Partida Rol por web

Miro el libro frunciendo el ceño.

- Verá, es importante. Creo que en esos tatuajes puede haber alguna clave para protegernos de esa criatura que atacó la ciudad. Incluso si me equivoco, probablemente pueda ayudarnos a enfrentarnos a ella sin que acabemos como Yaril·la... - comento. - Entiendo que quiera cuidar sus libros, pero en mi - titubeo un momento, sin sentirme realmente cómodo al recordarle que vengo de otro mundo - región los libros son escasos y se encuentran en muy mal estado, así que estamos acostumbrados a tratarlos con cuidado. De todas formas, si necesita algún tipo de fianza, puedo dejarle un depósito por el libro hasta que se lo devuelva - comento.

Extiendo sobre la mesa el dibujo que le he enseñado aparte, de forma que lo pueda ver Ángela. Se trata del símbolo que apareció en el suelo cuando llegamos a este mundo.

- Si hay algo que puedas corregir o si recuerdas la orientación exacta, igual el señor Trevor puede ayudarnos a identificarlo - le digo a la mujer - y saber qué es lo que nos ha traido hasta aquí.

- Vaya, ha sido un descubrimiento importante. - admití ante la buena labor de Riley, había demostrado una capacidad notable para dar con información relevante o que tenía potencialidad para serlo. Sin duda, también era portador de razón cuando mostraba su interés por llevarse el libro.

 Intercambié la atención de mi mirada, variando entre Trevor y Riley.

 - No lo recuerdo, pero dejé constancia del símbolo en una grab.... - negó, debía explicar algo más sencillo que la capturadora del halo, se tocó con el índice la mejilla, señalando sus ojos, sobretodo para que Trevor lo entendiese. Riley parecía más avanzado, pero no daría nada por hecho. - Trevor, ¿recuerda que le hablé de las posibilidades de unas gafas que recuerden lo que se lee?

 Pueden hacerlo con algunas imágenes. Cosas que vemos. Como una cara. La fachada de un templo. Y cosas así. - le sonrió orgulloso, recordando que si tenía acceso a una mesa de trabajo suficientemente elaborada le debía unas al bibliotecario. - Si me da permiso puedo hacer lo mismo con este tomo,  o al menos con las partes interesantes. - dio marcha atrás, no deseaba copar la memoria del dispositivo de capturas innecesarias. No por falta de capacidad, pero debía pensar que su viaje podía ser más largo de lo que había querido admitir.

 Ya debería saber que estaba dispuesta a contribuir económicamente, pero no dije nada, le gustaba la idea de que Riley también contribuyese.

 - Luego dependeremos un poco de mi capacidad para representarlo en un papel, aunque puedo ajustar los nanitos para que dibujen las figuras de forma fiel sobre una superficie suficientemente visible.

 Quiero decir... - casi rió - creo que tengo algún truco para que todos podamos verlo si es necesario. Pero necesitaré hacer unos ajustes.

 Se golpeó con el nudillo derecho la armadura a la altura de los senos. no dejó de sonreír.

Trevor lo pensó un poco, algo disgustado por tener que negar dos veces a aquella gente.

Está bien... Puede recordarlo con sus gafas. Al fin y al cabo... Puede ser realmente valioso para su gente, y para vengar a los que murieron en la plaza. Siéntase libre de recordarlo, y usted de repasarlo todas las veces que necesite, señor Riley.

Hasta donde yo sé, una filacteria sirve para atrapar tu propia alma, con el objetivo de que si tu cuerpo es destruido, no mueras. Para atrapar almas involuntarias... Supongo que se llamarán de otra manera, aunque bien podríamos llamarlos 'prisiones'. Desconozco qué pasa con el cuerpo de la víctima de una magia como esa, y sí, en ambos casos se trata de poderos y peligrosa magia negra.

Si desea extraer ese alma invasora de dentro de la mente de la diablesa, quizá poderosa magia de exorcismo sea capaz de hacerlo, y liberarla del yugo que la domine. Los clérigos son particularmente buenos en esos menesteres.

 Creo que podríamos plantearle 'lo mio' como un accidente mágico... o una maldición. Probablemente no lo sea, pero servirá para que dejemos de dar vueltas al asunto y vaya al grano. Entiendo que quiere mantener lo que sepa de magia negra lejos de personas que no sean completamente de fiar... Hemos de hacerle creer que nuestros objetivos no son esclavizar a nadie ni hacernos inmortales si queremos que nos ayude de verdad.

Asiento mirando a Ángela, sin tener del todo claro qué es lo que está proponiendo. Entiendo la parte de las gafas y, hasta cierto punto, su capacidad de grabación, pero eso de los nanitos para reproducir las imágenes se escapa al nivel de tecnología al que estoy acostumbrado.

- Gracias, Ángela. Si puedes conseguir que tenga acceso al libro con esas gafas, creo que puede servirnos de ayuda si volvemos a combatir contra esas criaturas.

Me acerco a ella y le pregunto, interesado por su tecnología. - ¿Me explicas cómo funcionan esos nanitos? Las gafas imagino que tendrán alguna cámara oscura y material fotosensible, aunque no sé dónde encontrar los químicos para transferirlo en este lugar. ¿Esos nanitos los reemplazan de alguna forma?

Al hablar sobre los químicos se me ocurre una nueva pregunta para el bibliotecario. - Ahora que lo pienso, ¿hay algún lugar en la ciudad donde poder comprar azufre y nitrato potásico? - pregunto. - También necesitaría unos pequeños tubos de metal, de 5.56mm de diámetro y aproximadamente cuatro centímetros y medio de largo. ¿Tienen alguna forma de fabricarlos?

Mis años como chatarrero me han llevado a fabricar ocasionalmente proyectiles para nuestras armas. La pólvora antigua es fácil de fabricar, aunque me obligará a limpiar el rifle a menudo para retirar los residuos que genera. La bala en sí misma no debería ser un problema fabricarla, siempre que aquí conozcan el torno, pero me preocupan un poco más los casquillos, que necesitan la cantidad precisa de pólvora para acelerar el proyectil como dios manda. En mi mundo es frecuente encontrarlos en las ruinas, sin duda munición utilizada mucho tiempo atrás, pero no sé si aquí van a poder hacerlos con la precisión necesaria.

Asiento cuando habla de los clérigos.

- Sí, Yaril·la me explicó cosas sobre el Plano de la Fuga y que los clérigos tienen conjuros de exorcismo capaces de expulsar allí a algunos espíritus. Hablaré con ellos sobre ese tema cuando vuelva al templo - le digo al bibliotecario. - Sin embargo, no creo que sea la forma en la que esa criatura ha invadido el cuerpo de la diablesa. Tal vez fuese algún efecto psiónico fallido, una especie de accidente mágico que pueda solucionarse de alguna forma - expongo utilizando la idea de Sophie. Por la impresión que me da hasta el momento, no voy a sacar demasiadas cosas en claro de esta gente, así que la opción de empezar a expermientar con los tatuajes me parece la mejor alternativa.

Claro que, por lo que pone en el libro que está grabando Ángela ahora, las tintas necesarias son demasiado caras para la función que proporcionan.

 Una cosa era hablar de medicina y otra de tecnología. La tecnología era un arma de doble filo, podía desequilibrar aquel mundo y el del propio Riley. Angela no podía ser responsable de eso sin más información. Confiaba demasiado en que aquel hombre armado sería capaz de aprovechar cualquier cosa que pudiese aprender. De algo estaba segura, su mundo no estaba preparado para lidiar con la responsabilidad y los problemas éticos que lleva consigo la nanotecnología.

 Deberías empezar a hablar de una forma más básica. Quizás la "magia" no esté tan mal para explicar algunas cosas.

 Pero la doctora no deseaba engañar a nadie. Aquella situación empezaba a ser una contradicción interna constante para ella.

 - Son herramientas. - descorchó aquella palabra con dificultad, rebuscando una forma de encarar aquella explicación sin derivar en más problemas, sin brindarle a Riley una tecnología que no deseaba que usase de forma autónoma. - pero muy pequeñas. Son tan pequeñas que, aunque se junten muchas, no pueden verse ni forzando la mirada.

 Sin embargo, pueden emitir luz. Como la que brota de mi bastón. - lo miró, no muy convencida - quizás pueda configurarlo para regular la intensidad y hacerlo más nítido. En el peor de los casos podemos improvisar una máquina sencilla de diapositivas. - barajaba más opciones - es lo más simple que se me ocurre, aunque hay posibilidades más avanzadas.

 Respecto a la captura....no es mi especialidad - se zafó, aunque ella había implementado todas las funciones, no era una enciclopedia ambulante, sin material de consulta muchas cuestiones eran imposibles de explicar allí, al menos, de forma exacta - pero no tiene que ver con los nanitos. - del todo - su funcionamiento es más parecido al de un ojo humano que a cualquier otra cosa, en ese sentido, sólo es una especie de "retina" artificial. Pero puede "retener" muchos datos y de forma muy exacta.

 Funciona bien, de modo que por el momento no necesitamos buscar ningún químico para hacer una cámara de fotos.

 intentó frenarle, aunque no pasaba por alto la intención de crear algo similar a un proyectil.

 - Sólo en el caso de replicar uno de estos - dio un golpecito en su halo - tendría sentido. 

 Dame tiempo para probar si es posible proyectar una diapositiva, y si no funciona, veremos que se nos ocurre.

 Le pidió algo de calma, de todos modos, Angela había aceptado rápido que iban a permanecer allí durante, al menos, varios días. Nada indicaba que aquello fuese a cambiar.