Viendo que esta vez sus palabras hacían mella en la moral de los presentes, pudo reconocer en el rostro de algunos su confusión, al parecer no todos estaban a su nivel de experiencia o de conocimiento, por lo cual no debería de andarse con rodeos con lo que quería en realidad decir, así que volvió a hablar en relación con las palabras de la Náyade.
-Tenemos claro que hay traidores y que estos nunca harán algo para delatar su condición de traidores, también sabemos que la Emperatriz en su desesperación, o en su misericordia y confianza; depende quien lo mire, ha entregado a algunos de los presentes artefactos de gran poder. La cuestión es, ¿Algún traidor tiene un artefacto que pueda ser usado en contra de la Emperatriz y de nuestro mundo?.
Una leve pausa para dejar bien en claro que la posesión o no de un artefacto especial no hacía a nadie más especial para el mundo, tan solo más poderoso y peligroso en caso de que, su lealtad en algún momento cambiara.
-De los 18 que somos algunos tienen artefactos. Eso es algo que usted ha dado por sentado. Ahora nos dan dos variantes, en caso de que alguno de los Traidores también tengan artefactos, el hecho de tener o no uno, no es de relevancia. Lo único destacable sería que los Traidores decidieran ir primero por aquellos con artefactos que puedan darle una sorpresa.
-Pero que pasaría si... ¿Todos tuviéramos artefactos?. Entonces independientemente de ser o no un leal a la Emperatriz, tendríamos grandes poderes, incluido los traidores. Así pues, no habría que ocultar la posesión de los mismos por miedo a ser primeras víctimas, al contrario, deberíamos trabajar en grupos, aquellos que tengan poderes similares, en especial los que cuyos poderes puedan contrarrestar la amenaza del traidor.
-Pero que pasaría si... ¿Los traidores no tuvieran artefactos?. Pongamos el caso que la Emperatriz sintiera que alguien está impregnado en la Nada, o su corazón se haya visto corrompido, cualquier cosa que la intuición de Ella la avisara de no dar ningún artefacto a ese ser que tiene ante Ella. Aún sin ser seguro, el hecho de que ningún traidor tuviera artefacto por este mismo motivo, sería facilmente distinguible si el resto mostrara sus artefactos.
-Pongamos el último caso, los traidores no tienen artefactos y otros leales tampoco, por tanto no se podría distinguir un traidor de un leal, y aquí vendría el caso del sacrificio por aquellos leales que no tienen artefactos, que junto con su sacrificio, los traidores serían expuestos.
-Así pues, dejadme resumir esto...
Buscando entre sus telas raídas, sacó un pedazo de pergamino amarillento y un trozo de carbón al que había dado forma puntiaguda en alguna de las esquinas; dejando el pergamino en el suelo, se arrodilló sobre este y comenzó a escribir, una vez terminado, se reincorporó para mostrar a aquellos de la instancia su resumen.
I. Todos los leales tienen artefacto. Ningún traidor tiene artefacto.
II. Algunos Leales tienen artefacto. Ningún traidor tiene artefacto.
III. Todos los leales tienen artefactos. Traidores tienen artefactos.
IV. Algunos Leales tienen artefacto. Algunos Traidores tienen artefactos.
-Están ordenados de mejor a peor opción para vencer a la Nada y descubrir a los traidores, tanto en la opción I como en la II, el hecho de poseer un artefacto directamente te excluye de toda sospecha de ser un traidor, aunque en el apartado II, si lo muestras de forma abierta te hará objetivo de los traidores. Pero no importará, porque aquí entra la opción de los leales sin artefacto puedan llegar a sacrificarse con el objetivo de pillar a los traidores.
Tomando una breve pausa, miró a los presentes y esperó a que sus rostros pasaran de una expresión de extrañeza a realización, al menos, que lograsen comprender las 4 opciones que el había concluido que podrían pasar. Habiendo ya despachado las dos opciones lógicas que había presentado, continuó con las más complicadas.
-En el caso de que todos tuvieramos artefactos, en el peor de los casos no seremos capaces de saber quien es o quien no es un traidor partiendo de la posesión, o no, de los mismos. Pero lo que sí podemos saber es que los poseedores de artefactos que hayan hecho público su posesión, no han de temer nada, ya que son uno más de todos y por tanto, no resaltan por encima del resto para ser una posible victima por los traidores.
-Y el último caso es el peor de todos, ya que siempre cabría una posibilidad de que entre los poseedores de artefactos hubiera un traidor, o peor, que todos los traidores tuvieran artefactos. Entonces, ¿como sabríamos quien es traidor y quien no, basándonos en la posesión de un artefacto?. Nunca estaríamos del todo seguro con los escasos datos aquí brindados. Ya que pese a saber que somos 18, no sabemos cuantos artefactos se han entregado, ni cuantos traidores hay. Pero lo que sí es seguro es lo siguiente. Hay un número limitado de artefactos, y por tanto la posibilidad de que más de un traidor consiga un artefacto disminuye de gran manera.
Ahorrándose los cálculos que había hecho para la entrega de hasta 6 artefactos (no tuvo tiempo para aumentar el número de artefactos) y para la posibilidad de hasta 3 traidores, tal y como había apostado en su anterior discurso, sentenció lo siguiente.
-En este último caso, el hecho de tener un artefacto te hace menos sospechoso que aquellos que no han sido elegidos por la Emperatriz para portar uno de sus valiosos objetos. Pero no por ello, lo hace inocente.
Para finalizar, miró de forma desafiante a aquella que se había osado a contradecir su lógica y sentenció.
-Solo podemos saber en que fase nos encontramos si todos somos sinceros y colaboramos, todos aquellos que se nieguen a colaborar serán sospechosos de ser los traidores, en los dos primeros casos y en el último caso de forma clara, ya que no tienen artefactos, o en el último caso de tener bajas posibilidades de tenerlo.
-Pero lo peor es que haya leales que intenten engañar a la Emperatriz y a los que aún somos leales a ella, mintiendo o queriendo esconder si han o no, recibido un artefacto. Por eso debemos, si aún queremos vencer a la Nada, ser sinceros y mostrarnos sin tapujos, somos más los leales que los traidores, si perecemos, los demás serán los encargados de cumplir con la misión que se nos ha encomendado. Pero solo si somos sinceros.
La náyade se refugió en el agua huyendo del esqueleto. Desde el agua y protegida habló de nuevo.
Es un disparate. Partes del hecho de que todos los dones son de igual poder y por tanto igual amenaza para los traidores. Yo tengo un artefacto, como le llamas, y puedo hacerlo público porque no es más que una molestia menor para los traidores, pero ¿y si hay artefactos más poderosos? Supongamos que estamos en los casos 3 o 4. Mostrar todas las cartas solo beneficia a los traidores, que sabrán cómo eliminarnos y en qué orden. Ahora supongamos que estamos en los casos 1 o 2 ¿cómo distinguimos este caso del 4? Es absurdo. Dibujas 4 escenarios pero en realidad solo hay 2: o todos tenemos dones y por tanto estamos en el caso 3 o no todos tenemos dones y no sabemos en qué caso estamos entre el 1, el 2 y el 4. En cualquiera de esos dos escenarios levantar todas las cartas pone en riesgo a los más poderosos, que serán los primeros en caer. ¿No es eso precisamente lo que aniquilaría fantasía? No podemos confiar en todos y no podemos dejar que aquellos en que no podamos confiar descubran las capacidades más útiles. Por eso yo insisto en que cada uno evalúe su nivel de amenaza y en función de eso hable o no. Yo puedo hacer público mi don, porque no creo que les resulte especialmente peligroso.
Boquiabierto observé al espqueleto parlanchín, que para no tener lengua se expresaba con una propiedad inusitada aunque lo cierto es que a penas comprendí una palabra...
- Lo lamento compañeros pero me temo que yo no soy más que un cuatricornio, y temas de números y otras artes de ese palo me son totalmente desconocidas, yo sólo se de mi naturaleza al igual que cada uno sabéis de la vuestra, y no puedo más que observar y tratar de ser justo y prestar mi persona para ser utilizada en pos de nuestro elevado objetivo, preservar Fantasía y tratar de sanar a la de los Ojos Dorados. Y mientras trato de colaborar en lo que mi humilde existencia pueda, si localizo a algún traidor o se verifica la existencia de alguno entre nosotros, sólo podré desatar mi ira en su contra, pues traicionar a la Hija de la Luna es traicionar a Fantasía y por ende a todos nosotros - dije con cierto cabreo ante la simple mención de traidores.
Disculpad mis modos si soy brusco, pero allá de donde vengo somos parcos en palabras y penamos la traición con la muerte...
Acercándose hacia donde ella había tomado refugio, pasando por encima de la hoja amarillenta que había dejado en el suelo, y con su diestra agarrando la empuñadura de su espada, aún sin desenfundarla, decidió encararse nuevamente a aquel ser que no hacía más que importunarle, y distraer a la conversación de la senda de la lógica.
-Yo no se quien tiene un artefacto, tampoco sé quien tiene qué poder. Pero el caso de tener poderes mas o menos poderosos es inutil, si el usuario al que fue concedido dicho poder ha sido eliminado a causa de uno de los traidores. El hecho de querer ir por solitario, o mejor dicho, ese discurso que estás soltando ahora, parece que tan solo busca evitar que los leales a la Emperatriz se sinceren, y puedan llegar a organizarse contra los traidores.
Esta vez desenfundando la espada, apuntó aquel filo mellado y oxidado hacia el agua, en donde aquella criatura se encontraba, esta vez con una expresión amenazante en su rostro, aún más de lo que usualmente llevaba siendo una simple calavera.
-El hecho de querer interferir con la verdad y buscar que la gente de bien, es decir, la mayoría de los aquí presentes, trabajen juntos con el fin de derrotar a La Nada y a los Traidores, no hace más que demostrar en la posición en la que te encuentras. O bien eres una necia y una cobarde que teme por su patética existencia y poseyendo un artefacto tema ser descubierta por los Traidores; o este es el plan de un sucio traidor que busca separarnos.
Tras terminar de decir estas palabras comenzó a golpear y a ensartar con su espada dentro de la masa de agua, a la par que maldecía y llamaba de traidora a aquella sirena que lo había importunado e incluso logrado sacar de sus casillas. Por suerte para los presentes, la Sirena no resultó dañada con la acción del esqueleto andante, tan solo levantó un poco del material del fondo de aquella fuente.
-Los que tengan artefactos pueden enseñarlos, no hace falta explicar su poder, así los traidores no saben cual es el más poderoso y por tanto el problema que tu tienes con que sepan a por quien ir primero, se desvanece.
-La cuestión es distinguir en cual de los casos estamos, si de 18 hay 18 Artefactos esto nos transporta directamente al caso III, en donde TODOS tenemos Artefactos. Es decir, nadie se debería de sentir amenazado porque a fin de cuentas, todos tenemos la misma posibilidad de tener artefactos.
-Si por el contrario hay entre 15-14 Artefactos podemos asumir que los no poseedores de artefactos son los traidores de forma clara ya que estaríamos en el caso I, en donde los traidores no tienen artefactos, y los traidores son un número muy limitado, por la lógica de mi primer discurso.
-Si hay menos de 13 Artefactos podemos asumir que estamos en el caso II (Los traidores no tienen artefactos, pero tampoco algunos de los leales) o en el IV (Puede haber algún traidor con artefacto), el cual a medida que el número de artefactos vaya disminuyendo, hay más posibilidades que sea el caso II. Es decir, es más probable que haya, digamos 5 artefactos, que estos les toque a 5 NO-traidores que a alguno de los 3 traidores de los 18 que somos. Si bajamos el número de artefactos que hay, es incluso más dificil que un traidor se haga con algún artefacto.
-De todas formas, tal y como ya dije, tanto en el caso II como el IV, deberíamos tener cuidado de aquellos que no tienen artefactos, ya que esto los hace más propensos a ser traidores, que los que tienen artefactos. De todas formas, los que aún sean leales a la Emperatriz y pese a todo no tengan artefactos, han de considerar dar su vida por el bien de la Emperatriz y de Todo.
-Los traidores saben que son traidores y quienes son sus compañeros, así que nuestro objetivo es disminuir la lista de sospechosos lo máximo posible, somos más, y pese a que quizás al principio los traidores tengan ventaja al haber mostrado nuestras cartas, los supervivientes serán capaces de localizarlos a partir de nuestro sacrificio al poner una diana en nuestras cabezas.
Dicho lo cual, el esqueleto andante se calmó, dejo su postura de batalla y enfundó de nuevo la espada. Con un único movimiento rotó en sus tobillos y volvió a su posición inicial, justo tras la hoja amarillenta del pergamino que había dejado en el suelo.
-Si alguien aún tiene en consideración ser leal y fiel a la Emperatriz y a todo nuestro mundo y tiene un artefacto que no dude en mostrarlo al público. Solo así se podrá comenzar a encontrar a los traidores que nos rodean y que posiblemente estén emponzoñando nuestro raciocinio con mentiras y farsas actuaciones de inocencia.
Muerta de miedo escondida en el agua Kerasi levantó su artefacto: Dos botellas una repleta de arena de distintos colores y la otra conteniendo vegetación.
Estás loco. ¿Este va a ser tu modo de actuar? ¿O te obedecemos y hacemos lo que digas o somos un enemigo? Yo no soy una traidora, pero que tú no dejes más opción que cumplir tu voluntad cuando esta es ceder información a los traidores es terrible. No voy a dirijirme más a ti ni a hablar más contigo. Estás loco y has intentado matarme. Ni siquiera te escucharé. Ya tienes lo que querías ¿no? Primero te vuelves iracundo porque nadie te hace caso y luego te poner iracundo con quien te hace caso. Aléjate de mi.
El Caminante, totalmente asombrado y asustado no sólo por la actitud de Bones sino por lo osado de sus afirmaciones, no puede evitar tomar la palabra. ¡Alzar la espada simplemente porque alguien le resultaba molesto! ¡Definir lo que era buen o mal fantasio! Por el amor de la de los Ojos Dorados ¿qué clase de ser era aquel?
- Curiosas son tus palabras Bones, ya que desde el minuto cero y a pesar del desconcierto de todos nosotros ante la difícil situación, te has alzado con la palabra diciendo lo que era y no era ser un buen fantasio leal y fiel a la emperatriz ¡como si eso fuese algo que alguien pudiese definir! Todos fuimos creados únicos, diferentes y especiales, perfectos e imperfectos, ni buenos ni malos, todos nosotros nos encontramos ante una situación difícil que tú pareces casi disfrutar jactándote de tu lógica que para mi, prácticamente analfabeto, carece de sentido.
- Pero analfabeto o no, tengo ojos, y mis ojos ven a un esqueleto acusando y etableciendo juicios de valor sobre lo correcto y lo incorrecto, una criatura demasiado interesado interesada en conocer los dones que se hay entre nosotros, atreviéndote incluso a alzar la espada contra una de los nuestros sin tener más pruebas sobre ella que lo molesta que te resulta...
- ¿A eso nos ha reducido esta situación? ¿Estas son las consecuencias del avance de la Nada? ¿Vamos a atacar al que nos caiga mal sin ningún tipo de fundamento, espada en mano? Pues creía que ese no era el deseo de la Hija de la Luna, ese no es el deseo de Fantasía...
- Nosotros somo algo más que todo ese odio que pareces albergar... no permitas que la situación te supere hermano - concluyó tratando de hacer entrar en razón al esqueleto, queriendo creer que todo era por la dificultad del momento, pues de lo contrario... no quería ni imaginar las consecuencias de comenzar todos a armarse y decidir lo que era bueno o malo como si de jueces se tratara, debían ser cautos, y listos, sobre todo, listos.
El cuatricornio totalmente desconcertado por la actitud del esqueleto no puede quedarse quieto y corre veloz para interponerse entre la Náyade y este aunque sin decir palabra, simplemente observado con hostilidad la actitud del esqueleto.
Acto seguido tanto ella como el goblin hablan, tan sorprendidos como él de la actitud de su compañero:
- Son momentos de tensión Bones, lo entiendo, pero no debemos alzarnos en armas en este lugar, nuestro cometido es votar y no puedo aprobar tu conducta. Se que no necesitas mi aprobación, pero como bien ha dicho el Caminante, debemos ser listos y no dejar que nuestras emociones se apoderen de nosotros. Trabajemos con lo que tenemos.
El espectro se alzó en su imponente estatura y se dirigió al punto en el que el esqueleto se enfrentaba a la náyade, dejando que los zarzarillos de sombra y oscuridad que le rodeaban le siguiesen en una nube inquietante.
- Interesantes razonamientos, Bones. Y veo que también eres hábil con la espada. Por desgracia, personalmente no apruebo el uso que estás haciendo en ninguna de ambas disciplinas.- Dice con una voz lenta e insidiosa.
-Todo tu argumento se basa en una suposición inicial, de la cual no tenemos prueba alguna, a saber: que el reparto de artefactos viene condicionado por el hecho de ser leal o no y, a partir de esa premisa nunca enunciada, empiezas a enumerar casos y posibilidades. ¿Y si la tenencia o no de artefactos no tiene nada que ver con la lealtad? En tal caso, si hubiese, digamos, 15 artefactos, acusarías alegremente a quienes no los tienen... y te sentirías muy satisfecho de ti mismo. De igual modo podríamos acusar primero a quienes viviesen en el agua o a los que tuviéramos dos piernas, los hechos siguen igual de relacionados con la lealtad de cada uno.- Continuó.
-Sin embargo, el conocimiento de saber quién tiene artefactos si beneficia a alguien... A los traidores, como bien ha expuesto Kerasi: les da unas certezas muy buenas sobre a quién atacar primero. Incluso si dijésemos únicamente quien tiene artefactos pero no su poder... ¡Todos dirían tener uno! ¿Y cómo podrías tú contradecirlos? ¿Sabes acaso la forma que debe de tener un artefacto?- Aún expuso, siseando.
-Guarda esa espada y guarda tu ingenio para cuando todo esto empiece. Quizás si sea útil que alguien revele el poder de sus artefactos, pero en el momento oportuno. No creo que sea muy útil que los ventee ahora sin más objeto que convertirse en la primera víctima de los traidores.
Seguimos en la escena de Noche 0.