuelgas a tu madre resoplando como acostumbras. Siempre la misma rutina... ¿Qué trabajo tienes encima? Hoy parece que nada. Ya investigaste a esa mujer. Efectivamente, estaba liada con su profesor de tenis, pero su marido no quería saberlo. Te contrató para justificar su propio auto engaño. Sin embargo, te pagó generosamente por tus mentiras. Qué absurda es la gente.

Recibes un curioso e-mail... trabajo... ¡si!

Buenas tardes.

Necesito de sus servicios en relación a un caso de suplantación de identidad. Mi nombre es Williams Scotch, y soy psicoterapétua licenciado por la universidad de Miami. Recientemente, ha llegado a mis manos un documento en el que queda patente que yo, en calidad de psicólogo, estoy organizando un retiro terapéutico en Vermont. Como comprenderá, yo jamás he organizado dicha actividad, por lo que temo que algún desaprensivo esté usando mi nombre con fines lucrativos e ilegales.

Lo que quiero solicitarle es que se infiltre en dicho retiro terapéutico para desenmascarar a este impostor. Necesitaría que encontrara pruebas suficientes para meterle en la cárcel; no tolero esta clase de falta de respeto por mi nombre, y mi prestigio profesional puede verse seriamente afectado por un suceso de estas características.

Me he tomado la libertad de 'diseñarle' una personalidad ficticia para que lleva a cabo su trabajo y de reservarle una plaza en la terapia. Su nombre ficticio será John Britber Stallion. En un fichero adjunto tendrá todos los datos de su nueva identidad. En caso de aceptar el encargo, recibirá 2000$ ahora y 3000$ más si lleva este asunto a buen puerto.

Muchas gracias por su atención.

Williams Scotch.

¡Bieeen! por fin voy a sacar provecho a ese libro de interpretación para dummies. Lo primero es informarme sobre este supuesto retiro y ver el precio. Nigel comenzó a golpear con sus dedos las teclas...

La terapia por lo que averiguas, cuesta 5000$. Es altamente especializada y selecta.

Del doctor Scotch encuentras poca iinformación, apenas una referencia oscura en un blog de psicología.

John observó cómo Ramee y el Doctor Scotch entraban en el edificio principal. Sus compañeros estaban repartidos entre sus bungalows, el edificio principal, y Chris Donovan, que hacía un buen rato que había desaparecido. Sólo, en mitad del patio de la finca, John se sintió algo más libre. Tenía quince días para desenmascarar a Williams. No parecía una tarea particularmente difícil. Eso sí, ya había comprobado la facilidad que tenía el 'terapeuta' para manipular a los otros pacientes... había podido con Ramee, y eso era, ya de por sí, una hazaña homérica.

Distraído, se acercó a la granja, para echar un vistazo a los animalillos. Cada animal estaba en una celda separada. Había cuatro mastines famélicos. Producían una mezcla de repulsión y pena. También encontró gallinas, con parches de plumas despegados por alguna enfermedad. Había un gallo, que miraba hostil y silencioso a John. Lo más impactante de todo eran los cerdos. Tres animalillos raquíticos. Era la primera vez que veía un cerdo delgado. La impresión era muy fuerte.

De cara a mantener su coartada, John recordó el gimnasio; tenía una sala de entrenamiento en la que poder lucir su vigorexia. Eso podía ser realmente útil. El hambre azuzaba y el día era estupendo. Todo podía salir bien. John se sintió omnipotente.

16:00 - Lunes

INFORME DE SITUACIÓN

Todos están en la casa excepto Adrien Lindermann, Chris Donovan y tu mismo.

Llevas un rato paseando por el patio de la finca, entre la casa, los bungalows y la granja. El día es estupendo y el hambre comienza a molestar.

Caminas por el pasillo tratando de no levantar sospechas. A la derecha, ves la puerta de la cocina, la del baño y la de la habitación de Roussignon. A la izquierda, el acceso al comedor y al dormitorio de Scotch; tu objetivo.

Entras sin hacer el mínimo ruido. La habitación da pena, como el resto de la casa. La cama está manchada de fluídos corporales de Dios sabe cuándo. El suelo está alfombrado de colillas de porro. El olor a marihuana es intenso. Te llama la atención un detalle: no hay almohada. El equipaje de Scotch reposa en el suelo. Junto a la cama, hay una mesita de noche con un cajón. También hay un armario para poner ropa. La puerta de éste está abierta, mostrando que no hay nada dentro.

Cierras la puerta detrás de tí, rezando porque nadie te pille. La musiquita de Ipanema amortigua el poco ruido que haces. Sacas una fotografía mental de la disposición de las maletas; no quieres cambiar nada de sitio. Buscas una cartera. La encuentras. Dentro, ves la documentación del doctor. Williams Scotch. Todo parece en regla, carnet de conducir, pasaprote... todo normal. Entre la ropa, hay dos libros de anti psiquiatría; uno de David Cooper (La muerte de la Familia) y otro de Ronald Laing (El Yo Dividido: un estudio existencial acerca de la locura y la salud mental).

Además de eso, hay ropa y un par de cosas más que llaman tu atención:

Un bote de gas pimienta.

Una pistola eléctrica (Taser).

Un PC Portátil con INet móvil.

Un teléfono móvil.

Una navaja suiza.

Las fichas de los pacientes.

Eso es lo que  encuentras echando un vistazo rápido.

Algo me dice que en este pueblo de mierda no hay cobertura, en fin...

Psicología forense 101: el sujeto ha traido armas blancas, tres en concreto, ¿casualidad? no lo creo. Una vez escuché que los humanos nos solemos defender de aquello que nosotros mismos seriamos capaces de hacer... cuando lo escuché tenia mas sentido... ¡BIEN! volvamos al meollo.

Bien, quizás tenga al dia algún diario en su pc o su plan malvado escrito en un claro documento de word, ¿Quién sabe? que no se diga que fue por no probar.

Bien, bien, bien, bien... Veamos.

Abres el ordenador, con los oídos alerta a cualquier sonido proviniente del pasillo. De lejos, escuchas una conversación en el salón, pero eres incapaz de distinguir palabras.

El PC es nuevo. Parece comprado con un pack de internet móvil. Dentro no hay más que un Windows instalado y algunos programas de ofimática. Ningún archivo, ningún diario... nada que te sirva. Como imaginabas, no hay cobertura, ni Internet... nada de nada. Empiezas a plantearte si no habrá un bloqueador de frecuencias en la finca.

17:30 - INFORME DE SITUACIÓN

Sigues en el dormitorio de Williams Scotch, investigando sus cosas. La musiquita Ipanema sigue sonando de fondo.

Vamos a ver la fichas de los pacientes... con suerte habrá apuntado alguna opinión o métodos de acercamiento... podrían delatarle.

Revisas las fichas de los pacientes, pero un ruido en el pasillo te alarma... parece que están empezando a moverse. Miras las hojas a toda velocidad, consciente de lo difícil que lo tienes para salir de esta.

Los Pacientes

Alphonse Roussignon - Afamado cocinero aquejado de stress agudo. Está invitado a la terapia a condición de que cocine. Y ha llegado a Red Blossom un cargamento de comida para que no le falte nada.

José Cesar - Joven aquejado de manía persecutoria.

Ramee - Prestigioso galerista de arte de orígen turco judío. Trastorno alimenticio con obesidad mórbida.

Chris Donovan - Publicista de renombre. Fobia social.

Saeka Mitarai - Adinerada japonesa inmigrante, famosa por ciertas fotografías de crímenes. Pesadillas, paranoia, fobia social.

Adrian Lindermann - Joven de buena familia. Obsesivo del orden. Hipocondríaco.

Kate Steel - Escritora bajo pseudónimo. Bulimia.

John Britber Stallion - Diletante. Manía persecutoria.

Max Thorwood - Joven diletante. Manía persecutoria y teoría de la conspiración.

Peter Evans - Joven trabajador liberal. Alucinaciones. Sentimientos de culpabilidad.

Vamos a colocar todo como estaba y a salir como si no pasara nada... Bueno, tan solo he buscado el movil para pedir una ambulancia, no hay nada que esconder. John sale con toda la naturalidad del mundo en dirección a la cocina, donde estaba preparándose esa ración xxl de proteínas. Joder, ¿como podría pillar a este tipejo? Quizás con estas situaciones de riesgo se le aprieten las tuercas... y si no es así habrá que forzar mas la situación.