Día 6

Lentamente vuestros ojos se abren con el suave goteo sobre el agua, el murmullo de la misma corriendo.

Amanece tranquilo y en silencio, con una temperatura ligeramente inferior a lo normal, pero nada de extrañar. Buscáis un grito, algo que os haga ver el peligro, pero tan sólo la penumbra de una caverna...

Entonces lo comprendéis... Demasiado silencio. Falta Sorya y comenzáis a buscar en los alrededores, avanzando todos juntos por miedo a que se produzca algún otro ataque silencioso o alguna criatura no invitada intente acabar con vuestra vida.

El primer grito es de Alana, quien se lleva una mano a la boca al ver la atrocidad.

Brontes y Dork corren hacia el cuerpo de Sorya, obligado a permanecer en su estado animal, el cual ha sido no sólo brutalmente asesinado con una violencia sin par, si no que además han profanado el cuerpo destripándolo y desgarrándolo, por el estado del cuerpo parecen haber pasado algunos días dado un leve estado de descomposición y un olor nada agradable.

Pero Baddel se gira al notar una presencia, desde la oscuridad, algo o alguien os observa...

Despacio, casi tímida, es Ananistra quien comienza a avanzar hacia vosotros a paso firme y decidido, sin temor, dispuesta a continuar a vuestro lado, sus ojos cambian y su piel se adapta a sus deseos, aún algo aturdida tras su paso por la muerte esta vez no parece tan dispuesta a dejarse vencer.

La penumbra del lugar dificulta la visión para la mayoría de ojos no entrenados o sin fuentes de luz mágica, como Z, los ojos de Ananistra buscan directamente los de el orco y al ver también a Sorya su boca se abre y se cierra, como buscando una explicación.

Y la explicación llega como una leve risa femenina que resuena por toda la caverna y os obliga a giraros. Al borde del lago subterráneo una figura desnuda y humana os observa.

Sus cabellos son pinceladas de llamas y a su lado un pequeño zorro ígneo, la situación le parece divertida y, aunque a algunos os cuesta de identificar, es la esencia femenina de Sorya, hasta que el pequeño zorro se estira y os mira y es en sus ojos donde distinguís la esencia masculina.

-Curioso... Y divertido...

Dicen casi al unísono mientras se observan entre sí, vivos nuevamente, pero con sus dos esencias separadas por completo, por ahora al menos.

El destino parece jugar de farol esta mañana, y las cartas ya están repartidas...

Abro los ojos lentamente, chasqueando un poco la lengua, mientras me levanto y comienzo a desperezarme, algo me llama la atención, demasiado silencio, bajo los brazos, y busco al resto con la mirada, falta Sorya

no sera que.....?!

acelero el paso buscando algo, cuando encuentro el cadáver del zorro destrozado, y llevo una mano a mi boca, sobretodo al sentir el olor

dios.... se.... se han pasado...

escucho pasos y me giro y veo una mujer salir de entre las sombras, la cual comienza a cambiar de forma, la reconozco por eso y porque su mirada se centra en la del leñador, es ananistra

bienvenida de entre los muertos

digo alejándome un par de pasos del zorro muerto pero la cosa no termina, escucho una risa, una risa femenina

pero quien se puede reír en esta situación?

Digo para mis adentros mientras me giro buscando el origen, es hay cuando la veo, una mujer, desnuda, con cabellos de fuego, acompañada de un pequeño zorro ígneo

puede ser..... SORYA?!

Pregunto sorprendido a la par que alegre, al ver que la ahora chica, parece seguir viva tras el brutal ataque

Al ver lo que estaba sucediendo, sin más dije.

¿Pero qué coño esta pasando aquí?. Y le di la bienvenida a Ananistra.

Bienvenida, de nuevo.

Su voz dulce sigue riendo, encantada de la situación. - Oo... no te esfuerces en parecer contento del regreso de quien te desea la muerte, Phi - es desconcertante escuchar su voz provenir de dos bocas diferentes, las cuales poco a poco parecen estarse desacompasando, como si no terminaran de decidirse entre ser una o dos mentes para una o dos criaturas.

El zorrillo que es ahora su parte masculina pasa al lado de su parte femenina, acariciándola con el pelaje, un momento antes de echar a correr. Se enreda entre las piernas de unos y otros, encontrando la forma más inverosímil en cada cruce para explorar los límites de la caverna llevando en sí mismo la luz necesaria. Incluso salta sobre lo que es su propio cadáver como si de una piedra más se tratase. Al llegar a una de las paredes de roca hace el amago de escarbar, pero es demasiado dura. Emite una especie de ladrido de protesta parecido a un "Kyá!" y sigue correteando y olfateando los zapatos de todos los presentes sin excepción, hasta reparar en Ananistra y coger carrerilla para ir en su encuentro, resoplando con la boca abierta en un gesto que sólo puede interpretarse como Felicidad... Pero antes de saltar, se para en seco, se tropieza, recupera la compostura y se queda mirándola a los ojos alternativamente a ella y a Alana en un gesto de interrogación. 

Mientras tanto, la parte de Sorya que es una mujer comienza a hacer pruebas de equilibrio. Su primer impulso fue andar de puntillas, pero su nueva anatomía no estaba preparada para ello, y cae de rodillas, lo cual solo consigue que ella se siga riendo - ¿así que esto es caminar sin cola? Que raro es - Esta vez ha hablado solo ella. Su desnudez es completa, pero ella está más intrigada en sus pies y sus manos que en ninguna otra cosa. Sus ojos Ambar lo contemplan todo con una curiosidad voraz. A juzgar por el leve mohín en sus labios, debe disgustarle aquel sitio (cavernoso, oscuro, húmedo, sin cielo en el que volar...) pero está tan encantada con su nuevo aspecto y los juegos de la fortuna que nada le importa.

En un gesto deliberado, levanta un dedo y con una sonrisa zorruna empieza a murmurar alguna clase de "pito pito" entre Demónimus, Phi y Alana, aunque sus ojos se detienen más sobre esta última, lo cual podría indicar que en realidad ya ha elegido...

Pero entonces su parte masculina endereza las orejas y hecha a correr en su dirección - ¡No! ¡no quiero! ¿qué pasa si entonces ella se va? - Su parte femenina se detiene y lo contempla 
- Pero... ¿de qué hablas? sé de lo que es capaz, o eso creo ¡y lo defiende! Ya es bastante malo que...
- ¡No, no no! ¡No Quiero! ¡Es mi amiga! no quiero que se vaya, quiero que se quede, la domine quien la domine, quiero que se quede! 
- ¡Pero es peligroso! Y ya sé que te gusta - aparta la mirada - o que me gusta... - Aquello estaba siendo algo confuso pata ambos - Además, quizás muera... o quizás ellas se liberen.
- Un Quizás no me tranquiliza ¡Si eso pasa, entonces ella también! 
- No tendría sentido 
- ¡ Y desde cuando eso me importa!- Ambas expresiones de Sorya se miran a sí mismos, algo molestos 
- ¿Y qué pasará si alguien ha ocultado el poder de Demónimus para que Baddel no pueda verlo, igual que sabemos que podía hacer Tolen? ¿hé? ¿vamos a perder esa oportunidad?
- ¡No me importaaaa! ¡Yo la quiero aquíiii!! - para remarcar sus palabras, golpea el suelo con ambas patitas y comienza a rascar, como hacen muchos zorros para encontrar alimento.

No estaban llegando a nada, y aunque era difícil hacerse a la idea de lo que pasaría a continuación, nadie podía estar seguro de si sería para bien o para mal. Los últimos segundos de la discusión lo pasan en silencio, mirándose el uno a la otra a los ojos, y finalmente ella suspira con resignación - Está bien... pero entonces... me deberás una. Y ya sabes lo que quiero - El zorrillo saca la lengua con disgusto - Pero pero... no sabes si él quiere... - baja la mirada y terminan hablando los dos a la vez - Está bien, lo intentaré. Veremos qué es lo que sucede... - Ella chasquea los dedos. La decisión estaba tomada y algo... quizás... había cambiado. Su propio Dragón despertaba.

Mis manos se reconfortan en aquel humedo ambiente... pero pronto un vació se instala en mi corazón....

Sorya.... Mis labios balbucean... Perdón por dudar de tí....

Mis manos acarian su ya funebre pelaje mientras veo aparecer a Ananistra... no quería separame de Sorya... no podìa dejarla a solas, ni siquiera el dudar del enano me hizo reparar en nada tan solo en acompañarla durante su último viaje...

Pero entonces Sorya volvía a la vida... como un pequeña niña rodeada de fuego...

Me acerqué a ella... y con lágrimas en los ojos, y sin importar si mis manos saldrían mal paradas de aquel roce, acaricie su cara con mis manos y dije alzando su menton para coincidir su mirada con la mía: No vuelvas a separarte de nosotros... y mientras una lágrima recorría mi mejilla dije: No volveré a dudar de tí...

Me separé de ella un momento para abrazar mis rodillas, mientras mi mente me fustigaba por haber dudado en algún momento de aquel ser que ahora iluminaba aquella cueva con su sonrisa y su candidez...

Pareciera que el zorrillo sonríe contemplando su rostro contrario, aún prendado de los gestos de Y'aimm, y algo comienza a cambiar. Pareciera que él comenzara a emitir más luz e intensidad, mientras ella se apaga, hasta sólo emitir el fuego e intensidad de una vela. 

Ella no ha dejado de sonreír ¿podría alguien como Sorya llorar? ese gesto en el ser llegado del séptimo océano la intriga, y se acerca a él con pasos aún dudosos hasta sentarse a su lado. Con una mano cálida, toma la lágrima de él y se la lleva a los labios, por vez primera humanos. Sonríe con dulzura - Hueles a mar.... 

Y entonces lo rodea con los brazos, conteniendo su calor todo cuando podía para evitar hacerle daño. - Hay criaturas que no están destinadas a morir. Y cada tentativa por parte del Loco se ganará una muy amarga sorpresa. - abraza sus palabras con un ademán de la cabeza, en la que acaricia con su rostro el del contrario como tantas veces ha hecho en su forma zorruna. Se encuentra con sus ojos una vez más, y sonríe. - ¿puedo... pedirte un deseo, Y'aimm?

Mientras escucho las palabras de la dulce y renovada Sorya asiento con la cabeza espectante de su deseo...

Aquel gesto era el gesto más sincero de perdón que sus ojos habían podido ver, dentro o fuera del mar...

Mi rostro cambia a una sonrisa triste aún, esperando su deseo...

Una luz cego mis ojos y el silencio envolvio el lugar, no comprendia que ocurria, cuando me percate mis ojos miraban al Leñador, quize correr a sus brazos pero mis manos se encontraban en cadenadas...

 Intente dar unos pasos, pero era imposible busque con la vista a aquellos en quien confiaba antes de mi muerte, entonces vi el cuerpo de Sorya, desesperada intente librarme de esas cadenas, las cuales desaparecieron fundiendose en mi piel...entonces el brillo del fuego de la presencia de Sorya llamo mi atención, ahora la veia, una hermosa mujer y un pequeño zorro, el cual se acerco a mi, estire mis brazos para recibirle, pero se detuvo, vi como el zorro se acercaba a la mujer que penas podia sostenerse en pie...escuche su dialogo y entonces comprendi todo...di unos pasos atras...Mire al leñador y me arroje a sus brazos...ocultando en su gruesa piel mis lagrimas...        

Quizás un deseo, o quizás una realidad, quizá las vibraciones de algo que no ha sucedido, pero debería de haber sucedido. En cualquier caso, bajo vuestros pies, el suelo tiembla.

Algunas pequeñas rocas se alzan y el brillo de al menos un centenar de velas ilumina el lugar.

Una risa con eco, siniestra.

Las llamas entran en las rocas y la forma cambia...

Siluetas de casi un metro de altura y aspecto siniestro se arrojan por vosotros, dispuestos para terminar vuestras vidas.

Tres saltan sobre Amsu, quien se las sacude como si se trataran de pulgas y lanza garrazos para acabar con ellos.

Demódinus las aplasta al lado de Brontes, el Artesano y Hyent'nrám.

Una barrera formada con el agua del lago por Y'aimm del Séptimo Océano las apaga de modo que los combatientes más secundarios como Vicfire o Ananistra pueden terminar con los enemigos.

Espalda con espalda, Dork y Trahorn Martillodivino, apoyados por la magia de Sharë Ond, cubren una ciega Eladrín que no es capaz de percibir el origen del mal esta vez.

Phi Khelek proporciona cobertura al dúo de espadachines sin parangón, el Capitán Greed y Lady Sybaria, de modo que gracias a la peculiar combinación los enemigos son rápidamente reducidos.

Baddel está rodeada por cuatro que la atacan, sin conseguir siquiera mellar la armadura y reciben contundentes golpes por su parte.

Sorya grita.

-¡Cuidado Alana!

Pero es tarde, dos seres se arrojan sobre ella mientras sus cuerpos brillan dispuestos a explotar, con una extraña emisión violácea.

En menos de un parpadeo, con una velocidad digna de Phi Khelek, Demódinus cubre a Alana con su cuerpo y la explosión, resultante violácea al igual que los rayos de kaos, daña severamente la espalda del demonio.

Un tercer ser que había pasado inadvertido se arroja contra la cabeza del aturdido demonio, pero es el Leñador quien lo parte en mitad del aire y mira cargado de rabia al ser del averno.

Los seres gritan y desaparecen, desvaneciéndose en llamaradas y piedras que caen al suelo, dejando algunos magullados y un herido.

Demónidus cayó al suelo, apoyándose en una de sus rodillas y en su puño cerrado, para poder mantenerse equilibrado una vez todo había pasado.

No entendió mucho que había sucedido, sólo que Alana estaba en peligro y había que protegerla.

¿Estás bien, Alana? ¿No te han hecho daño, no es así? Dijo mientras se incorporaba.

De su espalda manaba una sangre violácea, que caía al suelo formando charcos hirvientes y burbujeantes.

Bueno, al parecer aquí el único que resulta herido soy yo. Primero me queréis matar vosotros y ahora, algún tipo de magia demoníaca... Pero no pasa nada, aquí sigo esperando que habéis visto en mi interior.

Ten cuidado Demódinus, lo mismo me paso a mi cuando mori...fue herida por la explosión del corazon de Phi, la que peor salio para de ese suceso y los traidores apovecharon para matarme, como estaba indefensa y debil...quizas vayan por ti esta noche...

Miro a los demas...

Que ha sucedido desde mi muerte, ¿por que Phi no ha sido enviado con los demas traidores?...Cell lo ajusticio...no entiendo...¿Por que Greed es el que ha estado decidiendo sobre quienes acusar?...¿Alguien puede explicarme que sucede?

Me quedo sorprendida al ver que sorya apareció con una chica y le dije Bienvenido de nuevo Sorya. Y vi. Que Demódinus protegió a alana me asuste porque pensaba que le iba a pasar algo y me hacer donde esta ella y le dije Alana estas bien. No se que esta pasando pero esto es muy raro todo. Tenemos que hacer algo porque sino abra mas cambios. es mi opinion.

Tras recibir a Ananistra, no se muy bien que es lo que estaba pasando allí. De repente unas llamas y luchas pasaban por delante de nosotros.

Cuando escuché a Sorya en alertarme. No me dio tiempo a nada cuando me vi en vueltas en los brazos de Demódinus para protegerme a mi del ataque.

Cuando esté se levanto y me pregunto me incorporé y le dije mirándole.

Si, creo que estoy bien esta vez...no sé que ha pasado y por qué...temo por ti, si sigues protegiéndome acabaran contigo por mi culpa.

Demódinus en mi interior muy en el fondo tengo miedo...¿que está pasando?

Me puse a mirar su espalda, ya que estaba herida e intenté curarle, a la vez que le dije. ¿Tu estas bien?

Mientras miraba la herida de la espalda de esté, respondí a Vivianne.

Si yo estoy bien, y tengo que darle las gracias a él de que siga viva, no se que esta pasando y por qué yo. Pero mi temor es él, acabará mal por mi...

Demónidus intentó incorporarse, cuando de repente, su cuerpo se estremeció.

Sus manos se dirigieron a su pecho, y comenzó a golpearse con fuerza, mientras que el sonido retumbaba en todo el lugar.

Miró hacia arriba, y gritó.

Fue un grito desgarrador.

Tres haces de luz, dos de sus ojos y uno de su boca, salieron hacia arriba y se perdieron en el infinito.

Después, el Demonio cayó al suelo, en posición fetal, temblando...

Ya... ya... no soy nadie...

Al ver a Demódinus caer al suelo inmediatamente me asusto y me arrodillo ante el.

¡Qué...qu...eee...qué...te pasa?, ¿por qué dices eso?, ¿dime?. 

A la vez que intentaba cubrir con sus brazos a él para que dejara de temblar.

Cuando se alzaron los luchadores, cada uno de los aspectos de Sorya se asustó a su manera. Su parte femenina solo pudo abrazarse con más fuerza al ser de las aguas y cerrar los ojos. El fuego ya no le pertenecía, lo tenía su otra mitad... solo entonces fue consciente de que su nueva forma traía grandes debilidades y cuando Y'aimm levantó las aguas del lago para luchar contra ellos, se sintió aliviada y sonrió nuevamente. Agradecida, le dio un beso rápido y fugaz en la comisura de los labios - ¡Gracias! - y solo entonces se pone roja como un tomate, y baja la mirada, soltándolo de su abrazo. Verguenza... ¿otra debilidad humana? que raro era aquello... -  Bueno, lo que... lo que quería pedirte antes... No se, ahora tengo otra piel, y quizás quieras... ¿enseñarme un poquito a nadar? - mentira... tu lo que querías es... - ¿Quieres callarte? esta es mi mente - y la mía - bueno, lo que sea... -Mira a Y'aimm con ojos esperanzados, y aunque no es lo que deseaba, él puede leer en su gesto perfectamente todo lo demás que le hubiese gustado pedirle.

Y mientras, no muy lejos...

- Ayer yo mismo busqué su vida, Ananistra - La voz infantil provenía del diminuto zorillo que era ahora el aspecto masculino de Sorya. Movía la cola a un lado o a otro con evidente tensión - Y sé que no podrás creerme, o no te permitirán mostrar que me crees, pero no necesito nada más para saber de hasta este preciso instante, su alma estaba corrupta. Incluso lo que diga sobre él Baddel a partir de ahora no me interesa. Si ella también confirma su culpabilidad, será porque era cierto, y si dice que no ve su culpabilidad será porque ve su estado actual, no lo que ha sido hasta ahora o porque aún queda entre nosotros alguien capaz de ocultar a nuestros ojos su corrupción o porque las capacidades reales de Baddel no son las de un Vidente, sino las de un Vidente corrupto. Yo quiero creer en Baddel, pero ya incluso eso empalidece ante la certeza que tengo de la culpabilidad de Demónimus - A pesar de su diminuto aspecto, el zorrillo refulgía con la misma autoridad que mostrara ocasionalmente días antes... solo que ahora su otra mitad no podría interponerse en lo que deseaba decir.

- Alana ha tenido suerte de traerte a ti, claro... porque aún tienes tus pociones, o al menos una, así que sin duda intentará matarme por instigar la muerte de su protector - Sonríe - pero no funcionará, igual que no ha funcionado su ataque esta noche. Así que si Alana quiere demostrar que sus intenciones son buenas, usará tus pociones contra Phi. Si te obliga a atacarme, todos los demás sabrán quien es ella. - Baja la mirada - En cualquier caso, Ananistra... me alegro de que estés bien. El resto de cosas que han pasado se resumen en que ya no estoy seguro de la inocencia de Greed, pero sí confío en Amsu al igual que en Dork, Eladrin, Hyent y Y'aimm. Muchos confían en Amsu sin lugar a dudas, y el Demonio intentaba atacarlo nombrando un poder que en realidad no posee, para salvarse.

Entonces se gira hacia lo que queda del terrible demonio caído - ¡Mentiste, Demónimus! ¡Ahora ya no eres quien eras! ¡Te he liberado porque fuiste tú quien intentó matarme y porque quería que Ananistra se quedara aquí, con nosotros!

¡Confiésalo, confiésalo! no te pido que confieses el nombre de los demás corruptos, pero di lo que me hiciste esta noche ahora, delante de todos, cuando tu alma por fin no tiene mácula y puedes empezar de nuevo. ¡No eres nadie, y eso significa que puedes reconstruirte! ¡Puedes ser Cualquier cosa!! ¡Hazlo ahora! ¡Es tu oportunidad, o... - su tono se endurece - o acabaré contigo antes de que pase el día

Sorya...

Sólo si prometes proteger a Alana...

Quiero tu palabra... y la de los demás... que Alana no sufrirá daño y os diré toda la verdad... completamente... toda la verdad...

Demónidus se alzó, aún cuando ya no podría ver nada, cuando sus poderes se quedaron vacíos, el Demonio se levantó, mostrándose todo lo grande que era.

Y sonrió.

Si... no tengo más mi Don... ya no podré ver quién ataca por las noches, ni mucho menos... pero al menos sé quién te atacó a ti, Sorya, y ese fue el Capitán Greed... claro que pretendes confundir a todos con tus palabras, por que, verás, yo no te he atacado, y no creo que tú sepas quién te atacó...

Yo si lo sé...

Y por cierto, fueron mis palabras las que trajeron a Ananistra con nosotros, querida Sorya, y tranquila, nadie usará sus pociones con nadie, sencillamente por que Ananistra ya no posee más pociones. ¿No recuerdas que Neryastra ha muerto? ¿Quién te crees que la mató? ¿Yo escondido tras una roca?

No eres corrupta, Sorya, no lo eres, y tranquila, no te guardo recor por haberme quitado mis poderes. Estoy seguro que regresarán de un momento a otro, mientras tanto, usaré el Don que tengo ahora mismo, para modificar las votaciones a mi antojo y así matar a los corruptos que aún quedan aquí con vida...

Ahora mismo, mi voto irá para Greed, y espero que mis palabras sean escuchadas por mis compañeros. Yo sigo siendo el mismo, aunque no pueda ver a nadie más por las noches, que eso, quede claro.

Sorya asiente con solemnidad al hasta ahora demonio - Tienes mi palabra. - Aún mantiene la vista fija en Demónimus, sin ápice de duda - Pero ella deberá ayudarnos igualmente. Un pacto como este requiere que sea recíproco.

Entonces mira a los demás, especialmente a aquellos en los que confía, instándoles a dar asimismo su palabra. - Y el resto me respaldarán, aunque sea mordiéndoles las orejas - bromea

Abro los ojos bajo la mascara. Sudado y agitado. Aquello no había sido una buena señal sin duda. ¿Qué demonios ocurría? Eso que había visto tiraba por el suelo toda mi teoría. Estaba equivocado, bien… pero entonces había algo que fallaba.

Me pongo de pie tembloroso y observo el escenario con horror.  Sentía el estomago revuelto con ver aquello. Sin duda jamás me hubiese esperado que ocurriera algo así… Un momento… Si lo esperaba. Estaba claro completamente…

Pero todo sucedía muy rápido. Mi cabeza dolía por todo lo que había ocurrido. Y continuaba doliendo con el nuevo ataque.

Escucho las palabras de Demodinus sobre Alana. Tal vez fuese buena idea, tal vez no. Solo que no estaba seguro de todo aquello. Con paso lento para que mi cabeza no resonara mas, me acerco a Sorya y la cubro con mi gabardina para cubrir su cuerpo desnudo.

-Ahora que tienes cuerpo humano, puedes enfermarte si andas así, y no se necesitan mas distracciones con tu figura de las que ya hay… - Le comento en tono bajo – Lo único que voy a decir es que no fue Demodinus quien te ataco, intentando matarte… Ha sido otra persona…-

Digo en tono alto como para que todos oyeran esta vez.

Sorya, vuelvo a responderte... creo que tu intención ha sido buena, pero tal vez deberías haber esperado un poco antes de decir si yo era o no era una criatura corrupta...

Hasta Vicfire parece saber la verdad y tu... sólo te inventas cosas...

En lo único que tienes razón, es que Alana y yo estamos unidos... y que Ananistra ha sido levantada y traida aquí, gracias a Alana y a mí.

Ahora dime, si te aseguro que Ananistra no tiene más pociones y que tu vida está a salvo... ¿Sigues manteniendo que soy un ser malvado o me has elegido al azar para quitarme los poderes? Sabiendo que era el único que puede ver a los corruptos cuando atacan por la noche...