Partida Rol por web

¡Mierda!

Maldije mi poca orientación. Estaba claro, en la próxima carrera me aprendería una ruta antes de empezar.

Me gustaba que la gente empezara a animarse a dispararle a la policía, eso me podía ayudar, aunque también podían darme a mi... Son cosas de las carreras. Me dije y seguí corriendo.

Por suerte me gustaba tener la radio encendida mientras corría y pude escuchar que estaban hablando de nosotros, jejeje, no era la primera vez, pero siempre era agradable (además de hacer informes sobre el tráfico).

Hubo un instante que un peatón distraído hablando por el móvil puso un pie en la carretera, pero tu pulso firme y sangre fría evitó que dieras un volantazo que probablemente te hubiera sacado de la carretera, aún así perdiste varios segundos que bastaron para que perdieras de vista a tus competidores

Después de eso no los volviste a ver, no tenías muy claro que hubieras cogido la calle adecuada, incluso pensaste que te habías saltado alguna desviación pero cuando empezabas a pensar en dar la vuelta viste la siguiente linea de meta, hubo vitores, pero bastante apagados, seguramente habías perdido posiciones debido a tu rodeo innecesario, pero dejabas el centro atrás, a partir de ahora todo era carretera y avenidas principales, los mayores problemas, y la mayoría de los competidores habían quedado atrás, ahora era conducción pura y dura

Iba detrás de todos, que desastre, solo me quedaba correr y a ver si conseguía alcanzarlos o a ver si ellos también se perdían.

Aunque ir descolgado podía ser una buena opción, teniendo en cuenta los coches de la policía.

Supongo que lo averiguaría en unos momentos. Me centre en conducir y llegar cuanto antes.

Las luces de las farolas y otros coches pasaban a ambos lados tuyos a toda velocidad, casi no te enteraste cuando pasaste al primero de tus rivales, otro de ellos lo adelantaste lentamente, había perdido aceleración al evitar salirse de la carretera y lo rebasaste lenta y fácilmente, pero el tercero mantuvo las distancias sin arriesgar demasiado pese a que le comías terreno a pasos agigantados y acabó rebasando la linea de meta segundos antes que tú.

Los vítores y la espectación causada por el frenético enfrentamiento final hizo que estallara la multitud en un aclamo de gozo en cuanto cruzaste la meta, la ganadora se baja de su moto mientras los mecánicos vienen a hacerse cargo de la bestia parda que llevaba.

Puedes ver que los mecánicos que estaban con el oriental en la salida hacen lo propio y el oriental se acerca hacia ti con una gran sonrisa.

Como el mana, vienes caido del cielo. dijo acercándose a estrecharte la mano. He de reconocer que tenía mis dudas, pero ... totalmente infundadas. Vaya carrerón

¡Llegué!

Al entrar en la meta y ver que los mecánicos se encargaban de la moto les deje hacer y me dirigí al oriental.

-Si, reconozco que al principio no ha ido muy bien, pero ha sido una buena carrera y me alegro de que la disfrutaras, para mi ha sido una pasada.-le dije para entablar una conversación. Si estaba contento esto podía ser el comienzo de un buen negocio...

Acabas de ganar mucho dinero, pero no hablemos de eso aquí, tenemos mucho que celebrar, te invito a un par de rondas. dijo el Oriental mientras miraba por encima del hombro al gentío. Pero fuera lo que fuera que miraba lo deshecho. ¿ Te animas a una pequeña fiesta en mi casa, en el distrito norte?

La piloto de la otra motocicleta se desembaraza de alguien que estaba  dándole el coñazo, o eso parece por el gesto que tiene y se acerca hacia vosotros caminando con mucho arte y estilo con el casco bajo el brazo y la cremallera del mono bajada hasta el ombligo. Te mira fijamente mientras se acerca y al llegar pone la mano en el hombro de morimasa( este pega un leve respingo y se vuelve como un muelle hacia ella) con una sonrisa que se te antoja tirante.

No me has presentado a tu amigo, le veo un poco perdido. dijo agachando se un poco para hablar con el oriental bajito. Al hacerlo puedes ver un generoso canalillo. 

Claro... que descuidado de mi dijo Morimasa con una sonrisa ya perfectamente normal Este es Helmet, helmet, esta es... Byakuya o asi le gusta que la llamen. Luego añadió

Sabes que podemos hacer, iba a dar una fiesta, mi amigo iba a venir¿ Quieres venir? Siempre alegras todas las fiestas a las que vienes.

¿Una fiesta? Suena bien, jeje

Mirando a Morimasa con una sonrisa le dije -Si, la fiesta me parece una buena idea, así podemos hablar mas tranqui... - Me interrumpí al ver llegar a Byakuya.

-Encantado.-Dije con un nudo en la garganta al ver semejante monumento.

¿Me apetece una fiesta tuya? se quedo pensativa un instante llevándose el dedo indice al mentón y elevando la vista .. dejame recordar la ultima ... de repente como si el recuerdo la golpeara dijo de golpe ¡Ah si! Calro que si, allí me tendrás.

Se despidió con la mano y sonriendo te se dio media vuelta.

Espero verte allí vaquero.

-Será un placer- Le dije despidiéndome con la mano.

-Bueno... ¿donde vamos ahora?- dije devolviendo mi atención a oriental. Si que teníamos que hablar de negocios, la carrera estaba bien, pero las ganancias también y según dijo el chatarrero, este tío pagaba bien.

Bien, vamos al distrito norte, alli tengo un garito reservado y podremos repartir ganancias en un lugar mas discreto.

dijo el oriental mientras se comía con los ojos más que observaba a la muchacha alejarse, luego sacudió la cabeza. Hubiera estado bien que la hubieras ganado, por un momento creí que la ibas a pasar en el ultimo instante... 

Otra mujer irrumpió en mitad de vuestra conversación, esta vino con mala actitud y paso apurado.

¿No sabrás nada de la policía que ha enchironado a 5 de mis participantes, no? dijo a modo de saludo ignorándote y fusilando con la mirada a Morimasa.

Morimasa con un gesto de cansancio se encaró a ella.

Hola ¿que tal? Es que ya no se dice ¿paso de moda? dijo con sarcasmo, pero no espero respuesta Bien, podría hacer unas llamadas, pero cuesta tiempo y dinero, ya sa...

La mujer le acallo dándole un sobre bastante gordo.

Es bastante dinero, espero una respuesta cuanto antes. su tono frío sonaba a ultimatum y por un momento no quisiste estar en la piel del oriental. Dicho lo cual no esperó respuesta y se marcho, parecía hecha una furia, tal como llegó

Bien, vayámonos antes de que alguien más me atropelle.

pasas a la escena, radiografiando la ciudad