Entiendo...- dije tras escucharla -En ese caso, supongo que terminaré contratando uno...- le dije -Aunque dado que supongo que me quedaré unos días en Velen, lo haré cuando vaya a partir- añadí antes de que comenzase a escribir mi nombre en su libro -Al fin y al cabo, no espero meterme en ninguna batalla en medio de la ciudad- le dije con una sonrisa. Por un momento, me planteé levantarme y despedirme... pero tras haber estado hablando con la túnica dorada, me había entrado curiosidad sobre su orden. Seguía sin estar de acuerdo con que tratasen su capacidad de curación como si fuese una mercancía... pero en el fondo, admitía que no era tan despreciable como pensaba. Y al fin y al cabo, no es tan distinto de vender tu espada o tu magia- me dije. Espero no haberle hecho perder el tiempo, Victalyn...- le dije, pues a pesar de haber tenido que estar respondiendo a mis preguntas y haber ocupado su tiempo, finalmente no había contratado nada -Pero, si me permite molestarla un poco más, me gustaría saber algo más sobre Waukin y su religión- dije -Admito que no sé mucho más aparte de los seguros que proporcionáis- añadí.
Ningún problema, señor
Victalyn miró de nuevo a Mólor un segundo antes de responder.
El comercio lo mueve todo. Mueve la gente, el conocimiento, la exploración, incluso promueve la paz, ya que cuando el comercio es próspero, la guerra no resulta tan rentable. La gente viaja a lugares lejanos en busca de nuevos recursos y explotaciones, con visión de negocio se elaboran nuevos inventos de cualquier tipo, con el dinero y las posibilidades que trae el comercio, los pueblos crecen y pasan de aldeas rurales autosuficientes a ciudades... Sin el comercio, nada sería lo que es.
Es por eso que Waukin es una diosa importante. A pesar de lo que te puedan decir por ahí, no fomenta la simple acumulación de riquezas per se, si no el crecimiento, tanto a nivel personal como económico, premia la audacia comercial y la buena gestión.
La Doncella Dorada anima a sus seguidores a ser emprendedores y audaces, astutos, pero honrados, así tendrán la atención y la bendición de Waukin.
Tras la breve explicación, unió las yemas de los dedos y pensó un momento mientras Mól decía algunas impresiones. Luego preguntó.
¿Puedo hacerle yo una pregunta? Ante la afirmación de Mól, asintió y preguntó.
No parece usted un comerciante, es más... el hecho de que no conozca siquiera a la Doncella Dorada, aunque tenga educación y modales, hace que sitúe sus orígenes muy... lejos de cualquier civilización. Unido a que le vi con la sacerdotisa de Tempus, a la que claramente le caemos como un pescozón... Me lleva a preguntarme qué interés tiene en mi clero, porqué... realmente ha venido aquí a hablar conmigo.
Tirada oculta
Motivo: Victalyn: Av. Intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+8)=22
Escuché con atención sus palabras, asintiendo cuando dijo si podía hacerme una pregunta… pero cuando lo hizo, me pilló desprevenido, pues desde luego no esperaba esa pregunta.
Es más avispada de lo que parece…- pensé, reprendiéndome por no ser más cuidadoso.
Pues…- dije, intentando ganar unos segundos para pensar que decir -No le falta razón, es cierto que vengo de un lugar bastante lejano…- le dije, sin especificar, pues no quería meterme en eso si no era realmente necesario -Y si, admitiré que tampoco tenía intención de contratar ningún seguro- empecé a decir, puesto que sabía, que cuanta más verdad tuviesen mis palabras, más fácil sería convencerle de las partes que no la tenían -Pero como le he dicho, vengo de un lugar bastante lejano, así que tenía curiosidad por saber que eran y cómo funcionaban esos seguros, así como también más sobre su Diosa- le dije -Y para que mentir, también quería saber el porqué de la opinión de la sacerdotisa de Tempus sobre su clero- le dije, y al menos hasta ahí, era todo verdad… por supuesto, no toda la verdad, claro está, pues o mucho me equivocaba, o admitir que Yaril·la y yo queríamos usar el que nos hubiesen pillado en plena diversión para hacer pensar que quien se divertía conmigo era ella, no iba a acabar pero que nada bien.
Antes que decir eso, me vuelvo al calabozo con los piratas- pensé.
Por otra parte… me gusta conocer cuánto puedo a aquellos con los que viajo- dije, y en realidad, no era del todo falso, más me valía conocer a cuantos pudiese para aprender cuanto antes todo lo posible sobre aquel mundo. Además, si preguntaba, vería que no solo había hablado con Yaril·la, sino con el mago de la bodega y el capitán, eso sin contar mis infructuosos intentos de hablar con el mago gruñón y los magos del ejército, claro -Y la verdad es que no tiene el aspecto de alguien a quien se pueda abordar fácilmente, así que supuse que preguntar por los seguros era la mejor manera de lograrlo- le dije.
Victalyn asintió mientras escuchaba a Mól, dejando ir algo de aire cuando habló de Yaril·la.
Le agradezco que nos conceda el beneficio de la duda antes que simplemente creer a pies juntillas la primera versión que escuche. Demuestra mucha sabiduría por su parte, se lo agradezco.
Si me hubiera preguntado no habría tenido demasiado problema en responderle: Resulta que tuvimos una conversación que derivó en una discusión bastante acalorada con la Guardiana de batalla cuando nos unimos a la expedición. No puedo decir que nos pusiera un dedo encima, pero sí resultó bastante violenta en su conversación, y tampoco es que mi superior hubiera hecho demasiado por calmar los ánimos, para ser fieles a la verdad.
Tomó aire, ordenando algunas cosas antes de continuar.
No todos los Guardianes de batalla son tan cerrados, y me sorprende en alguien tan joven. Ella argumenta que ya que estos soldados se juegan la vida precisamente para que el comercio fluya, Waukin debería ofrecer esos servicios gratuitamente. Alza una mano pidiendo que no la interrumpa. Eso puedo comprenderlo, y visto desde fuera, tiene su lógica, sin embargo... Carraspeó. No es que conozca el dogma de Tempus, pero imagino que un Guardián de batalla no puede simplemente huir de un combate. Del mismo modo, un Túnica dorada no puede simplemente dejar pasar una oportunidad de negocio.
Más aún... somos voluntarios. Yo tengo mis propios negocios en tierra, y los desatiendo, y me arriesgo a que el delegado que dejo tome una mala decisión, o mi propia integridad al embarcarme en esto. Tampoco es que me fuera a quedar de brazos cruzados si nadie está asegurado a bordo, ¿Comprende? pero al menos, y ya que desatiendo mis propios negocios, hay que tener un poco de vista y aprovechar la oportunidad.
Piense un momento... ¿Porqué no exige lo mismo al resto de cleros? Es decir, Tyr, Torm, Ilmáter... Qué sé yo, hasta Eldat tendría razones para que la guerra con los Sizhilizianos terminase. Ellos no han enviado a nadie, y no parece que se lo esté exigiendo. Me parece un trato bastante injusto.
Tyr es el dios de la Justicia, Torm de los Paladines, Ilmáter de los que sufren, y Eldat de la Paz.
Supongo que ambas tenéis algo de razón…- le dije tras escucharla -Aunque por lo que dice, creo que lo que molesta a la sacerdotisa de Tempus es ver como os aprovecháis del miedo de sus compañeros de batalla para sacarles todo el dinero que podáis…- le dije -Desde su punto de vista, me refiero, o al menos eso es lo que creo…- añadí para dejar claro que no lo veía así… o al menos, que no le estaba diciendo que hiciese eso -Claro que puede que me equivoque, pues tampoco puedo decir que la conozca demasiado- le dije -Y respecto a lo de retirarse y no aprovechar negocios…- murmuré, pensando al respecto.
La verdad, es que sin conocer bien los dogmas, o mejor dicho, ninguno de los dogmas de los dioses de aquel mundo, ciertamente no podía saber la respuesta a eso… pero por otra parte, tras años estudiando de libros y manuscritos viejos que casi nadie sabía interpretar y que nadie había podido usar desde hacía más de mil años, estaba acostumbrado a intentar dar con las respuestas por sí mismo.
Supongo… que depende- le dije -Es decir… supongo que dependería del porqué más que de la simple retirada. Por ejemplo… ¿Waukin vería con buenos ojos el no aprovechar oportunidades de negocio en el momento si el motivo es intentar lograr una mayor en un futuro?- le pregunté, interesado en la respuesta -Y sobre lo de exigir también a otros cleros que aporten sus sacerdotes… bueno, es difícil hacerlo cuando no hay nadie de ellos a los que dirigirse, ¿no cree?- le planteé.
Victalyn escuchó a Mólor asintiendo.
Bueno, esperar a un momento más propicio para invertir sería astucia, y la astucia para los negocios es más que deseable. En cuanto a sus compañeros de batalla... Bueno, como comenté antes siguen saliendo beneficiados de que hayan más sacerdotes a bordo, tengan o no seguro.
Tomó aire y lo dejó ir lentamente cuando lanzó al aire la pregunta sobre los sacerdotes de otras fes.
Espero que cuando llegue a tierra les dé el mismo sermón a los demás sacerdotes. No es que me importe la aprobación de esa mujer, pero al menos no me quedaría con la sensación de que es por nuestra fe, si no que simplemente... es así de intolerante.
No creo que sea por vuestra fe…- le dije a Victalyn -Y seguramente tampoco es tan intolerante como creéis- añadí -Yo diría que, en realidad, lo que pasa es que, entre la mala primera impresión tras la discusión con vuestro líder, que parece ser bastante testaruda y que, en realidad, no os conoce. Si uno suma todo eso, hasta es lógico que piense como lo hace ¿no creeis?- le dije -Con las dos primeras cosas no hay nada que hacer, pero la tercera siempre puede arreglarse… y al final suele ser la que más importa- añadí -Al fin y al cabo, antes de conoceros, pensaba que seríais una persona estirada a quien solo le importa el dinero y que no dudaría en desplumarme a la mínima oportunidad- comenté, con sinceridad pero también en un tono y una sonrisa que indicaban que no era lo que pensaba ahora de ella.
Victalyn soltó una única risa breve.
¡Vaya, tendré que revisar mi imagen entonces! Sacudió un poco la cabeza, levantando las cejas con los ojos cerradas, en un gesto de 'mejor dejémoslo'.
De vuelta a su sonrisa habitual, pensó un poco la respuesta.
Sospecho que sería un esfuerzo muy grande y estéril ¿Qué ganamos con llevarnos bien? Mientras cada una haga su trabajo, las cosas irán bien. Una no puede llevarse bien con todo el mundo. Se encogió de hombros. Especialmente con quien no quiere llevarse bien contigo.
Respondiendo con un encogimiento de hombros a su gesto de 'mejor dejémoslo', escuché su respuesta.
¿Quién ha dicho que tenéis que llevaros bien?- le pregunté -Solo digo que intentar limar asperezas nunca es mala idea, especialmente si la alternativa es viajar e incluso luchar junto a alguien que te desprecia por lo que eres sin tan siquiera molestarse en ver cómo eres- argumenté -¿Qué puedes perder por intentarlo?- le pregunté.
Supongo que perder, tan solo perdería tiempo. Y yo tampoco es que vaya a luchar. Respondió a Mólor sin perder su sonrisa. Está bien... Si me sobra algo de tiempo, veré de acercarme a charlar con ella, ¿De acuerdo?
Probablemente no tenía intención de hacerlo...
Tampoco es que te esté obligando, solo es mi opinión- le dije, intuyendo que decía aquello más para que no siguiese con el tema más que porque realmente pensase en hacerlo -Por otra parte, y aunque no me importaría pasar la noche hablando…- dije, añadiendo mentalmente un “y otras cosas” a modo de broma interna, aunque sin dejar que ello se reflejase en mi rostro -Creo que ya he abusado demasiado de tu hospitalidad- le dije, haciendo un ademán de levantarme -A no ser que quieras hablar de algo más…- añadí, esperando a su respuesta para levantarme o quedarme.
Victalyn negó. Bueno... Creo que la charla ha sido ya bastante fructífera... tal vez en otra ocasión Sonrió. Que tenga un buen viaje y disfrute de su libertad, señor Mólor.
Gracias- le dije mientras me levantaba -Ha sido un placer poder conocerla, lady Victalyn… tal vez en otra ocasión podamos seguir charlando y haciéndolo- dije -Que tenga un buen viaje y fructíferos negocios- añadí a modo de despedida.