Partida Rol por web

Y por tercer día consecutivo, habéis conseguido acertar. Con vuestro voto lo habéis logrado. Derribar un nuevo enemigo. Pero, ¿Qué más queda? ¡Ya deberíais haber acabado con ellos! Pero como las buenas historias parece no acabar y los viejos móviles, esto parece no acabar. 

Cada vez sois menos, no quedáis más que un puñado... Pero aún hay mal entre vosotros. 

Puede que esta sea vuestra última noche encerrados en el Congreso. O puede que no. Aprovechadla, no obstante... 

Bueno, uno menos... ¿y ahora?...

¿cuantos sois los traidores?

Garzón, Santamaría, Báñez y Navarro. Todos Bildebergs. ¿Y quién más?

Rivera miraba uno a uno a sus compañeros y pensaba para sí mismo lo que sabía de cada uno:

- Está claro que a Cospedal se le puede aplicar el adjetivo buena para los verbos ser y estar. 
- Según los votos de Teresa Jordá, ha colaborado en la caída de 3 de los 4 bildebergs así que parece estar del lado del centro, del bien, del naranjismo.
- Rufián, empezó votándome a mí pero después le votaron los Bildebergs en pack. No sé cómo colocarle...
- Jorge Fernández Díaz está más ausente que su ficticio ángel de la guarda. Puede que sea un Bildeberg muy callado o simplemente un maldito irresponsable.
- Capdevila.... lo único que ha hecho por ahora es votar contra Cospedal y perderse en los pasillos del parlamento. Aunque ese voto contra Tardá me da que pensar. 
- Joan Tardá... Tardá. Ya le voté la noche que me mataron... Qué me cae mal a mí este tipo... -  Tardá había votado contra él el tercer día junto a Micaela y Fátima y hoy mismo ha votado contra la Cospedal. Pero por el lado de los aciertos también votó contra Soraya.... aunque ese día también lo hizo Micaela para aparentar no ser Bildeberg. - ¡Joder qué lío!. Al fin y al cabo puede que mi pensamiento esté basado simplemente en la pura envidia. Joan Tardá es el único de toda la sala que ha pinchado desde que comenzó el encierro. - Albert volvió a mirar a Cospedal mordiéndose el labio. 

Y saltó la barra del bar y sirvió dos vinos de Castilla la Mancha para llamar la atención de la PILF de sus nuevos ojos. 

- ¡Un menys! Tendriam que celebrar aixo. ¿No te aixo una cafeteria? ¿Ens podem marxar ja? - Pero no. No podían... ¡y Eso que el Señor Tarda ya estaba poniendose la chaqueta cuando la traductora le dijo que las puertas aun estaban cerradas. Pero se lo dijo en catalan ¿Eh? - ¿Que? ¿Encara queden mes? - Golpeó el atril donde estaba enfadado. - ¿Cuants? ¿Dos? ¿Tres? ¿Un? - Estaba confuso, y asustado. Eso era evidente. La preocupación en el catalan era más que evidente.

Por suerte, la mayoría de catalanes, lo que a él más le importaba, seguían vivos.

- Albert... ¿Has pensat deixar el teu partit i sumarte als catalans de una vegada per sempre? ¿Vols cambiar el taronja per el groc i formar part de Esquerra Republicana? En cuant acabem amb aquest cabrons de Bildebergs necesitarem reconstruir la politica catalana. - Le ofreció, extendiendo la mano hacia él.

Los verdaderos CATALANES debían apoyarse entre si.

Pero aun quedaban enemigos de la democracia (y de cataluña) por ahí. Tenían que encargarse de ellos antes de hacer de cataluña (perdón, Catalunya) una nación independiente sin fascistas. Y bueno, si de paso caía alguno del pp, casi que mejor. Menos fascitas quedaban.

- Ara tinc que pensar a qui protegir aquesta nit... I el que es pitjor, tenim que pensar qui queda del enemics. - Y así, miró con ojos sospechosos a su alrededor a aquellos que estaban en la sala. ¿Y si protegía sin saberlo a uno de los asesinos?

La noche se hace profunda y todos dormís.