Partida Rol por web

ALA NORTE DEL ASILO DE BRIARSTONE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

- "Err... Llevo muy poco tiempo aquí destinado. Llegué apenas unos pocos días antes de que estallara el motín de pacientes." -

ALA NORTE DEL ASILO DE BRIARSTONE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

-Ya... Poco tiempo...-replicó Gheorghe, aunque no añadió nada más, limitándose a seguir al grupo con el resto de supervivientes. Sin embargo, no le quitó ojo al doctor en todo aquel tiempo, de una forma muy poco sutil. Si sus sospechas eran ciertas, puede que aquel hombre fuera más peligroso de lo que aparentaba. Era una lástima que no conociera entre los supervivientes a ningún trabajador para confirmar o desmentir su teoría. Quizás los internos fueran útiles, claro... Pero tampoco se fiaba de ellos. 

ALA NORTE DEL ASILO DE BRIARSTONE:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

QUINTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 8 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Ensimismado con las posibilidades de que su mal de memoria era obra de Lowls y que la respuesta o maldición de todos ellos residiera en el libro que portaban, Enterrador siguió a la comitiva que descendió al campamento donde el Elbourne les esperaba nervioso. Al verlos aparecer y saber que todo había terminado se sintió aliviado y contento. Era hora de abandonar aquel lugar, mas no sabiendo nadie la orografía de la isla de Briarstone, restaba contactar con Winter y los suyos. Tal vez supieran cómo salir de allí. Ya habían oído de la existencia de un embarcadero. El enterrador supuso que allí podría haber naves para transportar a la gente fuera de aquel lugar o para pedir ayuda a Trushmoore.

Enterrador fue en cabeza, avanzando con precaución a cierta distancia sobre los demás. Al parecer el peligro había desaparecido con el Andrajoso. Al parecer. Tomar alguna medidas no debería estar de más. Y en efecto, no lo estuvieron. Pronto el vigilante oyó y sintió ruidos, gemidos lastimeros y fantasmagóricos, que anunciaban que aquel lugar no estaba "limpio". Con la desaparición del Andrajoso, todas las bestias pertenecientes al mundo de los sueños, al plano de las pesadillas, se habían esfumado. No así los numerosos espíritus torturados que habían creado en el proceso. Esas almas atormentadas, al parecer, habían quedado en el que fue su mundo. Terrible testimonio de lo que allí había acontecido y seres peligrosos para quien los hallara.

- Por aquí - indicó al resto de la comitiva mientras esquivaba lugares donde percibía la posibilidad de espectros u otras cosas dejadas atrás por el plano pesadillesco, llevándolos por caminos más largos pero más seguros.

REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Tras tomar el libro y la varita ofrecidas Dyonisius volvió al pertinaz silencio en que se había movido en las últimas horas. El fallecimiento de su amigo, Gabriel Alarico, de una forma brutal que no había logrado evitar; su propia actuación completamente patética en los dos últimos combates; el terrible golpe recibido en sus dos cambios de plano, que practicamente había estado a punto de acabar con su vida... Y la suciedad que llenaba sus ropajes, que aun le ocasionaba una terrible sensación desagradable, le perturbaban y mucho.

Quizás, por eso, a primera hora de la mañana limpió cuidadosamente en las aguas marinas su túnica y su cuerpo, hasta estar completamente limpio. Y sólo tras esto, se acercó a Anselmo. A pesar de todo había escuchado los comentarios y consideraciones de Anselmo y, tras la noche de descanso, se acercó a él.

- No se si tienes razón, pero sí tengo claro que deberemos examinar el libro... aunque cuando nos recuperemos psiquicamente. No tengo muy claro qué tipo de magia o conjuro se puede haber usado para perjudicar nuestros recuerdos. Tampoco tengo muy claro hasta qué punto es bueno recuperar nuestra memoria, y menos, si el coste es consultar un libro que parece esencialmente malvado. ¿Sería posible que nuestro sacerdote trate de detectar el mal en él antes de proceder? Dicho lo anterior...-  miró a los presentes- Hemos sobrevivido. Y hemos logrado hacer sobrevivir a muchas personas. Creo que es... impresionante. Y lamento no haber podido estar a la altura en muchos momentos de esta historia.

REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Tras la noche, Tormento se había levantado, hecho unas abluciones que de poco sirvieron paar mejorar su aspecto sucio y el hedor que lo envolvía y se mantuvo insusualmente poco comunicativo. Incluso parecía querer evitar la cercanía de sus compañeros. No obstante, cuando se pusieron en marcha, como un perro guiando a un rebaño, ayudó a que todos se pusieran en marcha y avanzaran de forma ordenada en dirección al embarcadero, estuviera este donde estuviera.

No se le escapó la atención que el paladín parecía desbordar para con el doctor Elbourne, algo en parte incomprensible dada la ayuda proporcionada por este al grupo, pero sus no formuladas sospechas parecieron contagiar a Tormento de la inquietud de este. Nadaimpedía pensar que les había ayudado en pro de sus propios intereses, fueran estos los que fueran.

Tampoco pudo evitar escuchar a Nigromante. Su cara pareció contraerse al oír cómo Anciano Sabio debería escrutar el libro, un libro que ya atraía en exceso al viejo sacerdote.

-No debes lamentarte. Todos hemos hecho cuanto hemos podido. ¿Podríamos haber hecho más? ¿Hemos hecho lo correcto? Podemos juzgarnos y sin duda, otros nos juzgarán. Pero será Pharasma quien decida en última instancia y no nosotros, pobres mortales.

REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Durante el trayecto el bardo vigilaba que el grupo de supervivientes, que provenía del refugio de los obligados seguidores al culto del Hombre Andrajoso, no originaran ningún escándalo o se separasen. Siguiendo las indicaciones de Anselmo Paddock fueron avanzando sin pausa hacia el refugio de Winter.

El dramaturgo escuchó cada una de las palabras del Doctor Wren Elbourne, aquel individuo estaba muy nervioso pero tampoco le culpaba, aquellas situaciones que habían vivido cada día en el asilo dejaban a cualquiera trastocado.

Una vez en el refugio de soñadores, liderado por Winter, el poeta decidió mantener la calma entre los dos grupos para que no hubiera ningún tipo de confrontación.  Dedicó sus energías en apaciguar el ambiente e intentar relajar a todos los presentes entonando algunas melodías e interpretando algunas de sus historias. Utilizaba su influencia y magia bárdica para mantener calmados los ánimos y en caso de escasear esa magia utilizaba su habilidad verbal para infundir a los presentes calma y tranquilidad.

Réquiem no se fue a descansar hasta estar seguro que no se iniciaría una batalla en pleno refugio, no quería arriesgarse a seguir padeciendo.  

Al día siguiente Réquiem se incorporó y buscó refrescarse un poco el rostro con algo de agua, dedicó unos minutos en ordenar todo su equipo y limpiarse los ropajes por encima. Una vez listo esperó a que el grupo se empezara a despertar y prepararse, debían de atravesar el río para ir a la otra orilla

REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

- Gracias, Tormento. Pero a pesar de tus amables palabras el fallecimiento de Gabriel, aunque no pudiera evitarlo en modo alguno, se ha clavado en mi espíritu. Yo... - miró un instante a sus compañeros, como buscando las palabras exactas- ... creo que hemos recibido una oportunidad. A pesar de lo terrible de lo realizado contra nosotros, no puedo dejar de pensar que este nuevo nacimiento es, de alguna manera, un nuevo amanecer. Una posibilidad de limpiar nuestras manos de antiguos pecados y de tratar de hacer un mundo mejor. En tal sentido, cada una de las personas rescatadas de este lugar terrible son una victoria para todos nosotros. Como lo es desconfiar, sin embargo, de aquellos que actuaron favoreciendo, de alguna manera, la maldad que existió en el Asilo- miró entonces a George y al sacerdote, antes de seguir hablando- Sería bueno comprobar, en la medida de lo posible, si en alguno de los presentes el mal ha enraizado demasiado. No para castigar, o sancionar, o golpear. Puesto que todos estamos cansados de todo eso, y quienes tan mal han actuado contra todo lo justo, ya han sido castigados. Sí, sin embargo, para estar sobre aviso y en su caso, avisar a las autoridades.

Tras las palabras miró al sacerdote y al libro.

- Como dije, deseo examinar ese libro... aunque cuando mi maltrecha mente se haya recuperado un poco. Creo que el temor y el dolor tardarán algo de tiempo en superarse por completo. En todo caso, y por si luego me resulta complicado y la vida me lía con sus quehaceres... gracias a todos. A Gheorge por unir su vida a las nuestras. Y a Tormento, a Alexei, a Anselmo, a Sebastián... incluso a mi fiel Hombro Izquierdo. Pues terrible es nacer en las condiciones que hemos nacido, sin memoria, desnudos, aterrados por pesadillas innombrables. Y sin los presentes, mi cordura, y yo mismo, no creo hubiéramos sobrevivido. También gracias a la sacerdotisa Winter Klazcka, puesto que nos acogió cuando necesitábamos refugio, y dio comida, y cama, y curación, cuando comida, cama y curación no eran, precisamente, cosas que le sobraran. Y cuando nuestro aspecto no era precisamente el más tranquilizador para un alma atribulada. 

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INVIERNO, AÑO 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Enterrador durmió en un rincón, sobre una manta, ya que no quedaban camastros libres entre los enfermos y gente necesitada de entre los recién llegados. Y soñó. Resultó un sueño curioso, donde se veía a si mismo patrullando por el borde interno de un cementerio inmenso con muros, durante la noche. Repentinamente todas las lápidas comenzaban a correrse y muertos reanimados intentaban salir. A la par cantidades ingentes de saqueadores de tumbas trataban de pasar por encima del muro para adentrarse en el camposanto a robar. A mazazos y puntapiés, el vigilante no daba a a basto para devolver a unos dentro y otros fuera. Resultaba hilarante. Al alba, la luz del amanecer le despertó y pese a lo incómodo del lugar tuvo que admitir que se sentía descansado y hasta contento por el divertido sueño tenido, mejor en cuerpo y mente de lo que había estado en muchos días.

Cuando los supervivientes evacuaron las ruinas del asilo hacia el embarcadero, escuchó los diversos comentarios de los compañeros al respecto y meditó ciertos puntos de los referidos por Nigromante. No muy ducho a realizar ceremoniosos actos de agradecimiento, Enterrador asintió con la cabeza ante la gratitud del arcano, a modo de corresponderle de la misma manera y hacerlo extensivo al resto, en reconocimiento por su actuar. Posteriormente tomó la palabra, dirigiéndose a Dyonisius.

- ¿Con un nuevo comienzo quieres decir que no deseas recordar tu pasado, que rehuyes de él o no te importa y prefieres atenerte a las vivencias recientes? ¿Tal vez porque puedes llegar a descubrir que no eres la persona decente que actualmente eres? - preguntó curioso con una ceja enarcada -. Admitiré un ápice de tu razonamiento o sentimientos, debido a las dudas que me embargan sobre nuestro papel en todo esto y nuestra relación pasada con Haserton Lowls - admitió con una mueca en la boca de desagrado -. Hay cosas, vistas fríamente desde la absoluta neutralidad objetiva de un amnésico, que no encajan. Para empezar nuestra presencia aquí, nuestra condición y nuestro equipo más importante dejado al alcance cuando todo comenzó. No tiene sentido, salvo que estuviera todo, de alguna manera, planeado - trató de razonar sin verle aun la lógica.

- Creo que en el libro pueden estar las respuestas sobre nuestra pérdida de memoria y sin duda sobre la recreación de mundos de pesadilla - opinó a título personal -. Si va a mirarlo, adelante. Pero, en efecto, mejor estar preparado mentalmente para entender y afrontar lo que hay dentro sin sucumbir y convertirte en otro Zandalus - advirtió.

- Lo que sigo sin poder imaginar es el vínculo que une nuestras almas contigo y tu grupo, Gheorghe - dijo mirando al caballero -. No hemos hablado mucho sobre ese tema pero, ¿De qué conocías a nuestro malogrado Gabriel? - preguntó al paladín. Tal vez esa conexión explicara la que él tenía con el tal Querio Vandel, más allá de un somero relato sobre una etérea expedición con un tal profesor Lorrimor.

Cuya ropa llevo, todo sea dicho, se dijo.

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DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO. SEXTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR.

POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Gheorghe escuchó al hombre que llamaban Nigromante, asintiendo levemente ante su agradecimiento. 

-Puede echarse un vistazo a todos los encontrados en el asilo, pero llevaría tiempo... Y me temo que ni siquiera estemos en condiciones de controlarlos si deciden escapar o rebelarse de algún modo. Simplemente, no tenemos los números-explicó el paladín con calma. Seguía sospechando que el "doctor" Elbourne podría no ser quien había afirmado, pero de momento optó por no revelar sus sospechas, pues oídos indiscretos podrían poner sobre aviso a ese hombre... Además de que estaba ayudando notablemente a controlar a los pacientes. Si Gheorghe tenía razón, se trataría de un paciente que se había hecho pasar por el doctor, pero en estos momentos daba igual. 

-¿Mi relación con Gabriel?-preguntó, como si no hubiera escuchado muy bien lo que le habían preguntado. La ausencia de Gabriel Alarico pesaba en el alma del noble caballero, así como los recuerdos que les unían... Sin embargo, podría compartir una versión breve con ellos, al menos con lo importante que debía contarse.

-Gabriel Alarico era un gran detective, de fama reconocida en Ustalav. Fue por eso por lo que lo contraté, para encontrar a mi... Nuestra desaparecida hermana pequeña-corrigió, mirando a Alexei-sin embargo, mi dulce hermanita nunca apareció. Fue el único caso sin resolver de Gabriel, hasta donde tengo noticia. Aunque mi agradecimiento por sus esfuerzos y nuestra búsqueda en común nos unió enormemente. Probablemente era una de las personas en las que más confiaba en este mundo. 

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POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Dyonisius apoyó con suavidad una de sus manos en el hombro de Gheorge, y la otra en la de Alexei.

- Lamento la pérdida de vuestra hermana. Quizás podamos, en nombre de Gabriel y entre todos, buscar datos sobre ella cuando salgamos de aquí. Para mi sería una forma de dar reposo a Gabriel: lograr entre todos descubrir el único caso que él no pudo, y de ese modo, ayudaros a ambos. Y a su espíritu.

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POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Enterrador se sintió un poco culpable al ver que sus preguntas llevaron, sin conocerlo, a un drama familiar de los hermanos.

- Siento vuestra pérdida, aunque como dice Nigromante eso no significa que en un futuro obtengáis lo que buscáis - trató de animarles, empatizando con su dolor.

- De todos modos, perdona que ahonde en el tema, Gheorghe. Quiero insistir en tu relación con Gabriel. Aparte de un lazo fuerte de amistad... ¿No hay nada sobrenatural que os ocurrió estando juntos que explicaría la... humm... trasposición que existió entre vosotros? ¿Algo que explicase el fenómeno que nos ocurre a todos? - preguntó dando un paso más en el asunto -. Porque, ¿Qué tenemos en común todos? Cuando estuve en Ravengro, durante un intercambio con Querio Vandel, el resto de tus compañeros me dijeron algo sobre que todos nosotros, los de ambos lados, compartimos una expedición con el recientemente fallecido profesor Lorrimor. La gran pregunta sería, ¿Donde fue y pasó algo allá que explicase el extraño fenómeno? - quiso saber con tiempo y calma de alguien que aun conservaba la memoria.

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-No estoy seguro de que ella esté ya a nuestro alcance, aunque...-empezó a responder, aunque no siguió más adelante con aquello. Perfectamente podría no tener demasiada importancia, y además las preguntas del resto parecían avanzar por otros cauces, sin duda más interesantes para ellos.

-Todos nosotros compartimos expedición con el profesor Petros Lorrimor a Osirion, y fue una exitosa a decir verdad, que cumplió sus objetivos. Pero no recuerdo nada especialmente sobrenatural en ella que explicase lo que nos ha ocurrido o el nexo entre nosotros. 

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POR LA MAÑANA. ATRACADERO

- ¿Aunque...?- tal vez el resto de sus compañeros tuviera otras prioridades, y lo cierto era que descubrir el motivo de ese extraño vínculo era también especialmente importante para él. Sin embargo, conseguir paz para el espíritu de su amigo era importante. Y si había cualquier cosa que pudiera servir para conseguirlo, no iba a cejar en tal empeño.

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POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Aunque... ¿Qué? Lo cierto es que no significaba nada todo aquello. Que podía haber sido perfectamente una sugestión de su mente atribulada, o simplemente fruto del inconsciente. Pero aún así, el paladín quería creer que significaba algo. 

-Aunque la primera noche en la casa Lorrimor soñé con ella. Fue un sueño muy vívido, en el que me echó en cara haber desistido en su búsqueda, y después empezó a advertirme de algo. Me dijo "ten cuidado, Vrood quiere..." pero fue interrumpida por una malvada carcajada... Y ahí acabó el sueño. 

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POR LA MAÑANA. ATRACADERO

Enterrador escuchó en segundo plano la continuación de la conversación entre Gheorghe y Nigromante, una vez el primero no fue capaz de contestar a su preguntar ni establecer una relación que pudiera explicar el intercambio de personas. Finalmente el caballero terminó por sincerarse respecto a un sueño.

- Vrood... Debido a nuestra amnesia no se nada sobre ese nombre. Pero algo puedo decirte: ya tienes un nombre. Una pista. Algo con lo que empezar - lo ánimo.

Sí, igual que nosotros. No recordamos nada de nuestro pasado. Nos han sido robados nuestros recuerdos, nuestra vida... pero tenemos un nombre: Haserton Lowls, pensó con acritud mientras inconscientemente su rostro adoptó un rictus y con su mano acarició el mango de su maza.