Travis sonrió.
Estaba claro que Sailor no comprendía nada, o por lo menos, no tenía la información completa de lo que realmente estaba sucediendo.
El Avestita le sacó rápidamente la lengua.
¿Era verde o había sido sólo una ilusión óptica producida por el sol y la naturaleza de los alrededores?
- Si, Sailor, sí. Han sido los simbiontes a los cuales ayudo. - Dijo sin más el acólito. - ¿Qué dirías si te dijera que en realidad, los simbiontes que han atacado Estigma fueron enviados por gente como tú? Simples humanos. -
Casmir inclinó la cabeza comprensivo.
- Sé que es difícil aceptarlo, así como también, es difícil aceptar para mi la verdad... pero todo esto que ha sucedido no lo ha causado la facción de Kisiereth, lo han causado simples humanos, nuestra propia raza, repletos de ansias de poder. Puedes creerme, o puedes no hacerlo, pero te aseguro que cuando descubras por ti mismo la verdad serás el primero en pedirme un arma y alzarte contra los que te han envíado. -
El humano señaló hacia su destino con su dedo índice y frunció el ceño.
- ¿Sabes que hay allí? ¿Allí dónde vamos? Una granja de cultivo de "espárragos". Y no, no está comandada por un Simbionte jefe o algo parecido, están produciendo supersoldados mezclando DNA simbionte y humano. Están buscando una guerra en su contra, enviando a sus creaciones a las bases humanas. Están haciendo que los Soles, continúen apagándose. -
-Tío, definitivamente te han comido la cabeza. Ya cuando estuvimos ahi te creiste todo lo que te decia el tal Kisereth.
Sailor escupio al suelo para librarse de la bilis que amenazaba con axfisiarlo.
-Dime , ¿Que es mas facil de creer? ¿Que le han lavado la mente a un cabezahueca religioso como tu o que hay unos simbiontes buenos y otros malos pero que, por casualidad, nosotros solo nos encontramos siempre con los malos? Kris y yo abatimos al viajero. Ese tio no queria venir con una tarta a decirnos hola, ¿Sabes? Luego el cabrito escapo de Estigma pero te digo que tras vermelas con el no me fio de nada que no tenga carne.
Lucas se tomo un momento para respirar y continuo.
-En cualquier caso, dentro de poco sabremos la verdad. Vayamos a ese sitio del que hablas, esa "granja" donde los humanos crian simbiontes mutantes y a ver si me muestras algo convincente. Desde luego, no se como vas a convencerme de que hay unos humanos apagando soles por ahi.
Lucas se calló que él había visto los experimentos de estigma y que estaba inclinado a creer parte de lo que decia el Avetista pero sus prejuicios y el odio racial que habia provcado el ataque era como una orquesta tocando a pleno pulmon y sofocando la pequeña voz que advertia a Sailor de la verdad.
Igualmente, todo eso carecia de importancia. Su mision era conducir a Molan a Kama, y la iba a cumplir. Aunque eso supusiera ayudar a los espárragos.
- No vamos a ir a ninguna granja.- atajó Molan mientras se acercaba para cachear a Sailor y quitarle todas las armas - Puedes conservar tu armadura chico. Yo debo encontrarme con el capitán Tanhauser. Parece que en este maldito planeta es la única persona en la que se puede confiar. Debo ponerle al día de los movimientos de los Decados y darle la información para que puedan encontrar las pruebas de la traición.
Mientras recogía la pistola blaster de Sailor sonrió:
- Oh. Un arma excelente. Eres un chico de recursos ¿eh?
En ese momento apareció Ernie en la vereda.
- He conseguido un krank* con su carreta. Os podré ocultar debajo de los aperos.- miró a Sailor - Que alguien lo vigile y si intenta hacer cualquier advertencia a los guardias le cortáis el cuello.
* Los krank son enormes aves con alas atrofiadas nativas de Estigma que se utilizan normalmente como bestias de carga. Son algo ariscos y pueden arrancarle el brazo a un humano de un picotazo pero si se entrenan bien son muy versátiles para moverse por terrenos abruptos.
- Bien, está todo listo. - Dijo Casmir. - No creo que haya que cuidar de Sailor, no es tan estúpido como para arriesgar su vida para delatarnos. Allí como lo véis, es tan curioso y en realidad, lo que quiere descubrir es la verdad. ¿No es así amigo? -
Casmir se acomodó en el transporte y se dispuso a prepararse para el viaje.
- Yo estoy listo cuando queráis. -
Espero que mis sospechas sobre Sailor estén en lo cierto.
No me gustaría tener que matar a un antiguo compañero.
Cuando sepa de qué va todo esto en realidad, seguro que comprenderá lo que le he querido contar.
Señalando su pistola personal.
-Cuidamela, tiene mucho valor para mi. ¿Tanhauser? Mejor que el viejo no me vea, seguro que se ha tragado esa mierda sobre la traicion y me acribilla antes de poder epxlicarme. Pongámonos en marcha, cuando antes veamos al viejo dobberman, antes podras reunirte con mi cliente y antes podré dejar este maldito agujero repleto de bichos -dijo mirando claramente a Casmir.
La huida de Cañón Esperanza había sido más fácil de lo esperado. El único momento de tensión fue cuando una patrulla de Decados detuvo el carromato de Ernie. Sin embargo uno de los soldados lo conocía y tras charlar un rato lo dejaron continuar pensando que llevaba aprovisionamientos a los mineros del valle cercano. Ni siquiera se molestaron en levantar la lona bajo la cual se ocultaban los tres fugitivos. Cuando estuvieron a unas horas del asentamiento por fin pudieron salir de su escondite y viajar cómodamente sentados en el carromato. El resto del viaje se realizó en un tenso silencio roto sólo para hablar de cosas triviales. Parecía como si todos los presentes jugasen una partida de cartas sin tener muy claro quien llevaba la mano ganadora.
Ahora, dos días después, el carromato se aproxima a Karma. Desde lo alto de la colina en la que se encuentra se dibuja la caótica ciudad de madera y piedra con sus caminos enfangados. Es el mediodía y hay mucha actividad en la ciudad: cosa normal si tenemos en cuenta que todos los supervivientes de Gulliver han sido trasladados aquí mientras se reorganiza el ejército.
Por el sendero asciende el carromato de un buhonero. Un hombre viejo que lleva las riendas de una mula que avanza lentamente. El tipo tardará aún unos minutos en llegar al lugar donde se encuentran los recién llegados y parece que ni siquiera se ha dado cuenta de la presencia del grupo.
- Quizás deba esconderme... No sé si alguien de Karma me conoce.- comenta dubitativo Curtis.
- No sé si alguien de Karma te conoce, pero si aquí es dónde enviaron a los supervivientes de Gulliver, yo supongo que también debería esconderme si no quiero tener problemas. - Dijo Casmir con una sonrisa. - Imagínate... si aquí nuestro amigo Sailor flipó al verme y piensa que soy un espaguetti, no quiero ni pensar que pasará si me encuentro con Tanhausser. -
En ese momento, Travis miró a Sailor con el ceño fruncido.
- ¿No habéis regresado a buscarme, no es así? ¿He tenido un buen funeral, por lo menos? -
Lucas mira a Travis con disgusto. Recuerda lo mal que lo pasaron todos aquel dia.
-Si. Fue hermoso. Vino tu hermano, por cierto. Aún debe andar por ahi si no se lo cargaron tus espárragos. Yo tampoco soy la persona mas querida del mundo ahora mismo. Por lo menos a Travis no lo buscan por alta traicion...-el comerciante hace una breve pausa para reflexionar y continua- ...aun.
- ¿Rubeus? ¿Rubeus ha regresado? ¡Maldito enano musculado! ¿Y por qué ha regresado? Más de tres años sin saber de él, sin recibir una jodida carta y ahora reaparece, justo cuando yo desaparezco... - Dijo Travis negando con la cabeza y bastante consternado. - Maldito cabrón. -
¿Cuanto tiempo había pasado?
¿Dos? ¿Tres años?
La culpa de que Travis pertenezca al ejército era de su hermano... maldito tecnócrata que no quiso nunca abrazar la Fé de Pancreator.
Ahora seguro que tendrá dos mil implantes más...
- ¿Y qué hace mi hermano allí? -
- Oye, parece que por lo que estáis diciendo yo soy el único que se puede mover por la ciudad sin causar problemas...
El tipo mira a Curtis esperando sus órdenes.
Curtis asiente:
- Bien... Sailor: dijiste que alguien quería ayudarme para descubrir la traición de los Decados. Me temo que la única manera de que podamos avanzar es que nos digas quien es o que te pongas en contacto con él. No esperaba encontrarme la ciudad tomada por soldados... mis contactos probablemente hayan huído de Karma.
Si lo recuerdo bien, tenia un enlace para ponerme en contacto con Zacarias en Esperanza pero no aqui en Karma, ¿No?
- Yo puedo intentar contactar con mi hermano. - Dijo Travis. - Es él único que me creería y creo que es una posibilidad para volver a hablar con la gente de Estigma. No creo que me reciban con los brazos abiertos, pero bueno, no pierdo nada con intentarlo. -
Travis estaba dispuesto, ahora que sabía que Rubeus estaba por aquí, ha volver a hablar con su hermano.
Su padre lo hubiera querido.
- ¿Os parece bien la idea? -
Tu contacto estaba en Cañón Esperanza, no en Karma, por lo que lo has dejado atrás.
-Me parece bien, él estuvo conmigo en el asalto a la base por parte de tus amiguetes, tal vez sea de los pocos que se crea mi version de que no traicione a la humanidad. En cuanto a lo de mi empleador, mi contacto estaba en Esperanza, asi que para contactar con el desde aqui me costara un poco, deberia acercarme al hotel, a ver si alguien se puede poner en contacto con él...
- De acuerdo entonces.- dice Molan mirando a Travis - Iréis tú y Ernie en busca de tu hermano mientras Sailor y yo os esperamos aquí.
Travis asintió.
- Bien, vamos, Ernie, tenemos trabajo que hacer. -
Sólo espero que ese gañan tecnicista se acuerde de la cara de su hermano.
Se colocó la túnica sobre la cabeza, tapando casi su rostro y comenzó a caminar tranquilamente por el lugar, en busca de soldados de Estigma conocidos. Pero tenía que ir con cuidado, un paso en falso, haría saltar todas las alarmas de lo que quede de la guarnición y eso no es para nada bueno.
Por lo menos para él, al que creen muerto.
¿Pero por dónde empezar?
Ernie podría preguntar por el lugar, o también podría recorrer las callejuelas en busca de un rostro conocido. ¿Pero se creerán la idea de que sigue siendo el mismo?
Tenía que encontrar al Capitán, era el único que podría creer su historia.
Travis se mezcla entre el gentío procurando cubrir con su capucha el rostro. A su lado Ernie, desconocido para todos, va a cara descubierta. Nadie parece fijarse demasiado en ellos. Mientras tanto Molan y Sailor permanecen en el carromato, a un lado de los muros, viendo como desaparecen los otros dos.
A partir de aquí mensajes sólo para el director.