Partida Rol por web

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Pasar de incógnito. No era algo sencillo pero echando cálculos tal vez pudiera hacerse sin tener que recurrir al combate.

- Dos en la sala de los pájaros encantados, tres en el pasillo antes de entrar al Ala Este y tres en la botica - recordó -. Deberíamos tener atuendos para todos, si es que estamos de acuerdo en ello. Respecto a tener enemigos delante y detrás... si conseguimos llegar a Zandalus y acabar con él, creo que bien poco importará esos fanáticos que, sin su líder espiritual y viendo su actual estado de ánimo, posiblemente desistan de su culto - opinó.

- Si combatimos contra esos fanáticos, nos debilitaremos para la confrontación más dura que serán los cambiaformas y ghouls. Por no mencionar a Zandalus y sus adláteres más acérrimos. Y luego el Andrajoso - suspiró Enterrador, viendo lo complicadísimo del asunto -. Si podemos evitarnos algunas luchas innecesarias... creo que hay que hacerlo - admitió con gesto torvo, en sintonía con Anciano Sabio.

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AVANZADA LA TARDE.

El poeta observó a Winter como hablaba sobre las posibles debilidades de los Doppleganger – “La plata, creo que no tengo nada de plata…” – dijo algo desanimado, al fin y al cabo dicha información no era verificada por lo que iban dando palos de ciego.

El poeta desvió su atención a Dyonisius escuchando todo lo que dijo, luego las aportaciones de Anciano Sabio y Anselmo Paddock. – “ Las oportunidades se nos agotan al igual que el tiempo, no estoy muy a favor de pasar desapercibidos, dejando atrás el campamento ya que como bien dice Sebastián es dejarnos enemigos a la espalda… pero Anselmo tiene toda la razón, debemos de centrarnos en Zandalus, si lo derrocamos los seguidores caerán también. “- dejó de acariciarse la perilla – “Pero tengo que remarcar, que si intentamos pasar desapercibidos haya probabilidades que esos fanáticos nos encuentren y deberemos estar preparados para lo que pueda suceder después.” –

Había muchas probabilidades que la acción del sigilo no acabara bien, pero debían de intentarlo – “Podría crear una distracción, pero eso me separaría de vosotros… no sería buena idea. En caso que entremos en combate intentarlo silenciar lo más rápido posible será la mejor opción, para que todos no se rebelen a la vez contra nosotros en el campamento. Ir diciendo opiniones, al final encontraremos alguna con la que estemos de acuerdo." -    

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AVANZADA LA TARDE.

Dyonisius escucha a sus compañeros, serio, pero cuando habla lo hace con firmeza y seguridad.

- Distinta es mi opinión, tal vez porque pocas o ninguna esperanza tengo en que nuestra treta tenga éxito. Por ello, mi propuesta es, primero, ver esa sala que no revisamos, luego ver el jardín y, por último, atravesar la zona eliminando a los acólitos, si es posible, usando la astucia. No obstante, aceptaré cualquiera que sea la decisión que tomemos entre todos.

Al terminar, mira a la sacerdotisa.

- Haremos cuanto sea posible por salvar a todos los que podamos. Os lo prometo.

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AVANZADA LA TARDE.

- "Os creo. Sois nuestra última esperanza." - Dice con convencimiento.

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AVANZADA LA TARDE.

Alexei Mykephoros seguía reposado en la pared de la pequeña capilla junto al grupo de supervivientes y la líder de aquel consagrado refugio que les protegía de la siniestra niebla amarilla.

Su atención se centró en Nigromante, el hombre llamado Dyonisius dedicó unas palabras a la señora Klazcka.

- "El único inconveniente que veo a esa idea Dyonisius, es el factor del tiempo que lo tenemos en nuestra contra. No sé si estaremos mucho rato para inspeccionar aquellas partes que decidimos dejar atrás, si durante el trayecto nos volvemos a encontrar con nuevos enemigos es tiempo que va sumando. Deberíamos de tener cuidado, el tiempo no apremia y no tenemos conocimientos de si es muy grande el sanatorio, si queda mucha parte del asilo que explorar después del campamento de los fanáticos estaremos en una situación de más desventaja." –

Se podía apreciar al noble Ustalaviko bastante preocupado, pero intentaba mantenerse sereno y pensar en la mejor forma de actuar.

- "Quedan pocos días, la situación de este campamento es precaria. Si fallamos este día, condenaremos nuestra existencia en este sanatorio…" - suspiró – "Debemos canalizar toda esa tristeza y miedo para combatir contra esos seres, hay que sentir el grito desgarrador de la tragedia y el horror para dar un último empujón y terminar con todas esas vidas que nos privan de nuestra libertad…" - allí iba hablando el dramaturgo, iba saliendo cada vez más su pose teatral y su habladuría reflejada por su elevado ego.   

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Tormento había permanecido en silencio hasta que escuchó la propuesta de Nigromante.

-En esa sala no hay nada, Nigromante. Buscador quiso entrar en ella pero detecté una especie de ratas y salimos apresuradamente sin enfrentarnos a ellas. Creo que deberíamos optar por áreas nuevas. No obstante, aceptaré lo que decidáis.

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AVANZADA LA TARDE.

Al terminar la conversación con Winter Klazcka el dramaturgo se encaminó hacia los supervivientes del campamento. El poeta empezó hacer juegos de manos para ir haciendo algunos sencillos trucos de magia para así aliviar el tiempo que les quedaba para intentar conciliar el sueño. Se encargó de exponer alguna obra literaria con final feliz, pero no hubo ningún tipo de énfasis en las palabras o gestos, era como si aquella historia le aburriese, pero era necesario para que aquella gente intentara desconectar de la cruda realidad en la que vivían.

Para el dramaturgo, la vivencia del dolor y la tristeza era suficiente para continuar hacia delante, al fin y al cabo esos sentimientos le hacían sentir vivo y consciente de sus actos. Por esos motivos, los relatos no fueron expresados con gran admiración o sacrificio, era más parecido a un tono monótono y aburrido. Por esos motivos, decidió sustituir esas narraciones por sencillos trucos o anécdotas de las escaramuzas que estaban teniendo en el asilo de Briarstone, con sus pequeños logros enfatizados.  

Alexei Mykephoros una vez terminada la escasa ronda que hizo por el campamento se acercó a su pequeño hueco que se hizo en un rincón, el puesto que se autoproclamó el día de su llegada para dormir. Esta vez, deseaba con todas sus fuerzas que pasara una buena noche y pudiese conciliar el sueño, solo pedía una cosa, dormir bien.