Alguien colgó este cartel en la zona cero. Justo encima de los ascensores que conducen a los subniveles. Dicen que fue alguien con un peculiar humor negro, otros cuentan que fueron los guardias para mofarse de los refugiados, incluso algunos dicen que apareció sin más de la nada... El caso es que nadie lo a quitado y con el paso de los años se a llegado a convertir en uno más de la torre. Los guardias le han llamado Eddie por generaciones, pero nadie sabe el motivo.
Purgatorio
El subnivel uno. El lugar que se preparo lo mejor posible para dar refugio provisional a los muchos refugiados que llegaban de todas partes del mundo. Cuenta con unas infra-estructuras mínimas, muy mínimas y deterioradas al extremo como un aula que hace las funciones de escuela para los niños. Desgraciadamente ningún licenciado en magisterio pisa los subniveles y por tanto el profesor es un voluntario de entre los refugiados que enseña a los niños a leer, escribir y lo malo que es para su salud morder cables de alta tensión o meter los dedidos en los engranajes.
También cuentan con George, un tipo peculiar que es tataranieto de un medico famoso que llego a la torre como un refugiado mas. George jamas ha estudiado ni media palabra medicina, cuanto sabe es por trasmisión oral de padres a hijos, no obstante es lo mas parecido a un doctor que hay allí abajo.
Es un hombre con malas pulgas, muy respetado incluso por los más viles seres que recorren los niveles más bajos de los sótanos. Se cuenta que estuvo casado y que perdió a su mujer de forma trágica en un accidente que le costo una irreversible lesión en una pierna, también se cuenta que sus dos hijos murieron y es un adicto a múltiples sustancias.... aun así es mejor medico que hay.
Pese a lo precario de la enseñanza y la sanidad, los niños crecen como setas y espabilan pronto, aprenden idiomas de todas partes del mundo por escucharlos hablar desde su nacimiento y crecen corriendo entre las callejuelas artificiales que se han ido construyendo con el paso de los años.
Algunos de estos chicos tendrán la oportunidad de trabajar en la planta depuradora de agua o en de reciclaje de desechos no orgánico, separando materiales para su posterior reciclado.
Este subnivel cuenta con algunos privilegios, como los ínfimos apartamentos de 10 metros cuadrados para familias numerosas o ser los primeros en recibir las raciones de alimento diarias. También son los primeros de la lista para recibir las vacunas o medicamentos excedentes de la torre, cuando esta cerca su fecha de caducidad.
El subnivel uno se ha convertido en el reflejo torcido de lo que pudiera haber sido el suburbio de una gran ciudad cosmopolita y abierta. Se hablan todos los idiomas en una mezcla natural que esta muy lejos del ingles, Lengua oficial de la torre. La luz natural no llega al sótano primero por lo que las calles que se han ido construyendo con el paso del tiempo parecen estar sumidas en una constante oscuridad, solo rota por las luces de neón.
La gente ha ido creando sus propios negocios, no todos ellos legales pero los agentes de seguridad suelen hacer la vista gorda siempre que no se monte mucho jaleo.
Por lo general es un distrito tranquilo, cada cual va a lo suyo y si no buscas problemas puede ser hasta agradable.
La mayoría de los habitantes del purgatorio tienen la seguridad de que algún día, futuras generaciones, podrán salir de la torre y la tierra sera de nuevo habitable.
Sub nivel dos: Averno
Nadie supo ver la magnitud del desastre, de unos pocos cientos de refugiados pasaron a ser miles en un goteo incesante. La previsión se colapso, la marea de refugiados requirió medidas urgentes y se abrió un segundo nivel de una forma todavía más precaria.
La gente que llegaba cada vez venia de mas lejos y estaban más desesperada por encontrar refugio. Algunos lo perdieron todo por el camino para llegar a habitar un sótano y vivir como cucarachas.
Y si ya era un sitio repugnante para vivir en tiempos de tus tatarabuelos, imagina como esta ahora tras años de degradación, sin ningún mantenimiento aparte de las chapuzas que van haciendo sus habitantes.
En este nivel sobrevivir a otro día es a cuanto llega la esperanza. Casi todo lo que hay aquí perteneció a otro en algún momento, ya sea sacado de los contenedores de reciclado o "tomado" sin permiso de sus propietarios.
Los agentes de seguridad son aquí el enemigo, solo por pertenecer a este nivel ya te puedes llevar una paliza si te encuentran en otro sótano. Se cuenta que son todos corruptos y están bien pagados para hacer desaparecer "el exceso" de chusma en los subniveles.
Las drogas se sintetizan con residuos químicos de las fabricas bajo tus pies pero es desde aquí donde se maneja su transito por toda la torre. Si, por toda ella, a los niños ricos también les gustan las buenas fiestas y las pagan bien.
Pero no todos los negocios son turbios, muchos han encontrado un gran negocio en la creación de películas de realidad virtual inmersiva, si, la mayoría es de contenido adulto pero aquí sobran las chicas dispuestas a rodar por una cantidad generosa de créditos u oro.
La sanidad en este sótano no existe, al margen de cuatro matasanos que saben coser puñaladas y otros cuatro locos que te pueden implantar un brazo mecánico si pierdes el tuyo en algún accidente.... claro que te arriesgas a despertar con un pulmón menos. Los "médicos" aquí han aprendido a base de prueba y error, dejando lisiados y cadáveres como parte del aprendizaje.
En lo referente a la educación, cada padre se ocupa de su crío. Existe una especie de cuarto donde una vieja loca enseña a leer a los niños, es un buen sitio para aparcar a los mocosos mientras te ocupas de otros asuntos pero tampoco esperes que salga de ese sitio ningún premio novel.
Subnivel tres: Pandemonium
Se dice que la marea de gente no cesaba, que la había gente que murió aplastada o pisoteada ante las puertas de la torre pero los grandes lideres no estaban dispuestos a ceder más espacio y cerraron las puertas. Sus preciadas mercancías ya estaban mal amontonadas en otros lugares, habían despejado y preparado una superficie mayor a cincuenta campos de fútbol para los refugiados, consideraban que ya habían hecho suficiente. Sucedió lo que era de esperar, encontraron la forma de entrar y lo hicieron como una oleada salvaje.
Se pidió a la seguridad de la torre que abriera fuego pero muchos no tuvieron valor de disparar a mujeres y niños, aun así hubo una gran revuelta, muchos muertos y heridos.
La historia es muy confusa respecto a estos hechos, lo único que se sabe es que alguien pirateo el sistema y obligo a los grandes montacargas a bajar hasta el tercer sótano, el cual fueron ocupando sin ningún tipo de orden. Se quedaron lo que encontraron y se establecieron donde pudieron, reutilizando las enormes estructuras de carga, pinchando la luz y el agua....
La única ley que el tercer sótano admite son las ordenes de quien se proclama como el líder de un grupo, considerado como criminal por la torre y conocido por el nombre de los "fantasmas rojos". Se dice que sus integrantes se dedican al pillaje, la extorsión, el saqueo y el asesinato, sin dejar de lado la prostitución, la trata de blancas y las drogas de todo tipo.
No obstante, pertenecer a los fantasmas es el sueño de todos los muchachos, son vistos como los héroes que consiguen llevar comida, mantas y medicinas donde nada llega. Son los únicos que mantienen a los guardias alejados de los niños, los que han jurado a los suyos que algún día tomaran la torre y se liberaran de los dictadores que los tienen sometidos.