Partida Rol por web

LA ESPOSA DE BARBA AZUL: AISHA

1. FATALE EN EL CORREDOR (La Primera Puerta)

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02/07/2019, 22:34
Momo
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El pasillo en el que estaban era tan largo y ancho que casi podría dar la impresión de ser un callejón entre edificios. En esta sección de la casa no parecía haber demasiadas puertas, las pocas que había estaban ennegrecidas y cubiertas de polvo, con lo que resultaban poco prometedoras.

El olor principal parecía ser el de repollos hervidos, que venía de alguna cocina del piso inferior. Era tan fuerte que casi se podía visualizar una nube de olor pardo surgiendo de entre las tablas.

La esposa apoyaba una mano en la pared, notando la piedra de la pared bajo sus dedos mientras distintas corrientes convergían en la encrucijada que ocupaba junto al ama de llaves. Era difícil fijar la vista en cualquier dirección, pues la longitud de los pasillos se perdía en la neblina de la distancia. 

Dorina parecía demasiado impaciente para una persona de su edad, como si aún le quedase mucho por vivir, cuando aquellas paredes posiblemente serían su último mausoleo. Su esquelética mano, de nudillos brillantes y nudosos, se movió una vez más arriba y abajo, mandando el tintineo de las llaves en un eco que se perdió en todas direcciones, como si fuese un reclamo en espera de repuesta... Pero en aquel momento solo una repuesta importaba, y esta tomaría la forma de una llave.

La hermana Fatale alargo los dedos de Aysha, haciendo que esta acariciase las sugerentes formas de las llaves, tratando de encontrar una de su gusto antes de que alguna de sus compañeras tomase la iniciativa.

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04/07/2019, 18:35
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Esa noche la novia pasó frío.

El lecho estaba vacío y notaba la ausencia de su marido, notando entre las finas sábanas blancas la silueta muda de barbazul, incluso si se acercaba creía notar el fuerte aroma que desprendía y que la volvía loca. Ahora que había marchado se encontraba sola y desamparada, curioseando como si una niña pequeña en un amplio castillo se tratase para descifrar los distintos gustos de él y poder sorprenderle a su vuelta.

Se tapó el escote del apretado vestido al notar una corriente de aire por los pasillos con un fular de flores que le regaló, aunque era tan fino que apenas sentía una caricia sobre su piel. Mientras tanto la yema de sus dedos recorrían las paredes al tiempo que las pequeñas pisadas hacían eco por los inmensos pasillos, delatando cualquier movimiento que pudiera tener.

Se sentía pequeña entre la inmensidad y Dorina, con la paciencia que caracterizaba a un ama de llaves, la seguía fundándose con su sombra. No fue hasta que escuchó el tintineo de las llaves cuando se giró lentamente para fijarse en el manojo metálico que llevaba.

Sí, había muchas llaves extrañas, todas distintas y formas, incluso alguna parecía querer hablarle, pero hubo una que captó inmediatamente su atención, tendiendo la mano para cogerla sin necesidad de mover los labios. Sentía que Aysha no había escogido la llave, sino que la llave la escogió a ella.

Tenía la forma de una silueta femenina desnuda de esbeltas curvas, adaptándose a la perfección en su mano al agarrarla por la cintura, como si estuviera hecha especialmente para sus pequeños dedos. Su tacto era terso, suave, pasando uno de los dedos por el vientre de la llave y creyendo sentir un agradable calor, sacándole una tímida sonrisa que tiñó sus mejillas de un leve rojizo. Incluso creyó oler un dulzón aroma a vainilla y chocolate, provocando que se mordiera el labio inferior al perderse en sus propios recuerdos.

Rodeando el cuerpo de la llave había una serpiente que cubría sus partes pudientes, pareciendo que reptaba en un mortal recorrido que llevaba desde el cuello de la llave, pasando por su pecho hasta terminar enrollada en una de las piernas de la figura. Si se acercaba lo suficiente podía ver la parte dentada de la serpiente, abriendo la boca para enseñar sus colmillos, haciendo que una diminuta gota de sangre saliera del dedo índice de Aysha y cayera al suelo, fundiéndose con la oscura piedra

- ¿Qué puerta abre esta llave? – A pesar de haberla escogido no quería soltarla, como si temiera que esa orgía de sensaciones fueran a desaparecer si dejara de tenerla en la mano, antes de girarse hacia Dorina con media voz, deseosa por saber el contenido de la habitación.

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04/07/2019, 20:43
Momo
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- Oh... Esa... Habitación...- Dorina pareció tomarse su tiempo, incluso tragando un poco de saliva antes de terminar la frase, como si necesitase tiempo para pensar en su posible respuesta. Su señor había dicho que todas las puertas estaban abiertas para ella, menos la de la llave pequeña, así que no iba a ser ella la que discutiese con su nueva esposa. - Cuando se llega a mi edad algunas puertas quedan cerradas, olvidadas. Esta es una de ellas pero la recuerdo perfectamente. - Sonrió haciendo hendiduras de sus labios y ojos, con una expresión entre la melancolía y el miedo. - Seguidme.

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04/07/2019, 20:44
Momo
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Sus pasos por los pasillos parecieron ganar velocidad. Las paredes cambiaban continuamente a vuestro alrededor, ahora de tablillas rojizas, ahora de gres azul, ahora en cal viva, ahora cubiertas de ámbar...   Las alturas del techo también cambiaban. La novia se preguntó en qué ala estarían antes de darse cuenta de que estaban a mitad de la tercera escalera que recorrían. Ya no sabía ni en qué piso estaban...

Dorina comenzó a descender el ritmo de su paso cuando llegaron a  un pasillo que se iba tornando verde a cada paso, tras llevar un buen rato rodeadas por paredes cenicientas. Sólo una puerta se abría en mitad de aquella pared, sin otras aberturas o ventanas en las inmediaciones, iluminada por lo que parecía una fuente de luz líquida que simulaba el filo de una espada flamígera.

Era una puerta tallada, confeccionada con distintos tipos de madera, gruesa y combada hacia dentro. Sus mil tonos verdosos se tornaban rosados y carnales donde sus dos láminas se cerraban. Su superficie, acanalada, parecía conformada por enredaderas y troncos de árboles, con texturas de corteza, minúsculas hojas cuya delicadeza parecía imposible de conseguir por manos de un artesano, y... ¡ESCAMAS! Si, había serpientes ocultas entre las lianas y los troncos pero sólo una destacaba a simple vista, ya que había sido pintada en tonos rojos. Se deslizaba desde la parte superior de la puerta hasta media altura, donde abría sus fauces indicando el sutil agujero en que debía de ser introducida la llave. Sólo había otro detalle en rojo en la lámina opuesta a la de la serpiente: un fruto rojo visto desde arriba, en una perspectiva imposible, cuyo tallo parecía definir una aureola coronada por un saliente gomoso. 

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04/07/2019, 20:45
Momo
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- Barba Azul me ordenó guiaros y abriros las puertas, pero me temo que hay salas en las que yo no puedo penetrar. Esta es una de ellas.- Terminó la frase casi como si fuese una interrogación. ¿Quería Aysha realmente entrar en aquella habitación?

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04/07/2019, 20:46
Momo
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Notas de juego

En esta primera habitación voy a añadir notas recordando o explicando las reglas del juego, para no haceros saltar a otros hilos o para que me preguntéis cualquier duda en caliente.

A modo de introducción, la Hermana en posesión de la alianza (en este caso la Fatale) es la que tiene control último sobre el cuerpo de la Esposa. Sólo ella puede hacer los Movimientos de Alianza o los Movimientos de Salida, peor tan pronto como haga uno, deberá pasar el anillo a otra de sus Hermanas.

La Hermana con la alianza ha de describir al Ama de Llaves la llave de la estancia que quiera visitar. El director ha de crear una puerta a juego con esa llave, se la describirá a la Hermana y está decidirá si quiere entrar en la habitación o no. En caso de negarse a entrar, cederá el anillo y la nueva hermana describirá una nueva llave.

(Si tener las notas en la narración os saca de la historia, puedo ponerlas en el off topic)

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04/07/2019, 22:29
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La enigmática respuesta de Dorina sólo incrementó la curiosidad de la novia, quien permanecía atenta al cambio de los pasillos mientras sujetaba, esta vez, la mano con ambas manos, incapaz de dejar de acariciar el cuerpo, como si se tratara de un tic nervioso y sólo con ese tacto pudiera calmar su agitada mente.

Avanzó con cuidado pero sin detenerse. Había cientos de pasillos, cientos de opciones, pero en esos momentos era una polilla persiguiendo una luz roja tenue, olvidando por completo que a su alrededor existía más mundo.

Supo que había llegado a su destino cuando se encontró frente a una de las puertas, distinta a todo aquello que había visto hasta ahora. Le gustaba la tonalidad que tenía la madera, el olor a hierba húmeda en el que apetecía sumergirse, incluso quitarse los zapatos planos que llevaba para aumentar la experiencia. Obligó a una de sus manos a separarse de la llave para acariciar las hojas, creyendo incluso ver unas gotas de lluvia descender por ellas aunque, posiblemente, fuera fruto de su imaginación acompañando al ambiente.

Acercó su rostro para comprobar si el olor también era real cuando notó algo moverse y una superficie rugosa moviéndose sutilmente.

Ahogó un grito mientras se apartaba un paso al ver a una serpiente, preguntándose si era real o un cuidado detalle de la escultura. No quería comprobarlo, gustándole ese peligro mientras fijaba sus ojos en las amarillentas pupilas del animal, ahora moviéndose hasta la cerradura.

La novia jadeaba de la emoción, dejando escapar entre sus finos labios pequeñas bocanadas de aire. Lejos de sentirse intimidada por aquella puerta notaba una fuerte atracción, una adrenalina que corría por su sangre y la hacía moverse sin pensar en las consecuencias.

Voces se acumulan en su cabeza cuando introdujo con delicadeza la llave en la cerradura y giraba, deseando saber qué había en su interior.

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05/07/2019, 15:01
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Animus permanecía callada, como quien vigila desde las sombras el andar de quien ahora lleva las riendas de todo esto. No le agrada en demasía aquellos juegos, aquel tacto que desata mil y un recuerdos, ese aspecto carnal que te doblega a un punto donde la satisfacción es el único anhelo. Le agrada el morbo, incluso la misma necesidad de fantasear con escenas, con sonidos que fácilmente podría recrear, pero ahora la incesante curiosidad es lo que doblega a ese aspecto de esta mente fragmentada y por ello vienen las advertencias... 

— No te distraigas, céntrate. — afirma con voz severa, manteniendo ese necesidad de ejercer cierto control. 

Pero sin decir nada más que claro quede entre las demás, la justiciera de todas las voces intenta encauzar el alboroto que puede gestarse cuando rompiendo la primer regla de todas, esto puede ser un desorden con el cual lidiar. Y por mero instinto, desvió su intención a la virgen para que resista a esas tentaciones que por mera osadía y provocación Fatale puede generar, sólo para conservar ese lado que impoluto, puro, representa aquel instante donde simplemente Aysha era ella misma, no lo que ahora es. 

— Si no nos agrada... ¿Haremos algo con el cuarto? — pregunta a la Bruja, está claro que pese a sus reticencias, le agrada el caos. — Esa parte te la dejo a ti. — termina por decir, gustosa. El control es suyo, como no. 

Ya sin mayores intervenciones que las dichas, guarda silencio para guarecerse entre las sombras, siendo aquel lugar donde mejor está, donde es capaz de observar todo y así atacar cuando sea necesario. El orden requiere de autoridad, la justicia de un ese mismo orden y Animus, un poco de control. 

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06/07/2019, 11:14
King-In-Crimson
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Durante aquellos primeros días de explorar los pequeños rincones habituales de su nuevo hogar, la Bruja se había mostrado silenciosa, aunque feliz, extrañamente sonriente. No era algo habitual en ella y, desde luego, era algo que a las demás hermanas les hubiera costado de entender, pero había algo extraño en la cotidianidad que le fascinaba, ir desarrollando poco a poco todos aquellos pequeños ritos, todas aquellas pequeñas acciones y manías que iban configurando su día a día le proporcionaba placer.

Ante la perspectiva de internarse aún más en aquel viejo y misterioso caserón, la Bruja decidió relegarse a un segundo plano por el momento. Si Fatale quería tener la voz cantante, toda suya. Ella también sentía aquella emoción de explorar todas aquellas habitaciones que se ocultaban tras el manojo de llaves. Incluso le gustaba mucho la elección que había hecho: la mujer y la serpiente, un símbolo de sanación trastocado en un símbolo de pecado.

-Procederemos con cautela... pero haremos lo que debamos hacer -respondió a Animus. Ah, el deber. Ese concepto que tanto le gustaba a su hermana. La Bruja tenía un sentido del humor extraño, y a veces gustaba de tomar el pelo a su hermana en este sentido. Sonrió maliciosamente y observó como procedía Aysha, en manos de su hermana Fatale.

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06/07/2019, 14:33
AyshaSayah
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Desde el día en que su esposo había dejado su lado rumbo a sus importantes obligaciones la ocupación principal había sido vagabundear por toda la casa curioseando en vez de cumplir con sus deberes como Esposa. Virgen se desesperaba ante el hecho de no estar deshaciendo el ajuar y colocando cada cosa en su lugar, temerosa de lo que su amado diría en cuanto regresara. Siente el impulso de morderse el labio, imaginando un reproche por su parte al volver y ver todo ordenado por un criado. O peor, todavía en sus baúles.

Desde luego que él había autorizado el visitar la casa y sus dependencias, pero eso no anulaba el que ella debería estar llevando a cabo lo que se esperaba de ella: Organizando el servicio, ordenando su nuevo hogar, esperando el regreso de su esposo. A veces se da permiso simplemente para poner a alguien a prueba, quieran los Dioses que no lo hayamos malinterpretado...

Cada nuevo vagabundeo la pone más nerviosa, el vestido que lleva puesto provoca que el rubor le suba por el cuello ya que si su esposo no está...¿para quién se viste así?. Un aire frío le recorre la recalentada piel (mucha piel) descubierta.

Al ver la elección de Fatale tiene otro nuevo momento de duda y temor. Demasiada carnalidad, demasiada sensualidad...Aysha totalmente bajo el comando de Fatale.

-Podríamos esperar a que nuestro esposo regrese para que nos muestre la habitación...-Dice con un hilo de voz, temerosa de lo que puedan encontrar al traspasar el umbral y asustada por los impulsos que está notando.- No deberíamos entrar dónde no nos han invitado...

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06/07/2019, 15:56
Gewi
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En poco tiempo Aisha ha pasado de estar recogida en la comodidad de su casa a tener que encargarse ella sola de todo. La responsabilidad está presente, pero es posible que solo sea un espejismo. La casa seguiría funcionando en su ausencia igual que lo hacia sin su esposo. Dorina era una mujer correcta y servicial. Demasiado. Me sacaba de quicio que hiciera todo el trabajo. La frustración iba en aumento con esta sensación. Sólo había una cosa que nadie estaba haciendo y es precisamente lo que Barba Azul encomendó.

Oía a mis hermanas. Todas estábamos entre la compostura y el deber. Fatale por fin cogió el mando y decidió hacer lo que ninguna nos llegamos a atrever: abrir las habitaciones cerradas y poner orden en ellas. Eligió una llave que sólo ella podría haber elegido. Por algún sitio tendríamos que empezar. Al llegar a la obra de arte que era la puerta me impacienté.

-Abre la puerta. Ya que nos hemos puesto a la tarea, debemos seguir y no dejarlo a medias.

El comentario de la hermana Bruja no me afectó en absoluto. Estaba acostumbrada. Me dirigí después a la hermana Virgen.

-En realidad, nuestro Esposo nos invitó expresamente a esto. Nos dio todo el manojo, nos dijo que explorásemos y ordenásemos la casa a nuestro gusto. Supongo que habrá ciertas cosas que no podamos tocar. No lo sabremos hasta no entrar. Adelante.

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06/07/2019, 18:38
Momo
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La llave no parecía entrar en la cerradura con facilidad, pero había otra gota de sangre se desliza  sobre su superficie, fundiéndose con la que la serpiente sorbió del dedo de Aisha, recorriendo imperceptibles surcos que recorrían su superficie, hasta lubricar la hendidura oxidada, que terminó cediendo a a su forcejeo, girando con un sonido líquido antes de descorrer su pestillo. 

La habitación te llama. La puerta se cierra.

Tras la puerta había un pasadizo circular, oscuro, pero azotado por rítmicos destellos, ora rojizos, ora verdosos. Parecía latir a su alrededor a medida que avanzaba por él, como si penetrase en un ser vivo. El suelo de piedra iba cubriéndose de tierra a medida que aumentaba un fuerte olor a madera quemada humedecida, el olor de un incendio en el bosque disipado a tiempo.

Cuando la esposa llega al otro lado del corredor se maravilla al descubrir que ha accedido a un invernadero exterior, de altos techos de vidrio, espacioso pero colmado de vegetación silvestre. Hacia el fondo había un muro formado por decenas de sauces llorones, colocados estratégicamente para que nadie pudiese ver desde el exterior lo que allí acontecía. Quemadores situados estratégicamente sirven para iluminar el jardín, el palpitar de las llamas sumado al suave movimiento de la vegetación parece crear la ilusión de gentes hablando y... ¿Danzando? (Podría querer imaginar la Virgen)... Emmm... entre las plantas.

Peculiares arbustos, en los que se abrían centros de hojas negras coronados por flores blancas, marcaban la dirección hacia el árbol más alto del lugar. No eres capaz de precisar su especie pero parece ser un frutal con dimensiones que nada tienen que envidiar a las de los árboles milenarios. Harían falta cinco Asishas, con los brazos muy abiertos, para rodear su retorcido y nudoso tronco.

Sus frutos estaban a gran altura y solo podían percibirse por cómo se recortaban en la silueta de la luna o sus nubes pasajeras, solo uno, de superficie sonrosada, brillante, parecía estar casi al alcance de la mano, parecía una ciruela de las dimensiones de un gran balón que las manos de Aisha no llegarían a cubrir.

Al pie del árbol había un montículo de arcilla oscura cuya superficie parecía refrescada por el rocío, como si un artista la hubiese humedecido para que no tomase su dureza característica en espera de poder trabajar aquella materia prima al día siguiente. En su parte superior había algo escrito en unos caracteres que Aisha no reconocía, عدن, a modo de punto final había un elemento vertical, blanquecino, clavado en la masa informe.

Y entre los tallos de yerba, junto al montículo, reposaba la vaina vacía de una gran espada.

La humedad ambiente, el olor a quemado sumado al de las flores blancas, la brisa en las mejillas y las cosquillas de hojas y yerba en los tobillos retraían a Aisha a la magia del bosque al que escapaba en su infancia, sus propios de fantasía donde era LA diosa, imponiéndo sobre flora y fauna ora amor, ora furia, siguiendo los caprichos y curiosidades de sus muchas edades. Aún así había una sensación cruda que increpaba al cuerpo unas respuestas no reconocibles por una niña. La noche de la naturaleza está cargada de unos miedos y deseos que Aisha no esperaba encontrar entre aquellas paredes.

Notas de juego

Una vez dentro de la habitación, el objetivo de la Esposa es descubrir qué capítulo del pasado de Barba Azul (O una de sus esposas) se esconde en la estancia. Para salir de allí deberá 'sufrir' la narración allí escondida y emplear uno de los dos Movimientos de Salida (Que solo puede usar la Hermana con el anillo) Proponer una Verdad (Deducir la historia de la habitación en base a lo visto, escogiendo una prueba de Lealtad (Lo que borra un Trauma a todas las Hermanas) o de Deslealtad (Lo que causa un punto de Trauma a todas las Hermanas) o Huir (Sin una Prueba, el Ama de Llaves pedirá algo a cambio, eso si).

Aparte de los Movimientos de Salida, la Hermana con el anillo puede realizar Movinientos de Alianza, que son aquellos que controlan las reacciones corporales de la Esposa (Tiembla de Miedo, Acaricia un Horror, Ensúciate con Violencia, Grita Pidiendo Ayuda o Entrega el Anillo). Tras hacer movimientos de Anillo o Salida la Hermana al mando ha de entregar el anillo a otra Hermana.

Aún así, ahora mismo no ha pasado gran cosa y no creo que la Hermana al mando quiera usar esos movimientos.

Por otro lado, TODAS LAS HERMANAS pueden hacer uso ahora de los Movimientos de Doncella (Preocupate por Alguien, Investiga un Objeto Misterioso o Evalua la Situación (Para poder usar este último movimiento la Esposa ha de verse amenazada, no puede activarlo al entrar en una nueva habitación)) así como sus correspondientes Movimientos de Face.

Lo normal ahora mismo sería que alguna de las Hermanas usase el movimiento Investiga un Objeto Misterioso, que se activa cuando la Esposa interactúa físicamente con alguno de los objetos de la habitación: lo toca, lo desempolva, lo abre... Lo que fuere.

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06/07/2019, 22:34
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— Así me gusta. — responde a su hermana BRUJA mientras su mirada recorre con absoluta minuciosidad cada detalle del lugar, por un momento recordando cada paraje de su infancia como si fuera allí mismo una vivencia tan natural que sobrepasa a toda concepción actual. Pero lejos de quedarse allí, ese lado más frío de Aysha le permite obrar desde la cautela y quizás desde el intelecto mismo que surge cuando en su afán de ver más allá, la doblega a ser más cuidadosa.

 — Mentiría si les dijera que esas letras no me atraen... Aún así, esto puede ser muy significativo. El ambiente natural, el árbol lleno de frutos, la serpiente... Falta el pecado y curiosamente el ejercicio de la Justicia divina.— comenta un tanto intrigada, aferrada a la idea de investigar aquello que le atrae. — ¿Qué anhelas mostrarnos mi querido esposo? — pregunta a modo de reflexión, deseando acariciar con su mano esa escritura y comprobar que sucede, pero ella no está a cargo. 

— Fatale... ¿Qué interpretas querida mía? Puede que te suene todo esto... — pregunta al sonreír de lado si pudiera, le gusta escuchar las otras voces, ir más allá de su propio pensamiento. —  Parece que nos encontramos en el paraíso. ¡Oh cuando Eva cae ante el influjo de la Serpiente! ¿Será eso? — vuelve a la carga, decidida a inspeccionar, a desentrañar aquel misterio. — ¿Cogemos un fruto y lo miramos? — termina por preguntar. — Pues lo cojemos. — decide al ver como Aysha extiende su delicado brazo, sólo para coger lo que tiene apariencia de ciruela por más que en el fuero interno de ANIMUS era una manzana. 

Una vez en su mano, se permite observar y acariciar con la yema de los dedos ese fruto que podría ser prohibido. 

Notas de juego

Activo el movimiento de la Doncella: Investigar Objeto. 

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07/07/2019, 18:33
Momo
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El tacto del fruto era suave y templado, vivo, como el pecho de un amante, pero su superficie pareció cubrirse de escamas súbitamente. Estas se irguieron sobre la piel y salieron disparadas en dirección al tallo que pendía de la rama, como si de una corriente se tratase, subiendo hacia la copa del árbol.

Atrás había quedado el fruto desnudo, como si alguien hubiese extraído la piel de una uva entre dos dedos: un cuerpo de mujer colgando de decenas de cuerdas, zarcillos y amarres, cayendo de entre las ramas, con sus posaderas, juntas, ocupando el lugar acariciado por Aysha. Su piel en aquella zona tenía un tono violáceo, atravesada por pequeños regueros de microscópicos rubíes encarnados. 

La brisa entre los aires parecía traer ecos propios de una alcoba sedienta tomada al asalto por parejas encabritadas.

Aquel extraño fruto parecía descansar, recuperando el aliento. Al levantar un poco su cabeza, la Esposa se encontró con el rostro de una atractiva joven bastante parecida a ella, con unos enormes ojos entristecidos, hundidos en cuencas que habían conocido el llanto hacía escasos segundos, pero al momento volvió a dejar caer su cuello, como si recuperase el sueño perdido, dejando escapar un quedo jadeo entre sus lábios.

Su cuerpo despedía el olor crudo de los cuerpos entre las sábanas, como si mantuviese la fragancia de los amantes tras alcanzar su satisfacción. 

¿Qué diablos hacía aquella mujer en tan comprometedora postura en los jardines de su esposo? se preguntó Aisha, notando como sus mejillas ganaban el calor de un sonrojo vergonzoso.

Notas de juego

Y ahora si que deberíais de echar un vistazo a los movimientos y ver si os parece que puede cuadrar hacer uso de alguno. Podéis seguir analizando este objeto o pasar a otro, por el momento sólo ha presentado su secreto, pero no se ha desvelado. Si seguís interactuando con él puede que os absorba un rato.

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07/07/2019, 20:26
AyshaSayah
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La Virgen no sabe para dónde mirar. Toda esa exhuberancia la bloquea ligeramente, y cuando cree ver algo que no puede ser posible entre las hojas tiene que tragar saliva y seguir andando, las mejillas terriblemente sonrojadas.

A la Virgen le gustan las plantas, en realidad todas las cosas vivas. Cuidar de un huerto o de un animal alegran su corazón, ya que es proteger a alguien más débil, erigirse como una defensora y como proveedora de alguien indefenso. Pero este jardín la inquieta, como si hubiera algo más oscuro reposando bajo la superficie de belleza y vegetación. Algo para lo que no está preparada.

Observa en silencio los objetos extraños. El montículo con la extraña inscripción, lo que está clavado en él, y lo que con sorpresa reconoce como la vaina de una espada.

Quizás nuestro amado tenga un pasado guerrero, piensa con las mejillas arrobadas. Claro, por qué si no iba a haber allí una vaina vacía?. En su mente se entremezclan imágenes y ensoñaciones de un esposo algo más joven pero no menos fogoso, combatiendo con agilidad contra infames enemigos. Fantasea en cómo la protegería a ella en el caso de que se encontrara en peligro mortal.

No puede seguir en su mundo alternativo, porque los dedos de Aysha han acariciado el fruto y provocado una cascada de hechos que hacen que la Virgen se sonroje y baje los ojos con arrobo. No entiende qué hace esa mujer así en las dependencias de su amado, y se muerde el labio intentando pensar la razón de su presencia.

Lo único que hace que levante de nuevo la vista es al darse cuenta de que la otra joven tiene los ojos tristes, como de haber llorado. La parte de la personalidad de la Virgen que hace que se preocupe por todas las cosas vivas provoca que un sollozo casi salga del pecho de Aysha, por pura empatía hacia la mujer que parece estar sufriendo...

-¿Te encuentras bien?.- La voz sale de la garganta de Aysha en un quedo susurro. No sabe qué opinarán sus queridas hermanas de otro de sus brotes de fragilidad y candidez, sólo sabe que intuir el sufrimiento de esa otra joven la hace sentir un dolor casi físico...

Notas de juego

Espero no haber cometido un error (si es así disculpas). Uso el movimiento "Preocuparse por alguien"

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08/07/2019, 14:21
Momo
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La cabeza de Aysha estaba a la altura de la de la criatura que allí colgaba a horcajadas, con las marcas de los cordajes marcando su piel como si llevase así muchísimo tiempo. 

Al escuchar sus palabras, aquella Eva suspendida del Árbol de la Sabiduría volvió a abrir los ojos y levantar la cabeza hasta que sus ojos se hundieron en los de la esposa. - Ayudale... Ayudales.- Es lo poco que llegó a tartamudear en un hilillo de voz pareciendo tratar de señalar el montón de barro sobre el que se encontraba. 

Deshacer aquellos correajes parecía fuera de las posibilidades de Aysha, a no ser que trepase al árbol y tratase de deshacer unos nudos cuya dificultad no podía intuir. Mientras pensaba esto y analizaba la postal de la que había pasado a formar parte, la Esposa no pudo dejar de fijarse en que el cuerpo de Eva parecía sufrir espasmos puntuados por jadeos en ciclos regulares, cuando un correaje en concreto parecía cerrarse y volver a soltarse que recorría la parte central de su busto, perdiéndose entre sus piernas.

No muy lejos Aysha pudo escuchar un sonido similar al de ramajes siendo azotados violentamente por un viento que ella no sentía... O puede que alguien estuviese haciendo labores de jardinería en las inmediaciones de tan pesadillesca escena. El olor a yerba cortada y brisas dispersas con la fragancia de hojas aromáticas siendo azotadas por el viento parecían confirmar esto.

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08/07/2019, 19:21
King-In-Crimson
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El jardín exhuberante que se presentó ante sus ojos era, de algún modo misterioso, exactamente lo que la Bruja esperaba encontrar tras aquella puerta. Era un lugar hermoso, que le traía recuerdos dulces y no tan dulces de la infancia. Al igual que al resto de sus hermanas, el gigantesco árbol en el centro fue lo que más inmediatamente captó su atención. La serpiente, el árbol, el fruto y, una vez, hubieron examinado el fruto, la mujer, que quedó colgada del árbol como un pobre títere. Tenían allí toda una escenificación del Pecado Original, la mujer era Eva, claro, pero ¿dónde estaría Adán? La Bruja sonrió, observando con interés el montón de arcilla. Polvo eres... ¿Qué era esa sustancia blanca?

La Bruja se disponía a examinarla cuando oyó las palabras de la supuesta Eva. -¿Ayudar? ¿A quién? ¿A nuestro esposo... o a Adán? -preguntó a sus hermanas. La Bruja no estaba segura de poder hacer nada por aquella mujer, ni ayudarla en modo alguno, así que rápidamente perdió el interés en ella, centrándose de nuevo en aquello que le había llamado la atención en primer lugar y que la mujer parecía señalar: el montón de arcilla húmeda. Sentía la necesidad de ponerse a jugar con él, como cuando era niña y jugaba en los charcos a hacer pasteles de barro. Pero en aquella ocasión quizás tendría más sentido hacer una figurita humana y soplar sobre su frente.

Notas de juego

Investigo un Objeto Misterioso (la arcilla)

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08/07/2019, 20:05
Momo
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Notas de juego

Ejem... Gambada del dire... Cuando la Fatale tocó la fruta se me olvidó el tema de las preguntas... Je! Gasp... 
La Fatale puede hacer dos de las preguntas sobre el fruto y la Bruja sobre la arcilla. Si volvési a usar este movimiento podéis escoger las dos preguntas de rigor a vuestro gusto:

- ¿De quién es este objeto?
- ¿Qué recuerdos contiene este objeto?
- ¿Qué tiene este objeto de extraño o maravilloso?
- ¿Por qué ha conservado Barbazul este objeto?

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09/07/2019, 14:35
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Esa habitación era como estar en casa.

Los árboles maduros, la brisa azotando su rostro y meciendo sus cabellos, el suave tacto de la hierba que prácticamente le obligó a descalzarse para sentir ese cosquilleo en la base de sus pies, el hipnótico fuego que la animaba a imitar la danza de las llamas crepitando… incluso aquellas personas escondidas revivieron recuerdos que le provocaron un leve cosquilleo en el bajo vientre a la par que sus mejillas se tornaban de un pálido rosado.

Fatale... ¿Qué interpretas querida mía? Puede que te suene todo esto...

- Claro que me suena, es el principio de todo.- Dijo con una coqueta sonrisa mientras se perdía en el cúmulo de sensaciones encontradas. Se agachó lo suficiente como para coger una flor blanca y olerla más de cerca, colocándosela después entre sus mechones de cabello antes de acercarse a la fruta.*

- Es... extraño.- Acariciaba la superficie, preguntándose si era algún tipo de manzana exótica de la que nunca escuchó hablar, incluso acercándosela para olerla.- ¿Por qué mi esposo conservaría esta fruta? ¿Será algún tipo de recuerdo?

Notas de juego

* Si mal no he entendido, el post de las preguntas tendría que ir ANTES del resto, por eso lo he puesto tan conciso (es decir, antes de que salga la figura de "Eva" y demás), sino añado luego más cosas.

Las preguntas escogidas son:

- ¿Qué recuerdos contiene este objeto?
- ¿Por qué ha conservado Barbazul este objeto?

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09/07/2019, 14:57
Momo
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Tras ver cómo el fruto se descubría tras tocarlo una certeza se deslizó desde la parte posterior del cerebro hasta ocupar su consciencia por completo, dando respuesta a sus dudas. Reconoció la voz, era la de Dorina, susurrando al oído de Aysha, pero siendo escuchada por todas las Hermanas.

- Esta es Eva, la tercera esposa de Barba Azul, ella fue el fruto y en fruto fue convertida.

La voz pareció carraspear por un segundo, como si extrajese sus respuestas de recuerdos no muy placenteros. Una vez que aquel exótico fruto hecho hembra se encontró girando ligeramente sobre vuestra cabeza, incapaz de esconder su desnudez o peculiar estado, la Virgen quiso consolarla, y fue entonces cuando la voz continuó su narración.

- Barba Azul la ha conservado para que sirva de ejemplo a sus esposas, tanto por su sumisión como por lo que la llevó a este último estado...- Y ahí se dio por finalizada la cháchara originada por las preguntas de la Fatale. 

¿A qué se debía ese extraño prodigio? ¿Puede que la propia Dorina fuese una llave y tuviese que cumplir con la nueva esposa, sirviendo como bitácora de lo que entre aquellos muros había acontecido, peor llevar su voz como si de otra hermana se tratase era tan enigmático como el lugar en que ahora os encontrabais.

Notas de juego

Perdón por el inciso peor creo que se puede hilar todo para que quede tal cual estábamos. Siento que toquen dos tandas seguidas de preguntas y respuestas, pero a ver qué pregunta la Bruja y con qué sorpresas se encuentra...