Partida Rol por web

Y que el que oficia la ceremonia ante la pareja es el Predicador. Los invitados son una caterva de monjarobots. Y “los novios” son unos pobres desgraciados que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino.

La sombra negra del Predicador se cierne sobre los novios esposados mientras alza sus brazos hacia el cielo haciendo ruido con todas las armas de su vestimenta.

-Hermanos, estamos aquí reunidos ante el señor para unir a esta pareja de pecadores en sagrado matrimonio-dice con voz cavernosa-Quizás haya algún descreído que encuentre la idea de otorgar tan sacro don a gente tan impura levemente disparatada.

El Predicador alza su motosierra por encima de la cabeza y la enciende con un rugido que tapa la marcha nupcial.

-¡Pero la única vía hacia el arrepentimiento es el pecado previo! ¡Y cuanto mayores sean las faltas, mayor será el perdón!

El novio, chorreando sudor, saca fuerzas de flaqueza para intervenir:

-Disculpe, yo estaba paseando al perro y…

-¡Silencio, oveja descarriada!-ruge el Predicador clavándole un dedo en el pecho-¡Incluso si estoy equivocado debes estarme agradecido por regalarte una corona de mártir!

Anatoli pensó que en cierto modo era su día de suerte. Después de solucionar la situación contra el loco del Predicador y sus robo-acólitas, podría darse un buen banquete con la comida de la boda. Y aunque siendo sinceros no parecía que oliera demasiado bien, no estaba como para hacerle ascos a unos pinchos de tortilla ligeramente enmohecidos.

El objetivo era salvar a la chica: distraer a las monjas, dejar seco al Predicador y largarse sería lo más fácil... pero entonces no cumpliría el objetivo secundario: arrasar con el buffet. De todos modos Anatoli sabía que entre los dos no tenían muchas opciones contra el maníaco de la motosierra en el brazo y las doce monjas, así que le pareció que lo mejor sería empezar por ahí y luego ya veríamos qué pasaba.

Con un gesto llamó la atención del lobo, y cuando se acercó lo suficiente le dió la orden:
- Фенрир! Ешь!
Tirada:
Motivo: Seso + Trato animal (6+3)
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 5(+9)=14 (Exito)

Fenrir lo miró atónito durante unas décimas de segundo sin creer la suerte que estaba teniendo, y acto seguido se lanzó sobre la mesa de comida más cercana devorando tostaditas con paté en mal estado y queso tierno que más bien parecía queso azul.
Evidentemente llamó la atención de todo el mundo.

Fenrir, el majestuoso rey de la tundra, el feroz depredador de las estepas:

Cuando se tira a comer es que da ASCO verlo de lo cerdo que se pone.

Una docena de cogotes metálicos se giran al unísono. Incluso estando preparado, notas un estremecimiento en las piernas.

Se levantan todas a la vez para interceptar al intruso (Fenrir sigue enguyendo como un banco de pirañas entre ruidos horribles). Incluso el Predicador se calla.

Tu distracción ha funcionado.

Valorando la situación, y pensando en su vacío estómago, Anatoli dudó por un momento sobre si disparar desde su posición e intentar acabar rápidamente con los oponentes y así poderse quedar con las sobras de la comida del banquete de boda. Sin embargo, pensando que un estómago vivo es mejor que uno lleno pero muerto decidió que un acercamiento más sigiloso merecía más la pena. A fin de cuentas, si conseguía congelar la dichosa sierra mecánica del predicador mejoraría drasticamente sus opciones de cara a una victoria total y para ello debería acercarse bastante.

Optando pues por el sigiloso avance, Anatoli intentó flanquear el altar improvisado pretendiendo colocarse detrás del predicador, mientras Fenrir decidía si seguía poniéndose como un cerdo o hacía algo al respecto de las Robohermanas que se le acercaban.

(Ver tiradas 2 y 3, la 1 ha sido un fail que he hecho sin darme cuenta :P)

Anatoli, más acostumbrado a moverse por un suelo cubierto de hielo y/o nieve (o eso explicaría más tarde al menos) no consiguió esconderse lo suficiente y fué descubierto inmediatamente y así mismo Fenrir decidió ignonar la situación a su alrededor centrándose, como buen perro, en no dejar comida en el plato (el que fuera una mesa de convite pareció importarle poco).

Viendo como la situación escalaba en hostilidad rápidamente Anatoli abrió fuego sobre las Monjarobots mientras intentaba mantener la distancia con el Predicador.
(Entiendo que las acciones anteriores eran las adicionales debido a la distracción, y como he fallado en todas ellas mi acción esta vez es la de disparar a las monjas. Si por lo que sea estoy siendo ilegal o no he entendido bien lo que querías decir ignora esta última acción y listos :D)

(Ver tiradas 4 y 5 para el resultado de los disparos)

Con un exabrupto tableteante, el AK-47 llenó el aire de plomo del calibre 7.62 abatiendo a 3 de las Robomonjas, dejando así totalmente de lado cualquier acercamiento sigiloso al asunto: La boda se resolvería por las malas. Anatoli pensó que, si salía todo bien, al menos tendría la cena asegurada.

Al diablo con el sigilo, murmura Frost Wolf.

Los Monjarobots caen hechos pedazos mientras las balas soviéticas del AK-47 (cosa fina aunque igual empiezan a estar un poco pasadas) tabletean contra sus pechos blindados. Fenrir, maldito sea su pellejo, se pone a ladrarles como un loco. Ni atacarlas ni alejarse de la mesa, sólo ladrarles. Jodido chucho.

-¡Herejía!-ruge el Predicador arrancando su motosierra-¡Alguien que interrumpe mi sagrada misión no puede ser más que un hereje!

Sólo entonces Frost Wolf se da cuenta de que las nueve monjas le están mirando con rostro inexpresivo mientras avanzan hacia él y que el Predicador ha saltado por encima de la pareja y corre hacia él  blandiendo su herramienta de trabajo que emite un ruido de mil demonios.

Sin duda, si quería distraerles, lo ha logrado.

Y en ese momento, suena un bip en el bolsillo de Anatoli: es el móvil del trabajo. Le acaba de llegar un mensaje.

Con gesto automático, Frost Wolf se lleva la mano al móvil. Estas cosas suelen significar trabajo (mal pagado, horarios malos... pero trabajo al fin y al cabo) y está acostumbrado a leer mensajes en situaciones desesperadas.

"SUCURSAL NÚMERO 342A BAJO ATAQUE DE SUPERSERES. SOLICITUD DE AYUDA PARA TRABAJADORES CON METAHABILIDADES. SE VALORARÁ ENTRENAMIENTO MILITAR Y HABILIDADES MARCIALES. BONUS DE 200 EUROS PARA EL PRIMERO"

La motosierra suena sobre su cabeza...

Y la cosa se puso fea, como era de esperar. Y encima resultaba que GRIMACA necesitaba ayuda en una sucursal cercana. Valorando que dos pagas son mejor que una, además de que llevar un trenecito de Predicador más monjarobots al ataque de la sucursal no parecía lo más razonable decidió terminar lo que estaba haciendo lo mejor posible antes de salir pitando hacia la dichosa sucursal, cerró el movil y le llovieron las tortas.

Por suerte, Fenrir había recuperado algo de sentido común y se lanzó contra las monjarobots (tirada 1) destrozando alguna de las pesadillas mecánicas en el proceso (lo del daño y tal no tengo muy claro como va, mejor lo pones tu :P). Por desgracia para Anatoli cuando fué a guardar el móvil se le resbaló del bolsillo cayendo al suelo "Noooooooooooo!" (era su conexión con su única fuente de ingresos), y claro, la distracción le hizo perder totalmente la iniciativa y recibió en todo el plexo solar (o en las castañas, según resulte en las tiradas) una buena ensalada de tortas que intentó esquivar (si se puede).

Asumiendo que los ataques no le dejaron escupiendo sangre en el suelo incapaz de reaccionar, Frost Wolf, haciendo honor a su nombre, intentó congelar el combustible que mantenía en marcha la motosierra del Predicador, concentrando su capacidad en extraer todo el calor de la cámara de combustión de la susodicha (tirada 2, no le pongo dificultad porque no sé cuál ponerle, mejor te doy el resultado de la tirada y ya me dices, también he sumado sólo el valor del superpoder, no sé si hay que añadirle algo más, aunque la verdad es que la tirada es un poco lamenteibol ¬¬')

Esperando poder resolver la situación en el siguiente movimiento, Anatoli empezó a pensar en cómo decirle a la novia que se fuera a casa de su parte sin hablarle en Ruso... Algo mucho más díficil de lo que uno podría esperar... 

Por fin, Fenrir comprende su papel en todo esto y presintiendo que las monjarobots son una amenaza para su amo, se abalanza sobre ellas como un huracán de colmillos de setenta kilos. El ruido que mete es similar a una vez que os infiltrasteis en una tienda de electrodomésticos a detener a unos chorizos.

Y el resultado es similar porque un montón de piezas electrónicas empiezan a volar por todas partes.

Eso te deja un instante extra para preocuparte del instrumento de trabajo del Predicador, que en ese momento cae sobre tu cabeza. Tiene una ligera capa de escarcha por encima pero dudas que sea eso lo que te salva. Falla por muy poco.

Pero el Predicador no es el único al que le gusta hacer bien su trabajo. Apartas su motosierra de un culatazo y le clavas el cañón de tu rifle de asalto en el estómago.

-¡Povieda, tovarisch!-gritas apretando el gatillo.

El fanático se queda sin respiración cuando el retroceso lo manda un metro hacia atrás. Te dirije una mirada enloquecida pero tú no le miras y tratas de gritar instrucciones a la novia:

-¡Rotoclospas billete cabulleta! (bien, no estás completamente seguro de haberlo dicho bien: ponen cara de circunstancia mezclada con terror).

Aprovechas el momento para recuperar tu móvil que está vibrando como loco. El grupo de Whatsapp "SUPERGRIMACOS" está que echa humo como cada vez que sale un trabajito de estos...

Aprovechando el momento de descuido de su oponente (llámalo "descuido" llámalo "se-le-salían-las-tripas") Frost desbloqueó el teléfono y consultó los mensajes nuevos.

Y se hizo la picha un lío.

A lo grande.

Tras invertir algunos momentos en intentar entender lo que se decía en el grupo de supergentes-varias (y desistir varias veces) acabó haciéndole unos gestos al Predicador para que esperar un poco más. Sorprendido, el susodicho no pudo menos que esperar un poco; sorprendiéndose aún más por hacerlo.

Mientras tanto, Fenrir atacó a las robomonjas que quedaban:
(Tirada 1 - Impactar)
(Tirada 2 - Daño - No le pongo dificultad, la tirada es el d10 a pelo con el biceps del chucho)

Finalmente, murmurando un "davai davai" Anatoli volvió a empuñar su AK y descargo lo que quedaba de munición sobre el Predicador (la confusión con el móvil le hizo olvidarse de su plan de congelar la motosierra):
(Tirada 3 - Impactar)
(Tirada 4 - Daño - Ídem que antes)

Esperando haber terminado el encuentro Anatoli le volvió a gritar a la "Novia" que se fuera a casa:
(Tirada 5 - Hablar castellano) - Corre a casa! Davai davai!!
Consiguiendo al fin que se le entendiera algo (las prisas por llegar a la nueva oportunidad de trabajo le habían aclarado la mente)

Y volvió a atender a su oponente: (Suponiendo que el predicador esté más o menos derrotado) Frost se acercó al Predicador dispuesto a darle el golpe de gracia.

La pareja de novios esposados entiende por fin lo que se espera de ellos y salen corriendo. Viéndolos correr entre los árboles como alma que lleva el diablo uno podría pensar que no hacen mala pareja después de todo.

Frost Wolf da dos pasos hacia el Predicador que mira el cañón de su rifle de asalto como si estuviese atravesando una crisis de fé mientras pierde sangre. Traga saliva antes de murmurar:

-Tú ganas, vigilante-gruñe apretando los dientes de dolor-Firmaré. Pásame el documento.

Frost Wolf le arroja un sobre y un bolígrafo. Desde que GRIMACA tiene una subsección para superhéroes, sus contratos de obra deben ser confirmados por un testigo presencial de su trabajo. Esto no siempre funciona, claro, hay gente muy poco seria ahí afuera. El Predicador, pese a su historial de tropelías, es un tío serio para estas cosas.

-Grrracias-sonríe Frost Wolf echando un vistazo a Fenrir.

El lobo está entretenido destripando una robomonja chisporroteante. Las dos restantes se acercan hasta su amo y, con una delicadeza poco usual después de verlas sacudiendo a Fenrir, lo alzan en brazos.

-Volveremos a vernos...-el Predicador consulta el documento antes de tendérselo a Anatoli-Frost Wolf. Hoy te has ganado un enemigo terrible: el Señor. Y yo soy el instrumento de su...

No llega a terminar la frase porque el rugido de un motor acompañado por un claxon con la música de "La Cucaracha" ahoga el sonido de sus palabras.

Un coche con los faros pintados como si fueran ojos iracundos y con cuernos de escayola saliendo por las ventanillas irrumpe en el parque aplastando setos y parterres. Su parachoques impacta brutalmente contra el Predicador mandándolo a él y a sus asistentes mecánicas fuera de la zona de ceremonias.

Reconoces el vehículo como el Furioso Carro, el coche de Míster Furioso.

-¡Qué hubo, huevón!-te grita el justiciero mexicano asomando por la ventanilla-¿Acabó aquí?

Y sale del coche al ver los platos de canapés tirados por el suelo. Como uno sólo, ruso, mexicano y lobo os tiráis sobre el convite y dais buena cuenta de él. Al fin y al cabo, GRIMACA no da para mucho incluso si tienes superpoderes.

-¿Recibió el aviso de GRIMACA?-te pregunta Míster Furioso-¡El señor Culebrón se dirige para allá y me dio instrucciones para recogerle! ¡Ya sabe que es muy sesudo!

Masticas y asientes a la vez.

Míster Furioso empezó su carrera en la lucha libre mexicana pero, debido a ciertos problemas legales de los que no suele hablar, emigró a Europa buscando fortuna. Lamentablemente, lo único que encontró fue a GRIMACA. O GRIMACA le encontró a él.

En cuanto a ese "señor Culebrón" que menciona, es el siniestro Gémini Serpent: no está claro si es un tipo capaz de dividirse en dos o unos gemelos que se fusionan pero es el maestro de la planificación y el juego sucio. Aunque trabaja para GRIMACA, se rumorea que obtiene ingresos de muchísimas más fuentes. Y es listo, el puñetero. Desde que llegó a GRIMACA ha extendido su red de influencias entre los demás superhéroes y Furioso es poco menos que su entusiasta perro faldero.

-Vamos al Furioso Carro-concluye recogiendo los restos del buffete en un mantel-Le pondré al corriente de camino a la sucursal. El señor Culebrón nos espera allá.