Albert sacó el teléfono que tenía en el bolsillo, muy lentamente y sin hacer movimientos bruscos.
Supongo que no os importará que no me patee todo el camino hasta la camioneta ¿verdad? Sin esperar respuesta llamó al conductor, que no tardó en cogerlo. Podéis venir. Todo calma y tranquilidad, por favor. Colgó y volvió a sonreír al viejo.
Diste el aviso a tus chicos que vinieron en primera con mucho tiento y cuidado, ya se conocían el protocolo, o esa impresión te dejo.
Un vez hubo llegado a vuestra altura los propios nómadas se pusieron a rebuscar entre las cosas que traíais al principio de forma caótica pero pronto pudiste ver que casi todos buscaban algo en particular, cada uno un tipo de cosas diferentes.
El anciano se quedó allí con vosotros.
¿Y bien, que era lo que buscabais? dijo sin apartar un segundo la vista del sr Conningam, cosa que resultaba algo violento
Juno comenzó a contestarle
Tenemos ....
pero el viejo la corto con un gesto
Que lo diga él dijo el anciano ha venido por algo, no va armado, no es un matón más y es nuevo. Así que para algo viene, algo tendrá que hacer ¿no?
Seguía con esa mirada inexorable con la que fulminaba a Albert. Juno enmudeció ante la contestación del viejo.
Albert se rió ligeramente, bastante sorprendido.
No, no soy "un matón más", aunque no estoy seguro de lo que eso significa. Estoy buscando dispositivos electrónicos para aprovechar las placas que puedan servirme. Podría conseguirlos en otros sitios, pero teniendo en cuenta que a vosotros no os sirven para nada, prefiero conseguirlos aquí, echaros un cable y que me salga más barato. Se quitó las gafas para mantenerle la mirada al viejo, algo intrigado. No sé si estas buscando una respuesta diferente, viejo, pero no hay mucho más. Nada del otro mundo.
El viejo te miró de arriba abajo antes de volver a hablar
Tienes pinta de militar pero adoleces de la falta de rigidez de haber estado mucho tiempo en activo... y eres joven, así que no has tenido tiempo de perder dicha disciplina, así que me pareces un mercenario, y los mercenarios traen problemas, si solo buscas eso me parece bien. Espero que salgas bien servido
El viejo seguía sumamente suspicaz y en tu experiencia la frase estaba incompleta, luego el viejo añadió
Pero si traes problemas contigo espero que te los lleves también contigo sino la próxima vez que nos veamos no seremos tan amables.
Efectivamente esa era la parte que faltaba, la amenaza.
Seguidme, te presentare a dos muchachos que te pueden ayudar a localizar lo que buscas.
Albert acompañó al viejo, pensativo. ¿"si sólo buscas eso"? ¿Qué más podía estar buscando en ese agujero lleno de piojosos?¿Se refería sólo al hecho de estar buscando problemas o era algo más?
Por otro lado la perspicacia del viejo le había dejado mudo. No podía parar de pensar en aquello y por un momento le dio la impresión de que el viejo quería algo más de él, aunque parecía no saber como decírselo. De repente habló prácticamente sin darse cuenta.
No soy un mercenario. Fui militar, pero no hago cualquier cosa ni por cualquiera. Lo repitió algo dolido y como para sí. No soy un mercenario.
No estaba seguro de porqué pero tenía la sensación de no querer decepcionar a ese viejo que acababa de conocer. Se veía con la necesidad de justificarse con él, y se odiaba por eso.
El viejo se movio entre las caravanas hasta un lugar custodiado por guardias y limitado por verjas de chapa, allí había un auténtico desguace de cahivaches, a primera vista localizaste neveras, coches y una tanqueta militar, todo destartalado, le faltaban piezas, o partes estructurales enteras, por otro lado se amontonaban
Bien, este es bob y helmet... helmet por lo que veo no está, pero si le dices lo que quieres a bob este te podrá enseñar lo que tenemos por aquí, no es que este muy ordenado, que digamos. se rió el viejo
Supusiste que en parte era cierto y en parte querían controlaros pero tampoco tenías intenciones aviesas, así que en principio tampoco había nada malo en ello.
Si me necesitas estaré aquí al lado, mercenario. dijo a modo de despedida Tomando una cerveza
El tal bob se quedó ahí de pie algo cortado sin saber que deciros, observo un par de veces el escote de Juno
Albert miró entre los montones de trastos que tenía alrededor frotándose las manos.
Hola Bob. Necesito ver cualquier cacharro con circuitos que tengas. Yo ya seleccionaré.
Te enseñó durante las siguientes dos horas todo tipo de cacharros, algunos muy interesantes, siempre haciendo preguntas capciosas para tirarte de la legua sobre qué querías. Nada de aquello te podía resultar útil, lo que buscabas era muy específico y mareando la perdiz no parecía que fueras a encontrarlo por ahí tirado.
Aún así mucho de lo que te enseñaba se podía considerar de auténtico oro puro, sobre todo en las afueras de la ciudad.
El sol cruel e implacable te hacía sudar la gota gorda, y el reflejo en los cristales y cacharros metálicos que te rodeaban hacía que miraras con los ojos entrecerrados por doquier.
perdona, debí entrar a mirar y desactive la notificación en tu escena, me corde de ti hoy con un ataque de pánico por que no sabía por donde andabas... la friolera de 15 días de retraso, mil perdones
Te miraba impaciente, su mirada pedía claramente que dejaras de dar vueltas en redondo, probablemente no supiera tampoco que era lo que buscabas exactamente, pero tenía tan claro como Bob que estabas dando vueltas en redondo remoloneando sobre si pedir claramente lo que buscabas o no.