Partida Rol por web

 Tras ver como el comandante desaparece de la vista, andando en dirección a urbe, Zandor mira de nuevo a su Sun y a Vernet.

- Pues en marcha. ¿Conduces tú o yo?- Comenta con medio sonrisa.- Sugiero usar el mayor tacto posible, procuermos usar cuantas menos armas mejor. No son traidores ni simbiontes, son de los nuestros.

 Tras un suspiro, vuelve a mascar el chicle.

 - A sí que dobleme tiene una churri cerca de la zona del mercado. A ver si hay suerte y damos con él.

Un orgulloso gesto se dibuja en la cara de Vernert. Las palabras de Leridan no le dejan indiferente pero eso es además una pesada carga. No puede fallar; ahora menos. Lanza las llaves del vehículo a Zandor... parece que el soldado está deseoso de arrancar el vehículo y Kris tiene muchas cosas en que pensar.

—Vamos, intentemos arreglar esto de una forma diplomática pero estemos atentos. Todavía no estoy seguro de que todo esto sea trigo limpio.

 Alice se sienta en el asiento y mira hacia afuera. Son muchas cosas las que se le pasan por la cabeza, pero lo que mas la inquieta es todo ese juego de intrigas que se empezaba a entrelazar a su alrededor. Parecía no poder fiarse de nadie.

-Señor-dijo dirigiendose a Vernet- sigo pensando que no sabemos todo lo que está ocurriendo. Y no creo que nos podamos fiar de nadie...quizas... será mejor que pensemos en algo nosotros, por si acaso las cosas no son como nos las han contado. 

 Zandor toma las llaves al aire mientras se sienta en el asiento del chofer y regula un poco las medidas. Tras un vistazo a los compañeros y cerciorarse de que estaban en su sitio enciende el motor para ir en dirección a la plaza del mercado.

- Suele ser así Sun, por eso la vida del soldado no es tan mala. Sólo cumples órdenes y listo. Eso de las dobles y triples vidas.- Tras encojerse de hombros un instante añade.- Pero miradlo por el otro lado, ahora sabemos algo más ue hace apenas media hora. Y como no cumplimos órdenes, por que nadie nos ha ordenado nada, pues en este asunto no hay autoridades, decidimos nosotros. Ya que quienes se juegan el culo somos nosotros.

 Tras una pausa.

- Ahora debemos de ponernos deacuerdo en algunas pautas. Primera cosa, estamos juntos los tres en esto. Así que SÓLO confiaremos en nosotros. Segundo, que historia contaremos cuando nos pregunten. Cosa que evidentemente harán cuando nos presentemos preguntando. ¿Quién no manda? ¿Cómo nos hemos enterado de lo que se planea? Etc, etc, etc. ¿Alguna idea al respecto?

Kris menea la cabeza.

—No creo que sea necesario todo eso. No tenemos que dar explicaciones a nadie: vamos, actuamos y fin de la historia. El único interesado es Tanhauser y a él no hay que ocultarle nada. Yo soy partidario de intentar hablar antes con él de todo esto pero no se como de viable será esa opción —dice encogiéndose de hombros.

 Alice asintió con la cabeza.

Me refiero a que si la...mmm... conspiración es tan grande como nos ha dicho el comandante quizas no todo sea como esperamos. No me gustaría evitar la salvación del capitán y por ello condenarlo. Pero quizas teneis razón, es muy pronto para pensar en todo esto, lo mejor será que estemos preparados para cualquier cosa.-les dijo antes de mantenerse en silencio.

 Ante las observaciones de los demás Zandor reducie la marcha.

 - ¿Acaso creeís que no otrogarán permiso par avisitar al Capi así como así? No lo creo, además el acudir allí podemos llamar la atención de gente que quizás nos interese que nos ignoren.- Finalmente se encoje de hombros.- Pues a donde vamos, decidid, yo soy soldado, no pensador jejeje.

 Un tipo raro ese Morneus, sin duda.

Kris sonrie.

—No, Zandor. No creo que sea nada fácil visitar al capitán... pero sería de gran ayuda hacerlo. Pero tiempo al tiempo, primero vamos a ver a ese Doble-M

Mientras el grupo hablaba Zandor conducía hacia la zona del mercado. Una vez allí aparcó el jeep a un lado y bajaron. El mercado era un lugar amplio, lleno de recovecos. Al llegar al lugar Kris no pudo evitar recordar la persecución en la que capturaron al Viajero y por la cual comenzó la caída de Gulliver. Una enorme caravana se preparaba para salir: probablemente viajeros en dirección a Cañón Esperanza, que era a donde iban las caravanas de mercancía más grandes.

Había muchos sitios por los que empezar a preguntar: un par de tabernas, unos baños públicos, los propios puestos del mercado, la oficina de información militar donde se atendía a los reclutas recién llegados a Estigma. ¿Dónde podía estar Doble-M o su posible novia?

 Chicos, creo que lo mejor será separarnos durante un par de horas y tratar de buscar a ese tipo o a su novia. Podeis preguntar por el en alguna taberna y yo iré al mercado, por si doy con su chica. Aunque estaría bien saber el nombre de esa chica.-les dijo viendo que iba a ser una busqueda complicada- ust...tu mandas Vernet, solo es una idea.

 Zandor asiente ante la observación se Sun.

 - Separémonos, yo pasaré por las tascas y tabernas preguntando por MM, un tipo como él no pasa desapercibido, a parte de que hace bastante tiempo que anda por la región, alguien sabra algo. Imagino.

Kris niega con la cabeza y frunce el ceño.

—Me vais a perdonar pero yo aquí no me fío ni de mi padre. ¿Quién os asegurará cuando nos volvamos a ver que yo no tengo un trato con otros y os voy a vender? ¿Mi palabra? Las palabras se las lleva el viento en situaciones como esta... lo siento pero no voy a correr el riesgo.

Mira un instante a su alrededor y de nuevo vuelve la mirada al grupo.

—¿Empezamos por las tabernas?

 Esta bien, pero...¿vais a ir asi? Es decir, si yo no quisiera que me buscaran de lo primero que saldria corriendo sería de unos tipos uniformados y armados hasta los dientes...me parece que asi no iremos a ninguna parte. Si queremos conseguir la informacion que buscamos debemos ser mas sutiles, no  quiero provecharme para veros mientras os cambiais pero creo que deberíais poneros ropa civil-expuso la doctora.

 Zandor se encoje de hombros.

 - No lo veo tand descabellado, todos los militares van así por aquí, Y cerca de una tercera parte lo somos o tienen una conexión importante. Es habitual, no levantaremos sospechas de por sí. Es más, nos identificarán como un par de marines más. No se fijarán tanto en nuestras descripciones.

 Alice se dió cuenta en aquel momento que, salvo el dia que llego a Estigma, nunca había estado por aquella ciudad.

Esta bien, entonces lo que dice es mejor para nosotros-dijo sonrriendo- aun asi, tratemos de no llamar mucho la atención.

—Zandor tiene razón. Muchos nos conocen por aquí y realmente se extrañarían al vernos de otro modo. Vamos, empezaremos por las tabernas.

Kris se pone en marcha esperando que el resto le siga.

 Kris se dirige a la primera de las tabernas donde pueden probar suerte. Ha estado aquí en alguno de los permisos. Es un sitio tranquilo que todos conocen simplemente como 'Armon'. Nadie sabe si es el nombre de la taberna, del dueño o del tabernero. Es un edificio de adobe de una planta al que se accede a través de una cortinilla de cuentas de colores. Ahora que lo piensa Kris nunca ha visto esta taberna cerrada y, de hecho, carece de puerta real.

El lugar, pese a lo temprano que es, está bastante concurrido. Muchos soldados de Gulliver pululan de permiso obligado a la espera de nuevo destino. Pero no es un ambiente alegre. La mayoría de la gente bebe en solitario y los pocos grupos que hay hablan en voz baja y tienen un gesto de cansancio permanente en el rostro. 

Cuando los tres compañeros entran algunas miradas se dirigen hacia Alice pero nadie hace ninguno de los comentarios esperados al ver a una chica bonita entrar en un antro como éste. ¿Será por sus acompañantes? No. Es nuevamente la desidia que planea sobre todo.

Al fondo, en la barra, una figura conocida bebe en solitario. Se trata del viejo McCorman. Al contrario que los demás no levanta la cabeza cuando entran los recién llegados. De hecho por la forma pesada en la que se apoya en la barra parece que está bastante más que ebrio. 

 Y no crees que, conociendoos, no se extrañaran al veros entrar con una mujer atractiva-les decía Alice, bromeando, a sus compañeros mientras entraban en la taberna. Alli observó a todas las personas que estaban bebiendo y entre ellos se fijó en el viejo McCorman-Psst, mirad, ¿no es ese el tabernero de la guarnición? Creo que me he cruzado con el un par de veces mientras estaba alli. No parece que sea uno de sus mejores dias...