- Tengo motivos para albergar sospechas graves o muy graves sobre dicha dama. Y no quisiera que pudiera renunciar a mi hospitalidad antes de despejar esas sospechas - dice distraída, hasta que se da cuenta de que le está dando explicaciones al gañán de la cuadra - ¡Ea!, que hagas lo que se te manda, mozo. Si lo haces bien, tendrás tu recompensa.
Dicho lo cual, la Reina se aleja de las cuadras...
El criado hace una reverencia ante la Reina al oír sus palabras - Sí, mi señora - se limita a decir antes de salir de las cuadras en dirección a los jardines.
El mozo también aguardó a que la Reina terminara sus explicaciones y asintió con una reverencia. Ya a solas, mientras le daba vueltas a lo sucedido, cuidó que los animales quedaran bien encerrados y recogió el lugar, y partió hacia los jardines.
Edmund sale.