Saliste de aquel refugio antes de lo previsto, cualquiera diría que ya no eras la misma persona que hace poco tiempo. Contigo llevabas provisiones y un mapa, tantos lugares que visitar y tan poca experiencia acerca del mundo real. Tanta rabia e ira y tanta tristeza a la vez. No era una vida que todos deseasen vivir, más bien lo contrario, pero.. qué mas da, era tu vida y estabas empezando a vivirla después de tanto tiempo encerrado cual pájaro en su jaula. Ahora podías ver todo en primera persona, ahora tenías el control sobre ti mismo y sobre tus acciones. ¿A dónde deberías ir?
El sol impacta sobre tus ojos, el aire vuelve a rozar delicadamente tu rostro, evitas mirar hacia el lugar en el que se hallaba tirado el cadáver, al menos en un inicio.
Podrías manifestar un lugar en concreto al que te gustaría ir, quizás termines llegando o no, depende, así como si quieres buscar algún vehículo u objeto en concreto. Como ya sabes, al final soy yo la que te va llevando de un lado a otro :P Pero por iniciar tu historia de alguna forma.
Salgo al exterior, al abrumador Afuera. El mundo que se abre ante mí me parece infinito, al igual que los peligros que lo pueblan. El sol me golpea en los ojos y me ciega, la brisa fría de la montaña me acaricia. Tengo miedo, pero no voy a dejar que me afecte.
Miro el mapa que estrujo entre mis manos, busco Almería, busco la costa. Pienso que quizá junto al mar el aire sea más limpio, y será más fácil orientarme. No me hago una idea de la distancia a recorrer, pero imagino que hasta la costa es todo bajar, dirección sur; y luego seguirla hacia el este. Es lo más fácil si no quiero perderme.
Busco una bici, siempre quise tener una. En el refugio había una, estática, solía pedalear mientras observaba el monitor del ordenador. Ahora siento emoción al pensar que voy a experimentar la realidad, la velocidad, el equilibrio, el aire en mi cara...
Escribo desde el móvil...
Te pierdes por las calles de Capileira en busca de un transporte en el que moverte, tras recorrer varios patios y estrechos callejones divisas algo a lo lejos, la silueta bien podría parecer la de una bicicleta pero al estar tapado con una malla grisácea no puedes confirmarlo. Te acercas y destapas aquello, es una bicicleta. La observas con fascinación y te montas sobre ella tratando de mantener el equilibrio entre tu cuerpo, la maleta y el eje de la bicicleta, por suerte te encuentras en una pendiente por lo que pronto aprendes el manejo de ésta. Mientras avanzas no observas nada más que un vacío enorme en cuanto a humanidad se trata. El camino se antoja largo pero llevas suficientes provisiones como para llegar a la costa en perfectas condiciones. Más o menos te restan unas 12 horas en bicicleta hacia el lugar al que quieres ir, por lo que, debes de hacer varias paradas antes de llegar a tu destino para descansar. Es de día pero en esta época del año oscurece a las 20:00, por lo que debes de descansar en algún lugar dado que no hay iluminación por la noche.
Pronto pierdes de vista el pequeño pueblo y lo que ves a tus espaldas es un mar de niebla que atraviesa las montañas. Este es el mundo real, es crudo y bello, puede ser mortífero y doloroso a la par que intrigante y hermoso. Este no sería más que el principio de una nueva experiencia que cargarías a tus espaldas, un paso hacia la verdad y dos hacia la realidad.
Aún esta amaneciendo por lo que te queda un largo camino por recorrer...
Motivo: Bici o Moto
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Montar
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+4)=11
Haz una tirada de resistencia, 1d10, el número que salga será el número de horas que logras avanzar en bici de forma seguida. Hazlo tú que si yo tiro por tí seguro que saco un 1. Por cierto, a pesar de no haberte dicho nada, me alegro de que formes parte de la partida, me gusta el "nuevo" Komoi. Según lo que saques en los dados veremos a ver en qué paradero terminas, si quieres puedes postear, sino pues simplemente puedes tirar.
Me sorprende lo fácil que es montar en bici. Al principio casi pierdo el equilibrio un par de veces, pero rápidamente le cojo el tranquillo. Bajo hacia la costa. Apenas tengo que hacer esfuerzo, ya que la pendiente me ayuda en casi todo el recorrido. El Afuera es inmenso, veo montañas, y a lo lejos veo el mar. Creía más poblado el exterior, pero empiezo a pensar que son las ciudades donde se aglutina la gente.
El aire frío me hiela la nariz y las manos. La espalda empieza a dolerme, al igual que el culo. Me siento libre. Me siento más real.
Antes de que oscurezca busco un lugar pequeño, que pueda cerrar desde dentro fácilmente, donde pasar la noche.
Motivo: Horas de bici
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Gracias máster!
Consigues avanzar 6 horas de trayecto, sin embargo, entre parada y parada para descansar observas el cielo y ves que ya casi va a anochecer. Tras buscar casi a tientas un lugar en el que pasar la noche, te fijas en que hay una pequeña parcela cercana a la carretera. En su letrero identificas el nombre de aquel lugar "Casa Poncitlán".
A simple vista no hay nadie, por lo que te atreves a aproximarte hacia allí. Llamas a la puerta pero parece ser que allí no hay nadie, consigues que ésta se abra con facilidad pues parece haberse quedado entreabierta. Dentro de allí no hay mucho más que un par de muebles antiguos, entre los que se encuentran un sofá y una cocina típica de melamina en color beige con la encimera en color negro. Por el aspecto de la casa se podía decir que había vivido gente allí. Cuando te encuentras revisando en tu mochila algo con lo que iluminarte, un sonido hace que pegues un pequeño respingo.
El sonido parece provenir del sótano.
Si quieres abrir la puerta del sótano tira 1d10.
No he calculado bien la hora y la noche se me ha echado encima. Dejo la bici apoyada en la puerta, y me adentro en la Casa Poncitlán. Al leer el nombre me imagino que un mexicano venido aquí dejó la huella de un nombre azteca en la casa que construyó. Probablemente estará muerto; todos, o casi todos, lo están. Este pensamiento me deprime, pero estoy cansado. Sólo quiero encontrar un lugar tranquilo en el que dormir.
Una vez dentro busco la linterna en mi mochila, ya que la oscuridad empieza a engullirlo todo. La casa es sencilla, apenas una habitación, con un par de ventanas con rejas. Eso me gusta, me hace sentir más seguro. Me siento en un rincón y respiro profundamente. Empiezo a repasar en mi mente todo lo que ha pasado estos últimos días cuando oigo un ruido.
Me sobresalto. Es un ruido que parece venir del sótano. Otro sótano. ¿Otro refugio? No es posible, no es probable que haya tantos refugios, no puede ser. No sé si la puerta está cerrada. ¿Me habrán oído? Seguramente sí, no he tenido cuidado al entrar. Me asusto, empiezo a ponerme nervioso. No tengo tiempo de irme a otra parte. Es de noche. Quiero dormir.
Finalmente me digo que lo más probable es que no sea nada, pero la idea me inquieta, no puedo estar tranquilo. Debo salir de dudas si quiero dormir tranquilo esta noche. Así que me preparo por si tengo que salir corriendo, meto todo en la mochila y me aseguro de que la puerta de la casa está bien abierta. Luego, en silencio, me acerco a la puerta del sótano, y la abro con cuidado, apuntando con el haz de luz de mi linterna escaleras abajo.
Motivo: abrir puerta del sótano
Tirada: 1d10
Resultado: 10
Decides adentrarte en aquel sótano, consigues abrir la puerta con una llave que encontraste colgada con un imán del frigorífico. Con la linterna enfocas el fondo del mismo y parece no haber nada, por lo que, te armas de valor y bajas las escaleras poco a poco y sin hacer ningún ruido. Parece que hay un pasillo a ambos lados, vas hacia la derecha y enfocas hacia lo que parece un pequeño receptáculo de apenas 4 metros cuadrados, en el suelo parece haber sangre y unos lamentos hacen que el corazón se te acelere al máximo. Cuando enfocas la linterna un poco más hacia arriba ves que hay una mujer desnuda sobre un banco, está tumbada boca abajo y le faltan ambas piernas, éstas parecen estar amputadas y vendadas - A-ayúdame por favor - dijo en apenas un susurro, parecía estar al borde de sus fuerzas.
El miedo te invade por lo que corres en dirección a las escaleras, pero en el pasillo ahora había un hombre en pié completamente desnudo. Estaba tan delgado que se le marcaban todos los huesos del cuerpo, estaba sucio y le faltaba un brazo, el cual estaba también vendado y con restos de sangre, tenía una enorme barba que evidenciaba que había pasado bastante tiempo allí encerrado - No te vayaaas.. ¡Ayudaaa! - dijo chillando mientras lloraba y caía de rodillas al suelo, probablemente debido a que su delgadez no le permitía mantenerse en pié. Era evidente que había hecho un sobreesfuerzo para darte el encuentro. Se agarró a tus piernas para evitar que te fueses - Por favor por favor ayúdame..
Eres libre de hacer lo que quieras..Si quieres desasirte de él tira 1d10.
Al encontrarme con los cuerpos mutilados siento pánico. Cuando el hombre me agarra quedo paralizado. Me aterra lo que estoy viendo, el saber que es de noche, el saberme solo en mitad de este mundo maldito. Tengo ganas de llorar, y lloro. Grito de terror y trato de zafarme. Si lo consigo echo a correr escaleras arriba y cierro la puerta tras de mí, bloqueándola con la llave como estaba.
Motivo: zafarme del loco este
Tirada: 1d10
Resultado: 6
dios mío qué horror :O
Al intentar huir consigues zafarte de él por un momento pero tropiezas por las escaleras debido a la agitación en la que te encuentras. El hombre se había caído al suelo del mismo empujón que le diste para huir de él y lloraba desconsolado pues parecía no poder moverse - ¡Ayuuudaa! ¡Nos está comiendoo! - dijo en un lamento que hizo que el corazón se te volcase hasta el punto en el que parecía querer salir de tu boca. Subiste rápidamente las escaleras tras recomponerte de la caída y atravesaste la puerta, cerrándola nuevamente con la llave, sólo había oscuridad allí pero unas luces que divisaste a través de la ventana del salón te percataron de que un coche se acercaba hacia tu posición. Si salías en ese momento te verían, por otro lado, tampoco había demasiado espacio en el que esconderse aparte del sótano y el cuarto de baño.
Tres opciones:
- Salir y que te vean e intentar huir.
- Esconderte en el baño y rezar porque no vayan allí.
- Esconderte en el cobertizo :P
Pobechito Komoi
Tengo el corazón a mil por hora. Miro fijamente la puerta, sin poder borrar de mi mente a esas dos personas mutiladas. Y no sólo esas imágenes que acabo de ver, sino más, ya fruto de mi imaginación, que toman esas y las recomponen y exageran hasta formar verdaderas obras macabras en el rincón más oscuro de mi mente. Por unos segundos permanezco así. Unos segundos, o minutos, y horas; no lo sé.
Unas luces afuera me hacen reaccionar. Viene alguien. Viene el devorador de mutilados. Tengo que pensar rápido, esconderme es inútil... voy a la cocina y cojo tres cuchillos, luego vuelvo ante la puerta del sótano, respiro hondo y me lo pienso un momento. Sí, creo que es la mejor opción. Abro la puerta, y arrojo al oscuro vacío dos de los cuchillos: - ¡Tomad, vuestro captor se acerca, es vuestro momento para vengaros! - dejo la puerta abierta de par en par, y salgo corriendo al baño.
Allí me escondo, en la oscuridad, en un rincón, agachado. Mi corazón no para de latir y parece como si fuesen tambores en la noche. Empuño el cuchillo, apuntando hacia la puerta. Sólo espero que en cuanto el devorador vea la puerta del sótano abierta baje y ellos se encarguen, dándome tiempo a escapar. Me da igual lo que pase aquí, me da igual lo que les pase. Me da igual todo. Sólo quiero correr y correr y alejarme de esta pesadilla.
Motivo: por si hace falta
Tirada: 1d10
Resultado: 1
Joder qué acojone máster...
Hago una tirada por si hiciese falta para algo; y ojalá no haga falta, porque vaya mierda xD
Te escondes en el cuarto de baño, tras la cortina del baño, deseando que quien sea que ha llegado no te encuentre allí. Lo primero que oyes es la puerta abrirse y unas llaves caer sobre una superficie. Pronto la voz de un hombre hace que te estremezcas, su voz rozaba lo gutural - ¿David?¿Eres tú, gilipollas? Como me entere de que has entrado aquí sin mi permiso voy matarte cabrón - unía las palabras una tras otra, se te hacía difícil entenderle, era probable que estuviese borracho - ¿Dónde están las malditas llaves del cobertizo? Voy a matarte David, esto no tiene ni puta gracia, te he dicho mil veces que no toques mi comida - escuchas los pasos del sujeto yendo de un lado a otro de la casa, tu corazón se estremece aún más - ¡La puta puerta está abierta! JAJAJA ¿Qué hace mi comida con un cuchillo?¿Quién os creéis que sois malnacidos? - acto seguido escuchas los lamentos del hombre al que le entregaste las llaves, parece estar sufriendo algún tipo de agresión. Casi al momento escuchas dos disparos. - ¡Mierda, ahora voy a tener que comer carne congelada!¡Hijos de peeeerraaa! - el chillido de una mujer retumba por toda la casa, parece que el disparo no le ha matado - Eso es, cómete tus tripas, ¿están buenas eh zorra? Iba a comérmelas yo pero te dejo que las pruebes tú primera - el llanto de la mujer se va desvaneciendo, hasta que en un grito ahogado se termina por apagar. Parece que finalmente ha muerto.
Tiemblas. Tiemblas tanto que sin darte cuenta tiras la alcachofa de la ducha, la coges al vuelo y te tapas la boca, deseando que no te haya escuchado. Pero los pasos de aquel desgraciado parecen deslizarse hacia el fondo del cobertizo, era tu momento.
Al salir del baño a pies juntillas observas la rocambolesca escena, el escuálido hombre se encuentra en el suelo, ha muerto de un disparo en la cabeza. La mujer no ha corrido la misma suerte pues aún parece estar con vida, tiene el vientre abierto y de él salen sus tripas, las cuales había colocado el hombre en su boca. Sus ojos se fijaron en los tuyos, parecía suplicarte, las manos le temblaban. Pero sólo deseabas salir de allí y en tu cabeza quedó esa imagen, aún no sabes cómo saliste de la casa, corriste como nunca habías hecho antes. Llevabas tu mochila a rastras y tus piernas parecían estar articuladas por la mente de otra persona, no parecían correr tanto como tú deseabas y te parecía que se movían de forma extraña. Corriste tanto como pudiste, caminabas, volvías a correr, no miraste hacia atrás. No podías hacerlo. La bicicleta, joder. La habías olvidado. Ya no importaba, no podías acordarte de eso en aquel momento pero deseabas con todas tus fuerzas que aquel hombre no te siguiese. Allí sólo había carretera, tenías que descansar, tus ojos se cerraban, había un árbol y unos arbustos a un lado de la carretera y allí te tumbaste, escondido. Caíste rendido y el sonido de un coche y una moto te despertó. No sabías dónde te encontrabas, habías corrido y andado durante horas, temblabas y mirabas con recelo aquella escena.
Un estruendo hizo que te sobresaltases. La moto había caído y con ella, su pasajero, el cual se hallaba gravemente herido. De no ser porque eras joven, ya te habría dado un infarto. Una chica joven y un hombre salieron rápidamente en su ayuda.
Motivo: Te encuentra (1) o no (2)
Tirada: 1d2
Resultado: 2
Motivo: Huída con éxito (1) o no (2)
Tirada: 1d2
Resultado: 1
¿Qué deberías hacer?
- ¿Probar suerte e ir con ellos?
- ¿Quedarte escondido?
*Muajaja. Zi? Te da miedito? xDD La verdad es que estoy en modo gore ON.. demasiado gore quizás..
Me quedo escondido entre los arbustos, bajo la sombra del árbol. Estoy rendido, el cansancio me invade, pero el recuerdo horrible de aquél hombre con la boca llena de tripas de la mujer... creo que no podré dormir en semanas. ¿Por qué la gente es tan cruel? El Afuera es más duro de lo que esperaba. Podría ser yo, cualquiera de los dos, o peor aún. Los extraños me dan mucho miedo, creo que son los de la casa, que venían siguiéndome, habrán encontrado la bici. Me quedo inmóvil, sólo observo a ver qué pasa.
Un poco demasiado sí. ¡Qué horrible!
Motivo: Te escuchan (1) o no (2)
Tirada: 1d2
Resultado: 1
Ohh..
Máster. No sé si tengo que postear o esperar...
Siguiente escena: Capítulo 3. Alex, Kate y Komoi. "Lo que la verdad oculta"
Perdón por el retraso >-<