Millones de espectadores enganchados al televisor. Un éxito de fama mundial, por encima de la Superbowl, los Oscar, Emmys y toda esa puta mierda de programas espectáculo que ya conocéis y no tenemos ganas de enumerar. El programa responsable de que miles de matrimonios se divorcien peleando por el control del mando a distancia. ¡Quiero ver granjero busca esposa! ¡Y yo quiero el divorcio!

Familias destrozadas, niños sin un hogar. Abuelas y abuelos que recuperan las ganas de vivir y les entran ganas de marcharse a Florida o Miami a comer bollicaos y donuts a lo bestia. Niños que entienden lo que significa la palabra AMOR viendo este programa.

Tenemos mucho que agradecer a nuestros concursantes. Generosos y valientes hombres y mujeres de nuestro país, o inmigrantes sin escrúpulos que lo dan todo por conseguir la nacionalidad americana. Desesperados por encontrar el amor, casarse y formar una familia. O al menos eso parece. Todo un fenómeno de masas dividida entre un publico que adora que le trolleen y le mientan en su puta cara, y otro sector más creyente, tradicional y flowerpower. Gilipollas que desean creer fervientemente en el amor.

Cada temporada, para la primavera, llega la pasión turca americana a las casas de millones de personas. Paletos, ingenieros aeronáuticos, médicos de la talla de Médicos sin fronteras, deficientes mentales, señoras que no salen de la cocina de su casa, todos disfrutan como cochinos visualizando las miserias y glorias de nuestros participantes.

¡Sin más preámbulos enchufen su televisor y disfruten de la telerrealidad más basura que encontrarán en un canal de pago!

¡Chachachachachán! ¡this is the Voice!

-¿Pero que "donut" pasa, nos hemos equivocado de día?

-Que yo sepa no. Lo he mirado en la tdt american digital terrestry y es hoy, seguro.

¡VOLVEMOS EN 20 SEGUNDOS!

Ariana Grande presenta... el donut grande de Ámerica.

Cuando me levanto por la mañana solo me apetece comer una cosa; Donut. Me levanto hambrienta después de una noche entera sin probar el dulzor exquisito del donut. Estoy deseándolo. Me gusta el donut bien agujereado, que me permita meter el dedo adentro y que no se me pringue. Un donut con un orificio pequeño es más engorroso de comer. Por eso elijo el donut grande de Ámerica. Los mejores donuts que encontrarán en el supermercado. Y ahora, pasénlo chachi con el programa "The Voice"

-Manolo, que nos hemos equivocado de día. Que hoy es la Voz.

-Te digo yo que no Conchi, ¿que apostamos, una m***** de bollicao?

-Para comer bollicao no hace falta apostar. Yo prefiero a David Bisbal y Malú. Esto no lo voy a ver. - la parienta se levanta del sofá.

-

El público enfurece cuando las luces del plató enfocan la puerta de entrada de los coaches. Un estruendo atronador que hace temblar las piernas de Miley Cyrus. Ella es la primera en salir y humedecerse en secreto antes de ver a los granjeros alfalfa que van a competir por una plaza de alfa en el programa.

La rubia se coloca bien su tanga, dejándolo para un lado, así si le enfocan la falda se le verá todo el donut y será trending topic mundial. Un último arreglo de maquillaje, mucho gloss en los labios, para que brillen tanto como su donut. Se coloca una chaqueta vaquera de floripondios perfumados, cada uno con un perfume distinto. Porque es tope guay. Elsa Pataky, su ex cuñada, le ha dado la idea.

Tirabuzones de rubia porno y la lengua fuera, siempre fuera, lista para lamer lo que sea.

VOZ DE BENE: ¡Recibamos con un fuerte aplauso a la gran Miley Cyrus!

La pequeña cantante, -hija de un cantante Country que ninguno de nosotros conoce bien-, aparece como una auténtica estrella dando saltos como una loca y moviendo la lengua like a possessed girl. -¡Gracias, os quiero aunque sea una superestrella! ¡Es un placer estar aquí y ser parte del equipo un año más! ¡Voy a pasar muchos nervios para elegir a los mejores cantantes! – se dirige hacia uno de los asientos rojos de coach y se sienta con las piernas muy abiertas.

VOZ DE BENE: Vamos a recibir a los primeros candidatos. Que pasen los cantantes semidesnudos.

Es en ese momento cuando los granjeros alfalfa aparecen por la puerta del ganado. Hermosos hombres corpulentos, con tabletas de chocolate muy trabajadas, altos como el Empire State y duros como la Roca Dwayne Johnson. Entre ellos desfila Atila Johnson, feliz de la vida por mostrar a la audiencia sus pectorales. No es familia del actor, pero podría serlo.

A partir de ahí, toda la audiencia es consciente del trolleo del programa. Nunca antes se han visto a cantantes tan buenorros en The Voice. ¡Os la han pegado y estáis encantados!

VOZ DEL REALIZADOR: Ahora te toca pulsar el botón rojo y quedarte con Matt Harrison, el granjero rubio de Texas, republicano, que se parece al de los Backstreet Boys.

Miley Cyrus está chorreando por todos los granjeros, pero en especial por uno moreno. ¡Se salta la indicación del realizador y pulsa el botón eligiendo por sorpresa a Atila!

-¡Uys lo siento! - dice por lo bajo sin ningún arrepentimiento. -¡Es que me he emocionado mucho, elijo a Atila Johnson, será un granjero 10!

Bene se muerde las uñas. Atila no estaba seleccionado. La traviesa Miley le ha puesto del revés todo el guion.

La princesa del pop y el country, espera detrás de la puerta con emoción contenida. Su pequeño corazoncito de princesa romántica late con fuerza, inspirada en los cuentos de amor granjeriles que ha visto de pequeña como la Bella y la Bestia, la princesa y el mendigo, y Babe el cerdito valiente…

Taylor Swift es una enamorada del amor. El publico más romántico disfruta cada temporada viéndola sufrir y enamorarse de la love story del granjero romántico.

Este año le ha tocado el grupo más difícil, el que nadie quiere. Porque es asqueroso, repugnante, y huele muy mal. Si, nos referimos al gañán.

VOZ DE BENE: ¡Recibamos con un fuerte aplauso a la gran Miley Cyrus Taylor Swift!

La rubia aparece con un bonito vestido color morado de estilo años 50. En su mano lleva un micrófono que no suelta porque le han dicho que tiene que cantar “Love Story” cuando aparezcan los candidatos gañanes. Este año el programa lo está petando a sorpresas.

-¡Muchas gracias, os amo público! ¡Osea sois lo mejor! ¡Osea que fuerte!

La jovencita saluda a todo el publico como una autentica princesa por sorpresa. Mueve la mano suavemente en cálidos gestos de amor y paz. Está encantada.

VOZ DE BENE: Vamos a recibir a los primeros candidatos. Que pasen los cantantes semidesnudos granjeros gañanes con talentos especiales. 

Se abre la puerta del freakshow. Una hilera de engendros sale por ella, tios con cara de enfermos mentales, tios a los que la vida no les ha tratado bien, algunos de ellos tienen deformidades, otros simplemente gafas de bartolo y al sonreir se ve un hueco negro en sus bocas o dientes muy amarillos. Más feos que pegar a un padre. Taylor comienza a cantar suavemente y ellos sacan todo su talento, eructando, tirándose pedos, comiendo algunos una pila de hamburguesas como en esos concursos cutres de competición donde los gordos sufren infartos.

Romeo, llévame a algún lugar en el que podamos estar solos,
estaré esperando, todo lo que queda por hacer es correr,
tú serás el príncipe y yo seré la princesa,
es una historia de amor, cariño, solo di que sí.

VOZ DEL REALIZADOR: Ahora te toca pulsar el botón rojo y quedarte con Kaiden, de apellido "The Suecan" Frankleen, el granjero de Alabama, criacocodrilos, con cara de flipado y pocos dientes. 

Taylor, niña buena, pulsa el botón rojo y selecciona a Kaiden. Bene respira.

El último en aparecer es el cantante de country Blake Shelton, conocido por todos por su afición a la sangría. Va vestido como iría vestido de domingo a comerse la paella a casa de su madre si fuese valenciano. La americana azul marino adecenta un poco su look de cuarentón casado, padre de familia.

VOZ DE BENE: ¡Recibamos con un fuerte aplauso al gran Blake Shelton!

Blake sonríe como un tonto y camina tambaleándose haciendo "essess". Se sienta en su sillón de coach y sigue sonriendo de forma obrada :D

VOZ DE BENE: Vamos a recibir a los primeros candidatos. Que pasen los cantantes semidesnudos granjeros gañanes con talentos especiales granjeros románticos.

Máxima expectación. Todas las temporadas consiguen que el granjero romántico se case. El público suspira por los bellos y feos granjeros de este equipo. Porque la belleza también está en el interior, pero la mayoría de temporadas eligen a los guapos y los feos quedan descalificados.

Los hombres aparecen con brillantes y blancas sonrisas, unos con ramos de flores, otros con un violín, un harpa móvil, bombones de chocolate, un libro de Shakespeare, todo lo que se pueda imaginar romántico.

VOZ DEL REALIZADOR: Ahora te toca pulsar el botón rojo y quedarte con Romeo Spears, el granjero de Hollywood, el que se parece a Dorian Grey. 

Blake va tan ciego que se equivoca y pulsa eligiendo a Sam.

Bene se tira de la peluca. El granjero romántico de este año es el jorobado de Notre Dame.

La madre que me parió. ¡La que he liado por culpa de la sangría!

VOZ DE BENE: ¡Recibamos con un fuerte aplauso a todas las pretendientas! ¡Ellas mismas se presentarán a su granjero!

...

Ese tiene la nariz torcida. A ese se le empieza a notar el cartón. Ese está operado. Ese está doblemente operado. Los demás candidatos a granjero eran unos tiarrones buenorros para mojar pan y lamer el plato hasta dejarlo transparente. Pero Atila era 100% natural y 100% perfecto. Eso decía su madre, su abuela, sus tías, sus vecinas y todas las mujeres de Santa Rosa de más de 18 años que lo han catado. Tanta gente debía tener razón. Por narices.

Atila escuchó la voz que le daba paso para salir. Oh, sí. Ese era su momento. Pero... ¿cantantes? Nada decía en su contrato de eso. Que, ojo, si tenía que cantar, él cantaba. Se le daba bien todo. No pasaba nada. Pero tuvo otra idea mejor. Pilló el primer instrumento que encontró tras el decorado y salió al escenario. Seguro que podía improvisar algo con ello frente a las cámaras. 

Oh, yeah. Él era el puto amo. Notaba el ambiente caldeado y por lógica era gracias a su actuación; no a los mil focos que los iluminaban. Solo le quedaba unan cosa. Quitarse esa camiseta que empezaba a molestarle. No estaba acostumbrado a llevar tanta ropa puesta.

Lo supo en cuanto vio la kilométrica lengua de Miley. Era como si hubiera escuchado el sonido de las bragas de la coach golpeando contra el suelo al verlo. Él sería seleccionado. ¿Quién se podía resistir a sus encantos? Atila guiñó un ojo a Miley. Atila guiñó un ojo al público. Atila guiñó un ojo a la cámara. Podría parecer que tenía un tic en el ojo, pero no. A él le gustaba guiñar a las nenas, hasta aquellas que se encontraban en su casa viéndolo por el televisor y que, probablemente, estarían buscando como locas un abanico para calmar el calentón.

Normalmente, cuando una nena lo seleccionaba para lo que fuera, su siguiente movimiento era bajarse los pantalones y marcar paquete con sus gallumbos Calvino Klong —¿Qué pasa? A su pueblo no llega más que el mercadillo—. Atila no estaba muy seguro de cómo era el protocolo en televisión, pero juraría que aún no le tocaba eso. Así que se queda mirando a los siguientes candidatos, mientras movía sus pectorales de cuando en cuando al ritmo de la música de fondo. En algo tenía que entretenerse hasta que llegaran las nenas.

Larissa salió al escenario con mucho entusiasmo, una gran sonrisa y saludando con ambas manos hacia el cielo, iba tan concentrada en el público que tropezó con el cable de un altavoz y se fue al suelo. Por fortuna para ella tenía unos abdominales tan definidos que absorberían el impacto, por desgracia para ella era totalmente falsos así que se llevó un buen golpe. Larissa se levantó como si nada hubiera pasado y siguió sonriendo y saludando. El espectáculo  ya había comenzado y ella no quería perdérselo.

¿Ese es mi granjero? No se parece mucho a las fotos que mandaron de los candidatos.

Bueno, tampoco muchas de las fotos que pululaban de ella por la red se le parecían. Así que se acercó a Atila y comenzó a bailar a su lado, con esa música era una pena no ponerse a cantar.

-¡Ay papi que bien lo tocas, mi amol! ¡Y ahora vamos a cantar todos! ¡CON MUCHA MARCHA! -Había estado preparando una canción para la ocasión, pero con los nervios se le había olvidado la letra, así que improvisaría algo, así resultaría más natural.- En la granja del garrulo IA IA OO ¡Todos juntos, con energía! ¡Batid esas palmas! Había un tío sin camisa IA IA OO -Larissa bailaba, cantaba y manoseaba a Atila, era una mujer con muchos talentos, por eso enamoraría al público.- Que tocaba un instrumento y era un saxofón...

Sam salió totalmente relajado al plató sabiendo que no iba a ser elegido. Producción se lo había dejado claro, tenía que salir allí con un ramo de flores rojas y sonreír mientras un famoso se sentaría en una silla, le daría a un botón y todo se habría acabado, se iría a su casa y santas pascuas. Su madre era la que le había metido en ese embolado, diciéndole que debía cumplir la promesa con su difunta esposa y buscar casarse de nuevo aunque él no estuviera preparado. Sam sonrió mientras miraba al famosillo, que no reconocía pero que seguro debía ser un actor de segunda o algo así, y por las eses que hacía o estaba en pleno ataque epiléptico o se había pasado con la coca en el camerino.

Un botoncito y podré irme a casa. La mamma me dejará tranquilo otra temporada, ganaré 500 pavos y dirán el nombre del rancho y lo que hacen allí. El productor me lo ha prometido y parecía buen tipo, un poco extravagante pero esto son cosas de la tele, quien más quien menos está un poco loco, sino basta con mirar a la rubia de las trenzas, a la señorita Osea y al borracho actor de películas que eran tan malas que no las ponen ni en los descansos del teletienda. Un botoncito, un poquito de publicidad y 500 pavos. Total, este programa no debe verlo ni la madre que parió al productor....

Salió una especie de simio con un saxofón y estuvo a punto de explotar a reír. En su pueblo en las ferias había visto osos bailando, cocodrilos tocando los platillos y perros tocando la flauta pero nunca un mono tocando el saxofón y moviendo las caderas, con una cadencia claramente lúbrica. Finalmente se quitó la camiseta de un tirón para presumir de músculos y sin decir ni una palabra. Sam lo miró divertido estando seguro que no sabría hablar, tal vez algún balbuceo parecido a "TetaCuloFollarTetaTetaTetaCulo". A él le daba igual, solo venía por su pasta y listo.

Tras la elección del orangután lampiño le tocó a un paleto que pensaba que ir de gala era ir con una gorra de color negro. La osea, porque no tenía ni idea de quien demonios podía ser, anunció a un tal Kaiden y aplaudió educadamente, más para que se dieran prisa y pudiera largarse. Entonces llegó la elección del romántico y vio como todas las cámaras apuntaban a un tipo que parecía sacado de una comedia romántica, una tipo brokeback mountain, que no es que le importara, que estábamos en el siglo XXI y que cada uno hiciera con sus posaderas lo que quisiera pero que lo hicieran rápido para volver a su casa. El tipo drogado empezó a balbucear algo con voz pastosa y pulsó el botón. De pronto notó como un calor repentino y vio que las cámaras se giraban para enfocarle. Volvió la vista hacia arriba y vio como un foco le apuntaba a él directamente, como si fuera una estrella. Con una sonrisa de circunstancias intentó moverse muy despacio hacia los lados para salir de debajo del foco. Desgraciadamente el muy cabrón del técnico de iluminación lo siguió como un perro perdiguero, así que cuando vió que no había escapatoria sonrió tímidamente, saludó con la mano mientras se preguntaba que narices hacer con las rosas y con una sonrisa de circunstancias dijo

"Hola, soy Sam, pero mis amigos me llaman Mac. Soy criador de caballos y estoy oficialmente jodido"

Voy llegando. Ainnssss, qué nervioooossss

¡Miley! (lo llevo todo al aire, gracias! :D

Emma iba un poco despistada por el plató, sin saber muy bien cuándo estaban grabando y cuándo no, cuándo tocaba saludar y cuándo podía beber agua. Había allí un montón de gente, mogollón de chicas, y todas le parecían muy altas, muy guapas y muy seguras. Ni siquiera tenía claro del todo cuáles eran presentadoras o coachs de esas y cuáles eran participantes como ella. Pero dentro de todo eso, pues se lo estaba pasando bien. Iba de un lado a otro con los ojillos brillantes, más por las lentillas que por la ilusión, y cuando le parecía que le daba una luz a ella, sonreía mucho. 

Se había puesto su vestido más campestre para la ocasión, que se notase que estaba súper preparada para ir a la granja. El estampado tenía hojas verdes y flores rosas, y por la parte de abajo tenía un borde de tul que la hacía sentir como una princesa a punto de vivir su cuento de hadas. Todo eso del programa le parecía un jaleo, pero en cuanto la llevase a su granja, podría ser como Ana de las Tejas Verdes en versión castaña. 

—Hola, perdona. ¿Cuánto me falta para salir? ¿Puedo ir al baño ahora? —le preguntó a un hombre alto con pinta de detective. Ella, pues iba tan tranquila, claro, y sin darse cuenta de que estaba hablándole al presentador en medio del escenario. 

El ruido del público la sobresaltó y miró alrededor. Fue ahí cuando se dio cuenta de que eso ya no eran los camerinos, no. Pestañeó y sintió un foco sobre ella, así que sonrió mucho de repente. Se iba a tener que aguantar el pis, pero la verdad es que con la impresión de estar ahí en medio se le habían cortado las ganas por el momento.

—Ay, hola a todos —dijo, sin saber dónde tenía que mirar—. ¿Cuál es mi cámara? ¿Tengo una?

Saludó con la manita y miró hacia el primer punto rojo que pilló, que lo mismo era una cámara o una salida de emergencia.

—Mi nombre es Emma Vaughan y vengo de Boston. Tengo veintinueve años y trabajo en una biblioteca. Nunca he estado en una granja, pero he leído mucho sobre ellas, así que seguro que se me da genial. 

No estaba segura de cuál era su granjero. Allí había muchos hombres. Estaba el detective, un saxofonista que le cortó el aliento mientras se le abrían enormes como platos los ojos, «Vaya con los músicos del programa...», un señor que llevaba unos rizos así con un estilo muy vintage... Y los de los asientos. Uf. Si se lo habían explicado todo, pero estaba nerviosa y ya no se acordaba de la mitad. Así que siguió mirando a lo que ella creía que era su cámara.

—Bueno, y... estoy deseando conocer a mi granjero y a su granja y a toda su familia. —Se había venido un poquito arriba, pero qué más daba. Sonrió un poco más y le cuchicheó al detective—. Oye, ¿sabes si tengo que hacer algo más?

Largas pasaban las horas en la frialdad, moral y espiritual (la calefacción siempre estaba puesta) del backstage. Hacinados como si fuese ganado (en un dramático giro del rol habitual) los por el concurso apodados gañanes, se agolpaban inmisericordes sobre las bandejas de canapés y sandwiches que les habían servido.  Para emular con más precisión el hábitat de estos señores sureños tan educados y atractivos,  el hilo musical era un original mix de solos de Banjo y grandes hits del country.

Hahahs comía gratis -​​​​​​dije presa de la emoción de hallarme a punto de salir en la televisión.  En cientos de autocaravanas, decenas de dedos regordetes -gordezuelos quizas- se situaban impacientes sobre las teclas REC de sus reproductores de video, ajenos al hecho de que el VHS ya había muerto hace años.

SACAD A LOS GAÑANES,  VENGA! QUITAD LAS BANDEJAS..ENTRAMOS EN TREINTA SEGUNDOS

Tras algunas señales sutiles e imperceptibles, se nos guíó hasta el enorme escenario, donde nos pusieron en fila.  Ebenezer y Jeremiah se arrodillaron, moqueando de terror. Lo de los brillantes focos enfocados sobre ellos y no sobre los latinos y afroamericanos de entre el público, se les antojó el macabro preludio de una ejecución, de un radical giro de tornas para el cual no habían venido preparados.

Yo, por mi parte iba mascando inconscientemente, mientras dedicaba el lento trascurrir de los segundos a contar el número de dedos que tenían entre todos los coach..Si sólo dejarán de moverlos, acabaría en un santiamén!

Una belleza rubia entró en la sala, no respondía al nombre de Cyrus, si no de Swift y rápidos nuestros corazones se quedaron prendados de su voz.  Ni flatulencias, gruñidos, aullidos, esputos, ni torpes chanzas podían minimizar el efecto que tuvo en nosotros, en mí.  Hahahs esa melafo!

Giré la cara al ver movimientos poco comunes en mi proximidad, ni siquiera el súbito estallar de los focos sobre mi rostro pudo distraerme.  Una pareja junto a mí se encontraba en pleno baile preorgiástico, enzarzados en una danza tremendamente erótica.  Uno era apenas humano, la otra se llamaba Larissa.

IA IA OH! 

-Que sí. Que sí...No... Para nada...Un poco nerviosa sí. Que sííí te digo. Voy todos los días a misa. Y en la granja también podré ir a la iglesia del pueblo. ¡Ay, mamááá, qué pesada eres. Por dios y la virgen!  Nooooo, no estoy blasfemando, es que...es que...me pones histérica...Te estoy diciendo que la gente es muy maja. Un poco loca, liberal, pero eso es normal, es gente de la tele...Ya sabes. Que no me he maquilladoooo...Un poco, para las cámaras...Sí, algunas amigas...las otras chicas son majas...Y Miley es un encanto. ¿Miley? La coach de mi equipo. Es lo más, la tía. Ay, vale, perdona. Me está enseñando un montón. Muy maja, muy guapa, muy lista, ¡sabe un montón de cosas!  valeee, besis para papi. Te llamo. 

Ivonne guardó el móvil en el bolso. Se duchó. Se puso tres vestidos. Sudó. Se volvió a duchar. Se tocó el donut para relajarse como le había enseñado Miley. "Qué técnicas, y yo ni idea de esto".  Más relajada, se miró la docena de vestidos sobre la cama. Se puso nerviosa de nuevo. Corrió a la ducha y se dio un gustito de nuevo. Ayyyy...qué ricoooo...Regresó a la cama, tan relax, que se quedó frito encima de la ropa. La avisaron con golpes insistentes a la puerta de su habitación. 

-Corro, corroooooo!

Cogió el primer trapito que encontró. El vestido negro, los pendiente de delfín, el collar de la abuela. ¿Bragas? Con las bragas en la mano, las arrojó, recordando el consejo de su super amiga Miley. Salió corriendo por el pasillo.

-¡Sin bragasss y a lo loooocooooo! -como esa peli que veía cada dos por tres su padre- Ahájajajahajajjaaaa...Granjero que voyyyyy.

Entró al escenario, despistada y atolondrada, justo cuando mencionaban su nombre. Casi aterriza en brazos del presentador. -La cámara, la cámara, a dónde miro, eh? -Su sonrisa piadosa se extendió, con esa carita de no haber roto un plato, se acercó al micrófono.

-¡¡Holaaa a todoooss!  Que La Paz De Dios sea con vosotros amigos y amigas! Soy Ivonne, creo en el amor romántico, quise al granjero amoroso, pero me confundí y me ha tocado el oso. Pero seré una buena esposa para él, le daré muchos hijos y placer. cuidaré de la granja, se cocinar, planchar, cantar y tocar el piano. Con mi voluntad y la gracia De Dios y la ayuda de nuestra amada Virgen María se que lo lograré. ¡Besos para todoooos!! 

Se sentó al lado de Miley, como ella, imitándola, riéndose, alegre, nerviosa. Despatarrada, que le vieran bien el chichi, buen material. Si es que lo que no supiera la rubia...

La oportunidad de mi vida- Mel se lo repetía una  y otra vez. Su agente se lo había dicho, su madre se lo había dicho, el grupo de chicas de voces repipis con las que iba de compras también se lo había asegurado. ¡Mel por fin iba a triunfar en televisión! Se acabarían sus papeles de extra, sus desnudos en televisión- aunque no le importaban, en realidad- y encontraría un macho alfa con el que disfrutar del lujo y de su futuro como actriz.

Durante la gala, Mel estuvo retocando su maquillaje una y otra vez. Había escogido un vestido negro que le quedaba de fábula –como todo, en realidad- y había enviado cientos de mensajes de voz a sus amigas en los que anunciaba el tiempo que le quedaba. Solo de imaginarse siendo iluminada por todos esos focos se le glaseaba el donut.

La presentación del granjero alfa hizo que Mel abriera los ojos como si estos fueran a salirse de órbita. Madre mía. Quiero hacerme una crema hidratante con la leche de ese bollycao. ¿Qué sentiría al ser tocada por esas manos de saxofonista? Por la forma en la que movía los dedos empezó a sentir calor, mucha calor.  

El granjero romántico era un chiste. ¿Le habían puesto una joroba queriendo? Es decir, ¿quién iba a querer quedarse con un adefesio como ese? Que alguien se traiga un biombo para tapar a Quasimodo. ¡Qué horror! Había hecho bien en marcar al granjero alfa. Podía ser una gran actriz, pero fingir la mínima atracción por ese hombre le valdría el óscar.

El granjero gañán sencillamente había debido recibir un golpe cayéndose del tractor cuando era pequeño. Por dios, por dios. ¡Qué asco! ¿Qué iba a ser de las pobres mujeres que tuvieran que verse con esos dos? Desde luego darían espectáculo, pero ella iba a poner la pasión en el programa. Iba a lograr que mujeres, hombres, e incluso perros se quedasen enganchados a la televisión mientras coreaban su nombre.

¿Has visto a Mel? ¡Es una Diosa! Joder, quiero casarme con ella. En nada se harían manifestaciones para pedir su contratación en películas de alto presupuesto.  La cantidad de hombres y mujeres que querrían un trozo de ella. ¡Hasta tendría que pedir seguridad propia! Pero era normal, esa mujer era una estrella. Mel, Mel, Mel, Mel- el coro de voces sonaba en su cabeza hasta que se dio cuenta de que otras mujeres se le habían adelantado para presentarse.  ¡Coño! ¡Me ha vuelto a pasar!

Mel iba a interpretar como nunca. En su vida había pisado una granja, ni había cuidado animales, ni había hecho prácticamente nada, pero ella era una actriz de método y estaba preparada para cualquier ocasión. Después de que una loca empezara a hablar de la virgen y de que había escogido al mismo granjero que ella, Mel comenzó a avanzar hacia el escenario. No le hacía falta mirar a los demás para darse cuenta de que el mundo entero estaba pendiente de ella.

La morena miró hacia una de las cámaras poniendo un rostro interesante, cerrando ligeramente los ojos y poniendo morritos. Luego se echó el cabello hacia atrás como una auténtica diva, sonrió y se colocó una de las manos en la cadera.

-¡Hola, mundo!- gritó, con un tono animado. Soy Mel. Sí, esa misma, de todas esas películas que recordáis, pero hoy vengo a este programa por algo muy diferente. Hoy vengo a conquistar a…- hizo una pausa dramática, fundamental para que la gente se mordiera las uñas en sus casas- A ese bombón.  Puedo tener contrincantes preciosas- mentira cochina- pero estoy segura de que el amor triunfará. Os prometo una experiencia increíble. En vuestra vida vais a ver un programa como este, así que estad atentos.

Luego, haciendo un giro totalmente teatral y falso, miró hacia su futuro marido. Le guiñó un ojo mientras miraba la tableta de chocolate que tenía en el torso. Osea, este tío es pura fibra. Se ha convertido en mi marca favorita de cereales.  ¡Atila!  Estoy segura de que lo tienes todo, menos una mujer a tu altura. Esa soy yo- dijo con confianza, mientras se aproximaba a él. La loca que bailaba a su lado le daba bastante mal rollo. ¿La miraba a ella o a Atila? ¿Por qué cantaba tan mal? Tú y yo vamos a hacer que esto merezca la pena. No puedo esperar a nuestra primera cita.  ¡Prepárate para que te monte una auténtica Cowgirl!- tras soltar ese discurso por el que alguien debía estar llorando en su casa de la emoción, la mujer fue hasta Miley, quien sería su coach, y se quedó viendo el resto del espectáculo. Aunque era ella la auténtica estrella, por lo que a partir de ahora todo iría a peor.

Madonna, perché mi stai facendo questo? Io sonno un buon hommo.... perché.... perché.....

Las oraciones de Sam no parecían que fueran a tener respuesta aunque al menos pudo suspirar aliviado cuando una mujer a una pamela pegada anunció que era candidata para el alfalopitecus. Parecía salida de cualquier sitio menos un colegio, tan llena de botox y silicona que por un momento temió que pudiera explotar y borrar a todo el estudio de la faz de la tierra. La miró esbozando una pequeña sonrisa burlona

Esta debe pensar que la ESO es la que viene antes de la AQUELLO, y si material de lectura son las etiquetas de Anís el mono. Pobre del granjero alfalfa, está claro que esta no sabe hacer la O con un canuto. Ah, espera, que ha hecho películas? Ahora que la miro, igual si que tiene un aire a la del monstruo del pantano....Dios, si no recuerdo mal de las lecciones de biología, si mezclas un alfalolipecus con una homo siliconensis? No creo que el pobre Mendel y el pobre Darwin pudieran responder a eso... A ver, sigamos escuchando.

El programa anunció una nueva candidata. Era una especie de testigo de Jehová *, ultra religiosa, que quería parir como coneja, follar como una estrella del porno y cocinar como una estrella michelín. Visto lo visto prefería a Santa Maria, que a Barbie Botox, solo esperaba que sus pretendientas no fueran tan malas como esas, sino, oficialmente, estaba, jodido.

Nueva York. Unos meses antes del casting.

-¿Aquí en medio de la calle quieres que lo haga? – preguntó cogiendo el maxibolso que llevaba lleno de cosas inútiles, y que podía hacerle perder el equilibrio en cualquier momento cayendo de lado como una seta. Las mujeres y los bolsos, ese mundo desconocido e inquietante. Todos los objetos que cabían ahí dentro no eran tontería, eran cosas prácticas como toallitas de bebé, mucho maquillaje caro del que tapa de verdad y te hace menos vieja, o en el caso de Susie, un supermercado entero para picar entre horas. Porque ella sufría ataques de ansiedad y de repente se ponía a comer como si la vida se le fuera en un bollicao.

-Susie, tienes que practicar y hacerlo creible. Te está viendo todo cristo arrodillada ante mi con esa falda negra de tubo que te marca todo el culo. Ahora no puedes fallar, nena. Hazlo bien.

-Vale Steven, vale. – asintió moviendo la cabeza y la coleta alta de yegua que llevaba. Tomó un poquito de aire, como en los viejos tiempos, cuando grababa películas, preparándose para petarlo como la actriz REALISTA que era.

-¿Tu… me harías el inmenso honor de concederme tu mano? – dijo con una gran sonrisa de enamorada REALISTA.

Mientras tanto, los neoyorquinos se iba a agolpando alrededor de ellos mirando con curiosidad.

-No, así no. Está quedando muy masculino, prueba otra vez. – bromeó con el tono de Cersei Lanister en el video viral donde su propio hijo le recitaba poemas sexuales.

-Joder Steven, que soy la mujer y estoy arrodillada. ¿Cómo no va a quedar masculino? tendrías que ser tu el que está de rodillas y yo fingiendo que me sorprendo cuando saques el anillo.

Su manager sonrió ampliamente, disfrutando como un cochino al verla sometida de esa manera. Por fin, Susie, se arrodillaba frente a él, aunque no fuese de verdad. En su mente era libre de montarse una peli porno con ella comiéndole el bollicao.

-La última vez que pruebo. Que ya es la tercera y me están saliendo cardenales en las rodillas como si fuese una peregrina de Lourdes. – suspiró ya sofocada, con ganas de comerse algo que llevase en el bolso, pero nada de comida de dieta que no sabe a nada.

-Steven, mi amor, mi dulce locura, mi rey, mi tesoro de esdla, mi regalo de navidad, mi cariñín, mi osito… ¿tu… me harías el inmenso favor de casarte conmigo y… permitir que te cuide cada dia durante el resto de nuestras vidas?

El manager se quedó con la sonrisa de satisfacción congelada en la boca, saboreando el momento. Ya no era legal decirle lo de “prueba otra vez”

-Si, así si que me caso contigo Susie, y el granjero al que vayas a pretender también, morena. Pasas a la siguiente fase.

-

Minutos antes de entrar en el plató de The Voice.

-¡Pero es que yo he pedido unos ventiladores como los de Beyonce para que me den en todo el pelo de ondas que llevo! ¿Tu sabes lo que cuesta esto en peluquería? Horas, horas, ahí aguantando las tenacillas. Será posible. No tenéis ni idea de concursos de belleza ni desfiles. – no valoraban que ella era un Angel de Victoria Secret madurita y con estilo.

Estaba de los nervios. Solo faltaba que alguien le tirase un café encima y le manchase el vestido blanco de Diosa griega que se había puesto, enseñando solo sutilmente algunas zonas de su cuerpo. Venus de gilette, sois mi única esperanza... Dios, por tu pasión y agonía… tus yagas, y tus azotes… -no era muy creyente pero la hermana Clarins siempre decía que rezar no hacía daño. Otra cosa es que el deseo se te cumpliera.

-¡VENGA GUAPAS QUE SALÍS EN 30 SEGUNDOS! –uno de los tios con pinganillo que se paseaba por allí babeando como un bebé salido viendo las pretendientas, les advirtió.

-¡Oye! ¿Tampoco me van a poner la canción de Celine Dion cuando salga al escenario? La de “I'm Alive”. ¡La necesito para venirme arriba!

No, allí Susie era una más, como fuera del programa. Una mocatriz de las Vegas a punto de perder su trabajo de primera bailarina del musical de Tina Turner. Ni siquiera se habia ganado el papel de Tina. Ella alegaba que era por no ser negra, por supuesto. La triste realidad era que la cantante principal era blanca.

Salió al escenario, a pesar de todos los imprevistos, divina de la muerte. -¡Gracias, gracias, que emoción! ¡La paz en el mundo! - saludó con delicadeza y sonrió tanto como pudo moviendo con gracia el vestido liviano de griega que ni la Elene Paparicho.

Cuando vio al granjero con chepa, de rizos como un avispero de abejas, y vestido sin nada de estilo, siguió sonriendo totalmente REALISTA. -¡Que emocionada estoy! ¡Esto es increíble, tengo muchas ganas de conocerte Sam, enamorarme y formar una familia! – sabia que con eso se ganaba a la audiencia seguro. El granjero le importaba una mierda.

Guiño seductor a la cámara.

Apenas había empezado a mover sus pectorales cuando una rubia bizca se acercó a él para tocárselos. La pobre era fea. Pero fea, fea, fea. Y Atila, que era como la Madre Teresa de los tíos buenos, dejó que lo manoseara con una sempiterna sonrisa en la cara, sabiendo que esa mujer merecía una alegría, después de lo que tenía que aguantar día a día frente al espejo.

— Me recuerdas a mi cita del baile de graduación —Aaaah, Lily. Pero qué monstruosidad de cara tenía. Y lo bien que… eh… bailaba. Dejémoslo en que bailaba bien—. Pero tú no eres de las mías, ¿no? Una pena. Oye, si no te convence tu granjero ni tú a él, llámame. Eeeeh… —Consciente de que estaba rodeado de cámaras, sonrió mostrando muchos dientes y añadió:— Si yo tampoco consigo enamorarme, claro. Jajajaja —reía para dejar claro a sus fans lo bromista y picarón que era y que lo que había dicho no iba en serio. Aunque iba en serio.

Guiño seductor a la cámara. Beso soplado hacia la cámara, hacia sus fans. También guiñó a la morena del vestido de flores. A esa no le sopló un beso, no era de las suyas. ¿Cuándo salían las suyas? Mientras, lo estaban resobando bien, así que tampoco había problema.

Al fin apareció su primera pretendienta. Y era… Indescriptible. En fin, suerte que Atila no le hacía ascos a nada. La viuda del pastor podía confirmarlo: dudaba de que en los 59 años de su existencia esa religiosa mujer hubiera mencionado a Dios tanto como durante la sesión pasional con Atila. Y seguro que esta recatada muchacha… ¡Coño!, ¿iba sin bragas? Sí que iba en serio con lo del placer. Guiño seductor a Ivonne.

— Me gusta lo que has dicho del pl—iano. Piano —rectificó a tiempo. Aparentar ser una amante de la música atraía a las nenas. Hubiera preferido que se le diera bien la flauta, pero qué se le iba a hacer.

Guiño seductor a la cámara después de estar varios segundos mirándole la entrepierna a la modosita. Modosita mis cojones. Y llegó su segunda pretendienta. ¿Era actriz? Quién sabía. Atila solo iba al cine para meter mano a su cita. Y si creéis que se pone en las filas de atrás para no armar un espectáculo, es que no lo conocéis. Se hizo el sorprendido y halagado cuando Mel lo señaló. Guiño seductor a Mel.

— Te lo advierto. No es fácil montar a un semental desbocado —Sonrisa picarona, mirada profunda. Qué bien se le daba, hostia. Si es que tenía un talento natural para ser sexy. Ojalá no hubiera roto la camiseta. Así podría ponérsela y volver a quitársela lentamente, como en los anuncios de colonia. 

Guiño seductor a la cámara. Y otro a la que pedía paz en el mundo. Se preguntó cuántas telespectadoras habría ya preñadas de él gracias a sus guiños.

Las 08:45h cuando llegué al despacho, donde trabajaba, sorprendiendo a propios y extraños - claro que estoy aquí ¿dónde creíais que iba a estar? No, no, he decidido no concursar en ese estúpido programa. ¿De verdad creíais que iría? - esta gente está más loca de lo que creía, debería de cambiar el equipo, no me merecen.

- ¿Llamadas de producción? Ya tan temprano, la verdad es que creí que me iban a dejar tomar mi café con tranquilidad... De acuerdo, pásamela (...) - Sí, Bullington con "B" de Buckingham, esa soy yo, dígame... ¡¡¿Cómo?!! ¡¡¿Qué cláusula?!! - Elizabeth, querida llama a mi abogado y pásamelo - Por supuesto que me he leído el contrato, un momento, tengo otra llamada, no cuelgue - Charles, maldita sea estoy hablando con los del programa... sí, no, no, no tenía pensado ir, ayer, ayer lo decidí, ah perdona si no te llamé, se me pasaría... oye, me dicen del programa algo de un contrato, ¿hay alguna cláusula de penalización? Sí, te dejo... ¡¡CÓMOOOOO??!! Pero Charles, eso es... espera tengo otra llamada - Sí, perdone, mi madre que ha sufrido una indisposición y la han hospitalizado, sí, ahora mismo iba a ir para ahí, he venido a ver a mi madre pero por supuesto que tenía pensado acudir al programa, llevo preparándome varios días, mentalizándome - Sí, no hay problema, gracias, allí estaré. 

- Charles, ¿estás ahí? Entonces hagamos cuentas, si voy... (...), ya y el juicio ¿cómo lo ves? Bueno bien, me parece bien... (...), sí, me verán como una mujer cercana al pueblo, a la tierra, voy a ser Scarlata O´Hara suplicando porque la dejen sobrevivir, me alzaré... de acuerdo, sin fanatismos. Quizás un poco para darle... sí, de acuerdo, nada de fanatismos. Pero mira había pensado que, igual en vez de acudir en coche, podría usar el helicóptero por eso de aumentar la popularidad... (...), de acuerdo nada, de helicóptero, ¿y si llego a caballo? (...) Ah, vaya, tú crees... Entonces, de acuerdo, de acuerdo.

Llegué al plató en el coche de la compañía - Cuánta gente, ¿han venido a verme todos? vaya, sí que causo expectación - creo que al final no es mala idea el concursar, seguro que esta popularidad se traduce en cifras, poder, fama, éxito - I have a dream - Me sirvo un poco de anís y brindo por el futuro y también por la cartera de inversión, un veredicto favorable y alcanzar metas de éxito y popularidad - Puedes acercar el coche ahí, sí, procura no matar a ninguno de estos puercos - Sonríe Amanda, sonríe. Tu momento ha llegado, dejad paso infrahumanos, aquí está la reina de la moda. Abro la puerta y tras poner un pie en la acera salgo y me abro paso entre la muchedumbre - fotos no, por favor, fotos no - Voy directa por el pasillo a la zona de producción, tengo un hombre cuya masculinidad tóxica se abre camino dirigiéndome a maquillaje y vestuario - perdona pero yo vengo de traje, no estoy por la labor de ponerme ninguno de esos pijamas cutres con que vestís a la gente - qué se habrá creído éste, si solo hay que verlo con esos pantalones arrugados y en fin vaya zapatos, igual desconoce que se pueden limpiar.

- No me pongas demasiado color que no soy un semáforo, y nada de minifaldas que hacen la pierna gorda y ni te atrevas a peinarme, vengo de la peluquería - ay, por favor ¿éste es el equipo del programa? son casi más rústicos que los hombres de paja - dime que, no soy la última en salir a escena ¿Ah sí? perfecto - las mejores siempre vamos al final, como la reina que hasta que no llega nadie se sienta - Se llama popularidad, sí bonita, una que tiene un caché - creo que soy el personaje estrella, gracias a mí este programa va a revitalizar la vida de la televisión.

- ¿Y el chal que os pedí? No, no voy a salir con eso, quiero lo que os pedí, sino no salgo, así de simple - lo pone el contrato, no habrán leído las cláusulas ja! - Perfecto, ese mismo, ¿esa es la puerta que da salida al escenario? Pues adelante, allí voy ¿hay que esperar algún aviso, música? - Mira porque ya estoy peripuesta que sino me descalzaba y te tiraba los tacones, imbécil.

Cuánta gente, madre mía, por todo el dinero de Rockefeller cómo es posible que haya entrado toda esta gentuza de público, me fijo que hasta podría haber inmigrantes chinos entre el público, hay hasta hombres, qué decadencia, vaya cómo engañan los anuncios publicitarios, vale, ahí está la cámara... saludo un poco, sonrío, saludo, camino hacia aquellas butacas donde hay más gente, vaya mujeres que pendones que hay ¿esas son las concursantes? ah, que son las presentadoras, genial - encantada, gracias, muchas gracias... para mí es un honor estar aquí. Una gran sorpresa que me escogieran - lo que hace el dinero y los contactos - gracias, gracias - seguid aplaudiendo imbéciles, aunque puede ser un efecto de producción como las risas del cine. Venga, levanto la mano y saludo casi emocionada... oh, qué profesionalidad la mía, un Oscar merezco, o dos, o dos - Muy agradecida, muchísimas gracias - Charles por dios, léete bien los contratos para la siguiente, otro saludo y me siento - ¡¡muchas gracias, estoy emocionada de estar aquí, muchas gracias América!! - joder, me ha salido hasta una lágrima, vaya como calientan esos focos, creo que se me ha metido algo en el ojo - me emociono con este recibimiento, gracias - Trataría de obviar a aquel engendro pero este programa me podía beneficiar mucho, así que, hice como si se tratara de Frank Sinatra, me maravillé sólo con verlo, igual dentro de una semana lo viviseccionaría, pero ahora es todo tan bonito, nada puede estropear el momento.

Ivonne estaba flipando y flipada con todo el espectáculo. La boca medio abierta y las piernas despatarradas, a lo Miley, hasta que el alfalafa le dio aquello y se vio a ella misma en una de las pantallas gigantes, allí con todo el conejo negro y boscoso ofreciéndoselo al urbi et orbe.

Cerró las piernas de inmediato, se inclinó con las manos sobre el regazo y la cara más roja que una gamba guiri de los fiordos de Islandia. -Madre de Dios Santísima- En qué estaría pensando. Cómo me he dejado llevar por la rubia. Se acongojaba. Si al menos se hubiese depilado. Pero eso es de guarras. Que vale, las axilas y las pierna, pero el chichi, que va. Pecado Mortal.

-Para servirte, Atila. No me comas . Te tocaré el piano.-logró murmurar.

Se quedó así, abochornada, viendo llegar y admirando a las candidatas, a cual más guapa. La tal Mel estaba de escándalo, menudo desparpajo, todo falso en su cuerpo, seguro, no como ella. Pero estaba buenísima, tanto que le dieron ganas de gatear y comerle el donut allí mismo, tal y como aprendió con Miley. No estaban bien esos pensamientos impuros. Mal, mal, Muy Mal. Suspiró. Esperaba que fuesen buenas amigas.

Luego llegó la otra. Por Dios. Susie. A esta le comería hasta la raja del culo, se dijo. Entonces enterró la cabeza entre las piernas. Avergonzada. Desconocida para sí misma- Agua, agua- pidió, para su pastilla. o para ducharse. Se la tragó mientras se presentaba la abuela. A esta no le comería nada...bueno, tenía su morbo. Aunque no entendió que hacía aquí , si era la presentadora, la madre de un granjero o la tía de Taylor.

Por favor. Lo tenía crudo, no. Lo siguiente. No supo si debía hacer algo o no...Espectáculo, siempre, Ivonne -la solía alentar Miley cuando la tenía entre las piernas. No se le ocurrió otra que estirarse en el suelo en plan sepsi, para llamar la atención de las cámaras.