Partida Rol por web

LA ESPOSA DE BARBA AZUL: AISHA

3. PRONTA ANIMUS (La Tercera Puerta)

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22/08/2019, 17:10
Momo

The story so far...

Pruebas de Lealtad:

Pruebas de Deslealtad:

Estado de las Hermanas:

ANIMUS

BRUJA

MADRE

VIRGEN

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22/08/2019, 17:24
Momo

Cuando Aisha y Dorina consiguieron volver a ponerse en pie y recobrar la respiración, dedicando a ello varios minutos en los que oían el sonido de una explosión e incendio mitigándose tras la puerta abandonada, así como la risa del infante enfermo que allí habían conocido, los ánimos brillaban por su ausencia.

El ama de llaves se arrepentía de no poder ser más cauta o sincera con la esposa, pues si no estaría traicionando a su señor, y su nueva señora tenía la cabeza llena de un millar de grillos cantando al mismo tiempo, sin darle tregua. ¿Qué hacer tras estos descubrimientos? ¿Cómo proseguir? ¿es que para estas gentes la naturaleza infecciosa, maligna y sobrenatural de este castillo era algo normal?

Aisha había presenciado al menos dos muertes aquella noche, siervos de la casa cuya suerte vino dada por espectros del pasado, ¿Víctimas de su esposo o gente dejada a su suerte por el mismo? La esposa solo podía manejar conjeturas que su propia imaginación tejía para ella, unas veces parecían resquicios y avisos sobre su posible destino, como si un oráculo emplease el pasado del lugar para advertirla, peor otras veces parecía ser ella misma la que tocaba los horrores, la que buscaba su contacto, teniendo más interés en descubrir la auténtica naturaleza de aquel a quien se había entregado y cuerpo en alma que en poner a salvo su propia vida.

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22/08/2019, 17:34
Momo

- Señora... Mi... Mi ama... Yo, no sé qué decir. No conozco todos los pasos de su esposo y para muchos de nosotros sus quehaceres son meros rumores que negamos para poder llevarnos un mardisco de pan al camastro que él mismo nos ha cedido. Siento... Siento no poder hacer más que guiaros. Si queréis descansar y esperar a su retorno o...- Iba a sugerirle huir, pero sabía que había elementos en el servicio cuya única labor era velar porque la nueva esposa permaneciese entre aquellos muros hasta el retorno de su señor. - No sé qué más decir, me doblegare a sus deseos, siempre que este en la mano de esta vieja sirvienta, ¿Queréis que os guíe a vuestros aposentos? 

Su última palabra se vio puntuada por el repiqueteo del manojo de llaves que seguía portando entre sus nudosos y brillantes dedos. Cada una de aquellas piezas parecía ahora una posible fuente de dolor o incluso muerte, pero sus formas y materiales seguían teniendo un cariz hipnótico.

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23/08/2019, 13:37

Tras dar suspirar de forma pesada, Animus toma el control de la esposa luego de que la virgen se lo entregue, agradeciendo de corazón aquel gesto de su hermana preferida. — Gracias mi niña, esta vez será diferente... — advierte ante esa calma que sólo ella es capaz de sentir cuando en sus manos está la acción, la palabra y la actitud. — No podemos dejar esto sin desentrañar, toca lidiar con algo más. Así que mi querida Dorina, mi sirvienta que tan fiel se muestra... Muéstrame ese manojo de llaves que quiero elegir. — afirma ahora Aisha tras dejar una caricia a la mujer en la mejilla, a sabiendas de lo que puede pasar si su esposo la ve así. 

Hambrienta por una sed de curiosidad ya insana, los dedos de la esposa acarician con mesura cada una de las llaves, animus en su fuero interno intenta hallar una que cautive su atención. No olvida la habitación del agua, pero una de tantas que unidas se encuentran le llama demasiado la atención. Es una llave que ostenta una corona, muy labrada desde el cuidado de unas manos que saben trabajar el metal, le atrae el detalle, incluso su tono opaco que sin brillar para ella refleja grandeza, elegancia. Igual que su esposo en cierta medida. 

— Llévame a este cuarto, estoy atraída por esa llave. — confiesa al sonreír de lado, aligerando un poco la tensión que viene mostrando la esposa, siendo un cambio bastante notable al ser animus quien ahora está a cargo. — Dorina, sé que eres fiel a mi esposo y comprendo tus razones. Sólo permíteme decir, que también se guardar secretos, confía en mi. — termina por decir, ya aguardando paciente en ese pasillo para ser dirigida hacia el nuevo lugar. 

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23/08/2019, 23:32
Gewi

Madre estaba frustrada y arrepentida. Sus decisiones solían ser cuestionadas a menudo entre las demás hermanas y sus últimos movimientos no habían ayudado. Cuando ella flaqueó, pasó la pesada carga a Virgen porque era en quién más confiaba. Creía que la asustadiza Virgen les sacaría pronto de la habitación. Pero aguantó y Aysha y cada una de nosotras pagó por ello. Debía calmarse, despejarse y pensar más en sus acciones.

Saliendo de sí misma, ahora pensó en Barba Azul. No era posible. Aquel hombre no parecía de los que tratarían así a su mujer. Sin embargo, las pruebas habían sido claras. Quizás no pudo aguantar el tener un hijo débil. Quizás aquella mujer no supo hacerle entender que cualquier niño es especial. Su percepción de Barba Azul comenzaba a volverse mala y eso no la gustaba. Ya veríamos como se portaba Animus con el anillo.

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24/08/2019, 11:24
Momo

El rostro de Dorina pareció ganar algo de color tras el inesperado contacto con la mano de su nueva ama. Aisha no podía saber cuanto tiempo llevaba la anciana sin interactuar con otra esposa o alguien que no fuese un fiel sirviente de su esposo, peor estaba claro que más del que la pobre señora querría reconocer.

Cuando vio la elección de la nueva llave su faz pareció conservar aquel tono cálido, puede que esperase un desarrollo distinto para esta nueva incursión en los cuartos del castillo.

- Es del cuarto del trono, donde Barba Azul hace sus recepciones y comienza sus festejos públicos.- Comentó con una sonrisa el ama de llaves, como si el simple visionado de la llave le hubiese recordado buenos momentos de jolgorio y alegría entre aquellos muros, que en las últimas horas se habían vuelto tan oscuro. - Queda en el piso superior, no debería llevarnos demasiado llegar hasta él.

La encogida anciana comenzó a caminar con reavivado interés. 

Una puerta que mostraba la cara de alguien furioso (parecía como una represnetación de los vientos en los mapas antiguos) quedó a su derecha. Otra puertezuela por la que Aisha no cabría parecía estar conformada por barras de oro y plata en las que estaba tallada una liebre. Dos puertas gemelas parecían estar unidas por un líquido brillante que se derramaba desde un espejo central hacia los lados y una última apertura, cubierta por un alto relieve de lo que parecía una familia (padre, madre, hijo e hija) con capuchas de terciopelo de distintos colores ocultando sus rostros, les recibió a los pies de la escalera que debían emplear.

En mitad de esta había otra escalera, de mano, que subía hasta una puerta que parecía sobresalir de una estructura de ramas entrecruzadas similar a un nido.

Y en el nuevo piso sobrepasaron una puerta e cuya madera estaba quemada la imagen simplificada de unos labios femeninos conformando una sonrisa vertical y otra que parecía ser un rostro de rana realizado en una sola lámina de papel de grandes dimensiones, plegada con mimo y conocimiento por las  manos de un artesano de maestría indudable.

Cuando Dorina detuvo sus pasos fue ante una altísima puerta de abigarrado marco de plata negra bruñida, parecía medir casi cuatro metros de altura, pero por contra era muy estrecha, con poco más de un metro de ancho, como si se tratase de un dibujo de libro infantil en que se trata de forzar la sensación de majestuosidad de una estancia real exagerando sus proporciones.

Una de las láminas de la puerta era dorada, lisa, mientras que la otra era plateada, cruzada por ligeras incisiones horizontales sobre las que Aisha fue capaz de leer pasajes de bendición para aquellos que cruzasen aquella puerta. 

- Esta puerta fue traída desde el castillo del padre de vuestro esposo, tras su defunción.- Comentó Dorina, como si debiese disculpar su aspecto, que parecía chocar con la estética de otras puertas y zonas del castillo. 

Gravada entre ambas láminas, a media altura, había una representación muy simplificada de una corona. En uno d elos picos de esta parecía estar disimulado el agujero de su cerradura.

De su interior parecía llegar sonido de risas y música así como el olor de carne caliente.

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24/08/2019, 13:22
King-In-Crimson

Algo más calmada tras haber logrado salir por fin de aquella puerta al infierno, la Bruja sopesó lo que habían visto hasta ahora. Habían visto que su esposo podía ser un hombre justo, que castigaba las ofensas cuando estas lo merecían, pero también que podía ser un hombre extremadamente cruel, inhumano. ¿Quién era en realidad Barba Azul? La Bruja sentía tanta curiosidad como su hermana Animus y estaba igualmente motivada para llegar hasta el fondo del asunto, se sentía preparada para afrontar las consecuencias, aunque también sentía que jamás lograría olvidar del todo las sensaciones de aquella última estancia: la visión del fuego, el olor de la carne ardiendo... La Bruja se estremeció una última vez, antes de quedar prendada de la llave que Animus había escogido. La Bruja era una criatura del momento, del instante. ¿La sala de recepciones? Aún no hemos estado allí, pero sin duda es una sala que nuestro Esposo nos mostraría pues nos quiere a su lado, sea lo que sea "querer" para Barba Azul, ¿puede ocultar algo allí, a la vista de todos los que recibe? pensaba mientras recorrían aquellos pasillos y pasaban por delante de todas aquellas puertas, de todos aquellos secretos que no serían revelados. La Bruja se sintió inmensamente pequeña ante aquel portalón gigantesco, que parecía desafiar a la propia arquitectura. "Ostentación" fue la palabra que cruzó por su mente antes de que se abriera. No pudo evitar sentir una náusea pasajera ante el olor a carne.

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24/08/2019, 19:24

Aisha se mantiene recta en su andar, determinante como si el instante vivido en aquel lugar hubiera dado un golpe de realidad que le permite adoptar otro tono, una postura que quizás Madre no fue capaz de tener y ella, Animus sí. Las voces se manifiestan de cierta forma, en actitud al menos mientras el silencio consume la mente de la Esposa de Barba Azul en su afán de que el control, conlleve al orden, al equilibrio necesario para continuar. Es consciente de que Bruja la apoya y Virgen, es su protegida, a sabiendas de que a la hora de requerir su auxilio, es la voz de la justicia la que estará allí para salvarla de lo que sea. 

Y así fue, por esa razón sonriendo apenas desvía la mirada hacia Dorina mientras una mirada plagada de comprensión se refleja en el rostro de la esposa. Animus sabe jugar sus cartas, mantener las apariencias cuando en el interior puede ser un caos puro del cual, su aliada la bruja, disfruta en demasía. — Me parece perfecto, quizás esté bien animar el ambiente con otro lugar que ofrezca un poco de diversión. No sé, luego de aquel momento con la caldera, necesito cambiar un poco de aire. Confío de que ahora será así. — responde Aisha a Dorina al quitar el polvo de sus faldas, no le gusta verse sucia, menos desarreglada. Y mientras camina por aquel pasillo junto a la sirvienta, las puertas la atraen como abeja a la miel, anhelando con total alevosía adentrarse en cada una de ellas.

— Qué tentador todo esto, quizás tardemos un poco en regresar, son demasiadas puertas. — comenta Animus a las voces, alentando en su afán de continuar. — Nuestro Esposo es un gran anfitrión, así que no será deshonroso. Ya verán. — se entusiasma con aquella idea, es que ya de por sí, Animus elige algo más glamoroso no tan ruin como ese cuarto horrible. Luego de detener sus pasos, Aisha asiente a la explicación de Dorina mientras sus dedos acarician los detalles de la puerta, disfrutando de esa ostentación que allí se revela. — Me atrae. Es hora de entrar. — termina por decir, dispuesta a dar un paso más. La música, esas risas y el aroma de la comida, le apetece y atrae por igual. ¿Qué tipo de fiestas organiza su esposo? 

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25/08/2019, 19:26
Momo

Viendo la predisposición de la esposa, Dorina volvió a tomar la llave entre sus dedos y la deslizó en el ojo de la cerradura. Al girarla se escuchó un mecanismo que recorría todo el marco de la puerta, como si decenas de cerrojos se corriesen hacia los lados libreando su cuerpo central, y esta se abrió por si misma, hacia el interior, descubriendo un enorme salón bañado por la luz exterior en que destacaban azulejados azules y dorados. 

La habitación le llama. La puerta se cierra.

La propia esposa había perdido la noción del tiempo en las dos últimas habitaciones, pero diría que aquella luz era propia de la mañana, ¿Tan rápida había pasado la noche, aún estando ella aterida por el horror? No lo podía precisar, pero poco importaba aquel pensamiento momentáneo cuando la opulencia y belleza de aquel cuarto hacían que su cuerpo se estremeciese de alegría, aquello era lo que había imaginado al tomar nupcias con su esposo, habitaciones que daban al exterior, dispuestas a acoger a decenas de amigos y familiares. Esta podía ser la perfecta ilustración de sus sueños infantiles al fantasear sobre los cuentos de príncipes y princesas.

La habitación se presentaba vacía, los sonidos de risas y juegos parecían provenir del exterior, peor no pasó demasiado tiempo sin que un corro de niños entrasen corriendo, agarrados de la mano, haciendo un corro entorno a Aisha antes de soltarse y volver a salir corriendo en todas direcciones.

En vez del esperado trono de un emperador o los tronos gemelos que esperan las posaderas de un rey y su reina, el salón era presidido por un sofá de apariencia más que confortable, forrado en tela cruda, blanca, con franjas doradas. Montones de pálidos pétalos de flores trazaban un camino desde la entrada hasta el mismo. 

Frente a este había una funete redonda de agua corriente cuyo sistema de canalización venía del exterior.

A un lado del sofá había una parrilla redonda en la que distintas porciones de distintas carnes se mantenían calientes. Un recipiente con cubiertos de dos dientes se erguía junto a este. Este era el olor que se sobreponía al de las flores distribuidas en distintos jarrones de la estancia.

Hablando de jarrones, había dos que destacaban especialmente, ya que eran tan altos como la esposa y se colocaban a la espalda de cada lado del sofá.

Sobre un cojín, en el lado del sofá que posiblemente ocuparía Barba Azul normalmente, reposaba una colección de tijeras doradas de distintos tamaños.

En una esquina de la habitación había un armario de madera rojiza con decenas de cajones de no más de dos centímetros de alto y en el lado opuesto de la estancia descansaba una gran lámpara de cristal, similar a otra que pendía del techo, parecía que estaba en pleno proceso de reparación.

¿Era esta habitación una promesa o una fantasmagoría?

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03/09/2019, 21:24

Una vez que la puerta se abre, animus decide que es la mejor opción ya que condice con sus propias formas y ese estilo propio de los cuentos de hadas. Así que a través de un paso muy decidido, Aisha ingresa al lugar mientras descubre como la luz filtrada refleja un momento del día que no condice con lo que mentalmente cree, está claro que había perdido la noción del tiempo y no se ha enterado. 

No obstante unos pasos más dado en completo silencio, le permiten contemplar el entorno visiblemente extasiada, sólo que al rodearla los niños y girar en torno a ella, le roban una sonrisa, una que había desaparecido por completo en la habitación de la caldera. Lo bueno es que esa alegría es contagiosa y la invita a ver un poco más, ahí justo donde aquel sofá se encuentra allí como estandarte de un rey, más un mueble que anhela revisar y un cojín que debe ser para la esposa. 

El aroma a carne la deleita, incluso se tienta y casi prueba un bocado, pero prefiere de momento saciar su curiosidad visual. — Revisaré un poco más el lugar. — advierte Animus.

Notas de juego

Evalúa la Situación: 

 ¿Qué exige este lugar a la esposa?

 

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04/09/2019, 19:21
AyshaSayah

Virgen sigue el devenir de los acontecimientos con la cabeza gacha y las mejillas empapadas en llanto, temerosa de lo que pueda ver a continuación. La lujosa sala apenas la impresiona, le parece un lugar demasiado adulto, como para celebraciones que todavía no son adecuadas para ella. El fuerte olor a carne asada hace que su estómago gruña un poco, recordando los guisos en casa de su familia.

Al ver a los niños corriendo no puede evitar acordarse de pobre y desafortunado chiquillo que sufrió lo indecible en aquella fría habitación. Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas.

Ve el extraño mueble lleno de cajones, y la colección de tijeras. Quiere ir hacia allí a comprobarlo, abrir los cajones y saber qué tienen dentro, pero tiene miedo de lo que descubrirá y ahora mismo es su hermana Animus la que controla a la Esposa.

-¿Para qué será ese enorme aparador, hermanas?

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04/09/2019, 22:12
Momo

Aisha miró en derredor, tratando de captar todos los detalles de la habitación, posando sus ojos en cada objeto, en cada gres, en cada adorno y cada cojín. Las preguntas se apelotonan en su cabeza mientras escucha un carillón festivo en el exterior ¿Por qué un ambiente tan festivo durante la ausencia del señor de la casa? ¿Por qué esta habitación? ¿Y qué es lo que exige de ella? Pero todo estaba demasiado tranquilo a su alrededor, seguro que la respuesta llegaría, pero para ello tendría que ver cómo actuaba respiraban aquellas coloridas cuatro paredes.

Aún así la alta cajonera pareció atraer su atención. Su madera rojiza estaba incrustada por decenas de cajones de cajones bajos con frontales de tonos turquesas beteados con líneas blancas. Una llave estaba introducida en la cerradura del cajón superior. La ligera brisa que parecía venir del exterior hacía ondear el cordón dorado que colgaba de la misma, casi rozando el suelo. No había muchas más señales de su utilidad o contendido sin abrirla para descubrir sus secretos.

Una silueta femenina proyectó su sombra sobre el cortinaje que cerraba una de las ventanas de la habitación pero la presencia pareció volatilizarse cuando el corro de niños volvió a entrar a la carrera en la habitación. Esta vez se detuvieron en torno a la esposa, sonriendo curiosos.

Notas de juego

Lo siento ANIMUS, pero para Evaluar la Situación debería haber alguna amenaza en marcha, y todavía no es el caso. En tal caso, cuando vayamos conociendo la habitación, puede llegarle la respuesta a la esposa. Entonces lo indicaré.

VIRGEN, aún no teniendo el anillo, puedes ANALIZAR UN OBJETO MISTERIOSO abiertamente, puedes escoger dos preguntas sobre la cómoda:
- ¿De quién es este objeto?
- ¿Qué recuerdos contiene este objeto?
- ¿Qué tiene este objeto de extraño o maravilloso?
- ¿Por qué ha conservado Barba Azul este objeto?

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05/09/2019, 16:37
AyshaSayah

Olvidando momentáneamente su miedo y su preocupación Virgen consigue que la esposa roce con sus dedos el enorme aparador. Quiere abrir los cajones uno por uno y averiguar qué tienen dentro, y por qué Barba Azul (que le parece un hombre muy práctico) guardaría un objeto tan peculiar

Notas de juego

Escojo las siguientes preguntas:

 ¿Qué recuerdos contiene este objeto?
 ¿Por qué ha conservado Barba Azul este objeto?

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05/09/2019, 22:35
Momo

Aisha se aproximó al aparador y pasó sus dedos por el frontal de los cajones arriba y abajo antes de hacer girar la llave del primer cajón. Al intentar abrirlo hacia delante este pareció atrancado, hasta que se dio cuenta de que trabajaba con algún otro mecanismo: tenía que empujar el cajón hacia dentro y este, tras un ligero "click" salía disparado hacia delante, hasta que alcanzaba su tope. quedando dos tercios de su interior a la vista, y otro tercio en le interior del mueble.

Los niños rieron al ver la reacción de la esposa, algo asombrada al comprobar cómo funcionaban los cajones del mueble. Ella tenía que ponerse casi de puntillas para ver qué contenía aquel cajón tan alto. Aparentemente estaba lleno de láminas de papel en las que se veían rostros de animales (una zebra, un cerdo, un conejo, un oso...) con unas marcas que parecían indicar por dónde debían ser cortadas.en el centro de los ojos de aquellos rostros se abrían agujeros perfectamente redondos y unos cordones parecían acompañar a aquella extraña colección.

Qué curioso despliegue, qué detalle tan infantil. Aisha abrió el cajón por debajo de este y aparecieron otras láminas, esta vez con rostros de de distintso personajes tocados con sombreros o detalles de atuendos que parecían hacer referencia a distintos oficios (una joven con una corona de flores, un señor mayor con gafas y gorra de portero, alguien con piel roja y un extraño tocado de pequeñas plumas, una anciana con un gorro de panadera cubriendo su pelo...) en este cajón las correas parecían de mejor material que las del anterior, y paecían cortadas para rodear cabezas más grandes...

¿En serio? La esposa abrió un tercer cajón: máscaras de mosntruos de cuentso infantiles dibujadas con un estilo más realista y apabullante.

Otro cajón hizo 'click' antes de descubrir máscaras en las que sólo se destacaba un rostro masculino impersonal en distintos colores (negro, magenta, celeste, carmesí...).

Sin acabar de comprender el por qué de que su esposo conservase esa colección, Aisha abrió un quinto cajón. En este había varias láminas de papel dorado y similares correas y agujeros para los ojos, pero en este caso parecían máscaras más abstractas.

El sexto cajón parecía no funcionar.

Aparentemente Barba Azul conservaba este mueble para contener su colección de máscaras de papel, pero ¿Por qué allí? ¿Y para qué? Con el quinto cajón abierto se notaba un olor algo desagradable que parecía inexistente en el resto de los compartimentos. 

Parecía contener recuerdos de alguna fiesta, ¿Unos carnavales o decenas de celebraciones similares, en las que los más pequeños y los grandes debían de ser ataviados con aquellas láminas ilustradas. ¿Las conservaba como recuerdo o estaban allí para volver a ser usadas tan pronto como el señor de la casa idease una nueva jornada de juegos?

Algo asomaba a los pies de Aisha, aparentemente una lámina de papel que debía de haber caído debajo del mueble había sido movida por una ráfaga de aire: un rostro femenino, plano, de cuencas huecas le devolvía la mirada. Parecía una máscara distinta, había que recortarla directamente de una foto, mientras que el resto eran dibujos. Aún así no podía ver el resto del rostro, solo sus ojos y su frente. Parecía que su esposo guardaba máscaras de personas reales, lo que resultaba perturbador.

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06/09/2019, 22:28

Tras confiar en el criterio de la virgen, permitió esa exploración en aquel mueble mientras los cajones lentamente revelan su contenido. Es que pensando en el entorno, no es para nada raro que se guarden máscaras de fiestas anteriores, instantes que seguramente su esposo guarda a modo de recuerdo latente. La curiosidad de momento se mantiene en los raudales normales, descubriendo entre tanta variedad, algunas de gusto personal y otras no tanto. Pero nada llamativo de momento. 

Hasta que de repente un aroma desagradable se impregna en la nariz, haciendo que Aisha tuerza el gesto y Animus espabile su desconfianza. Es que se mantiene a raya, pero luego de la habitación de la caldera, todo es muy diferente, incluso la mirada hacia su amado esposo a veces es un poco distorsionada. Como un vidrio completamente empañado, el cual no te permite ver con claridad el paisaje que está detrás. 

No obstante sigue revisando, entretenida mientras los niños se divierten, hasta que algo se asoma desde sus pies. Da por hecho de que se trata de una máscara caída, pero es muy diferente. Así que la coge con sus manos, y Animus analiza. — Raro... ¿No? — pregunta a Virgen, es quien la acompaña a la par. — Parece una foto, miremos en detalle. — afirma para observar al completo. 

Notas de juego

Oki, Máster. 

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07/09/2019, 22:21
Momo

Lo que Aisha sostenía entre sus dedos era una foto de un rostro femenino, realizada en blanco y negro, con algo de muaré, era una joven bella que debía de contar alrededor de veinte primaveras, pero había algo extraño en la imagen que la esposa no supo distinguir en un principio. Era como si allí hubiese algún tipo de imagen escondida o desproporción que actuaba deformando el conjunto. 

Aisha la giró delicadamente en todas direcciones, incluso revisando su reverso, donde descubrió un pequeño logo, en diagonal, repetido varias veces. Parecía ser la marca del papel fotográfico o el identificador del estudio que la había revelado. Al volver a girarla sus ojos no dejaban de irse a los huecos que se abrían donde deberían estar sus iris. La alejó todo lo que pudo sin soltarla, aprovechando la buena longitud de sus brazos y entonces descubrió qué le inquietaba: la forma del rostro estaba algo desproporcionada, como si alguien hubiese recortado sus mejillas para dar al contorno un aspecto más afilado, pero no habían marcado el contorno de la cara con un trazo negro, así que se apreciaba que aquellas mejillas no estaban completas.

Así la proporción, aún siendo extraña, daba un aspecto misterioso y seductor alrostro, pero ¿Cómo sería el rostro completo? 

Los niños, que se habían mantenido en silencio a su espalda, rompieron en carcajadas justo cuando ella descubrió aquel detalle, antes de volver a tomarse de las manos y salir por la avertura de otra ventana. Algo líquido sonó a su espalda. Una pequeña huella infantil ensangrentada se marcaba en una alfombra de color crudo junto a la ventana.

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07/09/2019, 22:46
Momo

- Esa es Zendaya. La tercera esposa. Era hermosísima pero tenía problemas y se echó a perder. Pobrecilla.- Comentó el Ama de Llaves observando la foto desde un lado, sus pjos brillaban como si fuesen a llorar, pero la señora pareció contenerse.

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10/09/2019, 16:51
King-In-Crimson

La Bruja había permanecido en silencio demasiado rato, incluso a ella misma le comenzaba a parecer extraño su silencio. A decir verdad, aquella habitación, toda aquella pompa y esplendor falsos no le decían nada. Toda aquella sala le pareció, en un primer momento, que tan solo servía para impresionar a los siervos y a los necios que se dejan impresionar por aquella ostentación banal de poder. Así que se mantuvo en un segundo plano y dejó que fueran las demás hermanas las que inspeccionaran aquella habitación. Los niños, reales o fantasmagóricos, tampoco le decían nada. La Bruja sentía que ya había tenido suficientes niños por hoy (el olor de la carne quemada jamás se iría). Ah, pero las máscaras, las máscaras eran un asunto totalmente diferente, que en seguida captó su atención. -Las máscaras sirven para ocultar el aspecto que mostramos al mundo y es cuando este está oculto que, muchas veces, se deja entrever nuestro verdadero aspecto. Así, las máscaras suelen revelar mucho más de lo que ocultan -dijo a sus hermanas, con cierto tono pomposo de alguien a quien le gusta demasiado escucharse a sí misma. -¿Por qué haría Barba Azul una máscara de una de sus esposas?

-Ama, habla sin miedo, hemos visto a lo que conducen el adulterio y la infidelidad, dudamos de que podamos llegar a ver cosas peores. ¿De qué problemas hablas? -le respondió a Dorina, mientras, desde el rabillo del ojo, le llamaba la atención aquel juego de tijeras que reposaba sobre el sofá.

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10/09/2019, 22:12

Tan atenta se encuentra a la imagen, que alza una ceja cuando escucha a Dorina y luego a la bruja que ofrece un atisbo de luz en medio de tanto misterio. — Sólo decir, que esto se retuerce cada vez más. Era una mujer hermosa, eso es innegable bruja, pero algo ha pasado que nuestro querido esposo la quería diferente. No sé, ahora comprendo que Barba Azul es bastante perverso, algo me lo dice. — responde a su hermana mientras va probando cada ángulo, de derecho, revés y más allá. 

Lo bueno es que la pregunta de la bruja es aprobada por Animus, más aún considerando que los niños por un breve instante se había silenciado y ahora regresan a su ritmo habitual. — Hay sangre, que comience el show. — agrega animus, un tanto expectante mientras le dedica Aisha una significativa mirada a la Sirvienta. — Cuéntame sobre ella, me interesa y no te guardes nada. No querrás que me sorprenda demasiado como en los otros lugares, Dorina. — insta curiosa, intrigada en todos los sentidos. 

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11/09/2019, 15:31
Gewi

Madre observa calmada. No entiende muy bien de donde salen los niños. Tampoco le parece bien que estén correteando por esta sala. Aunque viendo el lugar, aquí tienen bastante espacio para jugar y no molestan demasiado. Con la puerta tan lujosa se esperaba más tesoros, sin menospreciar los existentes. Su vestido ahora mismo tampoco estaba en consonancia con el ambiente. Quizás la sala de baile no es el sitio más adecuado para guardar el atrezo. Guardar máscaras en aquel lugar debía tener un motivo. La hermana Madre intentaba buscar la lógica, quizás había quedado demasiado marcada por la anterior habitación que carecía de ella.

Por las máscaras, a Madre le parecía que las fiestas que han tenido lugar aquí han sido bastante más entretenidas que las pocas fiestas a las que habían invitado a Aysha. Hasta que vio la de otra de sus esposas. La situación empezaba a incomodarla. La casa estaba llena de sus recuerdos. Tendría que acostumbrarse. 

Escuchó a Dorina y sus palabras la inquietan y como el resto de hermanas está deseando saber más información de aquella esposa.