Partida Rol por web

La ciudadela se acerca a las montañas Nur, donde se dice que estan organizando un ejercito para atacarla...

La preparacion es vital.

El guerrero se situó en el centro de la plaza e hizo llamar a todos los aspirante… había alguna cara nueva en la plaza… cuando todos estuvieron reunidos allí comenzó a hablar en un común bastante tosco.

Las cosas están crudas, según nuestras gentes de las montañas Nur allí la situación es de conflicto. Esta fortaleza esta hecha para la guerra y nosotros vamos directos a ella…

Se va a empezar a valorar sus habilidades, todo regente debe de estar preparado para todas las circunstancias y ser capaz de dirigir a su ejército, unos son mejores en unos aspectos que otros. Pero creemos que lo mejor es ser minimamente competente en alguno de ellos, y además después de la última temporada andamos escasos de capitanes y guardianes…

Por lo que, los diferentes expertos de la ciudadela os instruirán en el uso de esas habilidades… y lo capaces que sois.

Tenéis que pasaros por esta mesa y decidir en que queréis empezar os enseñaremos lo que necesitáis, antes de llegar a las montañas Nur… esperemos que sea lo suficiente…

Poniendo una pequeña lista mal garabateada la clavo en la puerta

1.- El arte de la diplomacia.
2.- El arte de la guerra.
3.- El arte de la magia.
4.- El arte de la discreción.
5.- El arte de la sabiduría.
6.- El arte de la naturaleza.
7.- El arte de la fe.
8.- El arte de la economía.

Solo una persona por tutor, cuando se acabe uno de los cursos que empiece el otro…

Cada uno de ustedes pueden aprender mucho de sus tutores y aunque no consigan el trono, pueden ser unas personas mas capaces y mas competentes su vida…y ayudar a la ciudadela a la que están atadas según su juramento…

Necrull atendia al enorme guerrero. No le gustaba nada lo que oia. Una guerra abierta no era precisamente su pasatiempo favorito.
Por otro lado esto le brindaba la oportunidad de apreder. Y el conocimiento era poder. Se acercó al papel y se decidió. Con una sonrisa en al cara se fue a buscar al "tutor".

El enano me había conducido hasta la plaza central. Y allí se empezaron a congregar el resto de Aspirantes... Había que decirles el peligro que corría La Fortaleza. Lo hizo, a su manera. Pero, por ahora, debía ser suficiente.

Capitanes... veríamos qué tal se les daba el manejo de su propio ejército. Miré a mi alrededor, eran seres muy dispares... y algunos realmente extraños.

-Os saludo, compañeros. Soy Ewan Brightlight, y vengo de las Montañas de Nur. Os confirmo las palabras de Kreig, hay que estar preparados, se acercan tiempos de Guerra, la Ciudadela será probablemente atacada. Me giré hacia la lista. Yo deseo ser adiestrado en el arte de la Sabiduría. ¡Que Heironeus nos otorgue su fuerza!

Y me dirigí a la búsqueda de mi correspondiente Tutor...

Pensando detenidament en las palabras de aquel guerrero y en las opciones que aportó... Yo creo que me apuntaré en el arte de la magia, para poder combatir contra peligrosos magos, lo mejor es conocer sus tecnicas... asi pues...

Apunteme al arte de la magia.

Alfren observó como sus compañeros elegían a sus tutores y optó por una alternativa distinta - Pues... supongo que para gobernar hay que saber llevar las cuentas... por lo menos más de lo que yo hoy se hacer - comentó, sin darse cuenta que reconocer el problema era, quizás, el mejor de los inicios.

- Así que el arte de la economía para mi - completó mientras verificaba quien sería su instructor.

Con aire decidido, Meriele se acerca a la lista para inscribir su nombre junto a la segunda opción.

-Esta fortaleza está hecha para la guerra...--repite la exuberante elfa de los tatuajes con una enorme sonrisa de satisfacción--... y yo he nacido para regirla. Por lo tanto, me alisto al arte de la guerra.

El Batidor, tranquilo, observa a los competidores mientras consume lentamente una bebida. -No lo entiendo, quieren competir y se dedican a emborracharse. El combate es algo demasiado serio para perder las propias condiciones por algo así-

Sin embargo, observa a atento a los contendientes, seguro de que, si en algún momento debe combatir con alguno de ellos, esta "competición" le podrá dar una pista de sus puntos flacos. O no.

Se acercó hasta la hoja de las listas y sin decir nada apuntó su nombre al cursillo que le interesaba. Aunque llega con algo de retraso pues todos están casi escogidos..

-Lo siento, caballeros. Un guerrero consagrado debe acabar siempre sus plegarias antes de saltar al campo de batalla- Sonríe y se marcha por donde vino a acabarse el vaso de hidromiel..

Viendo como todos mis compañeros van apuntándose a los tutores y viendo como dejan libre el tutor de la fe pienso, Insensatos, se nota que no creéis en vuestro dios, ni siquiera el maldito seguidor de Heironius, debe ser que ha perdido la fe

Hola, yo seguiré el sendero de la fe.

Había escuchado erguida y orgullosa.. alejada de todos y todas que se afanaban en inscribir sus nombres al lado de las sendas ofrecidas... Cuirosas gentes... extrañas, sí...

El rojo de la cota refulgía como las llamas bajo el sol de aquel día... y el pelo negro destellaba en azul cuando la última avancé hacía aquel que nos había hablado... No habría podido elegir... Que el destino eligiera por mí...

Nada?...

Sentí las pupilas dilatar por la sorpresa a pesar de no poder distinguirse del azabache de los iris.. y los labios se me entreabrieron perplejos mientras observaba que ya no quedaba senda para míCurioso... muy curioso... Menos sendas que aspirantes?... bien...

Sea... Esperaré...

Volví a alejarme con el paso corto y medido... Y una leve sonrisa se me coloreaba en los labios.. en las mejillas.. en los ojos... Debía esperar... qué importaba?... Observaría... Quizá eso aún me daría una oportunidad mayor...

Te tocara esperar.

El impresionante enano saluda a los inscritos

Acompañarme

Moviéndose con rapidez os lleva dentro de los salones de la ciudadela indicándoos a cada uno el salón que le corresponde.