Partida Rol por web

Knights Code [+18]

Capitulo 4: Viejas Deudas

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13/02/2020, 02:19
Director

El sol salía nuevamente sobre la ciudad principal de Aztora. Apenas habían pasado un par de semanas desde el ataque del dragón no-muerto a vuestro hogar, pero para muchos era como si apenas hubiese sido ayer...

Durante los primeros días luego del ataque, después de haber encontrado todos y cada uno de los cadaveres o restos que habían por la ciudad, toda la ciudad llevó a cabo un funeral para los caídos. A las afueras de la ciudad, donde antes había una granja sin dueño, ahora había un enorme y hermoso monumento de tumbas que honrarían a cada uno de los fallecidos que murieron durante el ataque. Como caballeros diamantes que eran, asistieron a la ceremonia junto a la familia real, y pudieron quedarse un tiempo aceptable antes de tener que volver a vuestros deberes. Zedron, al igual que otros capturados, no recuperaron la consciencia: aún al día de hoy continuaban descansando en sus celdas en los calabozos, apenas moviéndose para comer. Concluyendo con Zedron, se anuncio a los caballeros Diamante y Diamante Rojo que la espada de Zedron, Rompe Tormentas, se encontraba en propiedad de uno de los caballero de alto rango bajo la aprobación del propio rey, siendo este caballero Cytla Calatia; la ubicación y propiedad de el arma de Zedron debía mantenerse bajo completo secreto por la seguridad del reino, y fue por eso que solo se dio la noticia a los caballeros de alto rango. Además, gracias a declaraciones de Alanís, se llegó a la pronta liberación de Perceval, quién seguiría visitando el castillo con frecuencia para ayudar.

También se llevaron a cabo varios anuncios por parte de la corona: la protección de los príncipes por parte únicamente de un caballero diamante para cada uno, para que los otros caballeros que antes les seguían a todas partes pudiesen ayudar en la ciudad; después de todo, en la situación actual, era mejor tener todas las manos posibles ayudando en las calles. Así mismo, Alanís Cromwell fue declarada Escolta Personal del príncipe Arthas, con un emblema que llevaría en su armadura con orgullo al igual que su insignia de diamante; el caballero que fue declarado escolta personal de la princesa Artanis no fue otro que Baeric Griffith, el caballero grifo. También cabía mencionar los esfuerzos de las hadas Faith y Fío Edrielle, y de Glaius, por intentar llevar a cabo una reunión entre hadas para llevar a cabo el hechizo sobre la ciudad; por lo que se sabía, el nigromante había logrado acordar una reunión en la noche a través de magos de comunicación; si todo salía bien, faltaría muy poco para que la ciudad estuviese totalmente protegida, y una vez estuviese asegurada la reunión de las hadas, se anunciaría a la ciudad. Hasta entonces, todos debían mantener la guardia alta en su deber.

El guardaespaldas del representante enano que falleció envenenado en el castillo anuncio su retirada poco luego del ataque del dragón; tras hablar con los reyes, se llegó a la conclusión de que no estaban en la mejor situación para andar negociando, más que tan pronto como se recuperasen volvería con otro representante del reino aliado. Además, cada día los rumores por el castillo se hacían más fuertes... Rumores sobre traidores, chantajistas, caballeros que se relacionaban descaradamente con miembros de alta autoridad, como la familia real, para conseguir beneficios... Una vez más, vuestra confianza era puesta a prueba.

Notas de juego

1/2

Os habéis curado de todas las Consecuencias Leves.

Recuperan sus Puntos de Destino. Usadlos sabiamente...

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13/02/2020, 02:42
Director

Durante aquellas semanas, visitaste varias veces al nigromante en busca de respuestas, más sus investigaciones no llegaron más lejos que las de los sanadores del castillo. Llegaste a considerar que solo era una perdida de tiempo, pero aún así seguías yendo cuando podías, y es que con tu nuevo puesto, tu horario era más apretado que nunca. Algo bueno era que justo hoy terminarían los procedimientos para convertir los aposentos junto a los del príncipe en tuyos, permitiéndote fácil acceso a su majestad en caso de una emergencia.

Hoy más que nunca era un día tranquilo. Las calles y el castillo seguían en reconstrucción y había mucho ruido, pero se sentía un ambiente menos pesado que los primeros días tras el ataque. Aún así, alguien como tu no podría bajar la guardia ni siquiera en el día más claro de todos, mucho menos estando al cuidado de él...

-Adelante -dijo el príncipe luego de que tocases la puerta. Eran tempranas horas del día, y Arthas ya estaba vestido delante del espejo, listo para el pequeño evento que había para hoy. -. Ya te he dicho que no es necesario que toques para entrar. Eres mi guardia personal, ¿no? Deberías poder tirar la pared si así lo ves requerido -comentó un poco bromista, intentando aflojar el ambiente que ya se hacía común por el castillo. -. ¿Estas lista para la demostración en el campo de entrenamiento? Se que no es el mejor momento para tener a nuestros caballeros reales dándose golpes entre ellos, pero sirve mucho para animar a los más novatos, y ánimos es lo que más necesita la gente en estos días -después de todo, el mantenía su sonrisa impecable, la misma sonrisa que tenía cuando te anunció ayer en la noche que te había elegido para ser una de las participantes de la demostración; algo que no tomaría más de una hora, por supuesto, pues el príncipe tenía otros asuntos que atender y no te podías quedar luego de que él se fuese. -. Que cosas digo... ¡Por supuesto que estas lista! ¿Nos vamos?

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13/02/2020, 02:55
Director

La noticia de que serias el nuevo escolta personal de la princesa te tomó por sorpresa, más era algo que no rechazarías. Después de todo, te acercaba más y más a tu objetivo...

Hoy más que nunca era un día tranquilo. Las calles y el castillo seguían en reconstrucción y había mucho ruido, pero se sentía un ambiente menos pesado que los primeros días tras el ataque. Aún así, alguien como tu no podría bajar la guardia ni siquiera en el día más claro de todos, mucho menos estando al cuidado de ella...

-Adelante -dijo la princesa cuando tocaste antes de entrar, como era debido. Lo normal era que alguien te dijese que entrases porque estaba bien hacerlo, pero al momento de abrir la puerta la princesa se encontraba colocándose apenas la blusa frente al espejo, dándote una breve pero bastante clara vista de su figura jovial y su sostén. -. ¿Qué? Se supone que eres mi escolta, no esperaras a que me vista para sacarme de algún apuro, ¿verdad? -preguntó certera, terminando de acomodarse la ropa antes de ir a por su armadura. -. Da igual: Vamos de inmediato al campo de entrenamiento. Hoy será la demostración especial para los caballeros más novatos. Te enfrentarás a otro caballero diamante, pero nada de destrozo, ¿entendiste? Es solo una demostración para subir los ánimos y hacerles aspirar a llegar más lejos -dicho eso, se recogió el cabello en una coleta tan característica suya. -. ¿Nos vamos?

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13/02/2020, 03:03
Director

Habían sido unas semanas... productivas. Muchos buscaban armas para tener algo conque defenderse en caso de otro ataque, medicamentos para ayudar a los heridos, y materiales para la reconstrucción: tu tienda se vio ciertamente gratificada, para que negarlo... Para tu desgracia, ya habían pasado dos semanas y... Seguías tuerta: Glaius estaba trabajando en un ojo de remplazo para que pudieses ver perfectamente, pero de momento no tenía nada que no pareciese una criatura con tentáculos que te fuese a comer el cerebro apenas te lo colocases.

Hoy más que nunca era un día tranquilo. Las calles y el castillo seguían en reconstrucción y había mucho ruido, pero se sentía un ambiente menos pesado que los primeros días tras el ataque. Aún así, alguien como tu no podría bajar la guardia ni siquiera en el día más claro de todos, mucho menos hoy, donde empezaría la tan esperada misión: la familia real te había pedido que esperases un tiempo a que las cosas se calmasen antes de empezar la investigación contra Jonathan, y tras haber recibido la aprobación hace un par de días, acordaste empezar hoy en las afueras del castillo para reunirte con tus compañeros. Después de todo, no tenías pruebas para señalar a alguien del castillo: las personas encargadas de llevar las armas de Zedron eran caballeros de menor rango, pero de confianza, que aseguraron haber llevado la espada a la bóveda del castillo, siendo un total de cuatro caballeros, dos Jujins Beta y dos humanos; tenías el ojo puesto bien encima de ellos, pero de momento no parecían tener relación o interés en el barrio rojo y sus integrantes...

Al llegar, Muramasa ya te estaba esperando, recostado en una de las paredes mientras miraba la imagen de la sacerdotisa en su medallon.

-Oh, ya llegaste, pelirroja -te saludó a su forma. -. ¿Aún esperamos a alguien? Más importante, ¿que haremos?

Según lo que te dijo Marshall, ni Muramasa ni Fío tenían la menor idea sobre que trataba exactamente la misión: tenían claro que se trataría de investigar a alguien, pero contarles detalles era tu decisión...

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13/02/2020, 03:12
Director

Habían sido unos días duros para lograr concretar una reunión con las demás hadas; no por qué fuese complicado, si no por qué parecía ser que el resto de reinos también estaban teniendo sus complicaciones que mantenían ocupadas a las demás hadas elementales. Pero por suerte, Glaius logró acomodar las fechas y colaborar con otros consejeros de otros reinos para conseguir que todas las hadas estuviesen libres a la misma hora: definitivamente, aquella noche volverían a ver a sus hermanos y hermanas, a través de magos de comunicación, pero luego podrían verles en persona.... Hasta entonces, solo quedaba esperar. Además, el nigromante también aseguraba que estaba cerca de encontrar un lugar donde pudiesen entrenar sin limitarse, pero no había fecha exacta...

Hoy más que nunca era un día tranquilo. Las calles y el castillo seguían en reconstrucción y había mucho ruido, pero se sentía un ambiente menos pesado que los primeros días tras el ataque. Aún así, unos caballeros como ustedes no podían tener la guardia baja...

-Faith, Fío, Alessandro, necesito hablar con ustedes -les llamó Glaius, quién pasaba por el mismo pasillo que ustedes. Ya era normal que estuviesen con Alessandro, o él con ustedes, era difícil decirlo, pero el caso es que tras lo sucedido, se volvieron más unidos que nunca, más aquella cara triste volvía muy a menudo al caballero rojo... -. Iré al punto: Fío, tienes una misión de investigar a alguien, ve a la entrada del castillo y reúnete con Cytla, ordenes del rey. Faith, necesito que recolectes algunos minerales de una cueva a varios kilometros de la ciudad; lleva a Alessandro contigo, solo por si acaso.

Alessandro no parecía tener queja alguna por tener que ir de misión; después de todo, era su trabajo, y el vuestro, pero seguramente que Fío no estaría ni con él ni con Faith era lo que provoco cierta mueca de preocupación en su rostro... La cual luego cambió a una amplia sonrisa de confianza.

-Tranquilo -le dijo Alessandro a Fío, acariciándole la cabeza. -. Estaremos bien. Tu ve y haz tu trabajo, ¿okey? -si él y Fío habían logrado volver a sonreír con frecuencia, era por el apoyo mutuo que se daban entre los tres, y era momento de mostrar que ese lazo no se rompería por la distancia.

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13/02/2020, 12:53
Cytla Calatia

Estas semanas... ufff, fueron intensas. Por un lado, porque se hizo público entre mis compañeros caballeros que yo era quien poseía la espada de Zedron. No era una idea que compartía con el rey, yo prefería que esa información siguiera siendo secreto entre mi y la familia real... pero no rechazaría la opción que dio el rey de informar a los demás. Al menos no dijo como la obtuve, ni donde estaba celosamente escondida... y aunque supieran que se encuentra en mi caja fuerte, dudo por un lado que pudieran encontrarla y que si pudieran hacerlo, luego consiguieran abrirla. Solo esperaba que eso no pusiera en mi espalda una diana...

Pero sin duda la razón por la que fue intensa la situación... fue por la enorme afluencia de mi tienda. Sin duda, en tiempos de crisis es cuando se consiguen las mejores ganancias... pero vamos, no soy una despiadada vendedora... bueno, si lo soy, pero tengo mi corazón. Los medicamentos los había reducido a tal miseria que casi los regalaba, y los materiales de construcción estaban a mitad de precio... las armas las dejé tal cual, no iba a reducir mi principal fuente de ingresos.

Y por otro lado, no había día que no le preguntara a mi madre o a Glaius si habían conseguido un ojo nuevo, ya fuera algún ojo mágico nigromántico o una joya u artefacto raro... pero nada, que no había ojo para Cytla, y continuaba con la cuenca vacía... al menos no era la venda improvisada que llevaba cuando me hicieron aquello... me había conseguido un buen parche.

Ahora, después de la calma... tocaba ponerse al trabajo, al de caballero. Había pasado un tiempo, los ánimos se enfriaron... el topo se relajaría, y este era el momento de atraparle. Así que una vez termine de organizar la tienda y de dejar a cargo a mi madre y al peón, me dirigí a las afueras del castillo, para reunirme con el equipo que el rey me había asignado... Y mira, no fui la primera en llegar -Hola Muramasa... perdón si te he hecho esperar, estos días son un no parar en la tienda...- saludé al sacerdote guerrero, disculpándome si le había hecho esperar -Todavía debemos esperar a alguien más, espero que Fio se nos una en un momento a otro. Una vez llegue, comenzaré a explicar lo que haremos... Es un asunto de extrema importancia, que ha de guardarse en secreto entre nosotros y la corona, ni siquiera nuestros compañeros pueden saber que hacemos. No puedo arriesgarme a decirlo y repetirlo otra vez cuando venga Fio...- le dije al hombre con seriedad. Era un asunto que no me iba a tomar a la ligera.

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13/02/2020, 17:40
Alanís Cromwell
Sólo para el director

Alanís pasó las siguientes semanas tratando de tenerse lo más ocupada posible, y por fortuna su nueva posición tomaba la mayoría de su tiempo. Se esmeró en memorizar las rutinas del príncipe y las caras que lo rodeaban día a día, para estar más atenta a si algo cambiaba de forma inesperada.

También dividió su atención un poco en las visitas a Glaius, pero realmente no pudo encontrar nada que le hiciera sospechar de más, así que juzgó que se estaba equivocando en primer lugar. Incluso lo interrogó un poco, sobre por qué retornar al castillo, y que según el informe de hacía un tiempo lo más probable era que el responsable de los sucesos recientes fuera un aprendiz suyo.

Durante este tiempo, tuvo la idea de decir algunas veces a Arthas sobre su problema en la muñeca o tratar de decirle sobre algo más pero, realmente nunca llegaba. No, no, se veía contento luego de lo sucedido, así que no se veía como para amargarle el día. Y con los rumores que circundaban tampoco. Aunque incluso sin ellos se hubiese atrevido, realmente. Solo, habían demasiadas cosas que se podían arruinar. Y...las cosas estaban bien. Alanís estaba genuinamente contenta de poder pasar tanto tiempo en las cercanías del príncipe.

Además ya había tenido charlas privadas consigo misma en su mente. Sobre lo inapropiado de sus sentimientos y como no deberían ser. Además, que el príncipe fuera cortes con ella como con todos no significaba que le viera distinto a su rol de amiga y protectora. Pero aún así, no podía evitar que diciéndose eso, ansiara la compañía. Se sabía verdaderamente feliz sencillamente por el actual estado de las cosas, y querría que se mantuvieran así por siempre. Al menos por ahora, prefería pensar en el momento y no en lo incierto del futuro.

Por otro lado, envió una carta a su casa, solicitando que se presentara algún familiar que fuera totalmente dracónico para tratar de colaborar sobre el incidente de control mental que sufrían algunos de los caballeros. Alanís no estaba para nada en malos términos con nadie en su casa. Solo...estaba en un terreno neutral, distante de su familia en general. Su tiempo antes del castillo se había consumido solamente en prepararle y entrenarle propiamente, después de todo.

"Los Dragones protegen el mundo desde las alturas, lejos de las otras razas." Esta frase de un libro que había leído hace mucho se había quedado con ella. Siendo mitad, usualmente asumía que aunque conviviera con gente, debería ser relativamente distante también, pues era lo apropiado, y el resto de los dragones de su familia le trataron cordialmente pero quizá por esta división tampoco hubo nada más de convivencia fuera del entrenamiento estricto. Y pensando en esto también recordó con aprecio a esta persona que era parte de su familia, pero que verdaderamente sentía como tal o más bien se había relacionado de esta forma. Fue una convivencia corta, pero ella y su prima habían coincidido en entrenamientos. Sencillamente ella completó el suyo antes y partió al castillo propiamente. Provenía de una madre jujin, a diferencia de ella misma que provenía de una madre humana, aunque había perdido muchos rasgos de jujin debido a lo que se asumía era predominancia de sangre por la mezcla. Era un par de años mas joven que ella, y tenía un aire que le costaba describir. Tenía esta expresión sonriente y radiante usualmente, acompañada de mejillas rosas y cierto aire adorable, pero en sus entrenamientos era fiera como una loba joven. Había elegido usar una lanza pesada como ella porque le admiraba, pero realmente Alanís quizá le admirara más que en viceversa.

Estaba segura de que iba a ser una caballero espléndida por sus habilidades, y por su corazón también. Por eso cuando sencillamente renegó de ser enviada al castillo y decidió tomar su manto como caballero errante, le deseó lo mejor y le dejo saber que debía estar orgullosa de su decisión. Después de todo, esa clase de caballeros eran los primeros en defender a los más necesitados estuviesen donde estuviesen. Y le deleitó mucho saber que era conocida ya en las fronteras con aprecio en distintos pueblos, por el mismo nombre que había dado a su arma: La doncella lobo, la joven caballero que era adorable como un cachorro de lobo y luchaba con la ferocidad de uno adulto. Estaba segura de que estuviese donde estuviese, traería luz a quien lo necesitara.

Alanís sacudió levemente la cabeza de sus memorias con las palabras del príncipe. El evento de hoy. Realmente debía hacer un esfuerzo y dar ánimos a los reclutas jóvenes, si. No es que se sintiera particularmente de humor para demostraciones y justas, pero dadas las expectativas de Arthas no es que fuera a quejarse al respecto.

-Las invasiones de privacidad son algo que debería evitar para no atosigar a su majestad. -dijo con amena paciencia- Pero...ten por seguro de que si es necesario entraré sin llamar, si.

Ofreció una sonrisa serena.

-Siempre estoy lista para combates amistosos, espero que te sea entretenido de ver.

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15/02/2020, 15:06
Baeric Griffith

Era claramente una sorpresa para Baeric ser ahora la escolta de la princesa, ¿era algo que había pedido ella o fue simplemente una orden de su alteza?, no estaba del todo seguro pero la verdad es que si, aquello la acercaba más y más a su objetivo…el iba a tener un reino, lo dio todo por ello y haría lo posible para que fuera así.

Poco a poco todo iba tranquilizándose, el castillo se reconstruía, las calles, pero a pesar de esa tranquilidad el caballero halcón se sentía agobiado con todos aquellos ruidos constantes y molestias que no parecían detenerse ni un solo momento.

Fuera como fuera, aquel día tenía que cumplir con su deber y ser la escolta de la princesa. Fue cuando se presentó en su alcoba que la susodicha le dio permiso para pasar…encontrándose a la mujer colocándose una blusa y provocando que Baeric sin inmutarse se mantuviera sereno como de costumbre. Cuando ella le echó en cara de que era su escolta y que no pasaba nada el caballero sonrío.-Bueno, en eso tiene razón alteza…pero supongo que no está en mis deberes verla a usted mientras se viste, de todas formas no se preocupe, soy un caballero, no está en mi aprovecharme de la situación.-Comentó mirando levemente en dirección al techo, fue cuando se acomodó la ropa que fue a por su armadura y el joven no dudó en acercarse para ayudar a colocársela.

La mujer le comentó que hoy irían al campo de entrenamiento, que enseñarían a los novatos como se pelea…y que le tocaría enfrentarse contra otro diamante.-¿Uno de los nuestros?...no se preocupe, yo no soy de hacer destrozos, tiene mi palabra.-Comentó abrochando el peto de la princesa y asintiendo ante sus palabras.

-Demostración, subir los ánimos y inspirar, entendido alteza.-Dijo con solemnidad, pero cuando preguntó si se iban a marchar, Baeric carraspeó.-Quería preguntar si no es indiscreción…¿Cómo se encuentra después del ataque?, ¿hay alguna novedad?

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16/02/2020, 18:36
Fío Edrielle

Las semanas pasaban y el dolor poco a poco se iba asentando, se iba haciendo llevadero y más liviano. Los eventos pasados provocaron un cambio en el hada solo perceptible para los más jóvenes en la guardia  como algo nuevo, pues los más adultos simplemente vieron como Fío volvía a ser el chico serio con ciertas salidas divertidas a causa de su hermana aunque eso segundo posiblemente tardaría mucho más en llegar. 

Se encontraba pululando por el castillo tras su baño matinal, junto a su hermana y Alessandro algo nervioso pues en la noche contactaría junto a su hermana y Glaius con su familia, después de más de cien años de separación. Eso sería apoteosico para el a quien tanto amor le tenía hacia la sangre. El hecho de que les requirieran a los tres por parte del nigromante le hizo tener un nudo en el estómago y como siempre la peor de las posibilidades pasó por la cabeza. ¿Y si quería revivir a Feris para convertirlo en un sirviente igual que el que vieron un poco antes de todo aquel desastre? jamás sería capaz de aceptar algo así pero por suerte pudo suspirar tranquilo al escuchar lo que dijo el nigromante. 

-Claro... Está bien, iré. Prometo estar aquí a la hora para poder contactar con nuestros familiares. Dijo eso sin un ápice de preocupación y es que Faith y Alessandro habían notado que en el hada había un cambio un tanto imperceptible, cierta separación para con su hermana quien a cada esfuerzo que hacía por animarle veía como se alejaba más su hermano. Estaba claro que necesitaba su espacio y su pensamiento era contrario al optimismo "loco" de su amada Faith. 

Se despidió con la mano de ambos y les sonrió antes de girarse. - Sí, cuida de mi hermana por favor

Notas de juego

A por Cytla que voy XD

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16/02/2020, 20:25
Faith Edrielle

Las dos semanas pasaron de forma un tanto dura. Tuve que convertirme en el mayor apoyo para mi hermanito, para que no se viniera abajo, al mismo tiempo que juntos tratabamos de animar a Alessandro y su mujer. En algunos momentos que no estabamos con él, obligaba un poco a mi hermanito a ir en busca de Glaius para tratar de entrenar... Puede que no fuera lo mejor, pero sin duda era una forma de mantener nuestras mentes ocupadas, al tiempo que mejorabamos en nuestros poderes... Solo que yo no podía mantener la mente en calma.

Al cabo de dichas semanas Glaius nos hizo llamar, cosa que me sorprendió, pero luego me inquietó aún más al revelar el autentico motivo por el cual estabamos frente a el. - P-pero... ¿Por qué separar a Fio de mi? E-es decir... no me importa, pero es mejor que pueda haber alguien que pueda mantener el control de sus poderes - hasta Glaius mismo, lo sabía, pero no había caso. No me tomaron en cuenta la primera vez, ni tampoco esta lo harían, así que simplemente suspiré cuando incluso Alessandro se lo tomó incluso mejor que yo.

Abracé pues a mi hermanito apretandolo todo lo posible - Ten cuidado ¿Vale? Y si te sientes perdido, recuerda que me tienes aquí - dije posando una mano sobre su corazón. antes de verle partir

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16/02/2020, 20:31
Faith Edrielle
Sólo para el director

Una vez solos volteé para mirar a Glaius - No entiendo... ¿Por qué una misión de ir a por minerales? ¿Y por qué a mi? Soy un hada, de fuerza es de lo que carezco. No sirvo para esta misión

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16/02/2020, 21:17
Príncipe Arthas

Habían sido unos días movidos: entre tu lucha personal por tus sentimientos y la maldición, la espera de alguna respuesta por parte de tus familiares, las amenazas que desaparecían en el castillo para luego llegar anunciadas como rumores... El trabajo como caballero era definitivamente estresante. Pero todo se disipo con las palabras del príncipe, quién te recibía con esa sonrisa característica suya.

-Nunca me canso de verte pelear: Ya desearía yo ser al menos la mitad de fuerte que tu. Pero precisamente para eso sera el duelo: Con tantos caballeros novatos, debemos demostrarles que pueden romper sus límites y alcanzar un nivel de poder que haría temblar al mayor enemigo y alzarse a los más débiles para apoyarles. Se que serás la imagen perfecta para representar a los caballeros diamante. -confesó antes de acomodar las mangas de su camisa, dándote un asentimiento de cabeza antes de ambos partir al campo de entrenamiento...

Notas de juego

1/2

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16/02/2020, 21:31
Princesa Artanis

-Los nuevos estarían muy emocionados al ver a dos caballeros de alto rango llevar a cabo un duelo. No es el mejo tiempo para demostraciones, pero estas pequeñas cosas pueden hacer el cambio en un futuro combate donde la voluntad de los caballeros penda de un hilo -explicó la princesa, preparándose para salir cuando preguntaste sobre su estado, a lo que ella desvió la mirada hacia otra parte. -. Lo de siempre, supongo. No necesito que un dragón ataque la ciudad para andar preocupada por todo. Al menos ando más tranquila ahora que Perceval está libre...

Tras decir aquello, carraspeo y se dispuso a salir, dirigiéndose al campo de entrenamiento contigo a su lado.

Notas de juego

1/2

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16/02/2020, 22:45
Director

En el campo de entrenamiento esperaba una buena audiencia formada en su mayoría por caballeros de rango bajo que no estaban llevando a cabo ninguna tarea en esos momentos. Con los daños sufridos del castillo, se había considerado expandir un poco el campo de entrenamiento, pero de momento solo se habían limitado a limpiarlo y dejarlo acto para su uso. El campo tomaba una forma rectangular, teniendo en ambos lados más anchos unas tribunas para los espectadores; en el fondo, más alto que cualquiera de las tribunas, se encontraba unas tribunas especiales para los espectadores privilegiados, vigilada por caballeros que estaban allí para proteger y no para mirar el duelo: llegando por la entrada, ubicada en el lado opuesto a la tribuna real, llegaron ambos escoltado al príncipe Arthas y a la Princesa Artanis. Les llevaron a ambos a sus asientos en las tribunas reales, anteriormente preparados únicamente para ellos dos y el amigo del príncipe que ya estaba allí presente esperando.

Por la ausencia de otros caballeros diamante, solo tuvieron que conectar una cosa con la otra y llegarían a la conclusión...

-Alanís Cromwell, Baeric Griffith, entren al campo -tras ese anuncio por parte del presentador del duelo, el cual se resguardaba en la seguridad del tribunal real, todos los espectadores empezaron a hacer ruidos, animando a los dos caballeros reales que llevarían a cabo el enfrentamiento.

Otros caballeros se encargaron de cerrar desde el otro lado todas las salidas del campo, protegiéndolas para que ustedes no pudiesen salir ni que nadie pudiese entrar; aunque obviamente ustedes no tendrían problemas para saltar hasta las tribunas, ni los caballeros para saltar desde ellas...

-¡Suelten sus armas! -les ordeno la princesa Artanis a ustedes. No tuvieron más opción que obedecer, sido que la lanza de la mitad-dragón y la espada del caballero grifo terminaron clavadas en el suelo. -. ¡Arrojen el equipamiento!

De entre los caballeros que estaban encargados de la organización del duelo, y no tanto de observarlo, varios de ellos empezaron a arrojar al campo armas de todo tipo: espadas, lanzas, arcos y flechas, escudos... Todos de una calidad dudable.

-¡El uso de armas propias esta prohibido! ¡Los competidores deberán derribar y dejar arrinconado a su oponente con las armas que se les han dado o con sus propias manos! ¡Gana el mejor de tres! -declaró el anunciador. Todos gritaban espectantes, mientras que los príncipes observaban desde la tranquilidad de sus puestos; el príncipe parecía dar ánimos a Alanís, la princesa miraba seriamente a Baeric, y el amigo del príncipe parecía apoyarle a ambos. -. ¡Comiencen!

- Tiradas (2)

Notas de juego

El campo es un lugar amplio rectangular: al norte y sur(las partes anchas) están las tribunas de espectadores. Al este se encuentra la tribuna real, y al oeste la entrada al campo de entrenamiento como tal; el campo esta rodeado por vallas y paredes de madera, con varias puertas en las esquinas que llevan a cada una de las tribunas a las cuales se deben subir por escalones. Desde el campo se tiene una perfecta visión de los príncipes ya que sus asientos están cerca de la orilla, sin llegar a ser peligroso.

Baeric, tienes la primera acción: también puedes decidir de que lado del campo empiezas(este u oeste).

Podéis decir que tomáis un arma del suelo y la usáis en el mismo turno; hay mucha variedad, las cuales por cierto, se romperán y se volverán inútiles luego del primer uso(más que todo por la fuerza que deben ejercer con ellas para hacer efecto sobre el oponente).

Podéis decirme por off si queréis que luego de cada dos post(uno de cada uno) debería postear yo para narrar los resultados y cosas extras, así como actualizar los estados y bla bla bla, o si prefieren llevar la organización ustedes.

No es un combate a muerte ni nada por el estilo: usaremos unas casilla de estrés "adicionales" únicamente para el combate, por lo que luego de cada duelo se reiniciara. Pueden sufrir consecuencias de nivel 2, las cuales también recuperarán luego de todos los duelos. Si recibe daño y tenéis las casillas de estrés "adicionales" llenas, y no queréis usar la consecuencia de nivel 2, no caéis noqueados ni muertos, si no que sois "acorralados"(quedáis en el suelo con una espada en el cuello, por ejemplo), lo que da la victoria al rival.

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16/02/2020, 23:21
Director

Entonces, se pudo ver a Fío revolotear desde el interior del castillo hacia la entrada, donde debajo del arco esperaban Cytla y Muramasa, esté último recostado a una pared terminando de ojear la foto en su medallon, cerrándolo para guardarlo dentro de su camiseta.

Una vez llegase el hada, el samurai le saludaría con un leve gesto de cabeza, antes de tomar la calabaza, donde llevaba el licor, de su cinturón para destaparla.

-Muy bien, el hada ya esta aquí. ¿Nos puedes poner al día ahora, Cytla? -le preguntó a la pelirroja mientras pasaba a tomar un par de tragos de la calabaza, terminando por ofrecerle a ambos. -. Me dijeron que era algo sobre investigar a alguien, pero últimamente hay que investigar a mucha gente...

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16/02/2020, 23:35
Director

Glaius ignoró tener que explicar el porque separarles, esperando a que Fío se fuese para poder hablar. Ya con la atención tuya y de Alessandro encima de él, empezó a explicar.

-No es tanto por los minerales, de eso se encargará Alessandro. Sospechamos que la cueva puede ser la que vieron tu y tú hermano al usar los portales... Tal vez puedan encontrar algo relacionado al hada de fuego. Además, tus portales serán de gran utilidad para transportar los minerales directo al castillo, por lo que Alessandro solo tendrá que preocuparse de tomarlos, y no de cargarlos -con eso dicho, el nigromante sacó de sus ropajes un mapa sencillo, nuevo, que señalaba hacia el norte del castillo. -. Encuentren la cueva e investiguen los alrededores, y traigan todos los Minerales Pálidos que encuentren -nuevamente, sacó algo de sus ropas, está vez un muy pequeño trozo de piedra grisaseo, casi llegando a un blanco similar a la ceniza. Son similares a este. Traigan todos los posibles, ayudarán mucho a la ciudad.

-¿No había otro caballero que pudiese ir con Cytla...? -le preguntó Alessandro al nigromante.

-El rey mismo lo decidió, parece que es un tema sensible de que ni yo puedo estar informado: Tal vez Fío pueda contarles algo, pero ahora comportense como caballeros: No siempre podréis tener a vuestros compañeros a vuestro lado... -sentenció fríamente.

Al estar al lado de Alessandro, pudiste escuchar el crujir de sus nudillos al cerrar las manos como puños con rabia, más Alessandro se contuvo: últimamente había tenido muchos choques con Glaius, pero nunca perdería su compostura por alguien como él.

-Si no necesitan nada más, debo retirarme a realizar unas investigaciones...

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16/02/2020, 23:56
Alanís Cromwell
- Tiradas (1)
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17/02/2020, 09:29
Cytla Calatia

Fio llegó volando a nuestro punto de reunión, donde esperábamos... si, como decía Muramasa, ya estábamos todos, y podría empezar a explicar -Hola Fío, por favor ponte con nosotros- le pedí mientras que, ya que lo ofrecía, cogía la calabaza de Muramasa y bebía un trago o dos... me vendría bien algo de alcohol en las venas para hablar sobre esto.

Una vez lista, comencé a explicar -Como os informó ya el Rey... en mi poder tengo la Rompedora de Tormentas. No os diré donde la tengo escondida... pero seguramente os preguntaréis porque la tengo yo- empecé explicando a mis dos -No es algo que yo decidiera... el caso, es que robaron la espada. Y por algún motivo... me la dieron a mi- les dije, dejando unos segundos de pausa para que lo procesaran -El perpetrador se llama Jonathan Santa... un mafioso de los bajos fondos con el que... de joven tuve la mala suerte de tener trato. Pero aunque el plan sea suyo... dudo que entrara el y robara la espada de la bóveda... lo que me lleva a pensar que tiene un topo en el castillo. A eso se debe tanto secretismo- les dejé de nuevo otra pausa para que procesaran lo que dije... pues la verdad es que eran cosas importantes -Nuestra misión se dividirá en dos partes: investigar a Jonathan Santa y conocer sus intenciones, y buscar al responsable del robo de la Rompedora de Tormentas. Así que vamos a tener que adentrarnos en el lado feo de la ciudad... y nadie más salvo nosotros y la corona puede saber nuestros planes... no sea que el topo descubra que estamos investigando y desaparezca...- luego de eso... miré a Fio con seriedad -Tu... tienes una misión más Fío... Ni se te ocurra dejarme a solas con Santa, por mucho que lo intente...- le dije, luego apartando la mirada de él -Un arranque de ira no ayudará a la misión... y ese hombre tiene la habilidad de enrabietarme con facilidad... ¿Alguno tienen alguna duda de lo que hacer?

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19/02/2020, 18:13
Fío Edrielle

No tenía muchas ganas de hacer... Bueno, nada en general pero todo era mejor que estar cerca de su hermana en esos momentos por lo que simplemente se resignó a alzar la mano como saludo sonriendo por simple cortesía durante unos segundos antes de sacar de debajo de su malla por el cuello un guardapelo igual al de Muramasa y abrirlo mostrando una foto grupal de los hermanos muerto y desaparecidos. -Gracias por esto, al final me decidí por llevarlos conmigo a todos... En el otro lado estaba la fotografía de su hermana, no podía ir sin ella por mucho que en ese instante rezara al dios más perdido del mundo solo por deshacerse de su agarre infernal de hermana pastelosa. 

Negó el ofrecimiento de Muramasa no porque no quisiera si no porque el alcohol le afectaba para mal ya que su cuerpo era mucho más pequeño y débil que el de ellos, se posicionó al lado de Cytla mientras esta bebía y escuchó con atención todo lo que dijo ella, al terminar solo se tuvo que hacer chiquitita, del tamaño de 15 centímetros y meterse en uno de los bolsillos de la chica. -¿Así está bien? De este modo no me verán y no estarás sola, podré ayudarte si algo pasa

No había timidez, ni tartamudeo ni el usual nerviosismo que la caracterizaba solo... Calma. Una vez le mostró lo que pretendía a la chica, salió y se redimensionó de nuevo al tamaño de un niño. -Lo que no entiendo... ¿Deberíamos llevar la ropa casual? Cantamos a caballeros reales desde leguas... Y aunque sí que algunos nos puedan conocer aún con ropa de calle, creo que para no alzar sospecha rápido... ¿Deberíamos quitarnos trajes e insignias? Un brillo en los ojos de Fío indicaba que le hacía mucha ilusión esa parte, ¿Por qué sería?

Bueno, cuando todo estuviera dicho solo esperaría a que ambos dijeran que estaban listos para partir y les seguiría. 

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21/02/2020, 21:29
Baeric Griffith

Una vez en el campo de entrenamiento, todos tuvieron que soltar sus armas, a lo que Baeric respondió simplemente encogiéndose de hombros y dejando su sable en un lateral del patio, tampoco se preocupaba demasiado por ella a decir verdad.

Entonces les dieron armas a probar, espadas, lanzas, arcos, flechas, de todo…y después de decirles que debían de hacer…pues comenzó aquel duelo.

-Pues supongo que allá vamos.-Sonrío el caballero halcón antes de carraspear y lanzarse a gran velocidad a por uno de los arcos que se encontraban tirados, decidiéndose en el momento por un arco largo que venía acompañado con flechas de pluma de halcón, su emblema, claro..-¡Siempre he querido probar uno de estos!.-Río como si aquello se tratara de un juego y así era, una simple competición amistosa. Rápidamente agarró el arco, puso una flecha contra la cuerda y disparó en dirección a Alanís, como aquel que juega a lanzar una flecha contra una diana. 

 

Pero aún así tenía esa característica gracilidad y elegancia que siempre le acompañaba al caballero halcón. Ese era su estilo, tal vez parecía estar jugando e ir a pasárselo bien, pero los modales hacían al hombre e incluso cuando disparaba resultaba de lo más atractivo, grácil, especial y maravilloso, solo faltaban pétalos de Rosa en el viento para que todos echaran la baba, vamos... Las mujeres que estuvieran mirando ahora mismo estarían por el suelo... O no. 

- Tiradas (1)