Partida Rol por web

no es mi enemiga... y tu no eres mi aliado yo solo te leo la mente.. yo puedo elegir si puedo estar en tu bando o no.. solo queria descubirte y se que eres un de los lobos, y por mucho que este aqui, no me voy a tu lado y no voy a cospirar nada que te beneficie... yo solo hago mi deber de descubrir quienes son los lobos.

   Eres parte de mi bando. La contaminación recorre tus venas. Dulcina era una de tus enemigas naturales. A ella y a todos lo que no sean como nosotros, los queremos ver muertos, pues ese es nuestro objetivo.

   ¿Qué razón podrías tener para no apoyarme?

  Lo que deberías hacer ahora es decir que has visto en mi interior y has descubierto la pureza de mi alma.

la razon que no quiero apoyarte esque eres uno de los traidores... y eso era lo que estaba buscando si eras unos de lo traidores y ahora ya lo se...

   Adara, eres tan traidora como yo, y podemos acabar juntos esta batalla. Esa no es una razón para traicionarme.

   Tendrás que hacerlo mejor.

encontrare la forma de salir y de delatarte... soy una perosona astuta y no me djo amangonear por nadie... aunque este aliado a ti.. no voy hacer lo que usted me mandes te queda claro...

La forma del Garoé comienza a destejerse ante tus ojos. Cada rama, cada raíz, pierde forma reconocible y se alza, metros y metros. Las hojas oscurecidas del laurel se agitan, como azotadas por un viento invisible... y entonces te alcanza el olor. Olor a muerte, olor a desesperación, a la más oscura de las promesas, al más impío de los gemidos de agonía. 

Podrías alejarte velozmente con tus patas, pero el suelo de esta imagen que está solo en tu mente comienza a empantanarse, y vayas donde vayas... sigue estando esa forma inmensa y retorcida. 

Entonces lo sientes. Una gota en tu mejilla. Espesa, cálida. Sangre. Miras hacia arriba, el follaje es cada vez más denso y no hay espacio para tus alas. Estás atrapada. Nadie puede ayudarte.

Gota a gota, estas cada vez más manchada y el suelo es más pantanoso. 

    Cada decisión tiene consecuencias... - susurran las hojas del laurel de corazón envenenado. Tu corazón late más apresurado de lo que debería y notas la sal al fondo de tu garganta. 

     Vas a morir...

Las palabras del Espirítu del Árbol del Agua se hicieron sentencio, y a su tiempo todo llegó.

La vida de Adara se consumía y así lo hacía vuestra unión.