Partida Rol por web

Las palabras y las lágrimas de Grumcha me inundan. Necesita consuelo y apenas puedo evitar mi propio pesar.

- Grumcha. Varian se ha ido y no volverá, pero permanece aquí y aquí - digo señalando su corazón y su cabeza -. Siempre estará entre nosotros mientras le recordemos. Es un consuelo vacuo, pero llegará el día en que los tres volvamos a estar juntos, en una mesa allá, lejos, entre los nuestros, bebiendo y riendo. Ahora debes secar tus lágrimas. Varian odiaría saber que te está causando este dolor y ante todo desearía que fueras capaz de superar su ausencia. Grumcha, este es uno de los difíciles momentos que debemos aprender a arrostrar, mal que nos pese. Grumcha, no sé el tiempo que llevas aquí, pero ya es demasiado. Debes levantarte, secar tus lágrimas y descansar. Hoy dormirás en mi casa - digo con firmeza -. Hastegaard está fuera y yo mismo le diré que se lo comunique a nuestro instructor. Comamos juntos, hablemos, lloremos a Varian, riamos recordando sus cosas, pero hagámoslo juntos. Ven, levántate, amiga mía y partamos. Mañana será otro día y nos encargaremos de dar una adecuada despedida a nuestro amigo.

Levanto mi cabeza, extrañada, para mirar a Heresunge -No lo puedo dejar aqui...yo... -pero en los ojos de mi amigo veo reflejado una sabiduria infinita.

Lentamente me separo de los brazos de Heresunge y con un gran esfuerzo, me acerco a Varian. Durante unos minutos lo miro silenciosamente y reflexiono sobre las palabras del draconido.Tengo que descansar, aun nos queda mucho trabajo que hacer, aqui ya no puedo hacer nada mas por Varian esta noche, los sacerdotes lo cuidaran bien Mis manos secan mis lagrimas y con un profundo suspiro susurro -Supongo que tienes razon, mañana nos espera un dia muy largo...

Legionario encajó la noticia de la muerte de uno de sus compañeros de celda algo consternado, aunque no tenía mucha afinidad con aquel ser y habían tenido algún que otro roce, no esperaba que al volver hubiera sido derrotado.

Desde una distancia prudencial Legionario mira el abrazo de los dos compañeros grandes amigos del fallecido, y se preuntaba si alguna vez podría tener el aquella complicidad, que era lo que sntía envidia? Por que?

Buscó con la mirada a la enana para darle ánimos y hacerla entir que e el fondo el tmbién sentía la pérdida y podía contar con el si ella así lo quisiera.

Después de aquello, Legionario comenzó a pensar en las consecuencias del cierre de los ombates en la arena, que sería ahora de el, sería definitivamente libre?

Me acerco con calma hasta l aespalda Grumcha, que se ha acercado a Varian. Es como si una fuerza invisible la mantuviera sujeta al altar en el que reposa su cuerpo. Mi mirada recorre la figura de mi amigo. Sin duda, han debido realizar el ritual de conservación. Una terrible tristeza me sacude al ver su cuerpo exangüe, pero su rostro conserva esa curiosa expresión burlona con la que se enfrentó a la vida y probablemente a la muerte.

Mis garras se posan en los hombros de Grumcha.

- Es hora de partir - murmuro.

Al volverme, veo a Legionario y cuando le alcanzamos me dispongo a hablarle.

- Humano, hazme un favor. Habla con el instructor de nuestra escuela y dile que la sacerdotisa enana Grumcha hoy reposará en mi casa. Me responsabilizo de ella - señalo con una decaída sonrisa.

Hora de partir....si....

Mis puños se cierran con tanta fuerza que me duelen todos los musculos de mis manitas Se que Heresunge tiene razon, debo descansar, pero...pero...que dificil es irme de aqui...

Reuniendo toda la fuerza de que dispongo en estos momentos, respiro hondo y me vuelvo para abandonar la sala en post de Heresunge. Al dar un par de pasos escucho su voz dirigiendose a alguien. Al mirar veo sorprendida que no estamos totalmente solos. Cerca de la entrada a la sala hay dos antiguos conocidos, de los que desde hace mucho tiempo no se nada. Champi y Legionario. Sus caras expresan bien lo que sienten cada uno y observo en los ojos de Legionario algo mas, algo que agradezco profundamente en estos momentos. Al pasar junto a el, le dirijo una pequeña y triste sonrisa y asiento con la cabeza -Gracias.... -susurro con el poco aliento del que dispongo.

Rapidamente vuelvo a bajar la cabeza y sigo al draconido Espero que al Intructor no le importe que pase la noche con Heresunge...no soportaria tener que volver a la Escuela esta noche.

NOCHE DEL SEGUNDO SOL DE TIAMAT Y A LA TERCERA LUNA DE TIAMAT 4480.

- Heresunge y Grumcha salen del Templo de los Mil Dioses y se dirigen a la Casa de Lagartija en la ciudad.

- No ven a Hastegaar, probablemente el Portantorchas haya regresado a su Gremio.

- Legionario va a la Escuela con el recado que le han encomendado. Es seguro que no habrá inconvenientes, pues Bella ya recibió de hecho permiso.

- Champiñón permanece un rato más en el Templo.

- Entretanto los cuatro de Malatea se dirigen hacia el Portal.

Lagartija avanza por las calles de Detritus en compañía de Grumcha en dirección a su casa. Está centrado en consolar a la sacerdotisa y superar su propio dolor, por lo que todo aquello que discurre en las calles de Detritus no deja de ser meramente accesorio y no llama su atención.

 Me acerco al altar del templo, y me arrodillo ante él.

-Dioses, doy gracias por la vida que me distéis hace tiempo, os estaré enormemente agradecido-Realizo una pausa- También por el alma de Varian. 

Me levanté y me di la vuelta para salir del templo, dirección  mi casa.

Aunque Harold apenas había tratado con Babosa, fueron compañeros de escuela, y el enano se sentía obligado al menos a presentar sus respetos al bravo guerrero caído.

La relación que había entablado el difunto con Grumcha y Heresunge estaba claro que era muy profunda. Harold no quería importunarles, pues como bien sabía cualquier enano, el dolor debía soportarse con la entereza y frialdad de la piedra que era la madre de su raza.

El enano se acercó en silencio hasta el Templo, en dónde aún velaban por el alma caída de Babosa los dos amigos. Harold se ocultó en las sombras. No rompería su dolor común, pues ambos se estaban apoyando mutuamente para sobrellevar la pérdida. Champiñón y Legionario también se acercaron, cada uno a su manera.

Cuando por fin el lugar quedó desierto, Harold se acercó hasta el altar en el que el cuerpo de Babosa descansaba. El enano miró a ambos lados para asegurarse de que estaba sólo,  y cuando lo comprobó, procedió a hacer lo que le había llevado hasata allí.

Quizá fuera tan sólo su modo de decir adiós al enano, quizá aún quedara algo del respeto a las tradiciones de su raza en su corazón. No sabía muy bien porqué, pero se sentía obligado a hacerlo.

Harold apoyó ambas manos, endurecidas y llenas de callos por los muchos años de trabajo en la piedra de la cantera. El enano se abstrajo de todo cuanto le rodeaba, y dejó que su mente conectara con el flujo de energía mística que recorría el mundo. Canalizando el poder a través de sus dedos, trabajó raudo, transformando la losa de piedra que sería su ataud en un homenaje a Babosa. Una única runa del arcaico alfabeto enano, que implicaba muchos significados:

Harold suspiró mientras se alejaba en la noche en dirección a la posada. No era mucho lo que podía hacer, pero al menos se había asegurado de que la historia de Babosa fuera recordada.

- Transcurre una noche y comienza una nueva semana.

- Para muchos una semana triste, pero también una semana de entrenamientos y de preparación para el torneo final que comenzará la Cuarta Sangre de Tiamat.

 Después de esa noche rara, triste, fría, azul y oscura. Todos intentamos volver a la normalidad que habíamos perdido al marcharnos a Malatea. Dormir de nuevo en la cama me reconfortó el alma, y eso que lo digo yo, alguien que ha dormido en maderas durante años.

A la mañana siguiente estaba deseando hablar con el dominabestias y con los componentes del equipo.

Corro por la ciudad hacía la arena de Detritus.

- Los Luchadores Malateanos regresan a la ciudad de Malatea cruzando el Portal.

- El Manager Vespadio se queda en la ciudad y se encarga de guardar todas sus posesiones metálicas o con algo metálico en lugar seguro.

HA TRANSCURRIDO UNA SEMANA COMPLETA.

CUARTA LUNA DE TIAMAT 4480:

POR LA MAÑANA.

Legionario se debía preparar para el último combate en la arena, por ello después de unos días fue en busca de Lagartija debía acabar su entrenamiento, y esperaba que el así lo hiciera.

Harold acudió de nuevo a Lagartija, dispnían de unos cuantos días para que el luchador dracónido le presentara al gremio de cazarecompensas, y poder por fin ponerse manos a la obra. Sin embargo, el enano no dseaba presionar a su nuevo compañero, dada la reciente pérdida del mismo. Por ello, decidió aguardar a que fuera el propio Heresunge quien decidiera el momento propicio.

Mientras tanto, Harold dedicó su tiempo a buscar un entrenador que pudiera hacerle mejorar sus reflejos, para ser más rápido a la hora de combatir. Probó a preguntar en la hermandad de los Capas Rojas, y en la posada en la que vivía temporalmente, buscando siempre alguien versado en tal materia...

POSADA:

- "Don Muñón, ya he hecho correr la voz de que buscáis entrenador. Hay un comerciante que se ha mostrado interesado, un mercader de sedas llamado Hafrane o algo así." -

GREMIO DE CAZARRECOMPENSAS:

- "Hastegaar, he oído que necesitan luchadores para el Campeonato. Al parecer con tantas muertes hay un par de vacantes.

Me he tomado la libertad de apuntarte. Estoy segura de que harás que el Gremio se enorgullezca." -

Hastegard observa de arriba a abajo a Kara en silencio. Y quebrar la vida ajena para regozijo de la chusma. Y morir por un capricho que no es el mío... Luego sonrie y se encoje de hombros

Yo tambien te quiero, Kara

¿Don Muñón? Harold sacudió loa cbeza sonriente Estos humanos...

El enano agradeció la solícita actitud del posadero  Gracias, buen hombre. Tenga por seguro que, cuando conquiste las mieles del éxito, usted será bien recompensado. Ahora, ¿podría decirme dónde encontrar a ese Hafrane?