Tu "criado" acerca sus labios a tu oído, asegurándose de que nadie más escuche lo que tiene que decirte - Eh, Ivan, crees que podríamos aprovechar la conmoción esta, para, ya sabes... ir a lo nuestro... - te dice con una sonrisa que no augura nada bueno.
El orondo capellán de la corte, Aldous, siguió al rey a medida que este abandonaba la mesa principal, pero en vez de salir de la sala, se acerco a uno de sus novicios allí presentes, Artai, para dirigirse a él en privado.
El capellán pone una de sus gruesas manos sobre tu hombro - Artai, muchacho, sé bueno y acompaña al pobre conde por si necesita cualquier ayuda espiritual. Y si el Maestre no puede hacer nada por él, ven a avisarme para que le pueda dar los últimos sacramentos - te despide con una sonrisa ambale.
Hummmm...- mientras meditaba las palabras de Héctor , decido seguir sus palabras con un tono donde solo el pueda oir- Sabes, la casa de los Moore siempre prefirió apoyar al gremio y aquí tenemos una escena de asesinato frustrada- mientras buscaba como convencer a la vez que animar a su socio de trabajo - si nos hacemos con una daga del bufón sin que este se de cuenta, podríamos hacer parecer que de echo tenia otras intenciones que solo fallar su acto y la cereza del pastel, si todas las posesiones que trajera el desdichado noble desaparecieran le daría a la gente mas razones para desconfiar del payaso- le doy a Héctor un par de segundos para que pueda armar la escena dentro de su cabeza - te interesa despachar a un hijito de papí ?.
Doy por encontrado y avisado al Maestre, entonces.
Salgo del salón principal.
Salgo del salón tras despedirme de Enzo.
La Reina, del brazo de su esposo, se dirige hacia la salida.
- Decidle al Maestre - se dirige a sus criadas, lo bastante alto como para que todos la puedan escuchar - que en una hora le espera en sus aposentos, para proseguir con la partida de ajedrez.
La Reina sale.
Sé que he cometido un acto no acorde a mi clase así que solo me queda callar y recular sin llamar mucho la atención. Sin embargo el jefe de la guardia me habla y yo le susurro.
No hago el bien para conseguir la compañía de ningún hombre sire.
Héctor sonríe imaginándose la escena que le describes - Me parece estupendo, pero... ¿Cómo vamos a robar las pertenencias del noble? Ahora mismo su habitación estará llena de gente, y luego tampoco estará vacía si le prohiben moverse.
todo a su tiempo, todo a su tiempo - mientras muevo el dedo indice hacia los lados - De todas maneras debo ir hablar en un rato mas con el gran maestre, si aprovechamos el momento en que voy a sus aposentos debería haber un lapso en que nadie debería estar vigilando la habitación y con los medicamentos en el cuerpo ni sabrá si alguien entra o sale gente de la habitación.
Ahora la parte complicada puede ser hacerse con los puñales, pues para que el plan funcione tenemos que conseguirlos y dejarle la caja para que no sospeche, y dejar parte del botín en sus pertenencias - dudando de sus propias palabras- aunque viéndolo bien, con su antecedente no debería ser necesario esta parte del plan para que la gente lo tome como principal sospechoso, crees poder mi buen Héctor ?.
luego de terminar de hablar un par de cosas con su criado, Iva se acerca a la joven que aun se mantenia en la sala- Bueno señorita, veo que el gran Maestre estará ocupando su tiempo para atender al joven Noble, se que es un atrevimiento pero, podría indicarme cuando este se desocupe ? , estaré mientras tanto en el patio del castillo junto a mis carretas. Junto a los perfumes y los distintos jabones - esbozando al final una sonrisa de lo mas cotidiana.
Sin mucho mas que hacer en aquel cuarto que cada vez esta mas vacío me retiro del Salón.
Salgo
Artai asintió ante las palabras del capellán que le pidió acompañar al maestre para ayudarle en todo lo que estuviera en su mano. Era de las pocas órdenes coherentes que había recibido en los últimos tiempos.
Vio marcharse a Enzo con la cara gacha y apenada. Sin duda haber fallado aquel tiro era algo a lo que nadie estaba acostumbrado a ver. El bufón era un experto en todos aquellos temas, y Artai aunque joven y aprendiz, siempre tenía un cierto cinismo en sus pensamientos y se planteó verdaderamene, si aquel cuchillo no habría sido clavado de forma intencionada.
En cualquier caso, esperó para acompañar a Enzo y se dirigió junto al maestre por si el joven necesitaba cualquier tipo de ayuda espiritual.
Sale Artai