Supuestamente originado a partir de un culto de la muerte medieval, el Sabbat es temido por todos los Vástagos. Se trata de una secta monstruosa y violenta que no se aferra a ningún atisbo de filosofía o moralidad humana. En su lugar, sus miembros se deleitan en sus no-vidas vampíricas. A veces se le conoce como la Mano Negra, y busca activamente el fin de las Tradiciones, la destrucción de la Camarilla y el sometimiento de la humanidad.
Es la archienemiga de la Camarilla. Considerado como un grupo de irreflexivos salvajes y demonios sanguinarios por la Camarilla y los clanes independientes, el Sabbat tiene muy mala reputación en la sociedad de los Condenados, y con buenos motivos. Pero no por las razones que alegan otros Vástagos. Mientras los vampiros de la Camarilla abogan por ocultarse entre los mortales y mantener los ruinosos vestigios de su Humanidad, el Sabbat favorece una filosofía distinta. No satisfechos con ocultarse como perros apaleados de los humanos, ni con actuar como peones en los planes de sus mayores, los vampiros del Sabbat prefieren recrearse en su naturaleza no muerta.
Los miembros del Sabbat no buscan un lugar entre los humanos o los que pretenden serlo. Desprecian a la humanidad salvo como fuente de alimento, y son incapaces de relacionarse con vampiros que no puedan aceptar sus naturalezas. Se rebelan incluso contra sus propias no-vidas solitarias, viajando en salvajes manadas nómadas en lugar de llevar existencias aisladas y secretas. Por esta razón, las tensiones son frecuentes en la secta, y su entorno suele sufrir por ello. Las ciudades controladas por el Sabbat son algunos de los lugares más violentos que existen, en dudoso honor sólo disputado por las ciudades donde Sabbat y Camarilla compiten por la supremacía. Una ciudad controlada o conquistada por el Sabbat es un lugar inestable y explosivo; los asesinatos se suceden cada noche, y hay robos y violaciones por todas partes.
El Sabbat amenaza a todas las ciudades que toca, arrastrándose como un cáncer en comunidades que permane-cen en la ignorancia hasta que las manadas de guerra empiezan a arrasarlas. Aunque podría decirse que no es más "malo" que los degenerados antiguos de la Camarilla, el Sabbat es casi universal-mente más conspicuo, aterrorizando al ganado con sus insidiosos juegos y su tendencia a la destrucción.
Ahora más que nunca, el Sabbat tiene a la Camarilla contra las cuerdas. Muchos neonatos de la Camarilla, frustrados por el inalcanzable poder y la estancada ineficacia de sus antiguos, se han unido a la secta rival. Numerosas ciudades que fueron antes baluartes de la Camarilla se encuentran ahora en un atolladero. Los príncipes de la Camarilla temen la marea Sabbat, y hacen bien: sus no-vidas y las de los Vástagos de sus ciudades están en el punto de mira. En consecuencia, los miembros del Sabbat infiltrados en una ciudad de la Camarilla no pueden esperar piedad si son atrapados, pues los príncipes y primogénitos aplastan sin miramientos a los agentes de la secta infernal. Muchos neonatos, todavía deseosos de complacer a sus sires y hacerse un lugar en la Camarilla, ayudan a sus mayores a perseguir al Sabbat. Parece que prefieren lo malo conocido a la secta de la que han oído tantas historias de horror.
MENTALIDAD DE LA SECTA
“Me presento ante vosotros, hijos míos, para daros un par de lecciones antes de que partáis a dominar el mundo como es nuestro deber y privilegio. Muchos de vosotros os habéis unido a la secta para poder dar rienda suelta a vuestros más bajos impulsos, y me parece bien. Otros lo habéis hecho por un ideal superior, y eso es aún mejor. Todos sois bien recibidos en nuestras filas.
Muchos pensarán que no sois más que seres depravados, monstruosos destructores de todo lo que vale la pena en este mundo. Y tendrán razón, pero solo en parte. Su error es vernos y juzgarnos con mentalidad humana, con los estándares mortales, con los códigos éticos del Ganado. Los vampiros de la Camarilla se aferran a una humanidad que ya no les corresponde, y ese es su gran error. Nosotros ya no somos Ganado, ya no somos mortales, ya no somos humanos. Somos mucho más, somos seres superiores y somos conscientes de ello. ¿Sienten los mortales remordimientos por mantener prisioneras a las vacas para extraerles la leche? ¿Sienten culpa por los pollos que mueren y cuyos cadáveres se agolpan en las carnicerías para satisfacer sus necesidades alimenticias? Entonces ¿Por qué debemos sentir algo mejor que indiferencia hacia ellos? ¿No somos acaso superiores en la escala natural de las cosas?
¿Eso nos convierte en monstruos? Seguramente si para ellos, pero no para nosotros. Solo somos nuestra propia sociedad, nuestra propia cultura y nuestros propios códigos éticos. Nosotros somos nosotros y nuestras circunstancias. Y esas circunstancias son dos: que somos superiores al ganado y a todos los vampiros que se nos oponen rebajándose al nivel de éste; y que estamos en guerra. En guerra, si, porque al contrario que el resto nosotros sí sabemos donde estamos y a donde vamos. Nos oponemos a las maquinaciones de los Antediluvianos que controlan a la Camarilla sin que ésta se percate y que pretenden despertar un día para convertirnos en el Ganado que no somos. Y en esa guerra habrá bajas. Nuestras y de nuestros enemigos, y de aquellos que queden en medio cuando comience la refriega. Solo que nosotros lo aceptamos y lo asumimos. ¿Se preocupaba el General Custer por los caballos de los indios cuando combatía contra ellos, o disparaba indiscriminadamente con tal de vencer? Pues nosotros venceremos, matando a los indios Antediluvianos y a sus caballos de la Camarilla, Independientes y Ganado.
¿Somos monstruos por ello? Puede ser, pero no para nosotros.”
SOCIEDAD
La cultura Sabbat gira en torno a los principios gemelos de lealtad y y libertad. Los vampiros, como seres superiores, son libres para hacer lo que les plazca, pero también deben ser leales al Sabbat, o su libertad les será arrebatada por las maquinaciones de los antiguos. Por encima de todo, el Sabbat se niega a ponerse bajo el yugo de los Antediluvianos; muchos de los planes de la secta incluyen medios para impedir la Gehena, o al menos sobrevivir a ella. Se dice que los dos clanes fundadores del Sabbat, los Lasombra y los Tzimisce diabolizaron a sus progenitores, y los demás vampiros del Sabbat siguen su guía, esperando poder hacer lo mismo alguna noche.
Pero la secta está plagada de rivalidades internas, juegos de poder y antiguas vendettas, y suele retroceder dos pasos por cada tres que avanza. El Sabbat no tiene un verdadero liderazgo; es como una hidra, duplicándose para morderse a sí mismo y a sus enemigos incluso mientras crece en tamaño e influencia.
Los propios vampiros del Sabbat, con la excepción de sus pastores Lasombra y Tzimisce, afirman burlonamente ser los antitribu de sus clanes padre. Algunos se dedican abiertamente al satanismo, el paganismo u otras fes desviadas para provocar a sus enemigos. La perversión y la brutalidad son las herramientas de la secta, que las usa con astucia despiadada.
El núcleo de la organización del Sabbat es la "manada", un grupo informal de vampiros unidos nominalmente con un objetivo común. Las manadas pueden ser nómadas, viajando de una ciudad a otra y dejando una estela de muerte y fuego, o establecerse en un lugar determinado. Dado que los vampiros son ante todo depredadores solitarios, la compañía forzosa de otros de su especie durante largos períodos de tiempo se cobra un precio sobre los Vástagos que componen las manadas.
Cargos
A pesar de su desorganización, el Sabbat tiene numerosos cargos para sus miembros. Cada manada suele tener un sacerdote, que dirige sus rituales y a veces sus otros asuntos. Los puestos de arzobispo (el vampiro que supervisa la actividad del Sabbat en una ciudad determinada) y obispo (un ayudante del arzobispo, que se ocupa de que se cumpla su voluntad) imponen mucho respeto entre los vampiros de la ciudad donde se encuentran. Por encima de ellos están el cardenal, que coordina la actividad de la secta en una región, y los prisci (singular priscus), que actúan como consejeros del líder "supremo" de la secta, el regente. El brazo armado del gobierno comprende a los templarios y paladines, que sirven como asesinos y guardaespaldas al regente, los prisci y los cardenales. Hay preocupadas alusiones a una "secta dentro de la secta" conocida como la Mano Negra, pero suelen ser referencias confundidas al propio Sabbat, que ha usado también ese apodo.
Los miembros del Sabbat no rinden pleitesía a la edad como la Camarilla, pero tampoco son perros anarquistas sin organización. Tienen cargos y responsabilidades para el bien común, y aquellos más capaces llegan a ostentar tanto poder como el mayor de los Príncipes.
Por encima de todos, está el Regente, el líder que organiza las prácticas de la secta y los planes de batalla contra los enemigos. Los Cardenales supervisan los asuntos de la secta en vastas regiones, tratando de atraer a las ciudades en su diócesis al lado de sus creencias. Los Prisci son consejeros de las altas esferas, asesores y planificadores. Los Arzobispos ofician los asuntos nocturnos en una ciudad, aunque algunas ciudades no cuentan con uno y son gobernadas por un Consejo de entre tres y cinco Obispos.
Respecto a las manadas, el Ducti es el líder, el vampiro más capaz y el enlace de la manada con los Obispos y Arzobispos. Coordinado con él trabaja el Sacerdote, responsable del bienestar espiritual de la manada, segundo al mano y quien oficia los ritae.
Además de todos estos cargos también existen los Paladines, guardaespaldas de élite nombrados por Obispos o superiores. Cuando no tienen un trabajo encomendado suelen unirse a las manadas.
Siempre es preferible mostrar algo de respeto a los superiores, pero siempre que no se excedan en sus funciones. No está mal visto arrojar a un superior incontrolado a un contenedor de basura con todos los huesos rotos.
TRATAMIENTOS ENTRE LOS MIEMBROS
SEGÚN LA SENDA
SEGÚN EL CARGO
Cargo - Titulos Similares - Tratamiento
RITAE
Tras su Abrazo, los vampiros del Sabbat son enterrados poco ceremoniosamente en el suelo. El rito de tener que abrirse camino a través de la fría y ciega tierra elimina gran parte de la humanidad del neonato, que está listo entonces para unirse a sus compañeros de secta como un monstruo más que como un débil y quejica humano.
El Sabbat corrompe y distorsiona muchas muchas convenciones de las instituciones a las que se enfrenta. Muchos de sus rituales y prácticas tienen su origen en la Iglesia Católica, incluyendo la Vaulderie, una perversión de la Eucaristía en la que los vampiros beben su sangre mezclada en un cáliz para reforzar la lealtad.
El Sabbat valora en gran medida la lealtad y la fraternidad, con el fin de reforzar estos vínculos ha creado una serie de rituales que ayudan a ello. El origen de estos rituales es muy antiguo y la mayoría de los miembros más jóvenes desconoce cuando fueron creados. Existen dos tipos de rituales: los Autorictas Ritae o Altos rituales, y los Ignobilis Ritae o rituales de menor orden. Su funcionamiento y secretos suele ser conocido tan solo por los sacerdotes de manada, y no hay motivos para que otros vampiros sepan oficiarlos. Recordad que estos ritos son sagrados entre nosotros, y que hasta los más rebeldes de entre vosotros teneis obligación de guardarles el máximo respeto.
Autorictas Ritae
Están formados por trece rituales, que sirven para reforzar los lazos entre los miembros de la secta. Son los siguientes:
La Atadura:
Todos los miembros del Sabbat participan en este ritual, es un juramento formal de alianza en el que se refuerza la lealtad. La ceremonia comienza con la interpretación de una manada sobre el credo de la organización, ya sea a modo de discurso o con una serie de gritos clamando venganza. Tiene lugar en el solsticio de invierno y normalmente están oficiadas por un alto cargo de la ciudad, ya sea un Obispo o el mismo Arzobispo.
El Baño de Sangre:
Este ritual se realiza para reconocer la aspiración de un Sabbat a un título (Obispo, Arzobispo...). Los miembros de la reunión se acercan uno por uno al aspirante para darle su aprobación y vierten un poco de su sangre en un recipiente, en el que posteriormente se bañara el aspirante y del que finalmente beberán todos los asistentes. Faltar a este ritual sin unas buenas razones es motivo de castigo.
El Banquete de Sangre:
El “Banquete de Sangre” es una comida ritual, en la que los recipientes capturados son inmovilizados y sirven de alimento y disfrute para los presentes. Tras la llegada de todos los Sabbats al encuentro, el Obispo-Arzobispo oficiante realiza un ritual, dedicando los recipientes al Sabbat, para después empezar con la “comida”.
Ritos de Creación:
Según los vampiros ajenos a la secta, los Sabbat son creados a toda velocidad, se seca a los reclutas, se los alimenta, se los golpea con una pala en la cabeza y se los entierra, los que consiguen salir a la superficie son aceptados... pero no siempre es así, los ritos de creación son mucho mas serios, los reclutas son vigilados durante días, semanas o incluso años, esperando ver en ellos una convicción y una serie de capacidades. Tras el Abrazo, el nuevo vampiro sólo es elegido para los ritos de creación si demuestra su valía para la secta, los ritos pueden no existir, si el Sire así lo ve conveniente, o ir desde una alabanza al Sire hasta actos escalofriantes. Inmediatamente después de los Ritos de Creación se realiza la Valdurie, que vincula al nuevo Sabbat a su manada. El vampiro que no pase los ritos de creación será considerado “non grato” por los demás, con todo lo que ello conlleva.
Festivo dello Estinto:
Este rito se celebra en las dos primeras semanas de Marzo, todos los Sabbat se reúnen en la fortaleza más cercana, el motivo es disfrutar de ser vampiro, celebrando la inmortalidad de la que se goza, la celebración culmina con un gran Banquete de Sangre, produciéndose Valduries todas las noches. Los rituales van desde ritos totalmente escalofriantes hasta escenificaciones del libro de Nod o bailes, todo bajo la atenta mirada de Arzobispo y Obispos, que animan a los demás a que disfruten. Suele realizarse un concurso, en el que varios Sabbat deben desmembrar a un humano, sus actuaciones son votadas por una serie de jueces, y el ganador tiene el honor de beber primero en el banquete de Sangre.
Danza del Fuego:
Para ser un verdadero Sabbat es necesario enfrentarse al Rotschreck y vencerlo. Este rito no tiene momento de realización determinado y los Sacerdotes pueden realizarlo cuando lo vean necesario. El sacerdote enciende una gran hoguera, alrededor de la que bailan se contorsionan y saltan los Sabbats, el rito finaliza cuando el último Sabbat en saltar cae por el cansancio.
Juegos de Instinto:
Los Sabbats realizan juegos, para vigilar su capacidad depredadora, normalmente se forman dos bandos y uno caza al otro, cosa complicada teniendo en cuenta el nivel de resistencia de los vampiros, otros juegos pueden ser carreras suicidas de coches o actividades del estilo, que suelen tener lugar en zonas abandonadas bajo el control del Sacerdote. Estos juegos permiten al Sabbat llevar al límite sus habilidades y demostrarlas.
Monomacia:
Es inevitable que entre vampiros se produzcan de vez en cuando enfrentamientos, consiste en un combate a muerte, que desde fuera puede ser visto simplemente como eso, pero que también sirve como método de selección de los miembros más aptos sobre los más débiles, para fortalecer así la secta. Las negativas al combate suelen tener como consecuencia una gran pérdida de prestigio dentro de la secta. El sistema del combate (las armas, la utilización o no de disciplinas...) suele ser expuesto por el retado.
Palla Grande:
Gran baile que tiene lugar en la víspera de Todos los Santos, y donde se espera la asistencia de todos los Sabbat de la ciudad, teniendo lugar el rito en un lugar público a la vista del mayor número de humanos posible, el acontecimiento principal comienza a media noche y consta de una representación sobre alguna leyenda o parte de la historia vampírica. La festividad suele concluir con un banquete y un baño de sangre frenéticos.
Sermones de Caín:
Algunos miembros del Sabbat valoran en gran medida el conocimiento del libro de Nod y de la historia vampírica moderna, estos vástagos suelen reunirse para oír sermones sobre el pasado y recordar qué y quienes son, estos sermones suelen ir seguidos de la Valdurie y grandes debates entre los miembros más cultos.
La Vaulderie:
El rito en si es similar a un vínculo sanguíneo, pero difiere en su objetivo. Los Sabbats prefieren unirse a una manada mediante Valdurie que mediante vínculos sanguíneos normales, el ritual comienza cuando el Sacerdote de la manada, se realiza un corte con un objeto especial y exclusivo para este rito, vierte su sangre en un recipiente y pasa el objeto a los demás miembros de la manada para que hagan lo mismo. Una vez todos han vertido algo de su sangre, el sacerdote consagra el recipiente con unas palabras y todos beben de él. El resultado, llamado Vinculum, una a los miembros de la manada, engendrando una mayor lealtad entre ellos.
La Partida de Guerra:
Las partidas de guerra consisten en varias manadas que buscan la sangre de un anciano ajeno a la secta. Estos seres tan antiguos son muy difíciles de cazar, y suelen mandarse varias manadas para conseguir este objetivo, mientras los participantes compiten por el honor de matar y diablerizar al anciano. La manada vencedora es la de aquel que beba primero de la presa, de la que, una vez muerta, debe llevarse algo al lugar donde se inicio la cacería, el jefe de la cacería recibe el trofeo y bendice a la manada vencedora.
Cacería Salvaje:
Se trata de algo muy parecido a la caza de sangre, pero con algunos matices, no solo se caza al traidor, sino que también se destruye a cualquiera que pueda saber alguna información sobre el Sabbat y que no pertenezca a la secta.
Ignobilis Ritae
Estos rituales no son fijos, y suelen variar mucho de una manada a otra. Son los siguientes:
Rito de aceptación:
Este rito sirve para dar la bienvenida a un nuevo miembro de la manada, dando los integrantes su aceptación y debiendo el aspirante realizar un juramento de lealtad a cada miembro de la manada y al Sabbat en general.
Rito de lealtad:
Antes de pasar el rito de aceptación muchos vampiros (especialmente si provienen de la Camarilla) deben pasar el rito de lealtad cuya duración puede llegar a ser de años, al aspirante se le implanta una marca en el cuerpo de forma que quede permanentemente ahí, posteriormente se realiza una Valdurie, de la que bebe el último y no contribuye con su sangre.
Rito de Contrición:
Estos ritos sirven para dar una oportunidad de contrición o muerte a los Sabbats que cometen pecados o errores graves contra la secta.
Rito de Bienvenida:
Ritual llevado a cabo cuando varias manadas se encuentran (caso de que una manada nómada llegue a una ciudad) o se unen bajo un fin común. Básicamente se trata de un intercambio de presentes y conversación entre miembros de las manadas.
Rito de Agradecimiento:
Reunión en la que se cuentan historias que más que para agradecer sirven para vanagloriar a los individuos magnificando sus relatos (que son sobre hechos que han acaecido al cainita que cuente el relato).
Rito Marcial:
Este rito sirve para llevar a los Sabbat a un estado de exaltación que anuncie la destrucción del enemigo, seguido del cántico de un mantra.
Prueba de dolor:
Los sacerdotes suelen usar estas pruebas para probar el espíritu de los cainitas, son pruebas en las que se infringe dolor a uno o varios sujetos, las pruebas varían de una manada a otra y depende de la macabra imaginación del Sacerdote.
Verdad Revelada:
Esta prueba sirve para demostrar la honestidad de un cainita, si el sacerdote no cree sincera una afirmación del cainita, este escribe la afirmación con su sangre en el papel, que posteriormente es quemado, si el humo resultante es negro, ha mentido, y si es blanco ha dicho la verdad.
Vinculum Sabbat
El Vinculum o lazo de sangre es una atadura mística que une a los miembros del Sabbat engendrando lealtad y aumentando la moral de las Manadas. Sin embargo, los Vinculi son imperfectos debido a la naturaleza mística de la Vaulderie: lo que un miembro siente por otro puede variar totalmente de una noche a otra.
La primera vez que un Cainita participa en la Vaulderie, tira un dado para cada personaje cuya sangre forme parte del Rito. El número reflejara el Vinculum que el vampiro siente hacia cada uno.
Siempre que un vampiro participe en la Vaulderie deberá tirar un dado por cada Vinculi existente. Si el resultado es mayor que la puntuación existente aumenta en uno el valor (máximo de 10). Si el resultado es 1, reduce en uno la puntuación (mínimo de 1).
Hay que señalar que, como las emociones engendradas por el Vinculo de Sangre, estos sentimientos son artificiales, ya que han sido creados por la ingestión de sangre. Es muy posible que un Cainita odie totalmente a alguien por el que se jugaría la vida, igual que es posible sentir un amor inmenso por alguien hacia el que no se tiene ningún Vinculum.
En ocasiones, un Cainita puede dudar sobre el modo de proceder en una situación debido a los Vinculi que posea con otros vampiros. En estos casos, el Jugador deberá decidir a quien favorecería de no exisistir el Vinculum. Después se tirará un número de dados para cada grupo igual a la puntuación de Vinculum con cada parte, con Dificultad 5 (para el grupo favorecido independientemente del Vinculum) ó 7 (para los demás). Aquél que reciba un mayor número de éxitos tendrá la ayuda del Cainita. Esta es la naturaleza de los Condenados y el Vinculum: es posible verse obligado en contra del buen juicio, a cometer una acción errónea por culpa de las emociones.
Vinculum - Efecto
PRÁCTICAS DEL SABBAT
La cultura Sabbat gira en torno a los principios gemelos de lealtad y y libertad. Los vampiros, como seres superiores, son libres para hacer lo que les plazca, pero también deben ser leales al Sabbat, o su libertad les será arrebatada por las maquinaciones de los antiguos. Por encima de todo, el Sabbat se niega a ponerse bajo el yugo de los Antediluvianos; muchos de los planes de la secta incluyen medios para impedir la Gehena, o al menos sobrevivir a ella. Se dice que los dos clanes fundadores del Sabbat, los Lasombra y los Tzimisce diabolizaron a sus progenitores, y los demás vampiros del Sabbat siguen su guía, esperando poder hacer lo mismo alguna noche.
Pero la secta está plagada de rivalidades internas, juegos de poder y antiguas vendettas, y suele retroceder dos pasos por cada tres que avanza. El Sabbat no tiene un verdadero liderazgo; es como una hidra, duplicándose para morderse a sí mismo y a sus enemigos incluso mientras crece en tamaño e influencia.
Los propios vampiros del Sabbat, con la excepción de sus pastores Lasombra y Tzimisce, afirman burlonamente ser los antitribu de sus clanes padre. Algunos se dedican abiertamente al satanism, el paganismo u otras fes desviadas para provocar a sus enemigos. La perversión y la brutalidad son las herramientas de la secta, que las usa con astucia despiadada.
El núcleo de la organización del Sabbat es la "manada", un grupo informal de vampiros unidos nominalmente con un objetivo común. Las manadas pueden ser nómadas, viajando de una ciudad a otra y dejando una estela de muerte y fuego, o establecerse en un lugar determinado. Dado que los vampiros son ante todo depredadores solitarios, la compañía forzosa de otros de su especie durante largos períodos de tiempo se cobra un precio sobre los Vástagos que componen las manadas.
La vida de un Sabbat está llena de peligros. Libran una guerra en la que todos los que no pertenecen a sus filas pertenecen a las del enemigo, de modo que el enemigo es legión. Por eso es tan importante saber reconocer a los suyos como hermanos, y saber desentrañar a los espías antes de que se ganen su confianza. Para tales menesteres se han creado una serie de prácticas similares a las de las Sociedades secretas.
En las reuniones se realiza un JURAMENTO DE LEALTAD AL SABBAT, para demostrar el apoyo a la organización. Suele incluir la identificación, el puesto y la constatación de la lealtad.
Todo miembro puede llevar el SIMBOLO DEL SABBAT para identificarse. El símbolo es universal, un ankh invertido, y se puede llevar en cualquier sitio, desde tatuajes a relojes.
Para asegurarse de que alguien es verdaderamente miembro de la secta, se puede realizar una PRUEBA DE VERIFICACIÓN, una serie de preguntas para poder identificarse. Se suele realizar con los extraños a los que no se conoce, antes de hablar con ellos delante sobre temas importantes de la secta.
Muchas manadas han adoptado SEÑALES Y MARCAS LOCALIZADAS semejantes a las insignias de las bandas callejeras mortales, como señales de manos y símbolos de grafitti propios.
EL COLOR DE LA SECTA es el escarlata. Muchos Sabbat incluyen este color en sus ropas para identificarse, aunque esta práctica no es muy habitual.
DIVERSIÓN Y JUEGOS
Los vampiros del Sabbat llevan vidas tensas, pues han jurado combatir eternamente a la Camarilla y a los Antediluvianos en la Gran Yihad. Sin embargo, no todas las noches se produce una caza de un antiguo o el asedio de una ciudad, y los Sabbat han adaptado numerosos "deportes" con los que pasar el tiempo cuando no tienen responsabilidades inmediatas que cumplir.
Por lo general, los dirigentes de la secta desaprueban estos "juegos", considerándolos sin sentido. Sin embargo, admiten que la diversión mantiene a los soldados bien preparados para el combate. En realidad, cuando los antiguos creen no estar siendo vigilados, muchos participan.
Estos son sólo algunos de los pasatiempos a los que se dedica la secta. Algunas manadas prefieren juegos de su invención, y se considera todo un éxito crear una diversión que otros grupos adoren.
El Codigo de Milan
El Sabbat ha sido débil frente a sus enemigos durante siglos. En estos momentos deberíamos ostentar la hegemonía a nivel mundial, pero su mayor virtud ha sido su mayor debilidad. La libertad promulgada hacia sus miembros dejaba el campo abierto a las rivalidades y luchas internas, y es imposible luchar contra todo tipo de enemigos exteriores si además tienes que preocuparte de guardarte las espaldas también con tus propios hermanos.
Por eso se reguló la dirección de la secta mediante este sencillo código de trece estatutos y tres apéndices:
I. EL SABBAT PERMANECERÁ UNIDO EN SU APOYO AL REGENTE DE LA SECTA. EN CASO NECESARIO, SERÁ ELEGIDO UN NUEVO REGENTE. EL REGENTE RESPALDARÁ LA LUCHA CONTRA LA TIRANÍA, GARANTIZANDO LA LIBERTAD DE TODOS LOS SABBAT.
II. TODOS LOS SABBAT SERVIRÁN A SUS LÍDERES LO MEJOR QUE PUEDAN MIENTRAS DICHOS LÍDERES SIRVAN A LA VOLUNTAD DEL REGENTE.
III. TODOS LOS SABBAT OBSERVARÁN FIELMENTE TODOS LOS AUCTORITAS RITAE.
IV. TODOS LOS SABBAT RESPETARÁN LA PALABRA DE HONOR PRESTADA MUTUAMENTE.
V. TODOS LOS SABBAT TRATARÁN A SUS PARES CON JUSTICIA Y EQUIDAD, DEFENDIENDO LA FUERZA Y LA UNIDAD DE LA SECTA. SI ES NECESARIO, PROVEERÁNA LA NECESIDAD DE SUS HERMANOS.
VI. TODOS LOS SABBAT DEBERÁN ANTEPONER EL BIEN DE LA SECTA A SUS PROPIAS NECESIDADES, SEA CUAL SEA EL COSTE.
VII. QUIENES NO SIGAN HONORABLEMENTE ESTE CÓDIGO SERÁN CONSIDERADOS MENOS QUE IGUALES Y POR TANTO INDIGNOS DE RECIBIR ASISTENCIA.
VIII. COMO SIEMPRE HA SIDO, ASÍ SERÁ. LA LEXTALIONIS REPRESENTARÁ EL MODELO DE JUSTICIA INMORTAL AL QUE TODOS LOS SABBAT DEBEN RECURRIR.
IX. TODOS LOS SABBAT SE PROTEGERÁN MUTUAMENTE FRENTE A LOS ENEMIGOS DE LA SECTA. LOS ENEMIGOS PERSONALES SERÁN RESPONSABILIDAD PERSONAL, A MENOS QUE PONGAN EN PELIGRO LA SEGURIDAD DE LA SECTA.
X. TODOS LOS MIEMBROS DEL SABBAT DEFENDERÁN EL TERRITORIO DE LA SECTA FRENTE A CUALQUIER PODER EXTERIOR.
XI. EL ESPÍRITU LIBERTARIO SERÁ EL PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE LA SECTA. TODOS LOS SABBAT TIENEN DERECHO A ESPERAR Y RECLAMAR LIBERTAD DE SUS LÍDERES.
XII. LOS DERECHOS DE MONOMACIA SERÁN UTILIZADOS PARA RESOLVER LAS DISPUTAS ENTRE SABBAT.
XIII. TODOS LOS SABBAT APOYARÁN A LA MANO NEGRA.
Addendum al Código de Milán
XIV. TODOS LOS SABBAT TIENEN DERECHO A VIGILAR EL COMPORTAMIENTO Y ACTIVIDADES DE SUS CAMARADAS PARA CONSERVAR LA LIBERTAD Y LA SEGURIDAD DE LA SECTA.
XV. TODOS LOS SABBAT TIENEN DERECHO A CONVOCAR UN CONSEJO DE SUS PARES Y LÍDERES INMEDIATOS.
XVI. TODOS LOS SABBAT ACTUARÁN CONTRA QUIENES USEN EN BENEFICIO PERSONAL Y EN CONTRA DE LOS INTERESES DE LA SECTA LOS PODERES Y LA AUTORIDAD CONFERIDOS POR ÉSTA. LAS ACCIONES EMPRENDIDAS EN SU CASO SEGUIRÁN SOLAMENTE EL CURSO APROBADO POR UN QUÓRUM DE PRISCI.