Partida Rol por web

Kris se detiene un instante antes de salir de la tienda y mira fijamente a Dafne. No habla, sólo la mira con una mirada que pudiera parecer intimidatoria pero que él sabe que no lo es. Está tratando de ver más allá, de perforar esa máscara que los humanos ponen sobre su rostro para ocultar su verdadero estado de ánimo, sus emociones.

—¿Qué tienes para mí? —piensa Kris durante su afanosa mirada a la mujer—. ¿Hay algo que deba saber?

 Una vez fuera Zandor los conduce fuera de la vista que se pueda tener desde la tienda, pero que a la vez puedan atisvar hacia ella.

 - Creo que no es descabellado pensar de que intentará avisar a Doble Eme. Teniendo en cuanta que no tenemos ninguna pista mejor, propongo tener la tienda viglada desde un punto que nos permita pasar desapercibidos.- Mira a sus compañeros para ver sus reacciones antes de continuar con la mirada puesta en la tienda.- Casi nos lo cuenta, maldición.

Kris sale y se reúne con los otros en la plaza.

Lo que ha visto en la muchacha es desconcierto y desconfianza. Sentimientos que afloran fácilmente a su rostro. Pero ha visto algo más: duda. Y la necesidad imperiosa de evitar que los visitantes vayan a la parte de atrás del negocio. ¿Tendrá allí oculto a alguien o algo?

 Alice mira a kris cuando sale de la tienda y se acerca a él.

-¿Ha dicho algo?-pregunta inquisitiva- creo que, como dice Zandor, tendremos que estar atentos...

Una sonrisa de satisfacción ilumina el rostro del cabo Vernert por un instante.

—Oculta algo... si mi intuición no me falla ahora mismo debería estar yendo a la trastienda. Tengo la sensación de que oculta algo allí —dice mientras invita con un gesto a Zandor a volver a entrar a la tienda.

Antes de entrar Kris sujeta por el hombro a Morneus y le dice algo al oído de manera que Sun también pueda oirlo.

—Se sutil, apriétala y la tendrás donde la necesitamos. Es un mar de dudas... vive en nuestro terreno.

Acabadas las palabras golpea un par de veces el hombro de Zandor y le deja actuar.

 Zandor mira soprendido a Vernert, le sorprende esta muestra de complicidad, pero sin perder más tiempo asiente y comenta.

 - Hay demasiado en juego como para cagarla ahora. Voy a ver a Dafne, espero que tras estos minutos recapacite. No es mala chica, yo supongo que haría lo mismo si estuviera en su lugar.- alza los hombros como para cambiar de tema.- ¿Estareís aquí, como os localizo?

—Iremos contigo... no te preocupes. Yo te he dicho lo que tienes que saber de ella. Estaremos detrás tuya —confirma Kris caminando detrás de Zandor.

Le hace una seña a Sun para que les siga. Zandor es un tipo imponente, esa era la carta que Kris estaba jugando.

Zandor vuelve hacia la tienda. Al llegar a la puerta comprueba que está cerrada con llave. A través de la ventana pueden ver que no hay nadie en la parte delantera, donde está el mostrador.

 Comentandoselo sin demasiados detalles a Vernert, añade.

 - Voy a dar un vistazo por detrás, quedaos por aquí por si pasa nada, que sepa donde dar con vosotros.

 Sin perder más tiempo se encamina, a grandes pasos, por un callejón cercano para ir en busca de la parte posterior de la tienda de obras de arte. Fijando su mirada por el entorno y agudizando su oído en busca de algún sonido que le ponga sobreaviso. Distraidamente saca un cigarrillo del paquete que se saca del bolsillo del pecho de la camisa y lo enciende mientras avanza raudo.

 - Si, creo que será lo mejor. No se pondrá tan nerviosa como si vamos los tres otra vez. Pero no lo entiendo...¿Por que no la has interrogado tu mismo?¿Que te hace suponer que hablara con Zandor y no con los demas?-le pregunto extrañada Alice, mientras veía como Zandor entraba en la tienda.

Zandor rodea el edificio mientras Sun y Kris lo observan desde el lateral de la calle.

El soldado comprueba que atrás hay un gran portón de madera, al estilo de un garaje, pero está cerrado. No se ve a nadie por allí.

 Tras comprobar que no hay nadie usmeando, pega la oreja a la puerta intentando escuchar algo al otro lado de la pierta. Luego se aparta y busca alguna ventana o alguna forma de subirse a la parte superior de la edificación.

Kris se encoge de hombros.

—Si entro yo no será por las buenas —dice frunciendo el ceño—. Todavía no tengo muy claro mi lado en esta guerra... quiero ver la reacción de Zandor.

El cabo se cruza de brazos y se mantiene expectante.

Zandor acerca su cabeza a la pared de la parte trasera. Al no escuchar nada busca una posible manera de entrar en el lugar.

En ese mismo momento la puerta delantera se abre y aparece un individuo. Es un tipo alto, vestido con uniforme militar, con pelo largo y barba sin bigote. El joven sale mirando directamente a Vernet, que se encuentra revisando el callejón lateral. Tras él la muchacha se oculta en un segundo plano.

- No voy a esconderme de vosotros. ¡Podéis detenerme pero pararéis la verdad, malditos traidores!

Parece que el impulso Doble M no comprende demasiado bien la situación ya que su mano se dirige hacia el pomo de la espada que lleva colgando del cinto.

Kris acaricia el fusil pero no lo levanta. Con un gesto de la mano izquierda indica a Sun que se ponga tras él, a cubierto.

—Cálmate muchacho —dice sin mostrar un sólo gesto amenazante, impasible ante la amenaza de la espada del chico—. ¿Quién ha dicho que mi intención sea detenerte? ¿Zandor... Zandor de te ha dicho eso?

Chasquea la lengua varias veces a la vez que mueve la cabeza a los lados.

—Trata de convencernos y quizá consigas un aliado. Habla lo que tengas que hablar y luego escúchanos.

La mano de Doble M sigue descansando sobre el pomo de la espada. 

- Si no vais a detenerme largaos. No necesitamos vuestra ayuda.- sentencia - Y no creeré ninguna mentira que me podáis contar.

 Al escuchar el sonido de la puerta de la tienda al ser abierta y el bozarrón del Doble M, Zandor regresa a la entrada de la calle, con la diestra en la culata de la pistola, y esta enfundada.

 Se fija que tras el marine está Dafne, atenta.

 - Eso es bueno Doble Eme, por que no tenemos ninguna mentira que contarte, ni se la contamos a Dafne.- su voz suena firme.- Tal vez prefieras tratar este asunto en un lugar un tanto más discreto. Lo que tenemos que contar no es algo que deba escuchar cualquiera.

Doble M simplemente asiente y entra de nuevo en el local indicando con la cabeza a los otros que le sigan. Dafne queda fuera, en la puerta, al parecer vigilando.

 Morneus hace un leve gesto de asentimiento a Kris y va tras Doble Eme, atanto por si en el interior hay alguna amenaza.

 Si bien no tiene la mano en la culata de la pistola ahora, no está muy lejos. Pues allí donde hacía unos instantes no había nadie más que la muchacha, hay, como mínimo un marine, ve a saber cuantos habría además de Doble Eme.