Arisa sacude la cabeza mientras se levanta, todavía tomando la mano de Ryushun.
- Sería una deshonra si no lo tuviera. Y no pasa nada. Puedes pensar lo que quieras. Al fin y al cabo, no es que pueda leerte le mente.
Su mirada se fija en él, claramente reprochándole haberlo hecho varias veces, aunque no está enfadada con él. Asiente finalmente a su decisión, sin mostrar ningún gesto de preocupación. Casi se lo esperaba. Su misión no era proteger la Ryugujou, sino buscar al Kokuryukai y ahora que tenían una pista tan cerca, no se iba a marchar de allí. Tal vez sea la última vez que hablo con él. Y lo del...
- Eh... - balbucea Arisa, terriblemente nerviosa por un instante y con la mirada gacha y fija en su mano. Al darse cuenta de que la sigue apretando más de lo normal, le suelta de pronto y deja las suyas a la espalda - E-entonces lo del... El... - la psíquica frunce los labios a la vez que sus mejillas empiezan a adquirir más color - Lo que pasó en Shinshu... E-era sólo para esconderte, ¿no? N-no significa que m-me hayas elegido para el... - matrimonio... - ...concertado, ¿no? - pregunta nerviosa, sin darse cuenta de que ha omitido la palabra importante.
Incapaz de reaccionar durante unos segundos miro a mi madre sin saber qué decir. Nunca la he visto así, generalmente es más dueña de sí misma, más segura...no quiero pensar en cómo reaccionaría yo si me pasara lo mismo. Lo que me dice provoca que se me llenen otra vez los ojos de lágrimas y que un sollozo me suba por la garganta, esto no está ayudando absolutamente en nada en lo de mantenerme sereno.
Me llevo un sobresalto cuando ella pierde los nervios, consciente de que es probablemente la primera vez que se deja llevar de esa manera. Sin poder evitarlo empiezo a llorar de nuevo, y una parte de mi tiene una preocupación muy seria sobre la salud de mi madre, tanto física como emocional. Empiezo a sudar frío, ella es una de las personas más importantes de mi vida, y ahora me necesita más que nunca. Y como siempre aquí entran mis problemas para interactuar con la gente, tengo miedo de apegarme a alguien porque...porque a veces pasan estas cosas. Si no te apegas a nadie apenas te afecta...estoy fallando miserablemente en todos y cada uno de mis objetivos, y el sollozo que suelto entre mis dientes apretados suena casi el llanto de un animal.
Yo tenía más o menos claro que mi padre me quería. También tenía cristalino que me exigía mucho porque quería que diera lo mejor de mí mismo, y que quizás fui una pequeña decepción a lo largo de toda mi vida por no ser un guerrero fuerte. En la forma de ver las cosas de mi padre aquello en lo que soy bueno no merece ni llamarse trabajo, y mi talante habitualmente tranquilo era considerado “cobardía”. Yo tampoco opinaba que él fuera una persona tranquila y con la que mereciera la pena hablar, así que a menudo nuestras conversaciones terminaban en un intercambio de acusaciones, dobles sentidos y sarcasmos que provocaban que uno de los dos se marchara airado. Vaya par de imbéciles...cuánto tiempo desperdiciado.
Temblando y con timidez alargo ambas manos hacia mi madre, que está abrazada a mi padre sollozando con toda la fuerza de sus pulmones. Con suavidad la aparto del cuerpo del señor de Mibu y la pego a mi pecho, abrazándola por la espalda con una mano y sujetándole la mejilla con la otra; la misma postura que alguien usaría para calmar a un bebé que está llorando debería poder ayudar a una mujer que ha perdido al amor de su vida. Apoyo la mejilla mojada de lágrimas en lo alto de su cabeza manteniéndola contra mí y la estrecho con fuerza, insensible al hecho de que el pecho me tiembla por mis propios sollozos. Con suavidad empiezo a mecerme ligeramente con ella entre mis brazos, en un gesto que vi hacer a alguien en la hayajiro para calmar a un pequeño que tenía cólicos y que espero que ayude a relajarse a mi madre.
No sé qué hacer a continuación, así que la abrazo con toda la fuerza que puedo y con mi boca pegada a su pelo, intentando consolarla con pequeños sonidos de consuelo mientras procuro no asfixiarme con mis propios sollozos...
Aun notaba el sabor a hierro en la boca cuando al fin recupero la cordura o más bien el control. Los sentidos tan agudizados y podía sentir a la maldita kabaneri por la zona, ahora estaba seguro de que era ella. Y sin embargo poco me importaba eso, había matado a Sonbei, me lo había comido como una bestia y había lanzado su cadáver lejos como si no fuese nadie.
Entonces noto un movimiento a mi lado y lo veo. El soldado se estaba levantando por si solo y sin embargo en vez de alegrarme solo consigue que la culpa me azote con mayor potencia. Sonbei me miraba con los ojos hambrientos de un kabane y era todo culpa mía.
- Lo siento mucho.- digo apenado y consciente de que mis palabras huecas no le iban a llegar mientras me levanto con la guadaña preparada, era mi responsabilidad darle un descanso lo más rápido posible.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 6
Resultado: 6+(2x7) = 20
Éxito
Motivo: Atacar al corazon
Tirada: 9
Resultado: 9+7+3 -5 = 14
Éxito
Me olvide poner complicado pero vamos se resta 7 y queda 13 así que voy primero.
Lyashi sale detrás de Tomohiro-Sama, con una mezcla de sentimientos en su interior. El ataque a Mibu, los muertos, su amiga asesinada, el despliegue de poderes, acudir a su yo interior, la celda, las oportunidades ofrecidas, la traición, la revelación, las recompensas...demasiadas cosas juntas.
Apretando el pañuelo en su mano, escucha las reflexiones de Tomohiro sobre la Kokuryukai - Es muy posible. Y sí, la política es un asco. - concuerda con su nuevo señor.
- Gracias Tomohiro-Sama, también me alegro de que todos estemos bien. - contestó a su amabilidad. Luego les dio instrucciones concretas, a lo que Lyashi contestó con una inclinación y un - Por supuesto, así se hará. Sobre las amenazas...¿Furuhasi-San viene con nosotros? ¿Veis posible que lea las mentes de los integrantes de la Lady-Bond por si descubre a algún otro infiltrado? -
Sonbei carga hacia Hideo con los brazos en alto, lo que el kabaneri aprovecha para introducir la hoja de la guadaña entre las costillas y atravesar el corazón de lado a lado. La fuerza del golpe lanza al cadáver contra el costado de la Ryugujou haciendo un sonido de huesos rotos antes de caer al suelo. Muerto por segunda vez...
Objetivo: Daño (Guadaña)
Tirada 1d12: 6
Resultado:(6)x8 = 48
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La sonrisa divertida de Ryushun se ensancha ante el azoramiento de Arisa - La verdad es que fueron ropas lo que me llamó la atención. Funcionales pero con buen gusto, así que supuse que serías lo bastante inteligente para seguirme el juego y no atraer la atención de los asesinos que andaban tras de mí. Sin embargo, en el caso de que volviéramos a vernos ¿aceptarías que te cortejara como es debido?...
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Takeshi abraza a su madre hasta que se le terminan las lágrimas y sus lamentos se reducen a suaves sollozos. Cuando se incorpora se limpia las lágrimas con la manga del kimono y alisa la manta que cubre a Eiji.
Te perdono, Chichi-ue - dice con suavidad - Descansa en paz hasta que podamos reunirnos contigo.
Con una inclinación Tomoe se despide de su marido. Aunque cargará con el dolor el resto de su vida no se derrumbará ni se dejará abatir por la pena. Cuando se gira hacia Takeshi tiene los ojos enrojecidos por el llanto pero la mirada firme.
Escúchame bien, Takeshi. Hay una cosa en la que tu padre y yo siempre estuvimos de acuerdo: algún día tendrás que asumir tu responsabilidad como señor de Mibu. Esta estación es tu legado, tu derecho pero también tu responsabilidad. Sin embargo creo que viajando en la Ryugujou aún puedes aprender muchas cosas y descubrir nuevas y ideas que traerán gloria y grandeza a esta estación. Por eso estoy dispuesta a permitir que te marches y sigas tu viaje, pero quiero que me prometas que llegado el momento volverás a Mibu y me reemplazarás en su gobierno...
¿A buscarme…? Je… -- Kotaro se mantiene pensativo, recordando al cazarrecompensas Kyozo -- ¿Ahora enviáis a monstruos para intentar acabar conmigo? Lo tenéis que hacer mejor, escoria.
Por otro lado, le desconcierta recordar que la kabaneri es quien estaba intentando matar al mecánico hace unos días desde unas ramas. ¿Quién diablos es el maldito Hideo? Si a él también le querían muerto, ¿podría tener intereses comunes con él?
En cualquier caso, Kotaro se arma fácilmente del valor necesario para afrontar la situación, olvidando que estaba demasiado cerca de la muerte. Desafiar al destino bajo la bandera de lo único que le da sentido a su existencia era más que suficiente para dejar a un lado su humanidad y que fuera su “demonio interior” quien se encargara de tomar las riendas.
Tu amo… Warui Kiro –dice esforzándose por decir con claridad el nombre, queriendo dejar claro que sabe bien quién es— te ha enviado a la boca del lobo. Si tienes la fortuna de sobrevivirme, dile que es hombre muerto.
Ante el ataque de la joven asesina, Kotaro aprovecha la distancia creada para dar un par de tajos al aire y al suelo buscando entorpecer su paso, desviar sus ataques* y preparar con toda su rabia una contraofensiva que no se hará esperar**.
Motivo: Esquivar
Tirada: 2
Resultado: 2+6+5+3 = 16
Éxito
*Kotaro mantiene esta vez la postura defensiva y de nuevo esquiva. Si acaba entrando en “frenesí” irá a parada.
Mierda, ¿tenía que haber marcado la casilla de “Enfrentada”?
**Por si te pudiera interesar, Kotaro está a punto de “estallar”. Al sentirse acorralado y perseguido por quien cree que es alguien que sirve a sus “peores enemigos”, si no ocurre algo que le frene creo que será oportuno utilizar en el próximo turno “Justa Ira” e ir a muerte a por la chavalina.
Fuera del roleo sé que hay un 99% de posibilidades de que sea un malentendido, que conste xD
- Ah, así que habrías hecho lo mismo con casi cualquier otra. - suelta Arisa de pronto con un tono neutro, debatiéndose entre la decepción y el alivio.
Casi resulta irreal la forma en que ha pasado de estar totalmente avergonzada a tener su expresión habitual, aunque no tarda en volver a desviar la mirada ante esa pregunta. Se cruza de brazos y suelta un suspiro, intentando mantener la vista en el estanque, aunque no deja de echar vistazos de reojo a Ryushun.
- Ta-tampoco es eso... - murmura, con las mejillas sonrojadas de nuevo - N-no es que hubiera pensado en ti de ninguna forma especial ni nada... ¡Y mucho menos ahora que sé que habrías besado a cualquiera! - le mira enfurruñada un momento y luego vuelve a evitarle, cada vez más nerviosa - M-me da igual. Puedes hacer lo que quieras... Tampoco sería la primera vez que me cortejaran, así que a lo mejor se te adelantan...
Arisa pasa por su lado, intentando mantener un gesto orgulloso pero resulta cómicamente imposible. Por un momento se queda detenida y le mira, con la ceja algo temblorosa por la tensión y los labios fruncidos, pensando bien qué decir.
- No hagas muchas tonterías. Y más te vale seguir con vida para cuando nos volvamos a ver, porque si no te mataré yo misma. - la psíquica tarda unos instantes en darse cuenta de lo que ha dicho y cuando lo hace baja la cabeza con las mejillas totalmente coloradas, antes de alejarse con paso rápido musitando - Bakabakashii...
La escucho con gesto serio, aunque no dejo de abrazarla con fuerza. Por mucho que ella se haya recobrado un poco de su llanto a una parte de mí sigue siéndole muy necesaria poder sentirla viva, tranquila y (por lo menos ahora mismo) a salvo.
Al final asiento con suavidad, por todas las veces que me lo dijeron sé que no voy a poder hacer lo que quiero durante toda mi vida, salvo que acabemos con la enfermedad del Kabane. Entonces quizás sí pueda ser el señor de Mibu y cumplir mi destino mientras sigo estudiando.
Respetuosamente me inclino hacia mi padre, despidiéndome en voz baja. Cuando vuelvo a levantar la cara me giro hacia mi madre.
-Agradezco la confianza depositada en mí, madre.- Con gesto ceremonial me inclino levemente hacia ella.- Y te juro que estudiaré y aprenderé todo lo que pueda para engrandecer a Mibu y honrar a nuestra familia.- Titubeo un segundo pero sigo sin apenas dudar.- Y que cuando tú decidas que ha llegado el momento volveré y asumiré mi papel como vuestro heredero...-Un gesto de leve descontento y temor cruza mi cara, pero intento mantener el gesto sereno. Cuando mencionaban el tema antes no dejaba de poner la cara de profundo aburrimiento y beligerancia, ahora mismo mi tono es de convicción.- con todo lo que eso conlleva...
Yûki caminaba al lado de Lyashi, con el rostro alzado levemente hacia el cielo, dejandose acariciar por la escasa brisa que llegaba hasta ella, olvidandose por un momento de su función de guardaespaldas. Quizás porque después de ver de lo que era capaz la morena no sentía miedo a que les atacaran.
Escuchaba la conversación entre los dos intentando no pensar demasiado, pues sus últimos pensamientos no habian sido muy agradables.
- Si señor - Volvió a su postura de alerta mientras observaba a su alrededor.
Los hombros de Tomoe se relajan un poco, lo que a Takeshi no le resulta difícil de comprender: su madre ha sido testigo de infinidad de discusiones entre Takeshi y su padre sobre la falta de interés y responsabilidad de Takeshi acerca de sus deberes hacia Mibu y le preocupaba que su hijo hubiera decidido desentenderse definitivamente.
Tu padre tenía motivos para estar orgulloso de ti - dice acariciánole una mejilla. Se pone en pie y espera a que Takeshi la acompañe fuera de la habitación.
Por cierto, me gusta mucho Ueno-san. Si cuando volváis a Mibu traéis con vosotros a vuestro heredero no me voy a molestar...
Puedes escribir un último post en este capítulo ;)
Todo termina en menos tiempo del que dura un latido. Kotaro ve a la asesina abalanzándose sobre él. Se escucha un chirrido acompañado de varias chispas cuando ella utiliza el guantelete para levantarle la katana y acto seguido vuelve a alejarse de él.
Pero no es ella la que se está moviendo sino Kotaro, que ha salido despedido hacia atrás por la brutal fuerza del puñetazo que le ha encajado en el estómago. La visión de Kotaro gira enloquecida mientras rueda por el suelo hasta terminar junto a Sonbei. Lo último que escucha Kotaro antes de sumirse en la oscuridad es a su amigo diciéndole ¡Aguanta!...
Tirada oculta
Motivo: ¡Puñetazo brutal! (Nami)
Tirada: 9
Resultado: 9+12+4 = 25
Éxito
Tirada oculta
Objetivo: Daño de puñetazo (Nami)
Tirada 1d4: 4
Resultado:(4)x8 = 32
No hay lugar para el gasto de Puntos de Drama: aunque redujeras a la mitad la cantidad de daño que sufre Kotaro seguiría quedando fuera de combate. Por otra lodo no hay necesidad de hacer tirada de Supervivencia ya que ella lo quiere vivo y no va a dejar que muera.
Fuera del roleo sé que hay un 99% de posibilidades de que sea un malentendido, que conste xD
La kabaneri ha sido enviada por alguno de los múltiples Adversarios de Kotaro, sólo que a diferencia de Kyozo la han enviado para capturarlo y no para matarlo. Otra cosa es que sea una bestia parda y no vea necesidad de llevarlo consciente.
Sonrío con suavidad y apoyo la mejilla un segundo en la palma de su mano. A veces tenemos que hacer lo que no queremos, aunque eso incluya adoptar unas responsabilidades para las que no estoy preparado ni de lejos. Ahora mismo necesita que yo le dé toda la ayuda necesaria y me comporte, no que haga el escollo. Debería agradecer que no tenga que quedarme ya ahora, así que tengo tiempo de dar todas las explicaciones necesarias, mentalizarme e intentar lograr lo mejor de una situación horrible para todos.
La acompaño fuera de la habitación con tranquilidad pero cuando oigo la última frase sin querer tropiezo y me quedo parado un segundo, mirándola sorprendido. Sin poder evitarlo me ruborizo violentamente y luego sonrío de medio lado. Me la imaginaba más como “primero le pides la mano a su padre, luego la conviertes en una mujer honesta y luego le pones un bebé en los brazos. Esa es la forma adecuada, Takeshi”. Acaba de cogerme muy a contrapié, pero inexplicablemente hasta me parece una buena idea. Creo que necesito dormir...sonrío más ampliamente e intento camuflar mi gesto con una tos.
-Me alegra que te guste Chihiro, madre.- Comento en voz baja mientras me rasco la nuca con la mano, tengo las orejas ardiendo. Si no tuviera tanto miedo de que a ella le pasase algo incluso me lo plantearía, pero ni siquiera sé si ella siente lo mismo por mí, y no sé si tendré el valor de arriesgarme. Sólo sé que prefiero morirme antes que perderla, la mera idea me provoca escalofríos.- Intentaré hacer las cosas como es debido, te lo prometo...
Yo como persona he alucinado un poco, me explico: me imaginé que el comportamiento sería más "nobiliario", algo así como petición de mano-boda-bebé, y me ha hecho gracia lo de "si os traéis un crío por mí genial!".
El golpe fue certero y al menos le dí una muerte rápida. Era un minúsculo consuelo comparado con todo lo ocurrido pero tampoco podía hacer mucho más. Estaba acercándome a su cuerpo para recogerlo mientras me limpiaba la boca de su sangre cuando otra idea se me cruzo por la cabeza. Todo seguía demasiado silencioso y nadie había reaccionado a sus gritos de ayuda ni a al ruido de la pelea, asustado cambio de dirección y me dirijo rápidamente hacia la locomotora para comprobar que el resto, en especial Kagura, estaban bien.