Partida Rol por web

La sonrisa de Miranda seguía semi vacía. Era entendible, pues el pueblo era pequeño y no estaba en ninguna ruta comercial, sólo pasaban algunos parroquianos por allí durante el día, y la mayor cantidad se reunía cuando caía el sol. A aquellas horas de la mañana, además de la propia Miranda se encontraba Zax, el muchacho que había preferido aguardar al grupo, sabiendo que no saldrían todavía.

Dragomir pide otra hidromiel y se sienta en la cabecera de la mesa mas apartada que encuentra. Se toma un momento mirando a los jóvenes que ha reunido, como evaluando, o pensando. Finalmente, cuando le entregan la bebida, toma un sorbo profundo, deja la jarra con cuidado en la mesa, como si aquello retrasara lo inevitable. Pero el momento llega demasiado pronto para su gusto, y comienza su relato.

- Seis meses y cuatro días. El 7 de febrero. Lo recuerdo porque ibamos a juntarnos tres días despues para conmemorar que habíamos sobrevivido a la búsqueda del Cristal de la Vida, que arrancamos de la guarida de Urthal.

Dragomir hace una pausa. Ante la sola mención del famoso nigromante a algunos de los jóvenes los recorre un escalofrío, como una fría serpiente que atraviesa sus espaldas. Luego continúa con voz mas firme.

- Aquel día fuimos convocados por la bola de cebo que llamamos Duque. Lord Cebark, que de ese título tiene sólo el nombre, nos convocó de nuevo. Le dijimos que estábamos retirados, aunque algunos hacíamos alguna cosa que otra, pero nada tan peligroso como antes. Ese gordo ignorante y los estúpidos de sus consejeros no escucharon nuestras razones, no les importó que ya no tuviéramos los músculos tan tensos, los reflejos tan pulidos, las mentes tan ágiles como hace unos años. No es que fuésemos inválidos, claro que no. Todos allí sabían que cualquiera de nosotros podría vencer a esos vagos de sus guardias y a la mayoría de esos cruzados que protegen al rey, aún a nuestras edades, pero sabíamos que iban a forzar al límite nuestras capacidades.

Luego de beber un poco mas, prosigue.

- ¿Cual era la misión? preguntareis. Bueno, la misión era la simple tarea de traer sana y salva a la princesa Lucinda. Si, a la mismísima hija de nuestro querido Leondis Mano de Hierro. Parece que el rey ha querido hacer uso de su apodo y ha tenido una reunión con sus cinco duques. En la reunión ha gritado y ha amenazado a ellos y a todo el maldito reino, de que si no recuperaban a su hija no recuperarían sus cabezas, y varias amenazas mas por el estilo.

Y las amenazas surtieron efecto, ya que cada duque envió uno o mas grupos de investigación, y trasladó la negativa a todo tipo de opciones, al igual que habían hecho con ellos. Nosotros fuimos uno de esos grupos sin opción a decir que no.

Algunos no tenían ninguna intención de negarse, claro. Rolón fue el primero en dar un paso al frente, como siempre. El hombre no podía con su genio. Excelsior y yo nos mantuvimos mucho mas calmados, eramos soldados y mercenarios, sabíamos reconocer cuando no había opción. Indra y Alma hablaron de negarse, pero Rolón las convenció, como siempre, hablando de buenas intenciones, de hacerlo por la pobre niña que quien sabe en que peligro estaría, y todas esas nobles intenciones que lo caracterizan. Mirith no dudó en seguir a su marido, y Dunner, aunque protestó un poco, se tentó como siempre de la promesa de las recompensas que obtendríamos de salir victoriosos. Ekroth refunfuñó bastante, pero finalmente cedió a los argumentos de Rolón y a que todos los demás habíamos aceptado, a veces es un cascarrabias, pero cuando le toma cariño a alguien lo sigue hasta las últimas consecuencias.

En fin -continúa-, la cuestión es que Alma hizo algunas averiguaciones y comenzamos a seguir la pista de que podría estar implicado el Culto del Abismo, que venía ganando muchos seguidores últimamente en la comarca. Indra y Rolón fueron emboscados por ellos, lo que nos dio la pauta de que estabamos cerca de algo. Dunner hizo hablar a uno de sus miembros, que le dijo que un grupo había partido en total secreto el día siguiente a la desaparición de la princesa. Con Ekroth como guía, les seguimos la pista hasta las Montañas del Trueno. Indra vio en un tramo del camino, por medio de sus artes mágicas, que el grupo llevaba a alguien cautivo, aunque no pudo identificar quien era.

Dragomir pausa su relato y bebe, mientras es obvio que va llegando al momento donde todos temen que llegue.

- Orcos -dice Dragomir, como mirando aquellas criaturas allí mismo, delante de sus ojos-. Estaba lleno de ellos. A medida que nos internábamos en las montañas, era difícil seguir un camino que no pasara por alguno de los innumerables "clanes" que habitan allí. A donde sea que se dirigieran los secuestradores, su camino pasaba invariablemente a través de una zona infestada de esos viles y crueles engendros del abismo. Luchamos contra ellos varias veces, y el grupo que iba delante nuestro seguramente también debió hacerlo, o tenía una forma de burlarlos. La cuestión es que Ekroth nos decía que les íbamos perdiendo pisada, se nos iban escapando.

Luego de otra breve pausa para beber, continúa.

- En el Último Poste, una torre destruida que señala el final del reino, tomamos la decisión de acortar camino por el Sendero del Dragón. Allí podríamos adelantarnos y cortarles el paso. Dunner lo había hecho una vez, aunque prisionero, y sabía lo peligroso que era, ya que por allí está infestado de semi-dragones. 

..Como era esperable, tuvimos que luchar contra algunos de ellos. Alma y Mirith resultaron gravemente heridas, y aunque Ekroth usó sus últimas reservas curativas en ellas, necesitaban descanso. 

Nos refugiamos en una cueva. Allí estuvimos hasta que se hizo la noche. Me tocó salir a explorar por víveres. Cuando volvía, me encontré con una de las peores situaciones que habíamos afrontado: Sólo vi la entrada de la caverna, infestada de semi-dragones, y luces detrás, seguramente de conjuros y de la espada de Excelsior. De repente, volando, negro como una tormenta, apareció un dragón. Uno verdadero, de los grandes.  Al verlo, alguno de ellos, Indra probablemente, envio una bola de fuego contra la entrada de la caverna, ya que si el dragón enviaba su aliento hacia adentro, estaban perdidos. La caverna se derrumbó, con vuestros padres y una horda de semidragones adentro, y los que estaban afuera repararon en mi presencia. 

Nunca había exigido tanto a mi caballo, pero logré escapar de aquellas bestias. El viaje de regreso fue lo mas duro que he tenido que pasar en mi vida, y mucho, muchisimo me he atrasado, pero confío en que ellos, o al menos algunos de ellos, siguen vivos. 

Cuando volví, fui directo al castillo del duque. El muy estúpido me echó como a un perro. Por eso he venido a ustedes. Fui antes a pedir ayuda a otros antiguos aliados, pero nadie se animó a ayudarme.

Dragomir hace un nuevo silencio, masticando su enojo.

Tenemos que volver. Tengo que volver. Al menos a cerciorarme de que han muerto. Y si han sobrevivido, hay que ayudarlos, pues no se si aquella caverna tenía otra salida o no...

En fin, esa es la historia. ¿Alguien tiene alguna pregunta?

Crixor ecuchaba atentamente el relato de Dragomir, esto era lo más importante que le habia acontecido en su vida. Su padre estaba en peligro y él podia devolverle todo lo que habia dado, desde la vida misma a hacer de él la persona que es ahora. No puede estar más agradecido a su padre de lo que está y por esa razón considera un deber ir en su busca y hacer todo lo posible por salvarle. 

Creo que siendo quienes eran, es posible que no estén muertos. Crixor hablaba con un tono impasible pero ensu interior sentia un gran pesar y temor por la posible pérdida de su progenitor. Creo que no hay tiempo que perder, cada momento que pasamos aquí, es más difícl que podamos encontrarles. 

Una duda se cruzó en la mente de Crixor, algo turbada por el relato del guerrero. Dices que mi padre estaba fuera de la caverna cuando apareció el dragón y alguien laznzó esa bola de fuego que provocó el derrunbamiento de la entrada. ¿Pero entonces Excelsior quedó fuera o también entró con los demás?

Todo apuntaba a que los padres tanto de Lothar como el resto estaban muertos dentro de unas catacumbas naturales, pero el nigromante nunca creería que su padre el gran Rolón estaría muerto.

El relato del guerrero poco precipitó los pensamientos de Lothar. Él amaba a sus padres, pero estaba demasiado acostumbrado a que nunca estén allí, además, quién más apto que su padre para sobrevivir a cualquier tipo de aventura. Ya lo había demostrado reiteradas veces.

Miró las caras de horror de sus compañeros y luego un hilo de voz emanó de su garganta.

Nuestros padres son hombres y mujeres de aventura, estoy más que seguro que si el gran dragón negro del que habla Drogomir no ingresó a la caverna no tenemos de qué preocuparnos.

Miró esta vez a Crixor. Si hubiese una salida no estaríamos aquí, Crixor. Nuestros padres ya estarían con nosotros.

Volvió la mirada para todos nuevamente.

Como dijo Crixor, no debemos perder el tiempo bebiendo, deberíamos ir a buscarlos ya que no sabemos cuánto tiempo más puedan soportar estar dentro de unas cavernas.

Ahora solo mirando a Drogomir.

Drogomir, ¿cuántas raciones tenían? ¿tú crees que podrían sobrevivir con las raciones que tenían hasta el momento? Deberíamos llevar comida y bebida de más por si están famélicos.

Escucha el relato de Dragomir manteniendo la mirada en la mesa, digiriendo todo lo que está diciendo el héroe. Entiende la desesperación del Rey por recuperar a su hija, pero no entiende por qué mandar a gente retirada ya de sus aventuras, y no solo por su madre y los padres de los allí reunidos, si no también por todos los demás grupos de gente enviada, y no mandar a soldados debidamente entrenados para enfrentarse a ese tipo de cosas. ¿Es que no quiere lo suficiente a su hija? Su madre es bailarina, espía y en ocasiones ha llegado a arrebatar la vida a alguna persona, pero no está entrenada para enfrentarse a orcos o semidragones, para eso ya están los soldados del Rey.

Aprieta las manos, bajo la mesa, cuando escucha como su madre y Mirith habían sido heridas de gravedad y como para descansar se ocultan en una cueva que en poco tiempo parece haberse convertido en su tumba. Su tumba en vida si es que no han muerto por obra de los semidragones y el dragón. Y allí es hacia donde deben dirigir. No dice nada porque tiene miedo a que le tiemble la voz al hacerlo, tiene que ser fuerte aunque en realidad no lo sea. Tiene que aparentar que puede ir con ellos para enfrentarse a esos seres terribles... aunque está claro que, aun más convencida de ello, será un estorbo para sus futuros compañeros de viaje.

¿En qué les puede ayudar alguien como ella? Por lo que ha escuchado, en nada.

Dragomir contesta las dudas

- Todos estaban adentro de la caverna -dice a Crixor-, sólo se veía el brillo de la espada detrás de los cuerpos de las criaturas.

Luego se dirige a Lothar.

- No teníamos muchas raciones. Por eso me había arriesgado a salir de la caverna..  Espero que se puedan alimentar de esas alimañas que los atacaban, es lo que yo haría.  

Zoriak se queda ensimismado escuchando tal historia. Su padre no podía estar muerto, él no. No podía ser así. 

-Estoy seguro de que mi padre encontró una salida, Dragomir. Mi padre es el mejor rastreando, hay que tener esperanza.

Se queda cabizbajo, porque aunque tuviera esperanzas, sabía que cabía la posibilidad de que sus padres y sus compañeros hubieran sufrido un final fatal.

Observó a sus nuevos compañeros quejarse y escuchó algo que le erizó la piel, cosa que no se notó porque tenía mangas largas en su especie de tapado o túnica.

Bueno, basta, debemos ponernos en camino... no podemos seguir perdiendo tiempo aquí charlando... 

Lothar se puso de pié mientras decía ésto último, no soportó la idea de que no tengan para proveerse, sus padres podrían sobrevivir a cualquier ataque pero no al hambre, sucumbir ante el hambre es la sensación más patética y deplorable que existe.
Tras levantarse agarró sus cosas y caminó hacia la puerta, esperando que le sigan, de no ser así comenzaría el viaje solo.

Crixor observa al nigromante cuando se levanta con intención de marcharse, después mira a su "agradable" mascota. En su cara se dibuja una mueca de resignación.

Lothar tiene razón, debemos irnos. Se levanta de su silla, coje la segadora y la coloca en su espalda. Estoy convencido de que las habilidades de todos nosotros van a ser de utilidad en algún momento de la búsqueda. Al decir estas palabras mira a Farah, pues le pareció que dudaba algo de ella misma.

Después, camina hacia Lothar. 

A medida que los jóvenes se levantan con ansias de encontrar a sus padres, Dragomir se acerca a Zax.

- Ven muchacho, quiero hablar a solas contigo -le dice.

Ambos se alejan un poco y se ponen a hablar en voz baja.

Claro, en algún momento y luego seré una lacra... piensa mientras se pone en pie al ver que los demás también lo hacer. Trata de mantener la compostura, al fin y al cabo es una de las cosas que se tienen que aprender para actuar y ella es bailarina: debe saber esconder las emociones que le molestan para mostrar otras que vayan acorde con la actuación. Se echa la bolsa de viaje al hombro y se acerca a Lothar, pero manteniéndose a distancia del lobo corrompido, y a Crixor.

Mantiene la cabeza gacha mientras espera junto a ellos dos. Piensa en su madre y en como estará... en la cueva estaba herida así que seguro que si están vivos ella es una de las que tiene más peligro de morir y una de las que necesita más cuidados.

-Acabaré siendo una carga... - murmura para ella misma.

-Estoy de acuerdo con Lothar. Debemos ponernos en marcha.

Dicho esto, Zoriak sale disparado por la puerta, más en busca de Igrith que de Lothar.

Solo una pregunta cruza la cabeza de Kalahad durante el relato de Dragomir, después dice

- Las prisas y los atajos no llevaron a nuestros padres a ningún sitio más que a quedar atrapados en esa cueva de dragones, donde a buen seguro estarán abriéndose camino. Marchemos ligeros pero no nos dejemos arrastrar por el dolor o será tan imprudente como las órdenes del maldito Duque. 

La pregunta seguía incomodándole y trató de pensar de nuevo en las posibilidad de que Dragomir estuviera reservándose algo de información. Todos dentro de la cueva menos él. Unos emboscados, otros heridos. Pero él no. 

- Además, no olvidéis que tenemos que ir escribiendo todo lo que pase. Yo me encargo, tranquilos, no creo que sepais más de ortografía que el tigre. No quiero tener que escribir "Muertos de miedo y de pena fueron a buscar a sus papás". Los vuestros no sé, pero mi madre, sí, la misma que detectó el camino y salvó la vida a todos con aquella bola de fuego, mi madre a buen seguro me daría una buena bofetada si dejara escapar una lágrima sin saber qué ha ocurrido. "¡Se puede ser cobarde una vez y necio otra, pero jamás mezcles las dos cosas!"

La pregunta volvió a surgirle cuando pasó al lado de Farah: ¿¿Y si hubiese sido su madre la que estaba malherida en vez de Alma?? ¿Cómo hubiera encajado todo aquello? 

Sintió algo extraño. No era miedo ni frío. Pero definitivamente era una emoción. Pena. Pero no podía ser porque a él no le había pasado nada... ¿Estaría sintiendo pena por Farah? Jamás había experimentado el dolor ajeno de aquella manera. 

Tuvo la tentación de pararse a describir aquello en su libro de notas pero en vez de eso cuando pasó cerca de la ladrona, siguiendo al resto,  la azuzó un poco

- Vamos, deja de hacerte la víctima para que te lleven la mochila. Sabes perfectamente que tu madre está bien. LO ESTÁ Y PUNTO. 

Dragomir termina de hablar con Zax, el muchacho asiente, saluda distraídamente al resto y sale precipitadamente de la taberna. Un momento después se escucha el galope de un caballo por la calle.

Luego el guerrero se pone a hablar con Miranda. Los muchachos y la chica escuchan algunas frases sueltas, que se dicen en un tono algo mas alto de lo normal.

- Es que no puedo darte todo, Dragomir, me vas a dejar la despensa vacía! -dice Miranda con cara de preocupación

- Ya se que son mis amigos también, pero no puedo darte todo -insiste algo irritada luego de una interacción con el hombre.

- Si, veo el oro, pero ni yo ni mis clientes comemos oro, chico listo, te he dado todo lo que puedo, y algo más, sencillamente no puedo -finaliza de brazos cruzados.

Dragomir cuenta unas monedas de oro y las deja sobre la mesa.

- Bueno, Miranda va a proveernos de 55 raciones de viaje, pero no serán suficientes, cada ración nos durará un día, y como mínimo tardaremos 2 semanas en llegar, probablemente mas, teniendo en cuenta que muchos vamos a pie. Intentaré conseguir mas provisiones, pero será complicado -les dice finalmente Dragomir. 

-¿¡La victima para que me lleven la mochila!? ¿¡Pero quién te has creído que eres para decir eso!? ¡Nunca! ¡Nunca me haría la victima para que llevasen mi mochila!

Pasa por el lado de Kalahad ofendida por lo que ha dicho y se dispone a salir, pero no sin antes volver a mirarle con todo el odio que es capaz de reunir y en esos momentos no es que sea poco teniendo en cuenta quien es.

-Lo que siento es dolor, temor y, sobre todo, impotencia por toda esta situación así que deja de inventarte cosas. Si no paras de escribir en ese libro de notas te perderás cosas verdaderamente importantes.

Sale de la posada dando un sonoro portazo, o al menos lo intenta. Camina a grandes pasos para alejarse de la posada. Por mucho que el niño de mamá haya dicho que su madre está bien, sabe perfectamente que no lo está pues antes del ataque a la cueva estaba gravemente herida a pesar de los cuidados de Ekroth. ¿Cómo va a estar bien?

En la puerta de la posada reúne a los hijos de los heroes, que parecían demasiado silenciosos, como cada uno en lo suyo, salvo Farah que estaba hablando pero sólo llegó a escuchar las palabras "mochila" y "víctima".

- Bueno cachorros, he enviado a Zax a buscar algo que puede ayudarnos mucho, aunque no se si podrá lograr el objetivo que le propuse. Lo envié a él solo con mi caballo, ya que será mas veloz que si nos movemos todos, y además podremos cubrir mas alternativas. A mi me queda sólo una cosa para hacer, y luego me encontraré con ustedes en la fortaleza de BastióndeHierro. No será difícil llegar, sólo tienen que seguir el Camino Real hacia el oeste, y llegarán allí, no hay pérdida. Estimo que tardarán 2 o como máximo 3 días en llegar ahí. Si no me he encontrado con ustedes en la posada El Aguila Roja al día 8 a partir de hoy, partan sin mi.

-Muy bien Dragomir, al final partimos. Crixor está ansioso por comenzar la búsqueda y no puede disimularlo. -Hablando de mochilas, danos esas raciones de comida. Supongo que nos las apañaremos para econtrar más provisiones aunque espero que nos reunamos contigo antes de que se terminen. 

Siempre ha sido de la opinión de que más vale algo que nada, y de que es bueno agradecer cualquier tipo de ayuda, pues a veces las cosas retornan a uno como un boomerang.Después se da la vuelta y observa al resto de "cachorros". Espero que sepan lo que se hacen.

El soldado se adelanta al grupo en dirección a la carretera. -Ya habéis oido a Espadabrillante, no hay tiempo que perder.

-Vamos, Igrith! Si no sales de donde estés, te dejaré aquí sólo!- Gritó Zoriak ya exhasperado.  -Bueno, imagino que ya vendrá. Suele hacer eso. Crixor tiene razón, debemos partir ya, cada segundo que pasa puede ser un segundo menos de vida de nuestros padres si no les ayudamos. Repartamos las provisiones y partamos.- Dijo ya, en un tono conciliador.

Les lleva unos minutos de ventaja caminando por el único camino de salida que tiene ese pueblo. No hace más de un día que ha aceptado ir a esa misión de rescate y ya está deseando no haberla aceptado, pero es una persona de palabra y su madre está en peligro, seguramente con más posibilidades de fenecer que los demás así que no puede echar a un lado su responsabilidad y quedarse en casa tratando de atrapar un hada con leche dulce. Aunque lo que no va a consentir es que ese listillo que se cree un principito se propase con ella solo por ser una chica.

Seguro que con esa actitud nunca llegará a ser un gran mago o hechicero, sea cual sea la diferencia entre ambos, como lo es Indra.

Se acomoda la mochila sobre los hombros y sigue caminando si mirar atrás. Es muy probable que los otros la alcancen rápido pues es posible que su físico sea mejor o sus zancadas más largas, así que no se preocupa en si la atraparán o no.

Necesito un poco de ayuda con el plano porque no sé cómo interpretarlo o de qué puede servir de ayuda en este momento :D