Partida Rol por web

El Cruzado da un paso atrás cuando Necronauta se cortocircuita.

-¡Tío, no...!
-¡Yo que tú no lo haría!¡Tengo aquí otro regalito preparado que, si te toca, tu masajista se hará millonario!

El lobo se acerca y el tipo de arriba le está apuntando. "Arriba no llego y calentar al rubio de la ametralladora y al lobo a la vez puede que me venga un poco grande con el puto francotirador dando por el culo, esta vez la cosa pinta mal, pinta jodidamente mal." Mira hacia el suelo, Necronauta aún tiene espasmos, Cisne se ha ido hacia dentro y podría ni siquiera saber lo que está pasando... "Jodidamente mal." El lobo esta a pocos metros y no parece que busque caricias... podría correr hacia dentro, dejar a Necronauta y tratar de rescatarlo después...

Una sonrisa aparece en su cara con solo tener esa absurda idea. Mira a Necronauta, confiando en que tras la armadura le esté observando. "De aquí salimos todos juntos, aunque sea con los pies por delante.", susurra.

Levanta la cabeza mirando hacia el francotirador y comienza a hablar pausadamente:

-Mira, cobarde hijo de la gran puta, entiendo que estás nervioso y que te pagan por ser una mierda viviente que se esfuerza en hacer la vida de los demás mucho más complicada. Pero aquí no has calculado bien las consecuencias. No sabes quien soy yo ni las cosas que puedo hacerte, ni siquiera sabes lo que me gustaría poder hacértelas ahora mismo, posiblemente desconoces que me gustaria hacértelas durante días o semanas, hasta que sólo quedaran de ti trozos separados e inconexos cargados de dolor. ¿Ves esa bestia peluda a la que acabo de destrozar? Esa bestia tenía honor, peleaba con valor y por eso la he tratado con respeto y suavidad. Pero a las mierdas cobardes como tú no les tengo ninguna consideración... - Se detiene un segundo, coge saliva y observa la escena, tratando de mostrar la máxima superioridad que es capaz mientras se le ocurre que cojones decir a continuación.

-Pero hoy estás de suerte, porque me siento feliz después de una buena pelea, me siento generoso y creo que dejarte en paz sería una forma de compensar al Heavy Metal por el regalo que me ha dado hoy. Así que te voy a dar dos opciones: - De nuevo se detiene y coge aire, ahora mira fijamente al rubio de la escopeta.

-En la primera opción yo me acerco y cojo a mi magullado amigo, me meto en este garito con tan buena pinta y me olvido de vuestras caras. Después intento convencer a mi rudo amigo de que se olvide también. En la segunda opción tú, tu primo de zumosol aquí a abajo o su chucho hacéis alguna gilipollez y me tocáis los huevos.- Se calla un segundo, coge saliva una última vez, vuelve a mirar al tipo de la ventana y continua hablando, subiendo la progresivamente hasta terminar gritando.

-En esta segunda opción yo y mi gente dedicaremos el resto nuestras vidas a cazaros a vosotros, a vuestros amigos y a vuestras familias; a encontraros, A TORTURAROS Y A HACEROS PASAR ¡¡POR EL PEOR PUTO INFIERNO QUE VUESTROS CEREBROS DE MONO OS PERMITAN IMAGINAR!! ¿¿¿¡¡¡LO HABÉIS ENTENDIDO!!!???

Dicho esto el cruzado se acerca a Necronauta y, comprobando que no dé calambre..., trata de ayudarle a ir hacia adentro...

Intimidar: 2(+8)=10 (Éxito)

bla bla bla... ¿¿¿¡¡¡LO HABÉIS ENTENDIDO!!!???

En realidad Frost sólo había entendido como la mitad de toda la parrafada (siendo generosos) pero el tono con que aquel melenas había hablado le impresionó. Ciertamente estaba muy enfadado, o llevaba una estreñida de caballo. De cualquier forma no le daba mucha confianza enfrentarse con él así en solitario.

De todas formas viendo que el sigilo se había ido al garete y que las cartas estaban sobre la mesa preparó el AK y apuntó al tipo:
- высоко! (Vysoko!) no te muevfas!
con un gesto indicó a Fenrir que se preparara, el lobo se agachó preparado a saltar mientras gruñía y enseñaba los dientes.
Muy poco a poco Frost se acercó al tipo.

Todo se volvió negro, como al principio de convertirse en lo que hoy se conoce como el Necronauta. Ningún estimulo del exterior parecía hacer reaccionar a su conciencia, era un estado de semi-inconsciencia aunque lo mas extraño es que no se sentía incomodo para ser exacto es que no sentía absolutamente nada.

No sabría decir cuanto tiempo había pasado en ese estado cuando escucho un nombre que nunca pensó volver a escuchar jamas...

-Eladio, escúchame-la voz era tenebrosa como de ultratumba

-¿Pero que demonios?- contesto Eladio algo asustado, al descubrir que se veía con la imagen anterior a su cirugía "transformativa".

 -No preguntes, solo escucha, tienes una responsabilidad con tu mundo y tu tarea solo acaba de empezar no sabes el poder que posees pero YO te lo mostrare, aunque sé, que el viaje no te va a gustar....jajajajaja- la ultima parte sonó como una amenaza velada.

En ese momento todo comenzó ha volverse mucho mas extraño....     

-¡JODER! ¡¿Dónde se ha metido el Cruzado?! Ahora no puedo con esto sola. Nunca te fies de un hombre. 

Dicho esto el Cisne cierra la puerta trasera de El Bosque y una pequeña duda asalta su mente. ¿Cómo les han encontrado? Porque el "superhéroe" de Grimaca no estaba donde el alboroto si no en el callejón de atrás... Tampoco tiene mucho sentido rallarse ahora por eso se dice a sí misma y corre para cruzar el antro y encontrarse con los otros (como dice el refrán: mejor mal acompañada que sola, o no era así). 

-¡VOSOTROS! Tenemos visita en el callejón de atrás.- Dice cuando llega a la otra puerta.

La tensión en el aire se podía cortar.

El Cruzado del Metal, sudado, ensangrentado y amenazante, lanzaba miradas asesinas desde la persiana del garito heavy El Bosque. Un AK-47 le apuntaba y un lobo siberiano le dedicaba amenazadores gruñidos.

Indudablemente, se iba a liar parda.

-¡VOSOTROS! ¡Tenemos visita en el callejón de atrás!-exclamó el Cisne de Platino surgiendo de las tinieblas.

-¿Eh? ¡Cuidad...!

La pobre chica llevaba prisa, chocó contra las anchas espaldas del Cruzado y ambos cayeron de bruces en el suelo. El ruido de su caída fue el detonante para que el lobo siberiano saltara sobre ellos enseñando los colmillos. Tal vez sorprendido por el giro de los acontecimientos, el misterioso tirador de la ventana soltó otro de sus dardos sobre el ovillo de cuerpos de distinto matiz en la puerta del bar heavy.

-¡Mierda!-rugió el Cruzado al notar un dardo con una lucecita roja parpadeante clavarse en su hombro.

-¿Eh? ¿Qué...?-preguntó el Cisne intentando apartar las mandíbulas del lobo de su garganta.

Frost Wolf suelta un grito de pánico y corre junto al lobo. El pobre animal está inconsciente y su pelaje níveo está grisaceo y huele a quemado (el Cruzado y el Cisne tampoco están muy presentables que digamos). Mascullando un juramento en cirílico, se vuelve hacia la ventana de la que sale cuidadosamente un fulano con una cinta morada en el pelo. El individuo está manipulando su comunicador como si hablase con alguien.

Otro fulano muy similar pero con una cinta verde en el pelo sale de la sucursal de GRIMACA y echa un vistazo a su alrededor: la calle está hecha un asco, toda llena de contenedores rotos, cuerpos destrozados y manchas de sangre. Alza una ceja al ver la mole peluda de Kodiak y se acerca hasta él abriendo una lata de Coca Cola.

-Será mejor que este beba algo antes de que cause más alboroto-dice vaciando la lata en las fauces abiertas del monstruo peludo.

A medida que el líquido refrescante baja por el gaznate del hombre-oso, éste experimenta una alucinante transformación y en cuestión de segundos vuelve a ser un tío gordo, feo, mal afeitado y con la ropa hecha unos zorros que duerme como un angelito feísimo.

Por la esquina aparece un espantoso coche rojo con cuernos de cartón piedra y los faros modificados para que parezcan dos ojos enfurecidos. Lo conduce un tío cachas enmascarado de aspecto poco refinado.

-Hay que cargarlos en el maletero-indica Cinta Morada a Frost Wolf y al enmascarado-Los llevaremos a un lugar más seguro. Ahora mismo, los H.A.C.E.N.D.A-2 están en camino y esos no razonan con nadie. Más tarde me ocuparé del papeleo para entregarles pero ahora mejor que nos larguemos.

Cinta Morada y Cinta Verde se acercan hasta el Necronauta y lo levantan entre los dos para llevarlo al coche.

-¿Y qué hasemos con el señor Oso, señor Culebrón?-pregunta el enmascarado con un fuerte acento mejicano.

-Dejadlo aquí-indica Cinta Morada-No tengo ganas de estar cerca de él cuando vuelva a estar deshidratado...