Partida Rol por web

Abres los ojos costosamente, la luz que entra desde la ventana te deslumbra durante unos segundos. Requieres un rato para acostumbrar tus ojos a la iluminación de la habitación. Pareces encontrarte acostada en una habitación de hospital, frente a ti, hay una televisión apagada colgada del techo, a tu izquierda se encuentra la ventana y a tu derecha hay una mesilla de noche con un vaso de plástico con agua en él. Tu primera reacción es la de beber, lo cual haces con avidez puesto que tienes la garganta tan seca que te duele. Comienzas a sudar, observas que en ambos brazos tienes vías sanguíneas, seguidas de al menos una docena de sueros con nombres escritos a rotulador sobre ellos "augmentine, seguril.." dejaste de leer al darte cuenta de que no entendías nada. Tu corazón se acelera progresivamente, deseas gritar o pedir ayuda, pero no te sale la voz, te duele demasiado al tragar y las lágrimas brotan de tus ojos al darte cuenta de que.. no recuerdas NADA. Tenías la extraña sensación de no saber nada absolutamente, ni tu nombre, pero sí que habías podido leer aquellos sueros, y bebido aquel agua, así como sabías que el lugar en el que estabas se asemejaba al de un hospital. Podías reconocer las cosas al verlas, pero no podías evocar ningún recuerdo.. al menos, de momento.

Cuando abriste la puerta no pudiste evitar soltar una exclamación. Las camillas que había volcadas en el suelo, las paredes blancas decoradas por barandillas metálicas y suelo moteado que parecía llevar siglos allí terminaban de corroborar que te encontrabas en un hospital. Era como si hubiese ocurrido una catástrofe, estaba todo revuelto, aún así había algo extraño, no había nadie en todo el pasillo. Avanzaste lentamente por el mismo, a ambos lados había más habitaciones, algunas con la puerta cerrada, otros la tenían entreabierta. Te fijaste en un carrito metálico que había frente a ti, el típico que utilizan las auxiliares de enfermería para portar los enseres para el aseo de los pacientes. Sobre él había sábanas serigrafiadas con un único nombre "Hospital de Torrecárdenas".

Te contorsionaste bruscamente, sentiste una gran presión en la sien. Estabas teniendo un flashback. En ese momento una imagen vino a tu mente, te encontrabas frente a lo que parecía una consulta médica, estabas sola y frente a ti había un médico, te fijaste en el extremo superior de su bata, en donde venía impreso su nombre, "Iván Márquez. Oncología ". Su rostro mostraba lástima hacia ti, y tú permanecías inmóvil, como si aún no fueses capaz de asimilar lo que te estaba diciendo.

Vuelvo a mi habitación y cierro la puerta, que raro no hay nadie aquí, voy al cabecero de mi cama y aprieto el botón para llamar a una enfermera mientras me doy una ducha de agua fría rápida para despejarme y quitarme este olor, me seco me pongo esa maravillosa bata de hospital y vuelvo a pulsar el botón para llamar a las putas enfermeras, donde coño están, me acerco a la ventana de mi habitación y miro tras el cristal( ya me dirás que veo) me dirijo al armario para buscar mi ropa, no quiero salir con el culo al aire a buscar a las enfermeras, me pongo mi ropa y miro mi cartera para saber mas cosas de mi, allí encuentro mi documentación y averiguo que me llamo alessandra, que vivo en almeria, lleno otra vez el vaso de agua del lavabo del baño hasta quitar la sed, salgo fuera de mi habitación y me pongo a buscar a una enfermera o un médico-¿ HOLA hay alguien?- miro detrás del mostrador solo veo papeles y mas papeles, unos caramelos que hay en un vaso desaparece misteriosamente en mi boca y mi bolsillo, recorro toda la estancia y miro en todas las habitaciones en busca de gente, encuentro unos periódicos del hospital- ALGUIEN PUEDE AYUDARMEEE- joder parece que estoy sola, cojo un teléfono fijo y llamo al 112 y enciendo la televisión de la sala de enfermeras

Los periódicos datan de la fecha del 27 de Enero del 2022, del mismo día de la catástrofe, aunque eso no lo sabes aún. No sabes qué día es, tu móvil se encuentra sin batería y cuando intentas hacer una llamada de emergencia al 112, éste termina por apagarse definitivamente. Cuando enciendes la televisión, ésto es lo único que ves:

Nada. Sólo sabes tu nombre y tu edad, así como que eres de Almería. Ningún recuerdo más viene a tu mente. Nadie acude en tu ayuda, no hay nadie que pueda oírte. Sales al pasillo y no hay nadie en el resto de habitaciones, todo parece desordenado, como si todo el mundo hubiese salido corriendo dejándolo todo a medias. Pero, cuando afinas el oído, crees escuchar golpes. Tratas de identificar la procedencia del sonido y parece venir de la última habitación del pasillo, al fondo a la derecha. La puerta está cerrada y oyes como si alguien golpease la puerta desde dentro.

Vaya puta suerte la mía, se me acaba la batería del puto teléfono, busco por los cajones del mostrador, por todos sitios en busca de un cargador, pruebo con los teléfonos fijos, llamando al 112, 091. 092, incluso pruebo algún numero al azar, no hay nadie en este hospital, parece que han salido a toda ostia y ami me han dejado tirada, me siento en una de las sillas y me echo las manos a la cabeza, al cabo de un rato oigo algún ruido al fondo del pasillo en una de las habitaciones, me dirijo donde parece que procede el ruido- ¿HOLA HAY ALGUIEN?, ¿ESTA USTED BIEN? intento abrir la puerta con cuidado cuando me responda

Cuando te acercaste a la puerta, escuchaste que los golpes habían cesado, por lo que la abriste con cuidado para ver qué había dentro. Cual fue tu sorpresa que al abrirla apenas unos centímetros, un brazo ensangrentado asomó tras de esta, tratando de agarrarte seguido de un chillido desgarrador que, lejos de parecer humano, jurarías que solo lo habías escuchado en las películas de miedo. Con ligereza lograste evitar que el brazo te atrapase, automáticamente giraste sobre ti misma y avanzaste por el pasillo rápidamente. Aquella persona te estaba siguiendo, miraste de reojo y lo que alcanzaste a ver te dejó el corazón de piedra. Era un hombre con la mandíbula desencajada y ensangrentada, con la mirada iracunda y los brazos ensangrentados, uno de ellos parecía tenerlo roto pues se movía de forma extraña.

¿Qué harás? 

- Enfrentarte a él (tirada de fuerza)

- Huir (tirada de agilidad)

Llego a la puerta y abro un poco, pero de repente sale un brazo ensangrentado intentando agarrarme, AAAHHHHHHHH hecho a correr como alma que lleva el diablo mirando de vez en cuando hacia atrás y viendo la cara desencajada de ese hombre, cuando tengo una buena ventaja cierro las puertas del pasillo para bloquear el paso a esa persona, ser o lo que sea

Intento bloquear las 2 puertas con la manguera de incendios o con el extintor, para que no pueda abrirla e intento salir del hospital y llevarme lo que pueda

Siguiente escena: Capítulo 2. Darren y Ale. "En busca de la verdad"