Lak el heraldo de Horkus, señor de la guerra espera a su nuevo pupilo para enseñarle lo intrincado de la fe
Un salon bastante amplio con un par de sofas y un hogar al fondo, en medio de la sala un pequeño brasero y una mesa baja con multitud de inciensos...
El raro personaje se levanta y sin decir palabra te acompaña hasta el brasero, poniendote a un lado y el de rodillas en el otro.
Con un gesto te insta a tomar la misma postura.
Tomando la misma postura que el instructor de la fe, me pongo de rodillas sin dejar de mirarle.
Parece un tipo peculiar, esperare a que hable el primero, mientras tanto le mirare
¿Que es lo que mueve el mundo clerigo?
Hay quien dice que es plano y esta sobre tres elefantes... divertida cuestion pero no cierta... o si. Segun la prespectiva.
Estamos aqui para encontrar aliados a nuestra causa, tanto de aqui como de alli arriba...
A quien pedirias primero ayuda.
Ante la voz me quedo extrañado, Parece que hasta sabe hablar, una sonrisa sale de mi boca, tratando de no ser vista.
Ante la segunda pregunta respondo.
Pues por supuesto primero a Hextor, mi dios
Buena eleccion.. sin duda es un dios fuerte y que da mucha guerra. Pero los dioses suelen pedir pagos a cambio o una devocion absoluta, para una persona no es ninguna mala eleccion pero para un imperio... para un impero puede ser su perdicion.
Midiendo las palabras el hombre empieza a hablar otra vez,
Yo buscaria aliados de otros planos materiales... quizas si ellos nos ayudan tengamos alguna posibilidad...que te parece... ¿buscarias esa alternativa o intentamos contactar con Hextor a traves tuyo?
Esta escena tambien se te ha debido pasar
Hextor es un dios fuerte, y justo. Pero mi poca capacidad de razón me hace ver que tus palabras son ciertas. Los Planos tienen seres, no tan poderosos pero menos mas útiles para el imperio.Lo único que precisamos de tu ayuda para realizar esto
Le digo al Instructor intentando analizar sus palabras.
Pues si..... Perdóname soy un desastre no me volverá a ocurrir
Viajaremos y partiremos ya.
Necesitamos ayuda y urgente y creo saber donde conseguirla.
Con un movimiento de mano el clérigo lanza unos polvos sobre el brasero…
Prepárate necesitaremos mucha fuerza de voluntad alli donde vamos.
Con las palabras del Maestro, decido prepararme para ese viaje.
Cojo todo mi equipo, lo poco que tengo, y me dirijo al Maestro.
Cuando usted diga, mis pertenencias son escasas por lo que podemos partir enseguida.
Cuadno te quieres dar cuenta estas rodeado de una bruma rosacea y u cuerpo te parece menos pesado...
Mirandote pareces absrover la luz de tu entorno, delante tuyo Zod parece irradiar luz...
A lo lejos unas montañas resplandecientes, Zod con un gesto te las señalas y en tu mente resuena...
¡Nuestro destino pongamonos en marcha!